Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

DOS

"Hannnn..mírate ahora, derribado por el mismo tipo de personas por las que juraste nunca dejar que te controlaran, patético, y luego te preguntas por que la vida no juega limpio..?.." Un susurro provino súbitamente de todas partes, a su alrededor se sacudió despierto el vacio, ecos se esparcian a lo largo de la vasta infinidad, no podía discernir nada específico al respecto, ¿Acaso era dios finalmente quien le hablaba? ¿Por qué estaba siendo tan cruel y no terminaba de una vez con su agonía? ¿Era el quien venía a juzgarle por todos sus pecados? ó posible mente tal vez era solo su propia mente castigándolo desde adentro, ya sea que fuera uno u otro, ahora realmente no le importaba ni tenía la oportunidad de pensar en eso antes de que su conciencia fuera transferida cómo una corriente rápida através de un arroyo.

Su mente nadaba en una oscuridad paralela, sus pensamientos se mezclaban en un lío de palabras y imágenes que no podía controlar, ¿Estaba muerto? ¿Era ésta la otra vida que temían casi todos los seres en la existencia? todo era silencioso, desolado y...¿frío? podía sentir un toque helado en su...¿frente? no podía decir exactamente si todavía estaba apegado a su cuerpo físico, era una experiencia nueva y muy extraña, no una que estaba disfrutando, eso era seguro, pasó un minuto, ¿ó fue una hora? no podía decir la hora, todo parecía igual, siempre que miraba había más infinito y vasto vacío de tono negro, su cabeza estaba entumecida, sus oídos zumbaban suavemente hacia el ruido blanco que se apoderaba de ellos.

"Dios, por favor, no lo permitas, te lo pido, aguanta Han, aguanta por .." Una voz femenina clamó desesperadamente su nombre, ¿Quién era quién le estaba hablando? no reconoció la voz, no era su amada Giselle, estaba seguro. El conocía su tono, ronco y suave, tan dulce justo cómo cuando solía despertar temprano en la mañana, ésta voz, ésta voz era distinta, de una forma que no podia describir ó identificar. Justo cuando estaba tratando de discernir a la misteriosa dueña de la voz, su entorno se transformó, retorciéndose y cambiando, una luz blanca brilló alrededor de su vista, ¿era acaso ésto entonces? ¿su destino final? ¿El cielo ó infierno? la verdad, honestamente ya no le importaba, si alguna vez podría encontrarse con Giselle de algun modo, sería más que suficiente para él soportar cualquier tipo de tormento con tal de verle una vez más...

Sentía la cabeza como si hubiera sido pateado ó posiblemente aplastado bajo el pie de alguien, su consciencia se encontraba luchando por dominar el languido letargo, su cerebro latía dolorosamente mientras recuperaba la conciencia, sus oídos parecían dividirse entre el silencio y un ruido en blanco bastante molesto, todavía podía recordar vívidamente los olores de nitro ardiendo dolorosamente en sus fosas nasales mientras la sangre se derramaba sobre su vista cegándolo, haciéndolo imposible y para él incapaz de ver, moverse ó incluso actuar, para salvar guardarse ó hacer algo, era un desastre.

Por una vez en su vida, Han Lue le había temido a la muerte, su frialdad y implacable toque había estado cerca, demasiado cerca para su gusto, tanto que éste se había preguntado de forma inmediata la posibilidad de reunirse directamente con su amada Giselle de una vez por todas, lejos de el dolor y la incertidumbre de la cruel vida mortal. ¿En dónde estaba? Han se preguntó mientras se movía lenta pero seguramente de su posición relajada, gemidos de dolor dejaron sus poco labios después, su movimiento había sido extenuante a lo largo de su pecho y costillas, ¡Dios! gritó cada nervio en su cuerpo cuando sus labios se abrieron permitiendo que un gemido de dolor lo atravesara, sus dientes sisearon juntos mientras sus labios formaban una línea apretada que se extendía por su rostro forzando sus rasgos en una máscara de clara agonía, una vena apareció en su frente ahora brillando con una nueva capa de sudor.

