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DIEZ

"-Eso estuvo cerca, muy cerca-, no debí de haber sido demasiado despreocupada, casi lo arruino todo, ¡pequeña tonta impulsiva!.." Murmuró la morena oscuramente, mientras ambos subían las escaleras hacia el complejo de apartamentos, el aire sofocante de la noche fluía alrededor de ellos como una burbuja impenetrable, ciertamente no ayudó a simular sus oscuros pensamientos. Ojos oscuros, jadeos desesperados y un rostro juvenil asaltaron sus propios pensamientos. Ni siquiera se había molestado en mirar atrás, en mirar su cadáver todavía caliente, su sangre todavía fresca, la idea de beber incluso una gota le repugnaba más que nada que hubiera sentido antes en su vida.

"¿Dijiste algo?..." Han habló detrás de ella, había estado demasiado silencioso desde que tomaron un taxi de regreso al distrito, ambas manos enterradas profundamente dentro de la chaqueta de cuero negra prestada, su rostro estaba solemne, ahora los rasgos en blanco, no era una buena señal al menos para sus estándares, no era común que él estuviera tan callado y resentido. "¿Qué? oh no-, no, no es nada..yo solo, esa fue una nueva experiencia, yo-, yo nunca había estado en algo así nunca como lo de ésta noche, ciertamente fue, algo-" dijo Karina mientras se giraba, sus pálidas manos agarrándose con fuerza de las llaves plateadas de el apartamento, ya podía sentir el metal retorciéndose entre sus dedos duros y fríos como goma mientras la mentira se le escapaba de la boca, era una verdad a medias para ser honesta.

"-Está bien decir si no te gustó, el subterráneo, la vida clandestina no es para todos, solo aquellos que no tienen nada que perder van allí para perderse, ó lo que queda de ellos supongo..." murmuró el corredor de autos asiático oscura mente mientras su pie izquierdo se movía para patear un objeto invisible en su camino, sus labios estaban atados en una línea dura y apretada mientras su mandíbula saltaba levemente. Si alguien quería hablar sobre esqueletos en el armario, bueno, tenía mucho que compartir. Sabía profunda mente que no debería haberle dicho tal detalle y, sin embargo, las palabras parecían haberse escapado de él automáticamente, como una cascada de agua que no sé podía contener.

El silencio pareció reinar entre ellos.

"..¿Es por eso que vas allí? ¿Para perderte? por que crees que no mereces vivir como cualquiera?" Las palabras en sí mismas no se habían registrado por completo en su mente confusa, habían tocado una cuerda en lo más profundo de el corredor, algo que había estado sosteniendo toda la noche, cuando ahora se había encontrado mirando directamente a la joven morena con descon certante contemplación, sus cejas oscuras fruncidas en una mueca fuerte y fría, las sombras proyectadas detrás de su espalda por las luces de los edificios cercanos le daban una vibra ciertamente sombría que la vampiro no pudo evitar analizar, ella nunca había visto esta faceta cara a cara, éste Han Lue, el que no aceptaba tonterías de nadie, el que tenía un pasado triste y oscuro incluso antes de que él comenzara todas esas carreras por el dinero y la fama, y ​​ella admitió que incluso con su ventaja inhumana, el hombre mortal asiático frente a ella era aterrador de ver.

Casi irreconocible.

"..Yo, es mejor que entremos, hace bastante frío como para congelarse-" murmuró la morena con rigidez, la pregunta lo había tomado completa mente por sorpresa mientras su rostro se movía desde el punto ciego de el piso, debería haberlo esperado más temprano que tarde, la obvia suposición de su naturaleza expuesta. Demonios, ¿cómo podría no hacerlo? ella era obviamente inteligente, tampoco era muy difícil de entender y, sin embargo. Esto lo hacía sentir extraño, como si su cabeza estuviera enterrada en un río con el agua nublando sus pensamientos. Dos largas horas después de lidiar en el subterráneo, en su mayoria contra las masas de curiosos fanaticos que querian ver propiamente con sus ojos al supuesto "inmortal Han" esto le había hecho reir por lo bajo, finalmente ambos se encontraban ya nuevamente en los bienvenidos confines de el departamento, Karina podía sentir claramente su frustración, uno ni siquiera necesitaba ser un vampiro ó cualquier tipo de criatura sobrenatural para hacerlo, con toda honestidad, su desagrado podía notarse con sólo una simple mirada, la morena entendía más que nadie sus emociones, la sensación de no poder hacer y actuar a favor de ayudar en una situación específica era uno, sí no el peor de los sentimientos más molestos que existiesen en el mundo.

