DOCE
"—Había olvidado lo bonito y diferente que es Estados Unidos de Japón, menos neón y más–, no sé, hay algo al respecto, te llama, por supuesto que no es nada comparado con Moscú, el Kremlin debe de ser un espectáculo, apuesto que es hermoso en esta época de el año, suelen lanzar estas linternas de papel en el equinoccio, es..ciertamente debes estar ahí para verlo.." La vampiro susurró en voz baja a nadie en particular mientras sus ojos borgoña observaban el espectáculo de colores monocromáticos que brindaban las ciudades grises abarrotadas en la distancia, incluso desde muy lejos podía ver la gran diferencia en el estilo de vida de los estado unidenses en contraste de sus contrapartes japoneses.
"–Tuve los mismos pensamientos la primera vez que vine aquí, cultural mente era desconcertante para la mente de un niño, todos actuaban de manera diferente, hablaban de manera extraña y la comida, ¡ja! no pude dejar de comer perritos calientes durante un mes pensando que esos eran las mejores cosas que he comido en mi vida, mi estómago por supuesto tenía pensamientos diferentes sobre ellos" murmuró Han inconsciente mente al escuchar lo que la morena había dicho bajo el sonido de la radio baja. "Perros calientes..?—" Ante esto con los oscuros ojos abiertos de par en par, la vampiro resopló una risa que se podía describir cómo un tintineo ante la anécdota que le había confesado el asiático.
Pausando, está preguntó.
"—Espera, ¿estuviste aquí antes? quiero decir, ¿cuando eras niño? yo-, yo no sabía eso.." murmuró la morena sorprendida, se había hecho ver como una experta en todo lo que lo involucraba, pero aquí estaba honesta mente desconcertada por la revelación de algo que no sabía. Ella sabía que el corredor de autos asiático había sido un viajero frecuente aquí y allá, no era información nueva para ella, pero el hecho de desconocer tal detalle creó en su conciencia una nueva corriente de dudas y preguntas que su ávido deseo de saber rogaba incesantemente por descubrir. "Um-, sí, yo..tenía alrededor de diecisiete años, recién salido de la escuela secundaria bajo mis propios términos, estaba solo, sin ningún lugar al cual ir, un par de cientos de dólares en mi bolsillo y un mundo de posibilidades frente a mí, parecía la oportunidad perfecta para hacer algo con mi vida, supongo que solo quería algún tipo de cambio de la misma rutina de siempre, probar nuevos horizontes.." Murmuró Han conduciendo con un ritmo rápido pero constante, evadiendo rápidamente entre los autos, el nuevo muscle car ronroneó profundamente en la madrugada mientras el largo camino se extendía mucho más allá de la vista humana, la brisa cálida se filtraba a través de las ventanas ahora entreabiertas mientras el asiático corredor y la vampiro entraban en un silencio aparentemente pacífico mientras continuaban su viaje por el camino estadounidense.
Habían pasado doce años exactos desde su última visita a el país de sangre medio relacionado de su madre, y ni hablar de la tierra patria de su padre, Rusia era un recordatorio vivo de la soledad que había sentido por décadas por lo que muchos recuerdos parecían apresurarse en ocasiones a su mente a modo de ganar su plena atención consciente, que por obvias razones de seguridad ella no permitía, perder el foco en el ahora no era lo mejor que podía hacer si buscaba el mejor interés de ambos en particular. Suaves rosas, naranjas y púrpuras se extendieron en los vastos cielos lejanos a medida que la mañana parecía tomar el control lentamente, temerosa de los rayos de la mañana, Karina apretó la chaqueta de cuero marrón que descansaba sobre sus hombros cómo para mantenerlos alejados de su pálida piel. Sería bastante difícil explicar en palabras básicas su piel brillante y prismática a Han sin antes revelar la obvia verdad de su actual naturaleza. Eso ó que por mala suerte le diera ceguera súbita en medio de su conducción y chocasen antes de poder sí quiera hacerlo, nadie necesitaba otro accidente tan pronto.
