—— STRONG ALLIANCES ——

Sur de Francia, 1002 d.C.

—Lucien.— Le llamo Astrid, haciendo que el aludido se diera la vuelta creyendo que ella no sabía nada de lo que había ocurrido.

—¿Necesitas algo?— Preguntó el humano haciéndose el tonto, sin saber que había hecho enfadar a la criatura equivocada.

—¿Qué es lo que le has hecho a mi hermana? ¡Maldito bastardo!— Quiso saber mientras de interponía en su camino para que no huyera, haciendo que Lucien tragara saliva con dificultad, ya que tenía miedo.

—Nada, te juro que no hice nada.— Dijo con seguridad en sus palabras, pero evidentemente Astrid no le creyó, jamás le creería cuando había visto llorar a su hermana de forma desconsolada por su culpa.

—No me mientas.— Le advirtió mientras sus ojos se inyectaban en sangre en señal de amenaza. —Dime que le has hecho a Eliana.— Le ordenó, mientras usaba con él, de forma inconsciente, la coacción.

—He jugado con ella para darla celos a Aurora y para vengarme de Leonidas por quitármela.— Dijo el humano para al final llevarse las manos a la boca, asustado por lo que había dicho, ya que sabía lo que eso podía significar. —Yo no...— Empezó a decir nervioso, mientras observaba como Astrid endurecia su rostro, al observar que se había aprovechado de su hermana para hacer daño a su hermano, y eso era algo que no iba a tolerar de nadie.

—Dime, ¿que crees que debería de hacer contigo? ¿Matarte o torturarte? Por que es evidente que dejarte con vida no es una opción.— Alegó la vampira mientras cerraba sus manos, mostrando lo muy enfadada que estaba, pero también mostrando que el vampirismo había intensificado su sentido de la protección para con sus hermanos pequeños.

—Si me matas pondrás a todos en tu contra.— Alegó el humano creyendo que al resto de miembros de la familia Original le importaba su insignificante y patética vida.

—El primer error que cometí fue votar a favor de que siguieras con vida.— Garantizó la Original con sinceridad. —Te explicaré algo que a lo mejor no has comprendido, Lucien. Soy muy protectora con mi familia, pero aún lo soy más con mi hermana, y el hecho de que la hayas hecho daño... ¿Crees que alguien luchará por dejarte con vida? No seas patético, eres un humano, uno de tantos que hay en este mundo, ¿crees que a algún miembro de esta familia le importa tu miserable vida?— Alegó mientras reía, sabiendo que nadie se interpondria entre ella y su gran deseo de matarlo, a fin de cuentas todos querían a Eliana y en cuanto supieran la verdad, la sangre correría. Era cuestión de tiempo.

—No eres mejor que yo, Astrid. Vosotros sois monstruos, y si voy a morir créeme que no lo haré solo. Vosotros caereis conmigo.— La amenazo, creyendo que si atacaba a lo que ella más quería se libraría de lo que parecía ser una inminente muerte.

—¿Puedes decirme con qué arma?— Preguntó riéndose mientras le miraba con superioridad. —Por que somos inmortales, no hay arma alguna que pueda detenernos.— Le recordó mientras se cruzaba de brazos.

—Hazme algo, y pronto descubriremos que tan poderosos sois.— La reto Lucien haciendo que Astrid diera un paso hacia él de forma intimidatoria.

—Haz algo en mi contra o contra mi familia, y te despedazare vivo. Temes a los hijos del Conde, tal vez deberías de tener más miedo a otras criaturas.— Le advirtió mientras Lucien la miraba con sumisión. —Te lo advertire con claridad, acércate a mi hermana de nuevo y te arrancare el corazón como si fueras un juguete.— Le amenazo mientras le miraba con desprecio, no había criatura sobre la tierra que en aquellos momentos despreciara tanto como era Lucien.

—¿N-no vas a matarme?— Preguntó sorprendido de que ella le fuera a dejar con vida.

—El mayor miedo es la incertidumbre a saber sí morirás o no en algún momento, y te aseguro que me cobraré mi venganza. Soy inmortal, esperar no es un inconveniente para mi. Y tienes suerte de que nadie sepa lo que la has hecho a mi hermana, porque entonces ahí sí tendrás problemas, querido Lucien.— Aseguró mientras su sonrisa se ampliaba sabiendo que Lucien aunque creyeran que eran sus amigos, sabía que eran depredadores y era cuestión de tiempo que él o cualquiera se volviera parte de sus víctimas.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—Otra cabrá, que ilusión.— Comentó Davina sarcásticamente. —Doy las gracias al aquelarre de Gentilly por sus regalos en esta fiesta de Kado.— Les agradeció mientras miraba a todos y empezaba a agobiarse. —Disculparme un momento.— Les pidió mientras se marchaba.

—¿Qué ha pasado?— Preguntó un brujo.

—¿Por qué se va?— Preguntó otro.