"—Mmpf, oh mierda, dios..." Su boca croó en un tono ronco mientras su cuerpo paralizaba todo movimiento evitando la posibilidad de un dolor innecesario adicional, no mucho más después de recuperarse, sus ojos hicieron lo mismo al mirar una vista extraña pero familiar, estaba en una casa, ó tal vez un departamento, eso lo sabía bien, era un lugar moderno pero todavía decorado en toques tradicionales japonéses modernistas, las paredes pálidas estaban decoradas con diseños modernos y simples estirados en una habitación de tamaño decente, una cama de tamaño considerable, un armario en el fondo de caoba, una mesita de noche con lampara incluida, cada objeto estandár de un hogar viable para una persona de clase media ¿Quizás algún buen samaritano lo había salvado de ese bastardo británico llamado Shaw? Espero que sí.. sus pensamientos rogaban patética mente, sí no, entonces sus captores eran más agradables de lo que esperaba.

"..¿Qué? que ésta, ¿e-en dónde diablos estoy?" murmuró con los labios separados dando paso a un siseo adolorido nueva mente, un gemido se ahogó en su garganta, la carne de su cuerpo se sentía cruda, como si hubiera sido desgarrado, pensándolo mejor debía de eliminar el "aplastado" pues honestamente más bien había sido pisoteado en más formas por un camión de diezciocho ruedas, cada una aplastando sus atormentados nervios cómo dagas una y otra y otra vez, tan cegado por el dolor estaba, que el quién general mente era astuto y perseptivo no notó, al principio, la figura esbelta, pálida y silenciosa que lo había estado observando durante unos minutos, ahora, escondida por el resguardo de la pared pálida tras la puerta, que solo se hizo conocida al hablar.

"—Estás despierto..esa es buena señal, temía que estuvieses inconsciente más tiempo, me diste un buen susto la última vez, y estás en mi casa, en el distrito de Nayiga, no muy lejos de dónde te encontré.." Habló una voz femenina distinta asustandolo brevemente, dichas palabras suaves y extraña mente reconfortantes? sonaban cómo una mescla entre campanillas y el susurro de el viento, cómo sabia sobre dichas caracteristicas se le escapaba de el conocimiento asi que era mejor no preguntarle ¿Acaso su cerebro había sufrido más daño de lo que pensaba inicialmente? cuestionó su conciencia cuando sus propios ojos oscuros se encontraron con el negro carbón, un escalofríos recorrió su columna incitando nuevos piquetes de dolor a medida que un nudo se cernía en su garganta pesadamente. Ella era posible mente la cosa más hermosa que sus ojos habían contemplado y, siendo honesto, había visto a algunas mujeres bonitas en su vida, pero nada como ésto que recordara.

"¿Nayiga? ¿qué? que demonios hago en Nayiga?!..yo, ¿en d-dónde estoy? ¿quién eres ?..mi auto, DK, mis amigos, Sean..debo, debo ir-me, debo encontrar a" Repitió la pregunta lentamente mientras aun balbuceaba incoherencias ante la nebulosa que aun flotaba sobre su cabeza, a la desconocida con la voz ronca de una manera áspera, el shock permeaba su mente cómo un manto invisible, la morena se había movido a través de la corta distancia, visiblemente incapaz de ocultar su expresión de preocupación mientras el hombre temblaba sacudiendosé en su lugar, sus ojos oscuros se movían erráticamente por su rostro y las paredes incapaces de ubicarse en algún lugar determinado, no sabía cómo, pero en un abrir y cerrar de ojos, la figura de la chica había estado de pie a menos de unos centímetros de distancia con la mano extendida hacia su rostro.

Confundido, el corredor de autos asiático no había estado calculando una vez más mientras se movía hacia atrás solo para golpearse contra la cabecera de la cama.

"—Oye, oye, está bien, ¿de acuerdo? cálmate, no te voy a hacer nada malo, solo voy a...a revisar tu frente, ¿de acuerdo? por favor no te muevas, solo te lastimarás más, confía en mí, ¿sí?.." Murmuró la morena en voz baja, como lo haría un sanador con una paloma enferma, con la tranquilidad y la calma de un profesional, la vampiro esperaba una respuesta, que afortunada mente llegó en un breve asentimiento arrepentido de el corredor asiático que observaba cada movimiento que ella daba con atención, como un halcón, sus manos pálidas se acercaron poco a poco, no le gustó la sensación de impotencia cuando la chica lentamente apartó el cabello sucio de la frente y la vista para contemplar una herida en particular que había sido cosida junta la noche de el accidente, dedos fríos rozaron suavemente la piel febril como un fantasma, sus labios se tensaron y su rostro se contrajo cuando la piel se estiró.