"..Tus amigos realmente se preocupan mucho por ti, parecían agradables.." murmuró suavemente la morena vampiro mientras acariciaba su cabello oscuro sobre sus hombros, podía saborear la noche en su lengua, el sudor, la basura y la gasolina se quedaban en sus sentidos, un zumbido en el aire colgaba como una fuerza invisible flotando por la atmósfera, el asiático asintió con los labios cerrados, los ojos bajos hacía algo en el suelo nueva mente, un pequeño bufido había dejado sus labios ante las palabras, sus manos ahora hundidas en los agujeros de los bolsillos de sus jeans.

No pudo evitarlo, los recuerdos repentinos que pasaron por su mente de inmediato, en otro momento habría estado en otro lugar, en cualquier lugar, conduciendo su auto de diseño personalizado a través de el puerto cerrado de Tokio, corriendo por dinero, ó tal vez jugando con un par de damas cuestionables, una enganchada a cada brazo como trofeos, una vez se había considerado mejor que un rey, sabía que era un excelente corredor, de eso no tenía ninguna duda, en la cima del mundo, lidiando con suficiente dinero en efectivo para conducir a los ricos locos y caminando entre aquellos con los que nadie se atrevía a tratar como si él fuera uno de ellos, porque en cierto modo lo era. También siempre supo que los yakusas eran malas noticias y, sin embargo, no podía simplemente detenerse un día y romper todas sus conexiónes.

DK había estado parado cerca de él en ese puente justo afuera de los límites de la ciudad, los altos edificios en la distancia como agujas incandescentes brillando día y noche, su mente estaba un poco confundida por las substancias en sus venas, éstas habiendo sido suministradas por su "amigo" quién ahora yacía tendido sobre el capó con los brazos sobre su cabeza esperando una respuesta. Éste por su parte habia cruzado esa línea con una burla y una sonrisa despreocupada.

"Piensalo viejo, podrías ganar suficiente dinero como para incluso dejar de correr por él, solo imaginalo, nadarias en billetes todos los putos días, comprarías repuestos nuevos de los mejores lugares, nada más de hacer intercambios por partes usadas, podrías incluso montar tu taller de una vez por todas" le dijo con esa expresión altanera que siempre parecía poseer en su rostro, sabía que no eran amigos, ni mucho menos hermanos de el alma como el otro parecía creer, sabia perfecta mente que clase de persona era DK, habia conocido a su tipo durante toda su vida, esos que decían ser aliados para luego apuñalarte por la espalda ante el más mínimo desliz. Así que no, Han lue no era amigo de DK, ni si quiera confiaba en su propia sombra.

"No lo sé hombre, esa no es mi tipo de escena" había sido su respuesta, no era tan estúpido como aceptar de primera mano la oferta que le estaba dando, era una noción tentadora que no podía negar, más por igual, ¿Sería inteligente involucrarse con la mafia más poderosa de todo el continente? No, no lo era, más por igual algo dentro de si le impulsaba, ese impulsivo deseo de sobrepasar sus limitaciones y reglas, ese que le llevaba a cometer usualmente los peores errores, era un defecto que parecía no poder eliminar.

"Vamos, qué tienes que perder? es más, como muestra de buena fe le pedí a mi tío un pequeño incentivo así que toma-" Nada, no tenía nada que perder en ese entonces más que su orgullo, habia pensado entonces mientras el asiático de cabello puntiagudo le pasaba en manos una cantidad obscena de dinero que había removido de la guantera de el auto en un sobre mal doblado, la cantidad total una que difícilmente podía ganar en uno ó dos meses de competencias sin parar, sus ojos casi habían salido de órbita. "Está bien, lo haré pero a la primera de que vea que todo se va a la mierda estoy fuera hombre.." había finalizado con esas líneas fáciles que solía lanzar descuidada mente para verse más amigable y sin molestarse, qué completo y total tonto había sido.

