
CAPÍTULO 82: PAINFUL REALITY
—— PAINFUL REALITY ——
Los ojos de Astrid se abrieron de golpe, al principio no supo ubicar donde estaba, las cortinas estaban corridas y el lugar en silencio, y aún así el creciente dolor de cabeza y el pitido que tenía en sus oídos sólo hacían que quisiera arrancarse su propia cabeza. Los síntomas la recordaban a una resaca, o por lo manos la traía el vago recuerdo de la primera que bebió siendo humana cuando tenía quince años y se excedió con el hidromiel.
Lentamente los recuerdos fueron regresando a su cabeza, empezó a recordar los días que había pasado encerrada, hambrienta, alimentándose de roedores; también recordó el dolor que sintió cuando empezó a someterse a la maldición, pero algo había salido mal, había perdido la conciencia y eso no debía de haber sucedido. Ante ello empezó a pensar, hasta que cayó en la cuenta: su madre. Carina la protegia, sabía que estaba a su lado como estaba al lado de sus hijas. Y ahí, unió el tercer cabo: Hope. ¿Dónde estaba su hija?
—Hope.— Al darse cuenta de que no estaba en la sala de estar donde la habían tenido encerrada, reparo en la habitación en la que estaba. La reconoció en seguida. Era su habitación del complejo, estaba en su cama, en su casa. ¿Pero que había sucedido? ¿Qué había pasado? ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Donde estaba su hija? Su cabeza era un hervidero de preguntas que necesitaban con urgencia respuesta.
—Astrid.— La voz de Klaus la trajo en parte a la realidad, acababa de entrar en la habitación y parecía sorprendido y aliviado.
—¿Y Hope?— Preguntó mostrando su preocupación, ella nunca había creido en dioses, pero en aquellos momentos estaba rezando a todas la deidades que conocía (que no eran pocas) para que su hija estuviera bien. Sólo necesitaba saber que ella estaba bien.
—Esta bien, en Mystic Falls, Freya se encuentra con ella.— La tranquilizó Klaus mientras se acercaba a ella, haciendo que Astrid cerrase los ojos aliviada al escucharle. —¿Estas bien?— Preguntó preocupado mientras se sentaba en la cama esperando que ella estuviera bien.
—Sí, el hechizo de la maldición salió terriblemente mal, tengo un dolor de cabeza peor que la vez que me emborrache con hidromiel.— Bromeó haciendo que Klaus sonriera de lado al escucharla. —¿Eliana esta bien?— Preguntó sabiendo que todo lo que había sucedido no debía de haber sido fácil para la menor. —¿Qué sucede?— Preguntó al ver la expresión de Klaus, era la misma expresión que ponía cuando había hecho algo horrible o había sucedido algo horrible.
—Ha roto la maldición.— Suspiró sabiendo que había llegado el momento de decirla todo, en su opinión hubiera preferido ocultarla aquello por un tiempo. Pero Astrid no era estúpida, y se daría cuenta de que sucedía algo.
—¿Cómo? ¿Cuándo?— Preguntó horrorizada al darse cuenta de que su hija pequeña había matado a una persona.
—Cuando fuimos a por Hope y a por ti...— Empezó a decir mientras se le hacía un nudo en la garganta. —Mató a la bruja que intentó ponerte la maldición, todo provocado por un ataque de ira previo.— Prosiguió haciendo que Astrid le mirase confundida. —Greta mató a Taylor.— Dijo finalmente haciendo que Astrid se quedara perpleja y en shock mientras le escuchaba atentamente. —Elijah estaba allí y me impidió ayudarla, y ninguno queríamos que Eliana se expusiera a un enfrentamiento así.— Añadió.
—¿Mi hermana ha muerto?— Consiguió preguntar mientras su expresión reflejaba dolor e ira en partes iguales, dos sentimientos muy peligrosos en Astrid, ya que no era la primera vez que perdía a una hermana y todos recordaban lo que había sucedido cuando Eliana había muerto. —¿Elijah no recordó nada? ¿No te ayudo?— Preguntó sorprendida ¿cómo era posible que Elijah no hubiera hecho nada por ellos? Le habían visitado, le habían ayudado, le habían cuidado en la distancia, y cuando más ayuda de él requerían les había dado la espalda. ¿Dónde estaba el Elijah que conocían? ¿El Elijah que les quería y les ayudaba, que era la mente fría y la piedra angular de aquella difuncional familia? ¿Donde estaba su amigo?
—Elijah estaba con ellos, pero sí, me reconoció, o por lo menos sabe quien fue en otra vida.— Habló Klaus haciendo que la expresión de la rubia cambiará, ya no solo por lo que eso significaba, sino por el hecho de que él les había dado la espalda de aquella manera. Había preferido a unos desconocidos que a su verdadera familia.
—¿Y Greta?— Preguntó Astrid mostrando su intención de vengarse, sabía que apagar su humanidad no era una opción viable, pero sí que podría vengarse. La haría pagar a Greta y a toda su familia, y Elijah sería el único testigo, le haría mirar de la misma manera que su hija había visto morir a su tía.
—Taylor no se fue sin pelear.— La informó en señal de que debía de estar orgullosa de su hermana, Taylor había hecho todo lo posible para sobrevivir, pero el destino había sido caprichoso y había exigido su vida demasiado pronto a pesar de llevar viviendo mil años, pero relativamente llevaba poco teniendo a aquella familia que por siglos había deseado. —Lo siento, lobita.— Añadió Klaus mientras la abrazaba, sabiendo que al final aquella pérdida era irreparable, ya no solo para sus hijas sino para su mujer, Astrid había perdido a la única persona que había estado a su lado desde que Silas la secuestro y perderla, era como perder una parte de ella misma.
—No es tu culpa, Nik.— Le tranquilizó Astrid sabiendo quienes eran los verdaderos responsables de aquella pérdida, y les haría pagar de una forma lenta, dolorosa e impredecible. —Aunque puede que la próxima vez que me encuentre a Elijah no sea tan amable.— Le advirtió en señal de que para ella, Elijah estaba muerto.
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—Hola, brujita.— Sonrió Astrid de lado mientras se apoyaba en el marcó de la puerta de la habitación de la menor, haciendo que la aludida alzará la cabeza para poder mirarla sorprendida, como si la estuviera viendo por primera vez en toda su vida.
—Mamá...— Murmuró mientras se levantaba rápidamente de la silla y corría a sus brazos, para a continuación empezar a llorar, haciendo que su madre reprimiera esas mismas lágrimas. Su hija ahora la necesitaba fuerte, no podía derrumbarse.
—Lo se, mi amor, lo sé.— Murmuró Astrid mientras la miraba con dolor, pero también con orgullo, estaba gestionando aquella perdida de una manera admirable, muchísimo mejor que ella y todas las que había vivido cuando tenía su edad.
—Lo siento mucho, yo no quería... Pero sentí tanta rabia...— Empezó a decir justificando sus acciones con respecto arrebatar una vida, pero Astrid lo entendía. Ella también había matado, ella también había sentido toda esa rabia al ver herida a una persona importante para ella. Sabía perfectamente que los impulsos eran traicioneros y más en la familia Mikaelson.
—¿Cómo te sientes después de ello?— Preguntó sabiendo que lo importante era esa liberación que ahora viviría en primera persona, esa sensación de tranquilidad y de calma que solo se conseguía despertando al lobo a través de una vida, ya fuera inocente o no.
—Liberada.— Admitió con vergüenza en sus palabras, como si decir aquello en voz alta estuviera mal, como si fuera un error admitir que la rabia que por años la había acompañado finalmente se había marchado y la había traído aquella ansiada tranquilidad. —No sabia lo que Hope iba a hacer, habíamos hecho esos hechizos juntas como muchos otros. Jamás pensé que lo usaría para encerrarte.— Añadió cambiando de tema hacia el secuestro de su madre, Eliana siempre sabía lo que su hermana mayor pensaba y sentía, pero aquello..., había escapado por completo a cualquiera de sus suposiciones, lo que Hope había hecho no era propio de ella; sino más bien de la menor de las hermanas, pero Eliana jamás haría daño a su madre, la amaba demasiado incluso para tener una fuerte discusión con ella.
—No pasa nada, Eliana.— La tranquilizó mientras se sentaba a su lado. —Supongo que es un rito de iniciación de esta familia atacar a otro miembro.— Comentó con un cierto punto de sarcasmo que hizo reír a la menor.
—Vi al tío Elijah.— Dijo Eliana tras unos minutos de silencio, al escucharle Astrid la miró, recordando que su presencia en la vida de la menor había sido impactante e importante durante su infancia, en especial antes de que la familia Original se tuviera que separar por Inadu. —Al verle pensé que sería como cuando era pequeña, como cuando me cogía en brazos, me sentaba en sus piernas y me enseñaba a jugar al ajedrez.— Sonrió con nostalgia al recordar aquellos días en los que eran una verdadera familia, donde todos estaban en el mismo lugar sin el peligro de sumir al mundo entero en la oscuridad y la maldad del vacío y sus secuaces. —Pero luego..., luego vi como detenía a papá, como quería ayudarlos. No solo a evitar que os sacaramos a Hope y a ti de ese lugar, sino que era como si nos odiara. ¿Por qué nos odia?— Quiso saber al darse cuenta de que lo que odiaba no era quienes eran, sino el poder que albergaban. Habían ido a por los únicos de sus especies, a por Klaus y Taylor por ser híbridos, a por Atsrid por ser híbrida y la única capaz de engendrar tri-hibridos, y a por Hope y a ella por ser tri-hibridas. Elijah y su nueva familia los odiaban por ser más de una especie sobrenatural, por tener más poder, por ser, simplemente, diferentes. —Y luego paso lo de la tía Taylor, Elijah la reconoció, pude verlo en su rostro, pero no sintió nada de dolor por ella, solamente por esa maldita Greta.— Añadió mostrando en su rostro aquel parecido con Klaus que por años Astrid se había negado a ver, pero era cierto, Eliana era una copia de su padre cuando se enfadaba, la maldad la había heredado de él de eso no tenía duda alguna.
—No se que le ha pasado a Elijah estos años, Eliana. Él nunca fue así, y nunca nos odio. Amaba todas las versiones de cada miembro de la familia, en especial os amaba a ti y a Hope. Pero..., este Elijah que me narras... No es el Elijah que recuerdo y que apreciaba.— Admitió con dolor en sus palabras, puede que odiara la nueva versión del noble, pero no podía ignorar los mil años que había tras ellos. La relación que hubo, la amistad, las risas y las peleas, Elijah había sido su hermano, pero ahora se había convertido en su enemigo.
—Siempre nos has dicho que no debemos de odiar a nadie, que debemos de alguna forma de lidiar con ese sentimiento. Pero le odio, le quiero ver sufrir. Por su culpa mi tía Taylor, ha muerto. La mujer que ha estado...— Eliana no termino la frase ya que de pronto empezó a llorar, haciendo que una parte de Astrid se rompiera en mil pedazos, si había algo que odiara más que el hecho de que hicieran daño a sus hermanos; era que se lo hicieran a sus hijas y verlas llorar por algo, aquello la rompia por dentro y al mismo tiempo la enfurecia. —¿Porque nos hace esto?— Preguntó mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de la sudadera.
—No lo se, esta vez no tengo la respuesta a tu pregunta, mi niña.— Admitió mientras pasaba su brazo por sus hombros para acercarla a ella. —Y me gustaría decirte que no debes de odiar a nadie, pero no puedo decirte que no hagas algo cuando no predicó con el ejemplo, yo también odio ahora mismo a Elijah. El hombre honorable que conocí murió la misma noche que perdió sus recuerdos, y me voy a encargar personalmente de hacerle la eternidad insufrible.— La informó haciéndola ver que su tío se había ganado un terrible, sanguinario y vengativo enemigo demasiado paciente. —Hace años perdí a una hermana y me llevó a apagar mi humanidad; ahora he perdido a otra, y os ha hecho sufrir a ti y a Hope y eso es algo que no pienso tolerar de parte de nadie.— La informó haciéndola ver que su hermana y ella eran responsables de aquella respuesta por parte de su madre a la hora de actuar. —Él me ha quitado una parte, yo pienso quitarle todo lo que ahora quiere.— Sentenció con frialdad en su mirada.
—Entonces querrás saber los nombres de los hijos de Greta.— Sugirió mientras sonreía de lado con cierto punto de maldad.
—No quiero que te involucren en una venganza de esta embergadura, Eliana.— La advirtió en señal de que sería ella la que se encargaría, ella tenía muchas muertes a sus espaldas, su hija solo una y quería que siguiera siendo así por el resto de sus días.
—Soy hija de mis padres, no pienso quedarme de brazos cruzados.— Sentenció mientras alzaba la cabeza con orgullo en sus palabras. —Han atacado directamente a mi familia y pienso responder aunque sea de esta manera, mi tío murió la misma noche que salvamos a Hope.— Añadió mostrando que no tenía sentimientos por aquel hombre, por lo menos no la clase de sentimientos que había tenido días antes, ahora solo quedaban los horribles y los únicos que la mantenían a flote durante aquella travesía a través del dolor.
★★★
Se que nadie esperaba de alguna forma esa escena tan... normal entre Klaus y Astrid, pero una parte de mi necesitaba una escena así entre ellos.
Siempre pensé que sería Klaus quien le diría la verdad, que sería el único de todos con el tacto y el temple (aunque sea irónico) para decirla a Astrid todo aquello. Y creo que sin duda esa escena refleja lo que es realmente.
Esta escena me parece preciosa en cuanto a su historia hablamos, si la comparamos con la muerte de Eliana la respuesta de Astrid es más madura, más llevada a un raciocinio, pero también muestra ese apoyo que en aquel momento ella creía no tener. Y creo que es un bonito paralelismo.
Obviamente se que aún me odiais por la pérdida de Taylor, pero os diré un secreto, aún tenemos un capítulo pendiente tanto con ella como con Eliana tía. Y os aseguro que os gustará tener eso.
La segunda escena, una escena que obviamente todos queríamos ver y creo que refleja perfectamente esa relación madre-hija que Astrid tiene con Eliana.
Sin duda me encanto hacer esa escena, porque a pesar de que Astrid la quiere proteger, no la mantiene en una burbuja aislada, sino que comparte con ella sus sentimientos y sus intenciones y eso algo que me encanta del personaje de Astrid.
La escena sin duda creo que es bastante importante, hablar de la venganza es un tema bastante tratado en la familia Original; pero siempre han buscado dejar de lado a Hope (y en la historia a Eliana) y el tratarlo directamente me pareció interesante.
También consideraba bonito hacer una escena donde ambas compartían el dolor, algo que Astrid realmente nunca vivió con su madre; y aún así, ella lo vive con su hija, como hizo con sus hermanos.
Realmente hacer este capítulo me ha encantado, por que tiene tantos sentimientos que me impresiona.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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