"Entonces, ¿a dónde? alguna idea de cómo encontraremos a tus amigos? Estados Unidos es un lugar bastante grande, ciertamente no ayuda tener un psicópata en nuestra cola..pero, supongo al menos obtuvimos la ventaja de el secretismo, eso debería contar para algo, espero.." La morena preguntó mientras una suave voz melódica cantaba a través de los altavoces de la radio, la mano de Han en el volante no titubeó ni se apartó de éste, fue una visión verdadera mente, cuán calmado y sereno se parecía mirar mientras el auto cumplía todos sus deseos y mandos, indudable mente estaba en su elemento.
Lanzándole una breve mirada, el piloto asiático sonrió un poco antes de decir.
"Eso espero, y bueno–, en la ciudad es dónde los encontraremos, mí amigo Dom tiene una residencia permanente allí que le pertenece a su familia y unos cuantos almacenes de seguridad dispersos entre la ciudad junto con su taller, si no me equivoco, y espero que así sea, con suerte estarán en uno de ellos, me atrevo a decir que probable mente estén en éste momento en la parte sur, seguramente el almacén cerca de el centro de la ciudad, es un lugar abandonado por el estado así que dudo alguien recuerde que si quiera existe, es la mejor opción.." murmuró suavemente mientras el motor rugía de nuevo jactándose con el pie en el pedal de el acelerador, su corazón latía al ritmo como un acto involuntario, era algo imposible de detener.
Dios, cómo lo extrañaba... gritó alegre mente su mente, la sensación de el motor del automóvil, cada golpe y sacudida que viajaba a través de su cuerpo era más que suficiente para que se sintiera cómo él mismo, el Han antes de el accidente, el Han que no temía a la muerte y sus repercusiones, el Han que había amado incondicional mente, el Han que lo había perdido todo en una sola noche, y ahora el Han que parecía estar recogiendo todas y cada una de las pequeñas piezas de él mismo que aparente mente había perdido en el camino, y creanle, había sido un largo, largo camino lleno de tropiezos y malentendidos.
"Suena bien, definitivamente nos elimina la parte de buscar sin razón por toda la ciudad, realmente pensé que habríamos tenido que buscarlos cómo si fuera Taken ó algo así–, también, sobre eso, me preguntaba ¿cómo es que tú y éste otro equipo llegaron a ser? digo, entiendo sobre Sean y el resto pero-, sí Japón es tu hogar, por que viajar a america? no te ofendas pero, no tienes pinta de turista.." La morena indagó mientras ahora se había girado para mirar completa mente en su dirección, su piel parecía brillar perla a la pálida luz de la madrugada, pensó el moreno mientras sus ojos se desviaban inconscientemente hacia su figura por unos breves segundos antes de resumir su atención hacia adelante nuevamente.
Aclarándose la garganta para librarse de el repentino sentimiento espontáneo de vergüenza le dijo.
"Bueno, esa es una historia bastante larga en realidad, pero para resumir, Dominic vino a Tokio buscando a alguien lo suficientemente bueno cómo para..ayudar en algunos trabajos y me encontró, competimos uno contra el otro, el ganó, obviamente cómo el bastardo afortunado que es, me ofreció una oportunidad en su equipo y desde entonces en eso somos historia, me presentó a sus otros amigos, Brian, su hermana Mia, Letty, Tej, Roman, Rico y Tego, me recibieron, cómo si fuera uno más de la familia, desde entonces nunca me fui.." Le dijo mientras mostraba una sonrisa nostálgica, los brotes de aire de la brisa que fluyendo se adentraba barrió su cabello largo y oscuro varias veces, desde niño jamás había tenido un lugar al cual llamar propio, inclusive con su taller de mecánica y lo demás, jamás les había considerado algo definitivo, pero desde que había conocido a la familia Toretto eso había cambiado por completo.