—No lo se.— Respondió uno que estaba entre la multitud.

—La queda grande.— Garantizó otro brujo, a los cuales Astrid miró de mala forma por sus comentarios.

—Era de esperar.— Alegó otro mientras Astrid salía en busca se la joven bruja.

—No te gustan las cabras, eh.— Comentó Astrid al ver a Davina, la cual estaba sentada en las escaleras de una de las tumbas.

—¡Me encantan las cabras!— Aseguró con certeza. —¿Pero sabes a cuantas he tenido que sacrificar?— Preguntó sin esperar respuesta alguna por parte de la híbrida. —Casi preferiría una tarjeta regalo.— Alegó sarcásticamente. —Mira, se que es una tradición pero esto no va conmigo.— Garantizó sin saber por qué estaba haciendo algo que iba en contra de lo que ella era. —¿Y sabes que es lo que más odio?— Preguntó mirándola.

—¿Ese pañuelo?— Preguntó Astrid mientras le miraba con horror, sin entender porque Davina pretendía ser alguien que, evidentemente, no era.

—Este dichoso pañuelo.— Sentenció dándola la razón. —Lo llevo por qué lo llevaba Josephine, y creía que si me parecía más a ella a lo mejor me respetarian.— Explicó frustrada de que no fuera aceptada entre los suyos, aunque teniendo en cuenta todo lo que había hecho era lógico que algunos no estuvieran cómodos con su mandato.

—Toma, la necesitas más que yo.— Sonrió Astrid mientras la daba la cerveza que tenía entre las manos, a la cual la joven bruja dio un trago. —Sabes Davina, no me pareció bien lo que me obligaste a hacerle al aquelarre de Versalles, pero algo me dice que a ti tampoco y que te pesa, por eso ahora no te muestras como eres, sino como crees que ellos esperan que seas.— Comentó la Original haciendo uso de sus conocimientos sobre psicología. —Sí algo he aprendido es que nadie te respeta hasta que te muestras tal y como eres.— Garantizó hablando en esta ocasión desde la propia experiencia con la manada. —Y si llevas pañuelos de abuela, te regalaran cabras de abuela.— Rió mientras la quitaba el pañuelo que tenía alrededor del cuello.

—Gracias por haber venido, aunque no estén cómodos con tu presencia... Saben que eres bruja, así que tienes derecho de estar aquí si yo quiero.— Explicó Davina haciendo que Astrid la sonriera agradecida de que la tuviera en cuenta incluso para una celebración, ya que no estaba tan mal como al principio parecía.

—Es mucho mejor que estar con problemas familiares.— Murmuró haciendo que Davina la mirase confundida, ya que no sabía sobre la profecía que afectaba a los vampiros Originales. —La ex novia de mi hermano ha vuelto, y digamos que juntos no son... una buena combinaciones.— Resumió sabiendo que la presencia de Aurora no iba a traer nada bueno, podía, de hecho, predecir que sucedería muchos problemas y tampoco la gustaba que también estuvieran Lucien y Tristan, porque algo la decía que los tres estaban compinchados en su contra para hacer realidad la profecía, porque dudaba de que ellos estuvieran ahí para ayudar a sus creadores, de hecho lo que parecía era que querían incentivar los roces familiares, para que los Originales se destruyeran entre ellos y así ahorrarse el trabajo sucio que suponía matar a un Original y a toda su línea de vampiros.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—Ya me lo has quitado todo, así que adelante, matame. Acaba con esto.— Alegó el brujo retando a Davina, creyendo que en aquel lugar, apartado de todos, sería el lugar donde sería ejecutado.

—Querías matar a tu líder, deberían de ahorcarte por ello.— Le acusó Davina sin creerse que en un día como aquel hubieran intentado conspirar en su contra.

—¿Matar? ¿Eso es lo primero que te viene a la cabeza?— Preguntó el chico incrédulo por lo que la líder de los aquelarres estaba insinuando sobre lo que iba a hacer. —¿Sabes con qué te estaba atacando?— Inquirió, haciendo que Jackson la diera a Davina la muñeca la cual analizó dándose cuenta de que no era para matarla.

—Esto no es para matar.— Murmuró dándose cuenta de que se trataba de otra clase de muñeca, con otra clase de propósito.

—Es una figura de la verdad, si le apuñalas la víctima confesara sus verdades más oscuras.— Explicó haciendo que todos comprendiera cual era si objetivo, y era el simple hecho de que quería que Davina dijera que ella había sido la culpable de aquella masacre.

—Querías que confesara lo que le hice a tu madre, para que me apartaran.— Alegó con obviedad evidenciando cuál era el objetivo y el propósito del joven brujo.

—Yo preferiría verte muerta, así se haría justicia.— Alegó con obviedad.

