TRECE
La luz del día ahora cubría los cielos, el muscle car atraía las miradas mientras conducía por las calles. "La idea era ser invisibles, Alice, y esto no es exactamente discreto.." murmuró la morena de ojos color borgoña mientras se echaba hacia atrás un cabello suelto y rizado que volaba hacia su rostro mientras Han, a su lado, giraba el volante y conducía el vehículo por una calle estrecha lejos de la principal. "¿Dijiste algo?" El corredor de autos asiático preguntó lanzando una breve mirada antes de mirar al frente. "Oh, no...solo estaba pensando en voz alta sobre lo ocupada que está la ciudad...nada como Tokio, eso es seguro, pero seguro que te hace extrañarle..." Rápidamente tejió la pequeña mentira mientras el auto se giraba por otra segunda calle, los autos y la gente disminuían hasta que no había otra señal de vida excepto la de un perro callejero corriendo, cruzando entre lo que parecían viejos edificios abandonados.
"‐Estamos cerca, el lugar está bastante bien escondido, mis amigos son un poco..paranoicos.." Aseguró el corredor de autos asiático a la guapa morena, ya que había visto una especie de expresión cruzando sus pálidos rasgos cuando el auto negro brillante dió la vuelta al camino lleno de polvo golpeado por tercera vez en un fila, las palmeras que se alineaban en las calles de la ciudad se redujeron hasta que solo unos pocos árboles y arbustos quemados por el sol con espinas se alineaban a cada lado de la carretera, Han no había mentido en su descripción, el lugar parecía estar bastante bien cubierto por la madre naturaleza, algunos incluso lo considerarían un paraíso para los vagabundos y los maleantes, ya que latas de cerveza aplastadas y envoltorios de distintos tipos se apiñaban en los alrededores, volando levemente cuando el automóvil se cruzaba rápidamente en su camino. A éstas alturas, el sol ya había tomado una posición alta en el cielo azul de arriba para desgracia de la vampiro.
Increiblemente les había llevado unas tres duras horas llegar allí, atravesando la gran cuidad enigmática de Los angeles, California, entre la conducción rápida y sorprendente de Han quién evadiendo policías y patrullas en las calles y bastantes conductores propensos a la ira que les habían maldecido coloridamente en el trayecto, no que éste les hubiera escuchado claro estaba, habia experta mente atravesado cada obstáculo sin mayor problema, pero finalmente lo habían logrado.
"—Vaya, debo de admitir que cumple con todo lo que describiste, Han-, por favor, no te ofendas pero no te voy a mentir, éste lugar luce como el tipo de lugar que un asesino serial usaría para desaparecer a sus víctimas—, ¿estás seguro de que éste es el lugar? y de que es..seguro? ya sabes–, ¿para humanos? porque sin ofenderte a ti y a tus amigos pero-, Han, parece que se va a caer a pedazos en cualquier momento, es una desgracia esperando que suceda.." Murmuró la morena, incapaz de contener sus opiniones al finalmente salir de el auto, ahora ambos observaban abiertamente el edificio de almacén aparentemente abandonado que yacía rodeado por una valla muy apartada y roida por el moho, no se podían ver signos de vida humana é incluso allí Karina sabía que eso no era de el todo cierto, ésta podía escuchar claramente a medida que late el corazón humano la sangre fresca corriendo por las venas de individuos cercanos y los rasgos distintivos de tres mujeres y cuatro hombres que vagaban por los alrededores de el interior sin noción alguna de su presencia.
"—Bastante seguro, pero no te preocupes, créeme, no irían a ningún lugar donde un bebé pudiera resultar lastimado–, pero..solo por seguridad es mejor que vayamos con precaución, no sé si Tej instaló cámaras ó algún tipo de circuito de seguridad extraño mientras estaba fuera, así que no voy a arriesgarnos a que nos disparen por eso, quédate detrás de mí, ¿de acuerdo?.." Han ordenó mientras les indicaba a ambos que comenzaran a caminar hacía la entrada de una puerta trasera que rodeaba el lugar através de el hueco que se encontraba oculto por la maleza tras la valla oxidada, estaba bastante segura de que estaría bien si hubiera armas y balas involucradas, podría tomarlas sin problema alguno, pero ¿él? no tanto, tirando de la perilla oxidada de la puerta trasera que habían encontrado a tientas con un poco de esfuerzo éste fue capaz de abrirla para que entraran ambos en menos de cinco minutos, el aire olía a rancio y húmedo, lo que indicaba claramente la falta de sistemas de enfriamiento en el antiguo edificio, decidiendo ignorarlo, Karina entonces comentó.
