
VEINTISÉIS
"¿Entonces te vas? ¿Así como así? ¿sin siquiera invitar? eso es frío hombre, ¿conoces siquiera a esta gente? ¿Y si son una secta como en esa película dónde la chica lleva a su novio a casa y su familia resulta ser un grupo de locos? necesitas a alguien que te cuide las espaldas, piénsalo, ustedes ni siquiera notarán que estoy allí..seré como una sombra" le preguntó Roman con una lluvia de preguntas rápidas. "¿Qué? ¿De qué estás hablando?" Han se burló girando la cabeza para ignorar el repentino recuerdo de una piel pálida y brillante que se apoderó de su mente momentáneamente. "-Uh, bueno, quiero decir, Karina es...ella es uh...¿muy perfecta? y tú eres...tú..¡sin ofender! y bueno, tiene conexiones así que, asumí que no sería problema darme un poco de ayuda ya que es parte de nosotros ahora, no?" dijo el bromista moreno y calvo rascándose la cabeza mientras intentaba salvarse del agujero que había cavado.
"-Quiero decir, hombre, crees que les importaría que otra persona se alojé con ustedes?" Preguntó el hombre calvo y bocazas, lanzando una mirada esperanzada en su dirección y Han no pudo evitar ocultar su mueca de disculpa detrás de un encogimiento de hombros indiferente y mal realizado. "Lo siento, no es mi casa, no son mis reglas, igual no que no tenías una casa en la playa en Santa Mónica y no había otra en los Hamptons?" Preguntó el piloto asiático tratando de desviarse al ver el escepticismo en el rostro de su amigo de piel oscura, no había duda de que él y los demás habían comenzado a confiar en Karina debido a todo lo que ella había hecho por él.
Pero todavía persistía la desconfianza de alguna amenaza desconocida, y Han, por mucho que solía considerarse inteligente y siempre tres pasos por delante de la curva, no pudo evitar el extraño sentimiento que había estado creciendo en las últimas horas. Roman abrió la boca y levantó una mano para rascarse la nuca. "Sí, sobre eso, como que...lo perdí todo" Dijo aclarándose la garganta con fuerza para evitar responder mientras Han levantaba una ceja incrédula. "¿Cómo puedes perder una mansión de 250.000 dólares en la playa, hombre?" Preguntó, sus ojos parpadearon brevemente para mirar a su alrededor, Karina había desaparecido de nuevo. "Empeñándolo en un juego de blackjack, así es como, y luego desperdiciándolo todo en viajes en jet privado con supermodelos a Fiji cada fin de semana..." La voz de Tej llegó desde su derecha mientras el otro hombre de piel oscura caminaba hacia adelante, con los ojos cansados, su postura bajó ligeramente luciendo como un hombre que pasó horas frente al monitor de una computadora buscando respuestas que tal vez nunca encontrará.
"Sí, bueno, sucede hombre, el punto es que Roman Pearce ya no se quedará en ningún hotel de mala muerte...Han, mi hombre, mi hermano-" Comenzó a pasar una mano sobre el hombro de Han para arrastrarlo a un medio abrazo. "Ayuda a un negro necesitado, ¿quieres?" Roman rogó haciendo que Han se burlara, una pequeña sonrisa tirando de la comisura de sus labios.
"Bastardo tacaño..." Una tos, murmurada por Tej siguió mientras la escondía detrás de un puño girándose hábilmente para evitar la mirada que su amigo le lanzaba. "Que te jodan hombre, simplemente tengo mala suerte, eso es todo, además, solo estás celoso de que al menos hice algo con mi parte, ¿qué has hecho tú con la tuya, eh?" cuestionó Roman liberando a Han mientras veía a Tej tronar su nudillos. Esto sería bueno, se había perdido esto, las bromas, las cosas tontas que lo hacían sentir como si perteneciera a este grupo desigual al que llamaba familia. "Una palabra, inversión, bastante simple..." añadió Tej mientras miraba a su amigo. Mientras Han observaba la mirada fija de sus amigos poco antes de tener que dejarlos nuevamente, surgieron preguntas en su mente. Finalmente conocería a los amigos de la familia de Karina, ¿quiénes eran? ¿Qué hicieron para tener suficiente dinero e influencia para comprar boletos de avión privados de última hora y comprar autos aún fuera del mercado? Las teorías que había tenido antes volvieron con toda su fuerza, ¿en qué estaba involucrada Karina? Había una especie de aire de misterio rodeándola desde que él se despertó en su apartamento, lejos de las frías calles de Shibuya.
