
CAPÍTULO 83: HISTORY ALWAYS REPEATS ITSELF
—— HISTORY ALWAYS REPEATS ITSELF ——
—Vincent ha conseguido pactar una tregua entre las facciones.— Le dijo Leonidas a Astrid, la cual estaba sentada sobre la cama de Taylor preparando algunas cosas para el funeral en el pantano que tendría lugar por la noche, como mandaba la tradición.
—Vaya, quien diría que una muerte haría algo así.— Murmuró impresionada por lo que su hermana había conseguido incluso muerta.
—Siento no haber estado aquí, de haberlo sabido...— Empezó a decir su hermano mientras se sentaba a su lado sabiendo que Astrid lo estaba pasando mal, lo sabía por que lo había vivido con Eliana, pero a diferencia de aquella vez el vampiro sabía que no iba a apagar su humanidad, porque esta vez la híbrida debía de mostrar cual fuerte era, no para sus hermanos como había hecho durante mil años, sino por sus hijas.
—De haberlo sabido no hubieras podido hacer nada, Leo. Ninguno podíamos hacer nada, el plan de Greta era la venganza perfecta.— Aseguró Astrid sabiendo que el odio de los vampiros a los híbridos era una propaganda perfecta, pero también la escusa perfecta para vengarse de Klaus por lo que les había hecho. Pero aunque las cosas la pudieran haber salido bien, la paz estaba demasiado lejos de ser posible.
—Al menos sabemos que ella está muerta.— La tranquilizó su hermano creyendo que de esa forma el odio de su hermana cesaría, pero ni de lejos iba a ser eso posible. Astrid estaba demasiado furiosa como para que la muerte de Greta fuera suficiente.
—Yo no quiero que este solo ella muerta.— Respondió haciendo que el vampiro viera que su hermana estaba hablando desde la venganza, podía verlo en su mirada, el odio que envenenaba sus venas y el deseo de hacer el mismo daño que ella estaba sintiendo en aquellos momentos, pero también porque habían atacado a quien no debían, sus hermanos y sus hijas eran sagrados, y quienes les hacían daño se encontraban con el peor enemigo al que podían verse las caras.
—Astrid, vengarte no traerá nada bueno.— La recordó Leonidas creyendo que podría hacer algo para calmar aquellos sentimientos, pero estaba claro que la decisión de su hermana estaba tomada y además apoyada y secundada por Klaus, cuando ambos se ponían de acuerdo para vengarse las cosas siempre terminaban con demasiados muertos.
—No quiero vengarme de Greta, sino de Elijah. Vio a mi hermana morir, a mis hijas sufrir y aun así no hizo nada...— Empezó a decir mientras se daba cuenta de un detalle.
—¿Qué pasa?— Preguntó Leonidas al ver como su hermana se acercaba a una maceta que tenia unas flores muertas.
—Hope esta en Mystic Falls con Freya, y Kol y Rebekah están muy lejos. ¿Porque hay una planta muerta?— Inquirió haciendo que la expresión de su hermano cambiará al ser consciente de porque la planta estaba muerta.
—Elijah.— Murmuró Leonidas al darse cuenta de que la única explicación lógica es que él debía de estar allí, lo que hizo que la expresión de Astrid cambiará.
—Mira, mi día acaba de mejorar.— Sonrió mostrando que sus intenciones eran encontrar a Elijah y hacerle el mismo daño que ella, sus hijas y muchas más personas tenían al ser conscientes de que habían perdido a un ser querido.
—¿Enserio?— Inquirió el vampiro al ver que su hermana era capaz de ir a buscar al noble solo por vengarse, incluso cuando ese día se celebraba el funeral de su propia hermana.
—Cuando Eliana murió apague mi humanidad, ahora a muerto Taylor, puesto que no voy a cometer ese error lo único que quiero es venganza.— Sentenció la rubia mientras salía de la habitación con la intención de marcharse.
—¿También os habéis dado cuenta?— Preguntó Klaus al ver que Astrid tenía la clara intención de ir a vengarse.
—Elijah está aquí.— Respondió con seriedad mostrando que iba a ir a buscarlo y que nada ni nadie iba a detenerla.