"–Uh, lo siento, todavía está un poco inflamado, pero más allá de eso creo que estará bien, tal vez haría bien un poco de ungüento más tarde para deshacerse de el enrojecimiento, si no te importa una pequeña cicatriz, pero yo tu no me preocuparia, escucho que a algunas personas les gustan las cicatrices..." Karina se disculpó rápida mente al ver su expresión, un nudo se había formado en la garganta de el asiático mientras su rostro angelical lo miraba directamente desde arriba, tragando lentamente para arreglar ésto, el asiatico descubrió que causaba más daño que bien pues sentía cómo si su garganta hubiera estado obstruida con rocas y tierra, cada una cavando puyas en su esófago como un alfiler en pinchazos de ondas de choque hirientes. "Mmm, lo que suponia, ten..bebe ésto primero, toma-, te remendará la garganta, es un té de manzanilla, ideal para el dolor ó eso me han dicho, remendará tu problema, anda bebé, te prometo no ésta envenenado.." Ofreció la sorprendentemente bella morena con insistencia, si habia exaltado todo con sarcasmo, el asiatico corredor de autos lo ignoró, sobre su rostro una expresión amable, y en sus manos una taza humeante de color menta residía al haberla tomado de su anterior lugar, el blancuzco vapor saliendo despedido hacía la nada. pausando, éste asesoró una vez mas a la chica poco antes de ceder, tomándolo rápidamente con los nudillos cubiertos de moretones, el asiático de cabello oscuro bebió el líquido humeante sin quejarse, el dulce té de miel que goteaba por su lengua realmente hizo maravillas milagrosas aliviando casi instantaneamente la molestia y dejando a su paso un satisfactorió entumecimiento.

"..Mierda, uh..gracias, eso realmente ayudó, cuanto-, cuánto tiempo estuve, ya sabes, ¿fuera? no puedo sentir mis piernas muy bien, así que supongo que ha sido bastante tiempo..? Por favor, no me digas que ha pasado un año porque me siento demasiado como la mierda para que sea eso.." Pronunció en voz baja, mientras intentaba fallida mente mover sus hombros, algo de su cabello ahora grasiento por el sudor y la sangre cayendo sobre su vista, la mueca de su molestia aún permanecía en su ceño. Mientras cuestionaba la raíz de su paradero actual, no calculaba mucho tiempo dado el residuó repetitivo de los estragos de el "accidente" en su cuerpo, sus musculós pesaban languida mente cómo rocas en el fondo de un rio.

"De nada, tenía miedo de que no despertarás después de todo ese alboroto, tuviste un accidente muy desagradable y..para responder a tu pregunta, bueno, puedes estar tranquilo, serán ahora un total de dos semanas en específico, eso sin contar claro está con tus momentos semi lúcidos, eso en parte realmente se le viene a la cabeza, tu contusión resultó ser más seria de lo que parecía ser, más por suerte no tanto cómo para ser crítica..dependiendo de a quién le preguntes, eso y tus costillas magulladas, nada bonito el panorama, asumo minimo unas dos rotas y una tercera inflamada.." Escupió la morena experta mente detallando el extenso panorama, sus rosados ​​labios Han juró curvados de una manera distinta y salvaje, ella por igual juró que todavía podía oler la sangre negra con costra en sus sienes junto con los feos moretones de color amarillo verdoso en su cuerpo que ahora lucian cierto matiz menos horrendo.

Haciendo caso omiso de ésto, el moreno se empujó nuevamente sobre la cama suave, un pequeño silbido bajo dejando sus labios tensos.