"Suena bonito, ser bienvenido en algo, la familia y los amigos son las mejores cosas que alguien puede tener en la vida, y ciertamente muy pocos lo saben apreciar lo cuál es triste en parte, pero bueno, no todos tienen el mismo beneficio, ahí otros que caminan un largo tramo solos, aveces por lo que se siente cómo una eternidad.." murmuró suavemente mientras sus labios se estiraban en una aparente sonrisa melancólica, extrañaba a Toshiro, por lo general él siempre estaba allí para levantarle el ánimo cuando su mente que nunca descansaba se volvía contra ella y la atormentaba con diferentes pensamientos oscuros. No hubo un solo momento después de el comienzo de su nueva vida y su juerga nómada en el que él no hubiera estado allí para ella.
Pero te mintió, te dijo que se preocupaba por ti y sin embargo se escondió de ti, siguiéndote como un ladrón en la noche, no confiando en tus palabras, teniendo que aprenderlo de otra persona porque él mismo no podía enfrentarte... Los amargos pensamientos la golpearon con fuerza, haciendo que sus pálidos dedos ansiaran agarrar el material debajo de ella y rasgarlo como si fuera papel de seda.
"–Eso no lo puedo negar, entonces, ¿qué hay de ti? ¿tus amigos? supongo que Toshiro no es el único, eso sería–, tienes alguna otra familia? alguien a quién te gustaría visitar?" Han preguntó con curiosidad, sus palabras pronunciadas entre pausas cómo si caminaran lentamente en el territorio incierto, porque lo hacían, ésta no había hablado completamente sobre su familia en mucho tiempo, no antes de ese desayuno en Japón, era una parte de su vida que trató de reprimir todo el tiempo que pudo. Como una presa lista para estallar. "No definitiva mente, eso me haría sonar cómo una persona con discapacidad antisocial, y bueno, yo-, um, eso es algo un tanto complicado? verás, tengo buenos amigos, grandes amigos en realidad, cómo..como Toshiro–, pero las cosas simplemente no funcionan bien cuando todos estamos juntos y-, la mayoría de ellos viven como solitarios ó como diría la mayoría ermitaños, así es cómo les gusta, así que, no existen muchas reuniones entre nosotros que digamos.." murmuró distraída por el paisaje fuera de su ventana, sonaba irónicamente como si estuviera tratando de excluirse del círculo, no había sido nómada durante al menos media década, tenía que contar para algo, ¿verdad? su perfil posado sobre una suave máscara de indiferencia que Han frustrado no podía leer. ¿Por que hablaba ella cómo sí fuese su abuela? ésto no era algo nuevo, por supuesto, obviamente había notado algunos extraños razonamientos vernáculos entre sus discursos actuales, a veces ella también parecía perderse entre sus pensamientos distantes, casi como si su conciencia volase lejos de su cuerpo a memorias pasadas.
Aclarándose la garganta, apretó el volante.
"Bueno, estoy seguro de que sí tú y tus amigos visitasen algunas de las carreras, tal vez estarían abiertos a nuevas cosas y a socializar más, ¿no lo crees? al menos para darles una oportunidad, después de todo, dudo que la chica que eligió este coche no esté interesada en ver una, ¿verdad? ella parece que sabe lo que hace.." murmuró en broma, sacudiendo la cabeza, la morena resopló sin humor en un suave aliento antes de mirar hacia la reluciente ciudad en la distancia. Esa era la subestimación de el siglo, la pequeña duendecilla de cabello negro Cullen probablemente los vestiría a todos con atuendos a juego solo para ir a ver la carrera, sin duda Emmett querría competir contra todos cuando el crepúsculo se apoderara de el horizonte. ¿Vampiros entre un mar de humanos sudorosos y desabridos? no, simplemente pensarlo era ya de por sí una muy mala decisión.