"¿Han?" Interrumpió la voz de Ramsey manejando separar la discusión verbal que antes había acaparado las atenciones de ambos amigos frente a él. "-Sí, ¿qué sucede?" Preguntó con el ceño fruncido ante la expresión indescifrable en el bonito rostro de la morena de cabello risado que se detuvo a escaso pasos, en su mano derecha sostenía su teléfono celular. "Hay una chica en mi teléfono, dice que es importante, ¿dijo algo sobre que era una amiga de la familia?" Ramsey dijo mientras echaba un vistazo a la pantalla de su teléfono ahora oscurecida, la llamada había sido cortada, pero la hacker morena de pelo rizado no había imaginado la llamada, ella había estado sentada tratando de acceder a sus cuentas bancarias en busca de dinero para un lugar donde quedarse cuando una llamada repentina llegó a través de su teléfono, teléfono del que nadie más, además de las personas dentro del escondite, tenía un número, lo cual fue una de las primeras cosas que la puso en alerta máxima. Había dudado antes de tomarlo. Estaba muy convencida de que podría tratarse del propio Shaw.
"Hola..?" Su voz tembló leve mente, haciéndola morderse los labios regordetes con ira. "Ramsey, ¿verdad?" Una voz centelleante, suave pero de alta soprano habló. Al mencionar su nombre la joven de piel color mocca sintió que sus músculos se tensaban, este no era Shaw, pero eso no significaba que no tuviera un cambiador de voz alterando sus cuerdas vocales ó incluso una persona haciendo sus trabajos. "¿Quién eres? ¿Cómo obtuviste este número?" Su voz siseó, al borde de la furia pero aún controlándose lo suficiente, su mano libre se movió para agarrar su computadora, si pudiera rastrear la identificación de la persona que llama, tal vez supiera quién era.
"Sé que esto no te hará sentir segura, pero soy una amiga, mi nombre es Alice Cullen y la forma en que logré obtener este número no tiene importancia en este momento, sé que es de mala educación, pero necesito-, necesitas urgentemente pasarle un mensaje a Han Seul-Oh, por favor, se refiere a Karina y su seguridad, el entenderá-" La voz musical dijo urgente mientras hablaba.
"¿Qué? ¿c..cómo se llama?" Preguntó Han mientras sentía que el corazón le daba un vuelco en el pecho. "¿Alice Colins ó algo asi? honesta mente no me detuve para apuntarlo, fue tan repentino-" Dijo la hacker de pelo rizado sacudiendo sus hombros.
"Cullen-" Dijo rápidamente el piloto asiático sin poder detenerse. "Uh, si creo que era eso, dijo que debías encontrar a Karina, que sabrías lo que significaba? acaso tú ó Karina divulgaron sobre mi ó mi nombre ó teléfono?" Preguntó curiosamente solo para recordar que Karina anterior mente había estado usando su teléfono, pero era imposible llamar de vuelta debido a el programa que había encriptado en dicho dispositivo. ¿Cómo había la tal Alice manejado romper las barreras de su protección tecnológica?