"Lo son, especialmente Twinkie, si le dejas pasar la imperiosa necesidad de hablar cada cinco segundos sobre cualquier cosa, peor si mencionas los coches, entonces realmente no hay nada que nadie pueda hacer al respecto para ayudarte, lo tendrás sobre ti siempre intentando venderte cualquier cosa que encuentre.." Dijo con algo centelleante en sus ojos oscuros, tal vez un recuerdo, Karina luchó con el deseo casi indomable de observarle abiertamente, no quería seguir haciéndole pensar que era una chica extraña ó por alguna razón dominante, ya era suficiente con todo el asunto de "voy a ayudarlo con todo sólo porque puedo" se había pateado mentalmente después, no había nada que realmente pudiera hacer ahora para detenerlo, no es que lo haría, no lo iba a defraudar, no ahora.

"Lo tendré en mente, bueno, um-, necesito hacer esa llamada así que, si tienes hambre todavía queda pizza en el refrigerador, pero no estoy exactamente segura si se pueda considerar comestible ó segura.." Murmuró suavemente, un poco distraída mientras sus ojos pasaban por su rostro sin saber en qué terreno estaba entrando en este momento, sabía que sus palabras lo habían afectado de alguna manera, ¿hasta dónde? ella no lo sabía y, sinceramente, no quería, no se cavaba un hoyo a menos que quisieras ver el fondo. "Hay una lista telefónica en la pared de la cocina, eres completamente bienvenido a ordenar lo que desees, yo pago-" La vampiro bromeó algo descontenta, debería haber comprado más de un valor mensual de comida para evitar dichas situaciones de hambruna, sí, sabía que el corredor de autos asiático era solo una persona, pero con toda honestidad, las estadísticas decían que el hombre promedio, especialmente los hombres, tendían a comer más de lo habitual, y peor si habían estado expuestos a algún tipo de eventos traumatizantes que atemperaran con sus emociones, de ahí la necesidad de ahogar sus penas en bebidas alcohólicas y otras sustancias.

"No tengo hambre, pero gracias, yo...voy a-, a salir un rato, llámame sí necesitas ayuda con algo, sí?" murmuró titubeante segundos antes de pavonearse hacia el balcón de los apartamentos, dejándola sola, las luces de la ciudad ésta noche parecían brillar más tenuemente en comparación con otras noches, sacudiendo la cabeza para librarse de los molestos pensamientos frustrantes, el piloto de autos asiático resopló sin humor en el espacio silencioso. "Qué imbécil, eso es lo que eres.." Han escupió con acidez, a sí mismo, curvándose los labios con fuerza sobre su rostro en una mueca amargamente ahora muy recurrente, sus manos pinchadas con el deseo casi extraño de agarrar su bolsillo y encender un cigarrillo, no había hecho eso desde que Giselle había afirmado que el olor a nicotina le era repugnante, y también porque había querido durar más que la persona promedio que fuma tres paquetes al día solo por el deseo de reinar en la abstinencia de la adicción en sus cuerpos.

Era la primera, si no la segunda vez después de su accidente, que se sentía tan inútil cómo el cinturón de seguridad de un auto de carreras, lo fastidiaba sin fin y dios mismo sabía que ésto era principalmente lo que lo había llevado a fumar y beber en un primer lugar, entre otras cosas' que en ese momento particular no queria recordar porque no ayudarían en absoluto a su situación, y aun asi, se vió arrastrado por los fragmentos, cómo el sexo desenfrenado con desconocidas de una noche, dos si llegaban a un buen acuerdo, y sus asociaciones con ciertos personajes cuestionables de el bajo mundo cómo DK, quién de todas las personas posibles, era el unicó con un tio abiertamente afiliado a los Yakuza. El moreno no podía si quiera acceder a sus oscuras tarjetas de crédito fraudulentas ni visitar sus muchas casas de seguridad dispersas entre el vasto distrito de Shibuya, todo ésto, por supuesto, debido a Shaw, probablemente al simplemente salir unos segundos lejos de la zona segura bastarían para que el maldito supiese sobre su estado "vivo" y asesinato fallido y decidiera convertir dicho hecho en uno real.