—Oye, ella quería acabar conmigo. Provocar una rebelión, ¿y que sería lo próximo? ¿Una guerra abierta para escoger nuevo líder? ¿Cuántas personas más morirían entonces?— Quiso saber la bruja sabiendo perfectamente lo que podría pasar sino hubiera hecho nada al respeto, y ni a la ciudad ni a las brujas les convenía que tuviera lugar una guerra interna, porque entonces cualquiera que estuviera en su contra lo usaría como beneficio propio, tal y como había sucedido cuando los lobos perdieron la ciudad por sus disputas internas a manos de los vampiros.

—¿Y los aquelarres están mejor contigo?— Preguntó el brujo retándola.

—Creo que sí, he visto hacer las cosas a la antigua usanza, yo las he hecho a la antigua usanza y no funciona, sino quieres la paz vete, eres libre. Pero te pido por favor, que te quedes. Podemos trabajar juntos y cambiar las cosas.— Le pidió Davina con sinceridad sabiendo que todo debía de cambiar, pero estaba claro que él no estaba de acuerdo con ella y aquello se confirmó en el momento en el que se marchó sin hacer caso a la sugerencia de la Original.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—Feliz día de la bruja, o lo que sea esto.— La felicitó Astrid a Davina al ver como esta se acercaba a ella, mientras recordaba que en aquel lugar habían empezado todos los problemas que había tenido.

—Quería darte las gracias.— Admitió la bruja mientras se sentaba a su lado y la dedicaba una sonrisa.

—¿Por qué?— Quiso saber la Original, mientras la miraba confundida. —¿Por el consejo de estilismo?— Preguntó sarcásticamente haciendo reír a Davina por su comentario.

—Tenías razón, desde que soy la líder he intentado controlarlo todo y a todo el mundo. Pero yo no soy así, y no quiero ser esa clase de persona.— Explicó Davina mientras se ponía de pies y se acercaba al conjunto de velas que estaban encendidas, para a continuación coger la vela que tenía grabada con sangre una media luna. —Les he pedido a los ancestros que me dieran la magia para deshacer el hechizo, como es Kado...— Explicó mientras soplaba la vela haciéndola ver a Astrid que el hechizo estaba roto, ya no había maldición. —Me lo han concedido.— Sonrió mientras se ponía a su lado. —Tenerte como esclava era algo propio de la antigua generación.— Explicó la bruja mientras la ofrecía la vela, la cual Astrid cogió mientras sonreía orgullosa de que Davina hubiera vuelto a ser la misma joven que conoció cuando las cosas cambiaron en la facción vampirica. —Te prefiero como amiga.— Garantizó mientras ambas sonreían, sabiendo que las mejores alianzas eran aquellas que se firmaban a raíz de los mismos intereses y de la lealtad y la amistad, y ambas brujas tenían las tres cualidades, lo que las convertía en dos criaturas poderosas y peligrosas

★★★

Lamento la tardanza por publicar tan tarde, pero mejor tarde que nunca.

Bueno es un capítulo que promete, porque tenemos un flashback. El motivo por el cual Astrid odia a muerte a Lucien, y os aseguro que ella hubiera sido capaz de romper su regla de matar solo por proteger a su hermana.

Como dato os diré que nadie en la familia lo sabe, es un secreto que las dos hermanas ocultaron. También para que Lucien tuviera más miedo, por que al final él resto hubieran cumplido con la amenaza, porque hablamos de Eliana a fin de cuentas.

Lo que más me gusto de la escena fue intentar reflejar la creencia que tenía Lucien sobre que Astrid no tenía voz dentro de la familia, básicamente por ser mujer, pero aquí todos sabemos que tiene más voz que el propio Klaus, y que les tendría a todos de su parte sin hacer el menor esfuerzo posible.

Pasando a las escenas con Davina, en esta temporada creo que reflejaron muy bien la presión a la que Davina estaba sometida, por que todos esperaban unas cosas de ella que iban en contra de sus ideales, pero me gustó que lo mostrarán, por que aveces nos llegamos a perder a nosotros mismos para complacer a los demás.

Por otro lado las escenas de ella y Astrid, es que son preciosas. Y me encanta el hecho de que la híbrida de abra a la bruja, si que es cierto que yo lo he escrito, pero son escenas que surgieron realmente solas, entonces me gusta que tengan ese toque como de una conversación normal y corriente.

Con la escena del ataque a Davina..., bueno entiendo su miedo, también es cierto que se lo busco y no hizo nada para evitarlo, pero al final la vino muy bien alejarse del aquelarre, aunque espero que Davina se vengara, como buena cuñada que es de Klaus Mikaelson y mujer de Kol Mikaelson. Las cosas malas también se pegan.

Y ya para terminar, la última escena, con la vela. Me pareció preciosa que mostrarán esa alianza y confianza (en la serie) con la representación de la vela, por que al final es más simbólico de lo que era. También quiero decir que me encantó saber más de las tradiciones de las brujas, me llegaron a parecer muy interesantes.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️