—Y se exactamente donde.— Aseguró haciendo que Astrid sonriera mientras los dos se marchaban al viejo apartamento de Marcel, donde los vampiros se estaban escondiendo. Al abrirse las puertas del ascensor, Klaus rápidamente le rompió el cuello a Elijah, haciendo que Antoniette le mirase asustada. —Toda tuya.— La indicó a Astrid, la cual salió del ascensor y atacó rápidamente a la vampira mordiendola en el cuello. —Sacarlos de mi ciudad.— Les ordenó a dos vampiros, que se iban a encargar de encerrarlos y de alejarlos de Nueva Orleans por el bien de la ciudad y de Hope.
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—¿Es difícil?— Le preguntó Eliana a su madre, la cual la estaba haciendo una trenza.
—¿El que?— Preguntó Astrid sin comprender a qué se estaba refiriendo en concreto.
—Aprender a no ver a alguien a quien quieres sabiendo que no volverá.— Respondió haciendo que Astrid entendiera que se refería a la muerte de su tía.
—Bueno, hay días. En algunos será fácil, en otros será difícil, no superas la muerte de alguien a quien quieres, aprendes a vivir con su ausencia.— Explicó Astrid sabiendo que aun, después de tantos años, a veces se la hacía difícil vivir con la ausencia de personas a las que quería, pero a pesar de todo la muerte era algo inevitable incluso para las criaturas que son inmortales.
—Me alegro de que estés aquí, aunque me gustaría que fueran otras circunstancias. A la tía Taylor siempre la emocionaba la idea de que cuando Hope y yo rompieramos la maldición de estar con nosotras, en forma de lobo, en nuestra primera luna. Supongo que no será el caso.— Murmuró mostrando el miedo que tenía por su primera transformación, siempre la había encantado la idea de ser un lobo y adoraba escuchar lo que estos sentían, pero ahora que el día de la luna llena se acercaba, Eliana estaba cada vez más asustada.
—Oye, se que puede aterrar la idea de que se rompan los huesos y el dolor, pero te aseguro que cuando te conviertes nada más importa. Esa noche estaré yo a tu lado, de eso no tienes que dudarlo.— La tranquilizó su madre mientras ponía sus manos en sus hombros en señal de apoyo, comprendía mejor que nadie el miedo que suponía, la espera a que pasarán los días. Era como una agonía, como cuando sabes que vas a morir y esperas lentamente una inminente muerte.
—Es que no siento remordimientos, se supone que debería de sentirme culpable, ¿no?— Alegó dándose la vuelta creyendo que el no sentir nada la hacía ser un monstruo, y tal vez era eso lo que más miedo la daba, el no sentir nada después de haber matado a una persona.
—Hiciste lo que creías conveniente para ayudar, no eres ningún monstruo, lobita.— La intento tranquilizar su madre sin saber que palabras usar para tranquilizarla, porque ya no sabia que más podía suceder pero estaba claro que iban a pasar más cosas nunca había un periodo de paz, siempre había algo que perturbaba la tranquilidad.
—Cuando vi al tío Elijah pensaba que os ayudaría, siempre le admire por todo lo que había hecho para ayudar a la familia. Pero no hizo nada.— Comentó mostrando lo decepcionada que estaba por el hombre que siempre había luchado por los suyos, que la sentaba en su regazo y la había enseñado a jugar al ajedrez.
—La persona que todos recordamos ya no existe, Eliana. Se fue hace mucho tiempo.— La recordó sabiendo que el día que Elijah decidió borrar sus recuerdos fue el día en el que se marcho, tal vez lo hizo porque sabía que sería incapaz de estar lejos de sus hermanos, pero aún así esa no era la solución a sus problemas, era la vía de escape. —Ahora vengo.— La pidió al ver como su móvil comenzaba a sonar, y en él aparecía un número desconocido. —¿Quien es?— Preguntó una vez que salió de la habitación de Eliana.
—Necesito tu ayuda.— La pidió Elijah sorprendiendo a la híbrida de que ahora la llamará para pedir su ayuda, ya que cuando ellos necesitaron la suya él ignoro el peligro.
—Deduzco que ya sabes lo de la mordida.— Asumió viendo que aquello era lo que Elijah se merecía, la impotencia que ella había sentido al no poder ayudar a su hermana y de no poder proteger a su hija.
—Por favor Astrid, salvala.— La suplicó de nuevo creyendo que ella sentiría lastima.
—¿Salvarla?— Inquirió sorprendida. —Dejaste morir a mi hermana, ¿y tienes la poca vergüenza de pedirme hoy, en el día de su funeral, que salvé a la hija de la arpía que me secuestro, torturó, que intentó matar a mi hija y que ha matado a mi hermana?— Dijo sorprendida de que después de lo que había pasado, pensara que iria corriendo a ayudarle, jamás le ayudaría porque cuando ella necesito su ayuda no hizo nada, dejó morir a su hermana. —Lo siento, Elijah, pero no voy a ayudarte. De hecho te diré algo, no fue Klaus quien la mordió, fui yo.— Le reveló sorprendiendo al noble con aquella revelación.
—¿Por qué? Se supone que tu eres la benevolente.— Alegó sin comprender porque no le ayudaba cuando sabía que Antoniette no era responsable, pero es que no se estaba vengando de Greta a traves de ella, sino de Elijah, y de eso él todavía no era consciente.
—Sí, lo soy. Hasta que atacan a mis hermanos y a mis hijas.— Se limitó a decir para después finalizar la llamada, no la gustaba que hubiera efectos colaterales, pero había veces que era necesario y esta vez no se arrepentía de hacerlo.
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—¡Mamá!— Exclamó Hope acercándose corriendo a su madre, a la cual abrazo.
—Hola, cielo.— Sonrió Astrid mientras la devolvía el abrazo.
—Y-yo lo siento mucho.— Empezó a decir Hope mientras un par de lágrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas.
—No hay nada que sentir, Hope. No fue tu culpa, y tu tía lo sabia, así que cambia esa cara sabes lo poco que la gustaba veros llorar.— La recordó mientras la limpiaba una lágrima, haciendo sonreír a la mayor, la cual se separo de su madre para después acercarse a su hermana pequeña. —Gracias por estar con ella.— La agradeció a Freya la cual la abrazó.
—¿Dónde está papá?— Preguntó Hope al ver que Klaus aún no había aparecido.
—No tardará en llegar, estará esperando a que Abby le ayude con la proyección astral.— Respondió su madre haciendolas ver que de alguna forma también tendrían el apoyo de su padre.
—No me han dejado hacerla a mi.— Se quejó Eliana cruzadose de brazos. —¿Y los demás?— Preguntó al ver que faltaba gente.
—Marcel debería de estar aquí, Leo esta presentando sus respetos a su manera, Yelena se ha quedado con Kol y Davina por seguridad, Vincent...— Empezó a decir su madre sin saber donde se habían metido Marcel y Vincent.
—Ahí está Josh.— Intervino Freya señalando al vampiro, el cual las saludo desde el lugar en el que se encontraba.
—¿Y Declan?— Preguntó Hope al ver que tampoco estaba el humano.
—¿No se lo habéis dicho a Declan?— Preguntó está vez Eliana al ver las expresiones de su madre y de su tía.
—Lo arreglaremos.— Las tranquilizó Freya mientras las cuatro comenzaban a caminar, detrás del carro donde estaban los restos, ya quemados, de Taylor.
—Esto es un desastre, ni siquiera conocía a estas personas.— Se quejó Eliana al ver que las personas que estaban allí y que no conocían de nada.
—Taylor dejó una huella en esta ciudad, todos han venido a honrarla.— Las explico su madre sabiendo que su hermana había hecho muchas cosas por la ciudad, pero también por muchas personas que, al igual que ellas, lloraban su pérdida, una pérdida que era irremplazable en todos los sentidos.
—Pero, ¿donde están sus amigos?— Preguntó Hope viendo que había muy pocas personas que realmente conocían.
—Ahora vengo.— Las dijo Freya mientras se alejaba para atender a una llamada.
—Debéis de mantener la calma, las dos.— Las recordó su madre mirando a ambas, viendo que en cualquier momento cualquiera de las dos o incluso las dos podían perder el control.
—Pero...— Empezó a decir Hope en señal de queja.
—Se que queréis que estén las personas que eran amigas de Taylor, que la conocían y la querían. Pero cada uno presenta sus respetos a su manera, Leo, por ejemplo, bebiendo.— Las explico esperando que comprendieran que todos, a su manera, se despedían de quienes querían y luchaban contra el duelo a su manera.
—¿Y tu viniendo a un funeral cuando no te gustan?— Inquirió Eliana mostrando que tanto Hope como ella eran conscientes de lo poco que la gustaba a Astrid aquellas cosas.
—Taylor se merecía una despedida, y no voy a dejaros solas frente a esto. Cuando perdí a mis padres me quedé sola, con vuestros tíos, y se cual de difícil es hacer esto sin un padre.— Explicó haciendolas ver que jamás las dejaria solas frente a un momento de dolor, ella los había afrontado sola y no iba a permitir que sus hijas pasarán por lo mismo.
—Es un desastre.— Se quejó Hope viendo que aquello no era lo que realmente la hubiera gustado a Taylor.
—Mamá.— Murmuró Eliana al ver como dos furgonetas aparecían.
—Quedaros detrás de mi.— Las ordenó, agarrandolas de las muñecas para que se pusieran detrás de ella.
—¿Son ellos verdad?— Inquirió Hope al ver como dejaban las puertas abiertas.
—Yo me encargo.— Las tranquilizó Josh mientras corría una cortina. —¿Qué estáis haciendo aquí?— Le preguntó al vampiro.
—¿Dónde estan Antuanette y Elijah?— Preguntó de vuelta.
—Estarán debajo de una piedra, ¿por qué no vais con ellos?— Respondió el vampiro mostrando lo muy enfadado que estaba.
—No nos iremos hasta que nos les devolváis sanos y salvos.— Garantizó mostrando el arsenal que tenían.
—Hay que salir de aquí.— Las dijo Astrid a las dos hermanas.
—No.— Negó Hope.
—Hope.— La llamó su madre.
—Ha dicho que no, ya era una mierda antes, no vamos a dejar que lo estropeen aun más.— Sentenció Eliana mirando a su hermana mayor, para después hacerla un gesto.
—Lo siento mamá.— Se disculpó Hope justamente cuando le rompía el cuello a su madre, dejando que el cuerpo de Astrid cayera al suelo.
—¡Hope, Eliana!— Las llamó Freya preocupada al mismo tiempo que las dos hermanas hacían uso de la magia haciendo volar un furgón, a continuación se dieron la vuelta y empezaron a recitar el mismo hechizo con la intención de hacer explotar el otro furgón.
—¡Armas!— Gritó el vampiro haciendo que todos se preparasen para disparar.
—¡Josh!— Le llamó Freya sabiendo que el objetivo era matar a las dos hermanas, antes de que disparasen Josh respondió moviéndose a velocidad vampirica y sacando a Hope y a Eliana de allí antes de que fuera demasiado tarde.
★★★
Buah, aun no me creo que estemos ya en esta parte de la trama, aunque que no os deje engañar, aún quedan bastantes capítulos, así que vamos a tener Forever And Always todo el verano (minimo)
La escena entre Leo y Astrid creo que muestra ese punto de apoyo y de razón que es Leo para ella. Astrid necesita a su hermano que la apoye, pero os aseguro que la venganza se la va a servir. Ella siempre se vengera. Aunque no os dejéis engañar, Leo esta igual de furioso que ella, pero si cede ante esos impulsos... pues bueno imaginar la bomba de relojería que serían Klaus, Astrid y Leo juntos. El mundo colapsa.
La escena con Eliana sin duda me encanta, porque de alguna manera ella tiene esa incertidumbre porque seamos sinceros, ella nunca se ha preparado para perder a alguien ya que su familia es inmortal. Y creo que eso refleja muchísimo, también el hecho de que esta vez Astrid debe de estar de pie por sus hijas, de nuevo la historia con la pérdida y el duelo con ella se repite.
La escena con Elijah..., bueno había que hacerla, debíamos de ver en qué punto está Astrid. Y recordemos que la última vez que firmó una sentencia de muerte fue a Klaus en Love Story (dios mío de eso hace siglos ya)
La última escena..., bueno me pareció preciosa como las hermanas se Dan cuenta de que aquello no la gusta a su madre, pero que a pesar de ello está con ellas. Creo que sin duda refleja que Astrid sabe ocultar sus sentimientos muy bien, y a fin de cuenta no es el primer funeral que debe de presidir.
Se que en esos temas me he saciado con ella, pero soy una persona que considera que el duelo y la pérdida (en cualquier sentido) es importante, y quería reflejarlo en la historia. Sobretodo cuando un vampiro milenario pierde a gente e incluso a veces se piensa que la inmortalidad te hará no perderlo.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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