Agarrando la fría barandilla de hierro del balcón, Han se sostuvo estrechamente para mirar hacia las calles oscuras, en ese momento arrastró un soplo de aire frío hacia sus pulmones inspirando con fuerza los distintos aromas. Había habido un momento en que noches cómo ésta habían sido su mayor regalo, recordaba casi vívidamente cómo si pudiera tocarlos con sólo un tramo de su mano, las imágenes detalladas de un joven Han Seuol-oh huyendo desenfrenadamente de los vendedores ambulantes enojados que lo maldecían a él y a sus amigos por los robos y el caos causado a su paso mientras se abrían camino por los callejones y escondrijos de shibuya.

Esos eran buenos días' pensó agridulce, dependiendo de a quien le preguntasen claro estaba, habia sido una vida que meramente solo había sido la primera capa en un terreno verdaderamente incierto.

"Sí que lo eran.." Sus labios murmuraron suave mente, su tono lleno de nostalgia, mordiéndose los labios conjunto la lengua Han sacudió la cabeza lentamente antes de lanzar una mirada detrás de su espalda, la borrosa silueta de la morena se desplazó por la casa un segundo antes de desaparecer nuevamente en algún lugar cercano. La joven morena por su parte no estaba teniendo los mejores momentos en éste momento en particular, ya que, con el teléfono de la casa en la mano ahora esperaba ansiosa y esperanzada el timbre entrante de una llamada que podría hacer de cierto modo una pizca más fácil todo el ajetreo de el asunto.

"Vamos, vamos, por favor respondan, por favor.." Rogó ésta, ahora no era el momento de fallarle a Han después de que obviamente se había jactado de cómo podía hacer ésto y aquello, la ansiedad no era un rasgo común atribuido a los vampiros emocionalmente hablando, pero en ciertos momentos cómo éste, Karina podía jurar que pronto se arrastraría hacia la pared cómo una araña. Con pensamientos llenándole su cabeza cómo la estación de el tren bala de hanabuya, ésta esperó, el ruido en blanco le tapaba los oídos, y luego, con un clic en el receptor de el teléfono, la voz de alguien respondió. "-Dr. Cullen a su servicio? ¿aló? sucede algo? ¿Hola? ¿quién es? se encuentra bien?" Preguntó una suave voz masculina de tono barítono, una voz que no había escuchado en al menos treinta años más ó menos, gracias por las viejas páginas amarillas, su suave voz habló inquisitivamente para que se revelara la identidad de la persona que se encontraba llamando, cerrando los ojos brevemente agradecida, ésta luego murmuró.

"Oh, gracias a dios, juro que casi estuve apunto de destrozar ésta cosa, ¿Carlisle? Carlisle, soy yo, Karina, Rina Vritasky, sé que ésto es muy extraño y entiendo completamente que lo que estoy a punto de pedirte es inesperado, pero te necesito, realmente necesito de tú ayuda en éstos momentos..por favor, estaré en tu deuda para siempre.." La morena parloteó sin parar, su declaración de culpabilidad, que no podía pasar desapercibida incluso si lo intentaba se extendía en los bordes de la desesperación, no quería compromisos a largo plazo, honestamente detestaba con toda su existencia dichos casos pero estaba desesperada y lo que los humanos decían era cierto, en tiempos desesperados, medidas desesperadas' realmente desesperadas...

"¿Ka-Karina? bueno, ésto es sin duda una sorpresa, y una buena no menos, cuando Alice dijo que llamarías casi no lo creí, y bueno, te preguntaría cómo has estado pero parece obvio que ahora no es el momento ideal, y claro, te ayudaré en lo que necesites, después de todo, eso es lo que los viejos amigos hacen los unos por los otros, dime, ¿que necesitas?" Habló con confianza y comodidad, sus cálidas palabras habladas calmaron la ansiedad de la morena por un montón, en el fondo de su lado los murmullos de las voces masculinas hablaban apresuradamente, sin duda los chicos estaban haciendo algo cómo siempre, en ocasiones ésta se había preguntado cómo se sentiría vivir en un aquelarre. ¿Sería aceptada? ¿Sería amada? era un concepto que había vivido entre sus recuerdos durante tanto tiempo, el deseo de ser parte de algo grande, sentirse necesitada, era una noción tentadora. No lo necesito, Han es mí familia ahora y para siempre' pensó distraída, Toshiro podía decidir hacer con la suya lo que desease, asintiendo con la cabeza al pensar en dicha resolución endureció su postura en un equilibrio perfecto antes de decir.