"Y que lo digas-mierda, eso de las costillas no era broma, se siente como un elefante de pie en mis pulmones.." Éste maldijo entre dientes, sentía los pulmones cómo si estuvieran acribillados con fuego y su pecho bien parecía tener sobre si una mismísima roca aplastando su respiración con cada bocanada que intentaba dar, por un segundo, se preguntó si ésta tenía algún tipo de morfina ó algo lo suficientemente fuerte como para que su dolor se desapareciera, a toda honestidad, admitió abiertamente estar abierto a tomar cualquier cosa.

"Con cuidado, tómalo despacio, algunas contusiones tardarán más que otras en sanar, tienes mucha suerte de que tus costillas no sé rompieran todas al impactar, pero no te preocupes, tengo un medicamento que se encargará de eso en un abrir y cerrar de ojos, pero primero, aquí..ten, ésto se asegurará de mantener la fuerza de el cuerpo en óptimas condiciones para acelerar la sanación, no podía darte nada mientras estabas dormido, así que es mejor que lo comas todo, pero lentamente, espero que te guste, y cuidado, todavía está un poco caliente.." Habló mientras iba dándose la vuelta para tomar algo tras su espalda que ahora podia apreciar en sus manos, una simple bandeja de madera con un vaso cristalino de agua y unas pastillas blancas genéricas, junto a ellas un plato humeante de lo que parecía cómo sopa de tomate y especias, el olor voló a su alrededor mientras inhalaba profundamente contra la reprimenda de su mente, su boca salivaba en el hambre que golpeaba su estómago menos de unos pocos segundos más tarde, como si un animal estuviera arañando a través de su estómago.

"He oído hablar que te levanta el ánimo, ¿sabes? y un poco de especia picante nunca mató a nadie, a menos que seas alergíco, eso si sería una trajedia..¡es broma! es broma, perdona mi humor, yo, no acostumbro a tener tantas visitas ultimamente así que...en fin, que lo disfrutes.." Su falso tono ominoso le habia ganado una mirada cuestionable por parte de el asiatico quién claramente tenía todo el derecho de cuestionar su sanidad y de pensarlo asi, todo ella lo culpó por los nervios, la vampiro sonrió ante ésto con una cegadora sonrisa perlada, sus dientes derechos y extraña mente, ¿afilados? no pudiendo contenerse a si mismo, Han, extrañamente, sus propios labios se separaron dando paso a una sonrisa casi juvenil, aún que, éste asumía probablemente una mueca se consideraría la respuesta más cercana a dicho acto.

Dios, ¿cuánto tiempo había pasado desde que había sonreído sinceramente sobre algo tan simple cómo una buena sopa y una linda chica? preguntó, sus pensamientos recayeron poco después sobre las facciones en tonos oliva de su Giselle, su Giselle muerta. Un año, tanto tiempo para quién bien pensaba la vida ya no significaba lo mismo que antes, pues realmente ya no lo hacía. Salpicando los rasgos ahora arrugados de el apuesto hombre asiático con pesar, la morena sonrió de nuevo, sus palabras resbalando cómo seda sobre sus oídos.

"—Ugh, pero que tonta soy, casi hasta lo olvido, soy tan grosera por no presentarme primero, es un gusto, Karina..Karina Vritasky ó Rina me llaman para presentaciones cortas, me alegro de conocerte, aún que, lamentablemente en tales circunstancias.." Ella había sonreído con gusto, sus labios fracasaban para habilitar cualquier vista de su arsenal natural, ante ésto, estiró su mano rápidamente, el moreno haciendo lo mismo, Han tomó en cuenta su piel fría y suave en un batido medio firme que se estrechó en moléculas de segundo. Temblando en un escalofríos no mucho después, éste cubrió el resbalón con una pequeña sonrisa apretada ya que no quería parecer un imbécil. Se sintió como tocar el hielo mismo.. pensó sin poder controlarse, extraño.

"..Igualmente, Han Lue, encantado de conocerte también supongo, y..realmente aprecio tu ayuda, no creo que estuviese aquí ahora mismo con, bueno, respirando, si no fuera por ti, tal vez flotando en algun desague de la bahia ó-" Se detuvo antes de pronunciar esas palabras, su rostro enfrascado en una sombra indicernible, Karina obviamente sabía de la situación en curso, los destellos retorcidos de el metal de hace varias noches resonando en su mente cómo un reloj repugnante que no paraba de sonar, tic, tac, tic, tac, tic, tac. "Vivo" aquellas eran las palabras que estaba buscando, ni siquiera estaría aquí hablando, respirando, sí no fuese por su interferencia esa fatídica noche.