"Te sorprendería saber cuanto sabe–, pero me temo que la moda es más su terreno, aunque Alice estaría encantada, sin embargo, Rosalie es la experta en autos en este tipo de cosas, y, no lo sé, no lo creo Han, pero, sí llega el día en que eso se haga realidad, entonces tendré que enterrarme bajo tierra por medidas de seguridad, por supuesto, nadie está a salvo de Alice y sus caprichos, cuando se propone algo es mejor aceptar el destino y sufrir en silencio.." Escupió la morena con una mueca fastidiada, esto llamándolo a el para que hiciera lo mismo entre risas y carcajadas alegres que llenaban el interior de el automóvil con su inquebrantable humor sarcástico, se sentía alienigena hacer tal cosa.
Aún así, era cierto, ningún vampiro que ella conociera conscientemente se interesaba en las acciones de los humanos, eso a menos que afectasen sus prioridades básicas como lo habían hecho la gran depresión, la primera y segunda guerra mundial, la fiebre española..ect. Aparte de su querido amigo Carlisle claro estaba, que era, en más de un sentido, un alma caritativa, siempre dando y ayudando a los necesitados, sacrificando sus propios deseos y impulsos sólo para ser de servicio, era realmente admirable y más de lo que ella podía esperar algún día volverse, Dios sabía que sólo hacía ésto por sus propios deseos egoístas.
Mordiéndose el labio de granito, la morena bajó su mirada y la apartó de el exterior, éste era uno de esos momentos que odiaba con pasión, los que la hacían cuestionarse a sí misma y sus acciones, acaso era una buena persona por ayudar a Han sólo por el deseo de mantenerlo a salvo porqué era su compañero de vida? ¿ó era todo esto simple mente un acto vano de heroísmo autocomplacido? ¿egoísmo en su más pura expresión? la morena admitía con vergüenza no tener la más mínima respuesta.
"Karina, oye, ¿estás bien? acaso estoy conduciendo muy rápido ó que?.." El moreno asiático le preguntó sarcástica mente con preocupación, la morena vampiro por su parte suspiró mientras se preparaba para responder a su pregunta con una sonrisa rápida y falsa. "Conduces bien–" Casi juraba haber reído ante su pregunta, lo menos que pasaba por su mente en esos momentos era su mortal desempeño de conducción automotriz. "Solo estoy un poco..cansada, eso es todo" Confesó la mentira asintiendo antes de volver a apartarse de su vista, la morena deseaba que el viaje terminase más pronto que tarde, porqué probable mente sabía que las cosas no terminarían bien sí ella terminase confesando algunos secretos muy guardados que no debían claramente ser conocidos todavía.
"—Tú, sabes que puedes decírmelo, ¿verdad?..quiero decir, sé que los dos no nos conocemos tanto cómo alguien normalmente querría, pero estoy dispuesto a escuchar si tú lo deseas, es lo menos que puedo hacer.." Han habló lentamente mientras sus manos acariciaban el suave cuero de el volante, encarando nuevamente en su dirección, la morena lamio despacio sus rosados labios de granito como habitual costumbre que siempre había tenido al evadir preguntas y respuestas incómodas, su señora madre había odiado con una fuerza pura tal acto.
"Lo sé, y te lo agradezco, es muy dulce de tu parte..es solo que–, no he viajado así en mucho tiempo y se siente extraño...como–, sé que necesito estar aquí pero, algo me dice que no debería hacerlo también–, y es tan confuso, pero eso no significa que me arrepienta de mi decisión de estar aquí, en absoluto, es solo..como si estuviera viéndolo todo fuera de mi cuerpo–" Karina balbuceó velozmente mientras su pálido perfil perfecto se mecía de un lado a otro, mechones de su cabello caramelo caían hacia sus mejillas enmarcando su rostro en sombras finas, no deseaba enviar el mensaje equivocado con sus palabras por ende el hecho de haber desesperado como un rayo en su dirección.