"Necesito por favor que me encuentren un vuelo a los ángeles California, una compañía privada que no pueda ser rastreada por piratas informáticos normales, una que tenga horarios de vuelo disponibles para cualquier hora desde Japón a los Estados Unidos, y por favor, tan rápido cómo puedas encontrarlos, el tiempo es de esencia, ¡oh! casi lo olvido, ésta Jasper ahí? sigue aún con ustedes?.." Preguntó cortando atraves de su discurso, el rostro de un guapo rubio con facciones cinceladas níveas y delgada complexión con acento marcado sureño presentes en sus recuerdos vívidamente, recordaba claramente con cierto cariño familiar a dicho joven, no era difícil hacerlo después de todo pues ambos compartían ciertos aspectos oscuros que les habían unido en camadería, sus pasados traumatizantes y los largos años de incontrolable sed de sangre eran suficientes para corresponder en un lazo de eterna amistad basado en la irónica ruta de su existencia inmortal.

"Lo está, está justo aquí, todos están de hecho, pueden escucharte, ¿querías hablar en privado?" declaró abiertamente, no la sorprendió, el extraño aquelarre siempre había estado muy unido, como una verdadera familia lo haría. Una pequeña parte de ella se preguntó a quién se refería cuando él decía que "todos", ¿Quizás el doctor rubio había expandido su grupo cada vez mayor? la curiosidad estaba alta en su mente. Pero tenía que concentrarse. "No, eso no será necesario, todos pueden escucharlo, no me importa, Jasper ¿crees que podrías encontrar una manera de contactar a Peter y Charlotte, necesito a alguien que busqué y rastree a éste tipo Shaw, tenía un hermano llamado Owen, son..eran militares ó algo similar, ambos son británicos, necesito saber en dónde está exactamente, cada paso, cada respiración.." Su tono sin duda tuvo un ligero cambio en decibelios por sus palabras melódicas habladas en un titubeó razonablemente desesperado, era como había dicho Han, una cuestión de vida ó muerte, y ella estaría condenada si él era el que hacía la parte de la muerte.

Incluso sólo pensarlo la dejó en ruinas.

"Te escucha, está bien, eso es muy específico, pero verá que puede hacer, ¿qué? disculpame un momento Karina, ¿en serio? eso es perfecto Alice, gracias, está bien, me aseguraré de decirle aun que creo que no será necesario, esme querida..sí, exactamente, bien, perfecto" Se excusó deteniéndose momentáneamente para hablar más allá de el rango normal de audición humana, Alice estaba hablando ahora hacia él, también por igual podía capturar el murmullo perfecto de la rubia bonita Rosalie desde lejos. deteniéndose y esperando pacientemente, Karina lanzó una leve mirada rápida hacia la puerta de el balcón, las cortinas ondeando en la brisa nocturna, el corazón de Han latía con fuerza sobre su pecho llevándola a un estado de paz neutral.

"Buenas noticias Karina, Alice ha logrado encontrarte un vuelo abierto en el hangar privado de el aeropuerto de tokio, las acomodaciones son perfectamente viables, es un pequeño avión privado cerca de el aeropuerto nacional, no es comandado por el gobierno en si asi que estarás segura, y sale en media hora, ya Esme ha guardado dos asientos lejos de la ventana y Jasper ya ha partido hace poco para encontrarse con Peter y Charlotte, no dudo tardarán menos de los esperado en llegar, espero que eso pueda ayudarte, honesta mente me gustaría hacer más por ti, la situación suena preocupante.." Carlisle le dijo, claramente intentando hacer que hablase sobre el asunto, negando, la morena vampiro suspiró vacía, deseaba poder confesar todo lo que tenia sobre sus hombros, realmente lo hacia, pero no tenía el tiempo, era casi gracioso pensar que tras tantas décadas ahora ya no tenía tiempo para si quiera hablar con un viejo colega.