"Por curiosidad..um, nuevamente no quiero sonar grosera pero, estoy casi segura de que podrías contraer tétano aquí si fuese ese el caso, que tipo de almacén era éste? su estructura es muy..familiar" Murmuró la morena honestamente preocupada mientras continúaba sin faltas tras sus pasos, por el modo en que la estructura estaba erguida dejaba a relucir lo viejo de sus bases, ciertamente el lugar era mucho más viejo que todos los demás aparte de ella, eso era seguro, ante su comentario, la baja carcajada de el moreno reverberó en el espacio poco antes de silenciarse nuevamente. ¿Un mercenario loco les perseguía y ella temía por una infección? era lo más irónico que había escuchado en un tiempo.
"No lo sé con exactitud, creo que era una tapadera para ron ilegal en los años veinte ó algo asi luego en los cincuenta un ring de peleas clandestinas hasta los ochenta donde guardaban viejos equipos de maquinaria para una compañía que luego se fue a la bancarrota, Dom compró el lote a finales de los noventa-, pero créeme, el óxido no te mataría aquí si eso es lo que temes, los chistes mal contados y la comida chatarra lo harán, además, pensé que habías dicho que sabias lo que hacías.." murmuró siguiendo su conversación sin denotar el resbalón frío en sus palabras mientras seguían subiendo unas viejas y toscas escaleras que parecían gruñir en protesta bajo sus pies a cada paso, ante sus palabras la vampiro morena resopló sorprendida mientras se detenía súbitamente en el escalón inferior, sus brazos cruzados sobre su pecho mientras sus oscuros ojos borgoña observaban críticos a el asiático corredor.
"Disculpa..? pero a que te quieres referir exactamente con eso Han? crees que tengo los pies fríos ahora? eso es lo que crees?" Cuestionó ella apenas aferrándose al siseo que había querido salir de su garganta, podía entender de dónde venía su respuesta, estaba nervioso, su corazón lo traicionaba con cada latido errático que daba, pero honestamente el comentario espontáneo la había golpeado profundamente. "Habla claro—" Girándose alrededor para mirarla mientras una de sus manos se aferraba con fuerza a la vieja barandilla oxidada éste vaciló, la morena por su parte podía jurarle a cualquier deidad que el único rostro que podía ver claramente en ese momento era el de Toshiro, sus ojos oscuros juzgándola mientras su cabeza negaba, parpadeando ciega mente, el rostro fantasmagórico desapareció para revelar una vez más el rostro de su Tua Cantante.
Maldiciendo en voz baja, Han cerró brevemente los ojos mientras su cuerpo se tensaba.
"Karina—, lo siento por eso, yo-, es mejor que sigamos.." Murmuró la disculpa con rigidez al cuestionarle mientras sus pies se movían una vez más con un gran peso sobre ellos, no sabía exacta mente cómo describir lo que le había sucedido en ese momento, estaba avergonzado de cómo sus emociones se habían apoderado de él sin que él pudiera si quiera ser capaz de detenerlas en absoluto. Incapaz de detenerse, la morena atrapó su muñeca en un instante, evitando que se moviera. El corredor de autos asiático de cabello oscuro se congeló cuando sintió que el frío penetraba a través de su chaqueta en un clima tan cálido. "–Estás nervioso, lo entiendo" Karina murmuró suavemente mientras apartaba la mirada para darle su espacio aún levemente herida por sus palabras.