"No me lo agradezcas, fue lo correcto, y estoy segura de que alguien más habría hecho lo mismo en mi lugar.." Ella rechazó sus palabras amable mente, no había necesidad de disfrutar de una ráfaga de elogios por el momento, su cuerpo necesitaba el descanso necesario para terminar de curar sus heridas a pesar de que sus deseos internos luchaban con sus propias convicciones para mantenerla estacionada allí, pero honesta mente la imagen de ella de pie como una fisgona observando cada uno de sus movimientos sin parpadear fue suficiente para disuadirla de quedarse. "..Pero, si realmente quieres mostrar tu agradecimiento de alguna manera, ¿por qué no continúas y comes ésto y luego tomas una buena ducha tibia en el baño que ésta por ahi para quitar los músculos rígidos mientras preparo algo distinto? no se si puedas disolver solidos todavía pero, ¿que dices? ¿apuestas ó no?" Habló alegre mente incitandole mientras su figura se levantaba con gracia desde la esquina de la cama, una ceja oscura perfecta levantada de una manera casi juguetona lo miró, burlándose de él en una broma que no conocía.

"—Lo haré, y con todo el debido respeto, pero lo dudo, no creo que haya una sola persona, lo suficientemente loca ó lo suficientemente generosa como para hacer algo así, en pocas palabras, en fin, suena..genial, uh-, gracias, de nuevo, por ésto, realmente no se como podría pagarte por todo.." Murmuró Han con una sonrisa que no bien alcanzo sus ojos de el todo cómo le hubiera gustado, su mano derecha tomando la cuchara de la charola de madera lista para ser sumergida en la sopa, la chica rió, entre algo cómo un bufido y una carcajada amortiguada, sus mejillas se elevaron en una sonrisa que marcó pequeños oyuelos en ambos lado, su pecho ante esto pareció estrujarse, y el aire igual le faltó.

"Mejora, y no mueras mientras no estoy preferible mente, no ha sido fácil cuidar a un hombre inconsciente, y mucho menos a uno en tales condiciones, así es como, ahora, el baño está por esa puerta de la izquierda, ahí encontrarás todo lo que necesites, pero igual no dudes en llamar si necesitas ayuda ó algo, ¿ésta bien? perfecto, iré a preparar todo.." La morena se excusó rapidamente como un tipo de caricatura veloz antes de asentir, servicial y directa, lo miró por última vez atenta mente antes de caminar rápidamente en silencio por la puerta alejandose de su vista. "Huh, demonios..debo de haber golpeado mí cabeza muy fuerte.." Susurró suavemente, frotando la herida en su nuca por la cual siseó adolorido ante la palpitación que le siguió, sólo su mente podía conjurar cosas tan bonitas en un momento como éste, tal vez era su mecanismo para lidiar con todo lo malo, daba igual, inspirando una débil bocanada de aire y procediendo a comer éste permitiéndole a su mente entorpecerse por un rato ignoró cualquier cosa a su alrededor, desconociendo la figura femenina que aún residía fuera.

"¿Chistes de muerte? ¿es enserio? uff-, soy por mucho peor actuando como humano de lo que jamás fue Toshiro, dios..." Se reprendió Karina, una mano pálida había aterrizado en el rostro de la morena con dureza, el impacto fue como una piedra chocando contra otra mientras la chica gemía de desesperación, a éste paso haría que el hombre dentro de la habitación pensara que ella era una especie de loca acosadora que se topó con él en un golpe de suerte, resoplando sin aliento, la hermosa vampiro avanzó hacia la cocina.


VOTEN Y COMENTEN POR FAVOR. ♡
3390 palabras.

No les parece irónico como karina puede ser toda estoica con los vampiros de su misma clase pero cuando se trata de humanos como Han es más akward que Edward explicándole a Bella el por que sus ojos cambian de color "eS lA fLuReCenCiA" zi, ajá.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro