—— ALL FAREWELLS ARE BITTER ——

—¿De verdad era necesario romperme el cuello?— Preguntó Astrid a Eliana justamente después de despertarse.

—¿Nos hubieras dejado defendernos?— Preguntó la menor, haciendo que su madre la mirase con una expresión de obviedad. —No me deja hablar con ella.— Murmuró al escuchar el grito que su hermana había dado, haciendo que Astrid se acercara a la habitación de la mayor.

—Hope.— La llamo quedándose en la puerta, y viendo que estaba de los nervios.

—Necesito espacio.— Sentenció mientras cogía varios libros con la intención de buscar una solución a problemas que no tenían remedio. Ante ello, Astrid cerró la puerta y camino hacia la cama sentándose en ella.

—Ven, siéntate aquí conmigo, por favor.— La pidió haciendo un gesto para que Hope se sentará a su lado, petición que termino aceptando.

—No quiero ninguna charla, mamá.— La pidió mostrando que no estaba de humor para escuchar que todo iba a ir bien cuando no parecía ser posible que fuera a ir bien.

—Es un consejo, no apartes a las personas que quieres de ti cuando sufras. Se que crees que es mejor, pero no lo es, la mayoría de las veces solo quieres que alguien esté a tu lado aunque a veces quieras destruir y romper cosas.— Garantizó Astrid sabiendo que eso era lo que ella había hecho siempre, y al final era peor pasar por el duelo y el dolor sola, porque cuando alguien estaba a tu lado de alguna forma era diferente y aunque ella siempre sabía que cometía un error, Astrid era incapaz de dejarse ver débil, había aprendido a no mostrar ese lado así que cambiar un viejo hábito era, prácticamente, imposible.

—Estoy muy enfadada, y no puedo hacer nada. Ellos han ido hoy a hacernos daño.— Alegó Hope mientras su expresión cambiaba de una de tristeza a una de rabia.

—No os harán daño, me encargare de pararlo. Hoy no es un día para luchar, es para honrar la memoria de tu tía. Pero llegará el momento, y cuando eso suceda, brujita, comprenderán el gran error que han cometido.— La tranquilizó haciendo que Hope sonriera, sabiendo que su madre era capaz de destruir el mundo con tal de acabar con cualquiera que las quisiera hacer daño. —Tu hermana solo quiere estar a tu lado, sabe que lo estás pasando mal. No la apartes a ella.— La pidió lo que hizo que Hope soltara un suspiró sabiendo que su madre tenía razón, ella lo estaba pasando mal pero también Eliana, la cual había visto morir a su tía delante de sus ojos sin poder hacer nada al respecto.

—Mamá, ¿crees que esta en paz?— Preguntó Hope mirando a su madre, a la espera de una respuesta. Por supuesto nada calmaria el dolor, pero el saber que estaría en un lugar mejor haría más soportable ese dolor.

—Por supuesto, ella está con Hayley, y con Jackson, y con Mary, y con muchos más.— Garantizó sabiendo que de alguna forma Taylor estaba con todas y cada una de las personas a las que siempre había querido. —Hace unos años, mi vieja amiga, Lexi, me dijo que la muerte no nos separaba, las personas que se van permanecen al lado de sus seres queridos y te garantizó que tu tía está a vuestro lado, a fin de cuentas erais sus pequeñas lobitas.— Afirmó con seguridad, haciendo sonreír a Hope ya que eso la gustaba, que a su manera su tía siguiera a su lado como un ángel de la guarda velando por la seguridad de ellas.

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—He oído lo que ha pasado, voy con vosotras al pantano.— Le dijo Leonidas a su hermana, la cual estaba sentada en su cama mirando hacia la nada. Tomando aquel momento a solas para poder pensar en todo aquello.

—Es un día de luto, atacar solo les hace ver la clase de monstruos que son.— Garantizó su hermana mostrando lo enfadada que estaba por lo que habían hecho en un día donde debían de rendir homenaje a Taylor, la cual siempre había intentando hacer lo correcto, ya no solo para los hombres lobo, sino para los brujos, para los vampiros y para los humanos. Ella siempre quería hacer lo mejor para aquella ciudad que había surgido en el que, tiempo atrás, fue su hogar. Pero de alguna forma el dolor de Astrid se calmaba al saber que estaría junto a su familia y que tendría la despedida que siempre había querido, en el lago como marcaba la tradición de los media luna.

—¿Y tu como estás?— Preguntó Leonidas sentándose al lado de su hermana sabiendo perfectamente la respuesta que esta iba a darle.

—Se supone que debería de estar acostumbrada a estas cosas, pero verlas así me destroza por dentro. Y el dolor es insoportable.— Admitió mientras hacía un gran esfuerzo por no llorar, pero era algo imposible su hermana había muerto por salvarla, otra vez. Era como si la maldita historia volviera a repartirse.

—Todo estará bien, hermanita.— La tranquilizó el vampiro mientras la abrazaba, haciendo que Astrid apoyará su cabeza en su hombro.