"Eso no debería ser una excusa.." Tras ésto, el asiático y la vampiro entraron en el área principal através de un enmohecido elevador mecánico de palanca que se encontró al final de las escaleras, unos pocos autos residían no muy lejos con sus capós abiertos a medida que el resto de éstos yacían esparcidos sobre mesas más allá en una esquina distante, un área de computadoras había sido colocada apresuradamente sobre un viejo escritorio cerca de la pared izquierda y algunas máquinas expendedoras yacían en un rincón distante listas para ser utilizadas. Hogar dulce hogar... pensó Han agridulce, casi podía llorar de alegría, casi.. más por cierto tipo de emoción no lo hizo. "Es gracioso, ¿sabes? uno pensaría que las cosas se verían diferentes después de todo, pero al final eres tú quien es diferente, todo lo demás permanece igual..." Murmuró, de pie a sus espaldas, la morena que agarraba suavemente su mano temblorosa apretó los dedos de éste con una fuerza leve, la piel de el corredor se alzó de inmediato ante su temperatura fría.
"Está bien, estarás bien, recuerda que estoy aquí contigo, solo di la palabra y podemos irnos de inmediato, no tienes por que obligarte a nada.." Murmuró con dulzura al notar que su garganta se sacudía de una manera apretada, la última vez que había estado aquí, Giselle había estado viva y lista para planear una vida futura con él en Shibuya, empezar desde cero había sido su meta, eso, por supuesto, había sido antes de que el otro hermano maníaco de Shaw, Owen.. se estrellará y explotara un avión gigante desde el cual él, Han, se había colgado en un automóvil junto con Giselle antes de que ella sin merecerlo fuera arrojada al aire directamente por intentar salvarle la vida a la plataforma de aterrizaje de el aeropuerto dónde impactando en una masa de extremidades retorcidas y huesos destrozados falleció, eso fue, por supuesto, antes de ser incinerada por los pedazos de chatarra en llamas que formaban en ese entonces la embarcación aérea.
"—¡OIGAN! esto es propiedad privada-, quienes son uste-Oh por, ¿H-Han? tú-, tu e-estás, oh dios mío, ¡BRIAN! ¡ven aquí! ¡DOM!.." Preguntó una voz femenina llamando a sus atenciones casi de inmediato, volviéndose en la dirección de el sonido que enfrentaban, una joven delgada y bronceada que sostenía a un bebé apretadamente entre sus brazos les observó, los ojos oscuros de ésta estaban llenos con tantas emociones para detallarlas todas, conmoción, pérdida, alegría, sus ojos brillantes y sus labios abiertos en incredulidad.
"...Hola Mia, ¿cómo va todo? ¿Este pequeño charlatán los está volviendo locos?" Bromeó medio torpemente mientras dicha mujer se quedó congelada aún sollozando en estado de shock, su cabello lacio temblaba mientras sostenía al bebé que se retorcía en sus brazos cuando pareció reconocer su voz. "C..¿Cómo es esto posible?..." La supuesta Mia jadeó cuando finalmente encontró la voluntad para hacer que su cuerpo se moviera. Karina se quedó quieta mientras la mujer se acercaba haciendo rebotar al bebé que ahora balbuceaba.
"—¡MIA! ¡JACK! ¿Mia? ¿qué sucede? oye, amor estás bien? por que gritaste así? casi me da un infarto al corazón, le sucede algo a Jack?—" Preguntó otra voz desde la distancia que ahora caminaba ó corría mejor dicho hacia ellos determinada mente, un hombre bien formado de ojos azules y cabellos rubios se detuvo casi al instante, en sus manos bronceadas una plateada arma yacia sujeta y lista para ser disparada, la vampiro ante ésto tomó precauciones posandose de forma que su costado quedase cubriendo la mayor parte vital de el asiático quién aun permanecía estático en su sitio.
"..Pero que..?" Paralizado, el hombre rubio entre abrió los labios, sus ojos cayeron en la figura de Han, uno podría jurar que éste hombre estaba viendo un fantasma porqué parecía tan perdido de palabras cómo la mujer a su lado. "Hola Brian..Mia, estoy de vuelta hombre.." Han había murmurado débilmente antes de avanzar para abrazar fuertemente el cuerpo de el otro hombre quién trastabillando había hecho lo mismo tras despertar de su anterior estupor, sus cuerpos temblaban con sollozos aparentes mientras ambos se abrazaban cómo sólo hermanos pueden hacerlo, soltando brevemente su agarre, Brian balbuceó roncamente.