"Uh, no, ni siquiera he hablado con ella, ¿por qué?" Han balbuceó cuando captó la mirada rápida que está le lanzó a su compañero de trabajo moreno. "¿Está todo bien? con Karina?" Tej preguntó apartándose de Roman mientras caminaba hacia el asiático de cabello largo. "-¿Dijo por qué? ¿algo más?" Preguntó Han ignorandole ahora sintiendo la repentina sensación de frialdad que, como una babosa, se metía en sus cansados huesos. "En realidad no, ella fue muy concisa y directa, colgó incluso antes de que pudiera preguntar cómo había logrado marcar mi número más allá de mi código de seguridad para redirigir la llamada a otro receptor-" La linda hacker murmuró mientras respiraba con dificultad a través de sus labios, con los brazos cruzados. "Han, ¿qué está pasando? problemas?" Tej preguntó detrás de él, haciéndolo apretar los dientes contra la suave carne dentro de su boca. "Yo..no, no lo sé-" Alice había llamado, Alice Cullen, la misteriosa amiga amante de la ropa. ¿Dónde estaba Karina? porque, tal como lo había dicho Ramsey, parecía que estaba en peligro, pero ¿de quién? de Shaw? ¿de Toshiro? ¿de él mismo? La preocupación se instaló en su corazón mientras giraba sus ojos oscuros alrededor de la casa segura, Dom se había encerrado en su habitación privada con Letty hace un tiempo mientras Brian y mía junto con Jack habían comenzado a empacar sus cosas tan pronto como el agente y los soldados de juguete ya se habían ido haciendo planes para ir lo antes posible a otra base temerosos de estar comprometidos.
"¿Alguien ha visto a Karina?" Preguntó, sus labios se ahogaron con el nombre ya que su dueña no estaba por ningún lado, la falta de su presencia hizo que algo dentro de él se rompiera, necesitaba encontrarla, necesitaba compensarla por lo que había dicho y hecho. El corredor de autos de cabello oscuro pasó empujando a Ramsey, quien se giró para mirar hacia atrás a los otros dos hombres que habían quedado atrás. "¿Puede alguien decirme qué rayos está pasando?" Preguntó frunciendo el ceño confundida mientras su otro socio experto en tecnología decía. "¿Conseguiste limpiar la imagen de esas cámaras de la carretera?" Preguntó evadiendo su pregunta. "Uh, sí, me las arregle para salvar algunas imágenes antes de que el agente don nadie las borrara pero, para ser honestos, nada que valga la pena analizar, los ángulos son una mierda, ¿por qué?" Preguntó la morena de pelo rizado mientras giraba su cadera. Tej se lamió los labios, presionando contra cualquier duda que pudiera detenerlo ó hacerlo sentir culpable.
"¿Qué dices si hacemos una verificación de antecedentes con sólo un nombre y dirección IP?" Preguntó lanzadole una mirada a su teléfono celular, no sería muy difícil rastrear, no habían verificado a Karina ni a nadie de su paradero por respeto tanto a Han como a ella, pero eso no significaba que otros estuvieran fuera de su alcance. "No veo por qué no.." Dijo dándose la vuelta para buscar su computadora mientras Tej la seguía. Ya era hora de responder algunas dudas propias.
• • •
"Nos vamos, las cosas no salieron exactamente como lo planearon, como ya habrán escuchado, quieren que nos separemos, para dificultar que el bastardo nos encuentre, ya llamé a Alice, están listos para recibirnos tan pronto como crucemos al estado de Washington, ustedes estarán libres del deber de vigilancia a partir de ese momento..gracias por todo" La morena les agradeció, sin ellos Karina sabía que su trabajo aquí habría sido más difícil de lo que ya era, tener un par de ojos para observar a los que más le importaban a Han había sido la mejor elección que pudo haber tomado.
"No tienes por que hacerlo, eso es lo que hacen los amigos, además, podríamos quedarnos contigo hasta que llegues allí si quieres, podría ser bueno volver a ver a viejos amigos, dos veces al año, algo inaudito" bromeó Peter con una sonrisa ya imaginando lo que diría su viejo amigo Jasper. "Además nos gusta volver a ser útiles, al menos para buenos propósitos, nos hace sentir que pertenecemos-" Charlotte añadió acariciando el pecho de su querido poco antes de que su sonrisa fuera borrada de su hermoso rostro.