—No, no lo estará.— Negó con seguridad. —La ciudad está llena de vampiros que aborrecen a los híbridos, nos han intentado atacar esta mañana en mitad de la calle. ¿Quien dice que no vendrán a aquí al complejo?— Alegó la vampira mientras se ponía de pies y miraba a su hermano preocupada por lo que eso podía significar.

—Eso ya lo solucionaremos, primero lo primero. Ir al pantano a presentar nuestros respetos junto a la manada.— Sentenció Leonidas mirándo a su hermana con seriedad, sabiendo que debían de mirar cuales eran sus preferencias, y estas eran despedir a Taylor de la manera que merecía y de la forma que siempre había querido a pesar de la unión que tuvo al principio con su hermana y que luego debido a la inmortalidad. —Admito que hace siglos que no veo un entierro así.— Añadió mostrando que estaba nervioso, ya que el último que vivió de aquella forma había sido el de su madre, y de eso hacía demasiados años.

—Evitaste ir al de Hayley.— Puntualizó su hermana sabiendo que no fue porque era incapaz de despedirse de alguien a quien había amado de la forma a la que quiso a Hayley, y era por eso por lo que no quería que Yelena estuviera allí, ya fue un daño colateral una vez, no querían que lo fuera por una segunda, principalmente porque dudaban de que esta vez tuvieran la suerte de que alguien la trajera de entre los muertos.

—Pero en este estoy, vosotras ahora me necesitáis.— Sentenció mostrando que iría por qué sabía que su hermana y sus sobrinas le necesitaban, y sabía que antes de nada estaba su obligación para con su hermana, Astrid siempre había estado a su lado cuando más lo necesitaba, por lo que era conveniente que él ahora estuviera para ella y para Hope y Eliana, aquello no era fácil para nadie.

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—Sabemos lo mucho que has perdido estos años intentando volver a reunir a la familia, y se que crees que no hay nada que podamos hacer.— Le dijo Hope a Freya mientras ella y su hermana dejaban algunas cosas de su tía en la pila de madera que arderia con ellas.

—Pero nosotras sí lo creemos.— Añadió Eliana mirando a su tía y mostrando que tenían un plan. —Tiene que haber algo, tenemos que salvarnos, tenemos que salvar el por y para siempre.— Garantizó sabiendo que aquel día enterraban a su tía, pero ¿y si luego era otro familia? Ninguna de las dos quería correr el riesgo de perder a más familiares, y por eso estaban dispuestas a hacer lo que hiciera falta para estar todos juntos, como cuando eran pequeñas.

—Tu nos has enseñado casi toda la magia que sabemos, y si estás dispuesta nos gustaría que nos ayudaras a solucionar esto.— Añadió Hope sabiendo que Freya las ayudaría en todo cuando estuviera en su poder, y más si eso suponía recuperar a sus hermanos y poder estar con todos ellos en un mismo lugar sin correr el peligro de que se desatará el caos, la muerte y la destrucción.

—Contar conmigo.— Sentenció Freya haciendo que Hope y Eliana se mirasen sabiendo que su plan estaba yendo tal y como habían planeado.

—¿Listas?— Preguntó Astrid acercándose a las tres, haciendo que rápidamente se quedarán en silencio sabiendo que su madre no podía enterarse de lo que estaban planeando.

—Creemos que la tía Taylor querría que tuvieras esto.— Comentó Hope mientras la entregaba a su madre el collar de día de Taylor, el cual esta se colgó viendo que a su manera tendría una parte de su hermana consigo.

—¿Veis? Están aquí todos, como prometieron que estarían.— Las dijo Astrid viendo a Marcel, a Josh, a Vincent y a Leonidas, los cuales se habían quedado en un segundo plano sabiendo que su presencia ayudaría más de lo que podían llegar a imaginar.

—Tía Freya.— Murmuró Eliana al ver aparecer a Keelin.

—Keelin.— Sonrió Freya mientras se acercaba a ella agradecida de que hubiera decidido venir.

—Vuestra tía Taylor era muy apreciada, y ayudo a muchas personas a lo largo de los siglos. Puede que aquí solo haya un pequeño grupo, pero creerme que son más personas las que sienten el mismo dolor que estamos sintiendo.— Las dijo su madre sabiendo que la voz se había corrido rápidamente, y muchos habían sido los mensajes de apoyo que habían llegado hasta ella, Taylor había ayudado por todo el mundo, y hoy todo el mundo lloraba la pérdida de un ángel guardián.

—Astrid, es el momento.— La dijo Lisinda, sabiendo que como la última alfa con la marca medio luna era su deber ocupar el lugar que muchos otros habían tenido, lugar que su hermana ocupó orgullosa. Ante su indicación, Astrid se separo de Hope y de Eliana y se puso frente a todos los que habían ido, allí, en un mismo lugar no sólo estaban los hombres lobo, estaban los brujos y los vampiros, todos en paz sabiendo que aquel era el único y último día que tenían para despedirse de alguien que a su manera y de muchas formas había marcado sus vidas para siempre y que la recordarian toda una vida.