"Has hecho lo suficiente, créeme mi viejo amigo, de verdad, solo desearía que fuera en mejores circunstancias, pero si lo fuesen, no estaríamos aquí ¿eh? Dios sabe que tenemos que hablar correctamente algún día.." Bromeó con una pequeña carcajada que el rubio recíproco al igual que algunos otros al otro lado de la línea abierta, era un tanto raro reir con honestidad después de mucho tiempo, no recordaba haberlo hecho hace mucho, eso hacia sonar cómo si su existencia fuera algo completamente insoportable lo cual no lo era, más por igual no era lo que los humanos llamaban "un camino de rosas". "Bueno, entonces, me aseguraré de recordarlo, y me alegra escuchar eso, no todos los días puedo ver ó en este caso escuchar sobre mis viejos amigos, es bueno saber cómo ha sido la vida para los demás, la nuestra de hecho es, muy buena, debo admitirlo, pero basta de eso, estoy seguro de que tienes cosas más importantes con las que lidiar en este momento que la vida cotidiana en los suburbios" Bromeó, jovialmente tal como ella recordaba, el rubio doctor de buen corazón siempre había tenido una forma de hacer que los demás se sintieran apreciados y bienvenidos, como una familia, tal era su naturaleza que se reflejaba en su vida y trabajo.

Agradeciéndole con una oleada de alabanzas y buenos deseos, la morena culminó la llamada casi aplastando el teléfono entre sus manos mientras lo apoyaba de nuevo en la pared lateral. Sus ojos se cerraron brevemente para rezar. Esperando en este caso que cualquier deidad que gobernase la existencia le escuchase, bendijo a Carlisle Cullen y su familia para siempre de paso. Girándose para pavonearse en la dirección adyacente, ésta se detuvo casi inmediatamente, la expresión alegre de su rostro se desvaneció por completo, inmóvil, encarando su rostro en la dirección que había captado toda su atención unánime sus labios rosados se habían retraído en una mueca salvaje.

Una de las figuras ornamentales sobre la barra se encontraba apuntando en la dirección contraria, no recordaba haberla dejado así, por que no lo había hecho ella.

"-Con un demonio-, creí haberte dicho clara mente algo, ¿¡que demonios crees que estás haciendo aquí! acaso estas completamente loco?!" Siseó territorial Karina ante la presencia que yacía reclinada de el marco de la ventana corrediza sobre el fregadero de la cocina, no podía permitir que Han le viese, se levantarían demasiadas preguntas sin respuestas coherentes para una persona normal. Las largas piernas cubiertas por el raído pantalón descendieron hasta caer silenciosamente sobre los suelos de madera, una sonrisa despreocupada yacía en sus rojizos labios, sus ojos destellando borgoña brillante bajo las luces incandescentes.

"Oh te escuché perfectamente preciosa, pero me temo no he venido a por una cita social lamentablemente, te tengo noticias-, unas que probablemente no te gustarán mucho, pero veras, me dije a mi mismo; Garrett, no crees que seria muy mal educado no decirle a una vieja amiga sobre lo que ésta pasando a su alrededor? por ende heme aquí.." El nómada americano dijo mientras se movía en un parpadeo, todo mientras tomaba en manos la pequeña figura de porcelana entre sus pálidos dedos, erguida en su dirección, la morena le observó alerta, no era fanática de las visitas espontáneas ó de cualquier visita en general, y mucho menos si eran de parte de inmortales como ella quienes compartían la misma dieta, era un mal chiste esperando ser contado. "Dos vampiros y un humano en un departamento"

"¿Entonces a qué Garrett? ¡habla! estoy harta de los juegos y ciertamente no tengo tiempo para lo que sea que sea ésto, de que noticias estás hablando?.." Exclamó duramente, caminando avanzó, sus manos tomando agarre de el guardapolvos de el alto moreno quien pareció no inmutarse de el todo ante su acto, sus perlados dientes blancos chocaron unos contra los otros dentro de su boca en advertencia, Han estaba a sólo escasos pasos de ambos, dividos solamente por una puerta corrediza, si una pelea llegaba a suceder, su muerte sería un terrible daño colateral. "-Calma, te aseguro que he venido en buena fe, soy nómada no una bestia-, tu amigo Toshiro, sigue aquí, en Tokio-, no se que haya sido lo que te contó sobre su "viaje" pero no está de turista eso te lo puedo asegurar, a estado vigilandote, vigilandolos a ti y tu humano, solo pensé que deberías saberlo, oh por cierto-, lindo lugar, admiro el toque modernista, después de todo que más rústico que la dueña misma no?.." Parpadeó, confusa mientras sus manos frías liberaban su agarre en la chaqueta de el vampiro como si estuviera en llamas, su expresión se torció increíblemente en incredulidad mientras se giraba para mirar hacia el balcón. "Que..? por-, por que deberia creerte algo asi?.." Murmuró suavemente mientras trastabillaba. Toshiro le había mentido...