"Entiendo...siento lo mismo, he sentido lo mismo, quiero decir, me tomó algún tiempo acostumbrarme a los cambios, la mayoría de las personas que me rodean en particular no lo entienden, nunca he sido el tipo de persona que es sociable a pesar de lo que otros puedan pensar ó decirte, no al menos al principio, fue un proceso, uno lento, pero me llevó a lo que soy...y–, estoy agradecido por la paciencia de todos los que estuvieron ahí para mí, no soy el más amigable de la gente para ser honesto.." Bromeó divertido mientras una risa dejaba sus labios cuando un recuerdo hizo su presencia en su mente, puños y maldiciones volaron en el aire mientras él y otro hombre rubio se detenían en medio de una calle solitaria, pero no estaban solos, otro hombre, alto y calvo, observó cómo luchaban obstinadamente por alguna estúpida razón que ni siquiera podía recordar ahora.
"No me lo creo, a mí me pareciste muy bien la primera vez que te vi, aun que, bueno, no sé si cuente como normal el que hayas estado inconsciente la mayor parte de el tiempo.." Karina balbuceó ganándose una mirada por parte de el asiático quien bufó audible mente poco antes de soltar un par carcajadas fuertes, la vampiro morena quedó paralizada ante el evento, era la primera vez que le había escuchado remotamente reír tan fuerte desde la fatídica noche de el "accidente" y no un simple par de carcajadas bajas de esas que se lanzaban cuando querías hacerle saber a el resto que aún estabas escuchando atentamente sus palabras y comentarios.
"Me imagino que fui un gran conversador, mantuve las cosas interesantes no es así?.." Comentó sarcásticamente mientras negaba acallando levemente sus risas, sus hombros ahora yacían más relajados, cierto brillo de juventud destellaba en sus ojos oscuros, sentía como poco a poco la vieja familiaridad de su anterior vida volvía a flote, la morena vampiro reflexionó brevemente colcando un dedo sobre su mentón mientras alargaba su respuesta, a fuera de la ventana de el vehículo un letrero verde y metálico, claramente desgastado por el tiempo anunció.
ÉSTA ENTRANDO EN LOS ÁNGELES, BIENVENIDOS..
No se sentía muy bienvenida, pero..
"–Oh sí, por su puesto, sabías que estás a favor de la protección de la gran barrera de coral, fuiste muy claro en ello.." Le informó al corredor de autos asiático con una mirada seria, todo era una farsa pero valió la pena la mirada que le había dado, sus mejillas usual mente bronceadas casi lucían una tonalidad rosada, éste seguro que esperaba no haber murmurado cosas estúpidas ó vergonzosas mientras habia permanecido dormido, su cabeza contaba con muchos secretos demasiado importantes como para que él simplemente los escupiera a el aire libre mientras yacía inconsciente.
Una tensión había vuelto una vez más a sus hombros, como el agarre de hierro de una goma elástica apretándose lentamente sobre su pecho y pulmones.
"Bueno, eso es genial uh..no dije-, no dije nada, ¿sabes? aparte de Gise-¿su nombre no?" preguntó lentamente sin atreverse siquiera a mirarla, no era vergüenza lo que sentía sino miedo, un tipo de miedo que no se podía explicar, uno al que se había acostumbrado durante bastante tiempo. Ya se preguntaba si la había llamado por su nombre como solía hacerlo, con amor y necesidad, ó si lo había gritado como una súplica, la súplica de un hombre que ya ni siquiera sabía quién era.
"..No, tú solo, eso fue lo único que pude entender, todo lo demás era un manojo de incoherencias así que no te preocupes, no hay cosas vergonzosas por las que preocuparse.." dijo Karina mientras sus labios rosados sonreían una fina y apretada sonrisa tiesa, no era la versión honesta, pero igual no estaba apunto de torturarlo por los desgarradores gritos de desesperación por su amante muerta ni por cómo la había llamado por su nombre en medio de la oscuridad como un faro de esperanza, esas eran algunas de las muchas cosas que ella tendría que guardarse para siempre.
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3295 Palabras.
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