—La gente olvidará las cosas que dijiste y lo que hiciste, pero nadie nunca olvida como les hiciste sentir. Taylor Morgan me hizo aprender muchas cosas, y cuando la realidad de la vida era dura de soportar las dos nos apoyabamos, reíamos, llorabamos. Cuando fracasaba ella me levantaba y cuando triunfaba ella bailaba a mi lado, y hacia lo mismo por todos. Nunca nadie podrá reemplazarla, ni curar el dolor que sentimos por su pérdida, pero podemos honrarla con nuestros actos y con nuestras palabras, podemos llegar a querernos de la forma que ella había querido.— Dijo Astrid mientras Lisinda con ayuda de otro hombre lobo prendian fuego a la pila de madera, para después meterla en el lago, provocando que se fuera flotando.

—Lo has hecho muy bien.— La indicó Leonidas lo suficientemente bajo como para que solo aquellos con oído sobrenatural pudiera escucharlo, ante sus palabras Astrid sonrió de lado y se puso al lado de Hope, quedando esta entre su madre y su hermana.

—¿Qué haces? No puedes estar aquí.— Dijo Hope al ver como su padre estaban entre ella y Eliana.

—Sí, puedo, solo un momento.— Aseguró Klaus sabiendo que en aquel momento no solo Hope y Eliana le necesitaban, sino también Astrid. —A nuestra familia le queda mucha lucha por delante, pero ahora tengo que estar aquí, con mis hijas.— Sentenció con firmeza, mostrando que no se iba a ir a ninguna parte a pesar de los problemas que aquello podría traer para muchos.

—Las cosas van a ponerse feas.— Le dijo Freya a Lisinda al ver como empezaba a tronar, y eso no iba a traer nada bueno.

—Es hora de irse, todos a casa.— Ordenó la mujer lobo, haciendo que todos se fueran, a excepción, evidentemente, de las dos hermanas y de sus padres.

—Siempre estaré con vosotras, aunque no pueda estar a vuestro lado cogiéndos de la mano. Os llamaré, os escribiré, y Freya hará que podamos pasar el tiempo con su magia.— Las prometió sabiendo que no iba a cometer el mismo error que anteriormente había cometido, no podía dejarlas ahora cuando el problema era mas grande que nunca. —Debéis de saber que es la última vez que podremos hacer esto.— Las recordó esperando que fueran conscientes de que por su bien no iban a poder tener un contacto físico.

—Vamos a encontrar una solución.— Garantizó Eliana con seguridad en sí misma y en que ni ella ni su hermana se iban a rendir.

—Espero que lo hagáis.— Sonrió Klaus orgulloso sabiendo que nada ni nadie las iba a detener.

—No debemos de dejar que el fuego llegue, deberías de irte.— Le aconsejo Hope al ver como el fuego avanzaban sobre el agua.

—Nik, es peligroso.— Intervino en esta ocasión Astrid sabiendo que debía de irse, haciendo que el híbrido asintiera para mirar a las tres una última vez y marcharse a velocidad vampirica.

★★★

Se que el capítulo de hoy llega algo tarde, pero mejor tarde que nunca.

La escena entre Hope y Astrid creo que sin duda era algo necesario que debíamos de ver, sinceramente Astrid sabe lo que Hope esta haciendo y sabe cuanto eso la afecta a Eliana, porque ella hizo lo mismo con sus hermanos. Pero también es cierto de que en esta ocasión las circunstancias son diferentes, y todos sabemos una cosa y es que Astrid quiere evitar bajo cualquier circunstancia que sus hijas cometan los mismos errores que ella, y eso también tiene que ver con alejar a los demás.

La escena con Leo, bueno al igual que As, él odia los funerales; pero estar presente en este muerta que es capaz de hacer cualquier cosa, ya no solo por sus sobrinas sino por su hermana. Recordemos que Leo ama a Astrid más que nadie en el mundo, y ahora sabe que su hermana le necesita, y es y será ese apoyo que por años su hermana ha sido para él.

Y es ahí cuando creo que el personaje de Leo ha crecido muchísimo a comparación con Love Story, creo que sin duda es el que mayor crecimiento de todos tiene.

La escena del funeral, bueno no hay mucho que mencionar más allá que esta sacada de la serie. Pero creo que esta escena tiene más significado para todos los personajes, e incluso para vosotros los lectores, ya que se que Taylor era un personaje muy querido; pero os recuerdo que aún tenemos alguna escena pendiente de ella.

Ya por último, la intervención de Klaus. Obviamente iba a estar ahí, pero aunque también está sacado de la serie, creo que aquí tiene otra connotación, sobretodo para la historia con Astrid. Ella siempre ha enfrentado sola las pérdidas de sus padres y la de su hermana Eliana; pero en esta ocasión no está sola, les tiene a ellos, a su familia, y eso es muy importante para ella; y más para todo lo que se nos avecina.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️