"¿C-cómo? ¿cómo..es ésto posible? quiero decir, todos vimos lo que Shaw le hizo a tú auto–, fue imposible no hacerlo, éstaba en todas las redes sociales de Internet, ya no–, puedes agradecérselo a Ramsey y Tej después, y luego esa llamada, dios..el funeral, ¡pensamos qué estabas muerto! enterramos un ataúd vacío–" Exclamó el rubio enfurecido, pero no con el asiático, mientras sus manos apretaban el hombro de Han sacudiéndolo un poco cómo para ver si realmente estaba allí físicamente y no como una espectral aparición, inconsciente mente atraídos por sus gritos, el resto de el equipo se adentró rápidamente, armas en mano, abierta mente boquiabiertos con diferentes expresiones de sorpresa y alegría sobre sus rostros.
"Lo sé y lo siento, debería de haberles llamado chicos, pero estaban pasando muchas cosas y, sólo estoy contento de haber vuelto y estar vivo, nada más, nada menos.." Bromeó sarcástica mente antes de ser invadido por el resto de el grupo, un hombre calvo de piel más oscura lo había aplastado en su fuerte agarre mientras Han por su parte murmuraba un placer verte a ti también hombre.. para el conocido cómo Roman Pearce, después de ésto, otro moreno lo había seguido sacudiéndolo fuertemente hasta que el aparente líder de el grupo se detuvo frente a éste mirándolo con una mirada estoica en su rostro sombrío.
De pie ociosa y silenciosa en su lugar, Karina no pudo evitar sentirse un poco celosa, allí deseaba estar entre ellos cómo otra pieza de el rompe cabezas, se sintió cómo una intrusa espiando en un momento privado, hizo que extrañara aún más la presencia silenciosa pero reconfortante de Toshiro, por lo general él nunca hablaba mucho, solo lo suficiente para hacerte saber que estaba allí y escuchando, pero aún así, había sido suficiente para ella, no estar sola en medio de el eterno silencio que la atormentaba constantemente.
"..Dom.." Han murmuró despacio mientras asentía con la cabeza hacia él, deteniéndose, el fornido hombre momentáneamente le devolvió el mismo saludo que se le dió con cierto respeto, y luego en lo que parecío ser segundos ambos se habían abrazado fuertemente estrechándose, Shaw no había tenido éxito en sus nociones, Han estaba vivo, el equipo estaba completo, la familia estaba junta, y ahora nada ni nadie los detendría.
"Es bueno volver a verte, tenemos mucho de que hablar, y creo que no soy el único que opina lo mismo.." murmuró el denominado Dom tras haberse alejado, su mano palmeando amistosamente el hombro de Han, ante esto y cómo cierto ritual desconocido para la morena, el grupo avanzó hacia adelante acarreando al asiático corredor quién pausando súbitamente giró su atención hacia la chica, su mano cálida afianzando un leve agarre en la muñeca de ésta para atraerle hasta su lado.
"—Aguarden, chicos..dejenme presentárles a alguien..ésta es Karina, Karina Vritasky, Karina ésta es mí familia, Dom, Brian, ella fue quién me salvó el trasero de Shaw, y le debo mí-, le debo todo, sin ella no estaría aquí hoy.." Le presentó Han con tal fervor que Karina juró bien pudo haber sido un espejismo de sus ojos, el veneno de su cuerpo destellando cristalizado al acumularse en sus oscuros ojos negros. "Han, creo que estás exagerando un poco–" Elevando su vista para observar al resto la morena quedó maravillada al denotar sus expresiones agradecidas, tal vez después de todo no estaba tan apartada de el asunto cómo quería creer, ella también estaba en casa en cierto sentido.
"Oh, um hola..? y el se exagera, eso no es de el todo cierto, yo solo–, solo lo ayudé lo mejor que pude eso es todo, de verdad, sigo diciéndole que cualquiera hubiera hecho lo mismo pero aún no me cree..." murmuró rápidamente la linda morena abordando el tema para cambiar el rumbo de su movimiento hacia otras cosas más importantes que ella, si había algo que nunca había cambiado ni siquiera después de convertirse en uno de los inmortales era su disgusto por la atención, ella nunca había sido ese tipo de persona, ella a menudo valoraba más la alegría de la soledad y la paz que las situaciones excesiva mente excitadas. Era todo lo que había conocido durante tanto tiempo.
"Eso suena a que nuestro Han está bien, nunca podrías convencerlo de nada, de lo contrario las cosas serían mucho más diferentes, ó fáciles, pero, entonces eso no sería normal.." Brian habló ganándose una ola de risas de los demás que asintieron en acuerdo, el corredor de autos asiático murmuró en voz bajo su aliento algo que sonó mucho como "no es cierto" que la morena no pudo evitar reírse suavemente al ganarse la atención repentina de sus ojos oscuros. "Todavia me duelen las costillas así que no diría del todo bien‐" Bromeó el de cabello azabache. "Eso es por que eres testarudo y no haces caso a lo que te dicen.." Ella no retrocedió, sus labios rosados se entreabrieron leve mente en una pequeña sonrisa, ante esto, el corazón de éste dió un salto que de repente lo asustó, apretando los puños, se empujó a sí mismo para alejarse de el sentimiento.
"Cualquiera que arriesga su vida por salvar a mi familia se gana un lugar en ella, eso si aceptas todo lo que viene con ella, lo bueno y lo malo..no es algo que ofrecemos a menudo así que se podría decir que es una oferta de oportunidad única, lo tomas ó lo dejas chica bonita?" Murmuró el hombre suavemente, su voz de tono barítono sonó acogedora mientras asentía una vez más hacia la vampiro agradecida, cruzando ambos brazos sobre su pecho Karina asintió en respuesta, un eufemismo silencioso pasó entre ambos, mientras los demás asentían silenciosamente mientras la miraban, girándose Dominic comenzó a caminar listo para irse, lo que a cambio fue seguido por el resto que agarró a Han, todavía medio abrazándolo y dándole la bienvenida a casa como si se hubiera ido demasiado tiempo, todo por su culpa, por culpa de Shaw.
"Hay tanto de lo que tenemos que hablar, pero primero, ¿qué tal una cerveza? preparé el viejo congelador con un par de frías, ¿qué dices si abrimos algunas para celebrar, la familia está completa y merece una celebración acorde.." Ofreció las bebidas mientras el resto gritaba y seguía riendo, el contraste era muy diferente al que anteriormente se había demostrado, lejos se habían ido los ceños fruncidos y las lágrimas esparcidas entre mentónes y mejillas, las líneas de la edad marcaron cada rostro mientras sus labios se estiraban en grandes sonrisas de alegría.
La ironía golpeó a la morena en ese momento, no es que no hubiera pensado en esas cosas una y otra vez antes, porque lo había hecho, pero lo que sea... todas estas personas, mayores, pero aún tan jóvenes, algún día morirían, incluso los pequeños. bebé sonriente de cara gordita crecería, envejecería y sería consumido por la tierra. Pero aquí seguía parada, joven, sin cambios, hermosa y muerta, hasta la ruptura del mundo, a menos que una fuerza exterior la matara primero, pero últimamente no se permitía pensar en esas cosas.
Un recuerdo repentino la alejó del antiguo almacén donde se encontraba.
"¿Por qué estamos aquí? ¿Pensé que dijiste que habría algo que hacer? básicamente estamos aquí parados viendo pasar a la multitud, amiga mía, ¿hay algún significado más profundo que me esté perdiendo aquí?..." La morena siseó con impaciencia a la figura masculina a su lado cuando captó el olor de alguien que se había roto la piel alrededor de sus manos, lo más probable es que fuera el joven que montaba su patineta al aterrizar en sus manos en la calle de abajo. Era el año de nuestro señor 2002.