"¿Que razones tendría para mentirte? soy molesto-, eso no lo niego, te encuentro atractiva y cualquier oportunidad contigo sería una excelente ganancia, pero se que apesar de la opinión que tengas sobre mi existe una cosa que no soy, y es un cotilla por el simple placer de serlo" Por un momento la morena tuvo la breve suposición de que Garrett debería haber estado mintiendo, tenía que estarlo, porque ¿por qué más le diría algo así, y sin embargo, algo le decía que no era así, ella había estado sintiendo ciertos cambios a su alrededor durante los últimos días, como si estuviera siendo observada, sin embargo, no había nada, ninguna prueba de que sus pensamientos fueran ciertos. Hasta ahora. Todo tenía más sentido. ¿Pero por qué? girándose para encarar a el moreno ésta descubrió que había ya desparecido de las inmediaciones. "Enserió..?" Y se había llevado consigo la figura. Típico. La morena se adentró rápidamente atraves de la puerta abierta, la brisa fría que se deslizaba entre sus ropas no la detuvo en lo más mínimo. Cómo si sintiera su presencia, el corredor se había dado la vuelta para mirarla abiertamente, sus ojos oscuros parecían tener mil, si no un millón de pensamientos dispersos, sin embargo, ninguna palabra había abandonado sus labios.

"Todo está listo y hecho, asi que no tienes que preocuparte por nada, te lo prometo, lo que tenemos que hacer ahora es tomar un taxi, ir a el aeropuerto y tomar ese avión, llegar a dónde tus amigos y ayudarlos, con suerte tendremos tiempo para hacerlo todo antes que ese hombre tome la delanterá.." Habló la morena suavemente, el asiático se quedó quieto allí, en silencio, tanto como en un trance mirándose el uno al otro, deteniéndose momentáneamente en sus pasos que ni siquiera sabía que había tomado, Karina, extendió su delicada mano pálida en el aire, cómo un imán, llamándolo. Ambos oídos alertas, las palabras de el moreno nómada americano le habían ahora vuelto paranoica. "Oye, no te preocupes, yo, mira se que no soy la mejor para hablar de esas cosas, pero a veces las cosas malas también traen buenas nuevas, y lo sé, eso suena como una excusa jodida para algo que debería haber sido mejor dicho pero, aparente mente yo no nací con un buen don dando consejos, la mayoría de nosotros simplemente, tratamos de...existir con las consecuencias de nuestros errores" Murmuró despacio mientras se acercaba aun más cerrando el espacio abierto de su cercanía, tan cerca que podía discernir con más detalle las minúsculas cicatrices pálidas que yacían sobre las manos de éste incluyendo la pequeña en forma de gancho que residía bajo su labio inferior en el mentón de su barbilla, un pequeño accidente de niño suponía por la perfecta sanación de el tejido.

"..Karina, yo-, gracias por ésto, y quería disculparme por lo de antes, si te asuste, no era mi intención, no se cómo te compensaré por todo pero juro que lo haré, no sé cuanto me tarde, tal vez un mes, ó un año, quién sabe, pero te lo prometo, te recompensaré todo" Murmuró con firmeza, su cálida mano tomando la de ésta en un suave agarre, el acto era extrañamente íntimo, sus labios se encontraban en una línea firme, la justicia llegaría a Shaw de una vez y por todas y de formas más diferentes de lo que cualquiera creía posible, girando su rostro una última vez, el moreno encaró la distancia ignorando cómo la vampiro a sus espaldas bebía la imagen de su piel oliva bajo la tenue luz pálida de la noche.

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4882 palabras.

Si llegan a notar algún error ó algo que no entiendan prometo arreglarlo después. Acabo de editar a último minuto todo.

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