Su pálido cuerpo se tensó en segundos.
Karina entró en alerta, sus sentidos recorriendo las cercanías hasta que el olor, un olor tan familiar como el suyo propio entró en sus fosas nasales.
"Me preguntaba cuando te atreverías a dar la cara, Toshiro-, para ser un buen sensei eres malo escondiendo tus pasos ó tal vez, eso es lo que querías, una parte de mi esperaba que fuera mentira lo que Garret me había dicho, pero ambos sabemos que no haces las cosas sin una razón, así que..¿cuál es?" La morena de ojos color burdeos siseó, su rostro se contorsionó en una mueca que alguna vez habría sido reemplazada por una sonrisa alegre ante el rostro de su amigo y aliado más cercano, desde que tenía uso de razón, Toshiro Matsubara había estado allí para guiarla en el camino de la inmortalidad, Karina se culpó a sí misma por no darse cuenta más rápido, desde que llegó a Tokio en 2002, algo se había estado construyendo entre ellos, algo enconado y abrasivo, y todo tenía que recaer entre ella y Han.
El apuesto vampiro asiático sonrió al aparecer a escasos pasos en un borrón, su imagen impecable como siempre, sus ojos rojos brillando como rubíes relucientes bajo la luz. "Nómadas, tan impredecibles como su naturaleza, no debí haberle confiado, igual es divertido, sabes, para alguien tan intuitiva como tú, también puedes ser terriblemente ciega..te prometí una vez que te enseñaría todo lo que sabía, y creí que lo había hecho, pero ahora veo que todavía queda una cosa que aprender, una última lección antes de que todo vuelva a ser como una vez fue...cortar la enredadera que es la fantasía de pertenecer con el humano corredor-" Toshiro habló, su tono era el mismo que Karina se había acostumbrado a escuchar desde 1900, la misma voz que había oído regañarla cuando se atrevió a ser lo suficientemente audaz como para casi romper las reglas, la misma que se había reído de sus sensibilidades femeninas cuando se había negado a compartir espacio con un hombre soltero antes de que él le enseñara que las normas humanas ya no le importaban a los vampiros, la misma voz que la había consolado cuando los recuerdos borrosos de su pasado se desataban en momentos de debilidad.
La morena había palidecido ante los recuerdos de momentos pasados de felicidad antes de que su verdadera felicidad llegara a su vida, olvidando brevemente la situación actual hasta que las siguientes palabras que salieron de su alguna vez mejor amigo y compañero de aquelarre petrificaron su corazón de piedra. "-su muerte sera como cualquier otra te lo aseguro, lo olvidarás con el tiempo, su rostro, su voz, todo volvera a ser como antes..no suena eso magnífico?" La silueta de Karina temblaba, temblando como una niña en una tormenta de nieve invernal, sus piernas se sentían debilitadas, era una sensación que la vampira morena no había sentido en cien años. Para sus oídos, el sonido de gruñidos se elevó cuando las siluetas de Peter y Charlotte se movieron para colocarse junto a ella.
"..C-cuánto tiempo te tuve en un pedestal..como mi salvador, fuiste tú quien una vez me ayudó a ver otro camino y ahora, después de tanto tiempo, eres tú quien parece tener la mente nublada de desprecio ante mi mayor felicidad? ¿por qué?" Su susurro fue desgarrador mientras lo miraba fijamente a los ojos, su tono se elevaba como el magma de un volcán, labios rosados torcidos al sus afiliados dientes chocar unos contra otros, su cuerpo encorvado ahora en una pose de ataque, la misma que había aprendido hace mucho de si mismo. "¡RESPÓNDEME!" su grito haciendo eco en el área, la ciudad de los Ángeles en el fondo con sus rascacielos ignorantes ante los acontecimientos.
"¡YO SIEMPRE ESTUVE ALLÍ PARA TI! ¡TE SOSTUVE! ¡TE ESTUVE PROTEGIENDO! TE VI POR LO QUE ERES! EL NO, NI SIQUIERA TE CONOCE Ó LO QUE ERES, LO QUE SOMOS!-" Gritó el vampiro asiático, su garganta siseó un gruñido que se volvió amargo cuando su rostro perfecto se torció, una mano pálida golpeando su duro pecho para llevar el punto más lejos. Karina parpadeó, y a diferencia de la costumbre por mantener una apariencia humana, lo hizo por sopresa. Algo en la expresión desesperada de su más preciado amigo desestabilizó sus pensamientos momentánea mente. "Qué..?" Fue lo único que pudo producir mientras le observaba, Toshiro avanzó, pero antes de que pudiera alcanzarla por completo, Peter se había santiguado en el medio.
"Baja la voz-" Escupió el pálido vampiro nómada mientras sus ojos ahora oscuros giraban una rápida mirada hacia la casa segura, allí no había sonidos de conversaciones además de los latidos del corazón que se movían rítmicamente en sus latidos habituales. "No deberías intervenir nómada-" El asiático vampiro murmuró antes de observar por sobre su hombro. "-Digo que dejémoslo saber, déjalo ver la verdad de que no perteneces a su mundo tanto como él pertenece al nuestro" El vampiro de cabello oscuro escupió, sus propias decisiones ya tomadas, no le importaba si los humanos lo escucharan ó lo vieran, la escoria Volturi no sabría lo que pasó, estaban ocupados siendo perezosos en su madriguera en Italia como para enviar a sus lacayos a investigar, los humanos pronto serían olvidados, y en unas pocas décadas, estarían muertos, a nadie le importaría la palabra de un par de malhechores que violaron la ley y vieron suceder algo inhumano en un escondite secreto. ¿Quién les creería?
"Creo que es mejor si retrocedes, ahora, no estás pensando con claridad, ahora mismo nos estás poniendo a todos en peligro" Aseguró Karina mientras se mantenía erguida, con la mandíbula atascada mientras sus ojos miraban con dureza incapaces de producir lágrimas, incapaz de ver a la persona que una vez conoció, había un extraño frente a ella. "Hemos estado en peligro desde la primera vez que lo viste, si tan solo hubiera podido intervenir, bloquear el que le vieras, jamás hubieras hecho nada de esto.." Susurró, su tono uno familiar que clavó una profunda herida de nostalgia en el pecho de la hermosa vampiro.
"Si eso es lo que piensas, entonces supongo que aquí es dónde trazo la línea..." Karina murmuró, su lengua se sentía como plomo en su boca mientras hablaba, podía sentir la presencia de Charlotte a su lado, podía enfrentar tanques con su fuerza, pero el apoyo silencioso la ayudó al ver que todas las memorias en los últimos años se comenzaban a borrar de su mente como agua por un desagüe, sus recuerdos de Tokio, el apartamento en Shibuya, la abuela Yakamura y su molesto gato Neko, los únicos que perduraban eran los de ver a Han correr todas las noches, su piel oliva, su sonrisa.
"Karina, por favor-" Toshiro suplico, como nunca antes le había visto, su apariencia inquebrantable de líder, rompiéndose bajo la expresión herida en su guapo rostro. "Adiós Toshiro, onichan, y esta vez, esta vez te quiero lejos, para siempre, sin amigos tras mis pasos espiandome, porque si alguna vez regresas, si piensas siquiera en amenazarlo a él ó a cualquier otro, te lo juro, olvidaré nuestro pasado para siempre, te trataré como a un extraño y no tendrás nada de la amabilidad que puedo poseer" Sentenció con dureza, sus ojos borgoña fríos y devotos de cualquier familiaridad habitual. No era una amenaza, era una promesa, nadie tocaría a Han, nunca. Justo cuando se había sentido en un punto de ruptura, pero aún lista para enfrentar una tormenta, unos pasos detrás de ella hicieron que su espalda se pusiera rígida cuando la voz de Charlotte maldijo.
Nadie lo había oído llegar.
"¿Karina? ¿Qué...quién-, que está pasando aquí?" Preguntó Han, quien había caminado una distancia considerable buscando a la morena hasta dar con siluetas en un aparente enfrentamiento, mirando entre el otro hombre asiático que parecía sacado de una revista tal como lo había hecho la última vez, con el rostro marcado por una curvatura en los labios, la mandíbula tensa, y los otros dos extraños que se veían exactamente iguales a los otros dos, un sentimiento de alteridad se acumuló dentro de su pecho y por primera vez desde que el y Karina se habían conocido, Han sintió dentro de sí la necesidad de correr.
•••
Dentro del edificio, el trío estaba alrededor de las computadoras, perplejos ante la información que habían encontrado, ó mejor dicho, la falta de ella.
"Estas personas son como fantasmas...no hay registros de capturas faciales de cámaras en aeropuertos, ó incluso miembros fallecidos, no hay identificación además de la licencia de conducir, no hay rastros en papel de cuentas bancarias además de aquellos para cosas básicas oficiales como registros escolares ó médicos, esto es.." Dijo Tej mientras negaba con la cabeza, sus manos detuvieron su chasquido anterior mientras se empujaba hacia atrás en su silla. "-perfectamente básico, como si quien hizo esto buscara la simplicidad, ser lo más sencillo y normal posible, y todo hecho por este J.Jenks, un abogado con buenas recomendaciones de Seattle, Washington, quiero decir, ¿quién rayos creería que este tipo tiene 18 años? ¿A quién intentan mentir?" Terminó Ramsey mientras se movía para mostrarles a ambos hombres, Tej a su lado derecho y Roman al otro, la imagen de un joven pálido y sonriente con cabello corto y oscuro y brazos musculosos como un culturista.
"¿Y los otros?" Preguntó Roman rompiendo el silencio mientras parpadeaba para alejarse de los extraños ojos ocres del chico. "Exactamente lo mismo, hasta el color de ojos y piel, lo extraño es que además de los dos gemelos rubios nadie más tiene parentesco, el pelirrojo fue adoptado, la otra chica de pelo corto también, pero aún así se ven...iguales" La mujer de piel mocca se mordió la lengua haciendo una pausa, no había manera de que las personas pudieran verse iguales sin estar relacionadas. "-Como Karina.." murmuró Tej haciendo que ella y su amigo bromista calvo lo miraran.
El ex tesorero de carreras ilegales convertido en hacker sintió una sacudida de algo más golpear su columna mientras su mente se filtraba momentáneamente al momento en el que le había contado a Han sobre el fallo en la cámara que había captado su accidente cuando llegó por primera vez de la aparente muerte, por razones naturales y físicas, no debería estar vivo, pero lo estaba, lo cual era algo que todavía lo desconcertaba, es más, Han todavía juraba que Karina había sido su salvadora, la única que supo acudir en su ayuda después de que Shaw lo había cazado en las calles de Tokio, pero no había ninguna presencia de ella en lo que había salvado de Internet, ningún rostro pálido arrastrando hacia atrás el cuerpo de un hombre que pesaba más que ella, era imposible. Definitivamente algo no estaba encajando allí y le avergonzaba admitir que le había tomado bastante tiempo aceptarlo. Karina Vritasky no era normal y definitivamente no era quien intentaba ser. ¿La pregunta principal entonces era, por qué?
AHHHHHHHHHHHH, SE DESATÓ EL DESMADRE!! TOSHIRO FINALMENTE CONFESÓ SUS MOTIVOS!! KARINA ESTA CÓMO.."UH, WTF?!" Y HAN BE LIKE: "QUE RAIOS ESTA PASANDO AKI?!"
3773 Palabras
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