Algo la había atraído a ese lugar y allí estaba. La ciudad brillaba como una joya de neón en la noche. "Pensé que eras tú quien se suponía que eras el paciente, además, ¿qué tiene de malo un poco de paz? relájate, aprecia la vista–" Karina murmuró mirando a las multitudes que se movían por las calles. "Si quisieras la paz, podríamos haber ido al Himalaya, no al distrito rojo de la ciudad más superpoblada del mundo moderno.." dijo el vampiro asiático mientras miraba a un grupo de chicas adolescentes que se reían tontamente de un nuevo ídolo del pop. La pálida vampira rusa no contestó, volviendo su mirada oscura hacia la esquina donde un pequeño vendedor ambulante vendía brochetas de cangrejo a los hambrientos casi muertos en sus pies oficinistas que vivían sus vidas por un salario exiguo y miserable que los mantendría en lo mismo, en el mismo lugar para el resto de sus vidas. Algunas veces empezaba a pensar que tenía suerte en cierto sentido. Pero luego la dura verdad le escupía en la cara los precios que tenía que pagar por tal existencia y luego los envidiaba, las personas que a pesar de sus vidas aburridas todavía tenían opciones.
Parpadeando, su atención recayó nuevamente en el grupo de humanos.
"—Bien por mí, déjame adivinar, coronas ¿verdad? en Tokio no se consiguen a menos que sea de contrabando, y ni siquiera saben igual después de todo.." Preguntó sabiendo ya la respuesta, se sintió bien sentir la vieja familiaridad echando raíces en su pecho una vez más, como estar fuera de casa demasiado tiempo después de estar lejos, la última vez que había dejado éste lugar, su corazón, alma y voluntad para vivir se había hecho añicos en un millón de pedazos como el golpe contundente de un martillo chocando contra un espejo delgado.
"No hay otra hermano, esas son las reglas, coronas ó nada, nada de esas mierdas frutales, el agua es para los débiles.." habló Toretto confirmando la suposición de el asiático mientras se reía entre dientes, a su lado, la mujer bronceada y marimacho de cabello oscuro se burló suavemente mientras unía un brazo y lanzaba su codo abierto através de la apertura, sus ojos oscuros mirando a la pálida morena con algo parecido a la desconfianza mientras su rostro se convertía en una máscara inexpresiva, alguien parecía tener problemas de confianza, bien, pero karina no la culpaba, sí era una extraña en su casa después todo.
"Está bien, está bien, basta con el momento chicklit, sé que estamos todos contentos de vernos, pero vayamos a buscar esas cervezas y hablemos, no quiero apresurar las cosas, pero ustedes parecen haber pasado por un infierno, y honesta mente, estoy seguro de que todos tenemos curiosidad por saber cómo saliste porque por lo que escuchamos, todo era una locura allá abajo hasta el punto de que ésto se supone sea imposible.." Karina Vritasky quería gritar la respuesta obvia que se aferraba con fuerza a la punta de su lengua ante las palabras de el guapo rubio, quería gritar la verdad y no preocuparse por las consecuencias, decirles que ni siquiera tenían la más remota idea de lo que realmente estaba sucediendo debajo, arriba y alrededor de ellos todo el tiempo, para mostrarles cómo era realmente su realidad, obviamente tales cosas probablemente volverían locos a la mayoría de ellos como muchos lo habían hecho antes. No era una broma, una vida ó mejor dicho, una existencia como la de ella llevaba tanto, como una espada de doble filo, tira demasiado de un lado y te cortarás, tira de nuevo y te harás daño dos veces más profundamente, una tercera vez y terminarás perdiendo los dedos, lo que en una traducción real y simple significaba; perder la vida y todo lo que hay en ella para siempre, y si pensaban que Shaw era el peor en su camino, pobres, estaban viviendo bajo una roca, ella simple mente esperaba que la roca no terminara aplastándolos a todos gracias a su participación personal, específicamente a Han.
"Ciertamente lo fue.." Murmuró el corredor de autos asiático dándole a la hermosa morena una mirada rápida que le recordó la reciente y no terminada conversación en el avión, ella esperaba haber escapado de ésta, pero lamentablemente, las cosas nunca salían como ella las deseaba, manteniendo sus ojos enfocados lejos de la mirada de el moreno, éste se retiró en silencio ahora finalmente siguiendo al grupo de personas más adentro de el complejo.
VOTEN Y COMENTEN POR FAVOR
4082 Palabras.
Finalmente llegó el momento!!! ahora si se viene lo bueno mi gente!!! ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro