
CAPÍTULO 74: SHE'S MORE IMPORTANT THAN YOU THINK
—— SHE'S MORE IMPORTANT THAN YOU THINK ——
Mystic falls, dos meses atrás.
—Hola, lobita.— Sonrió Astrid al escuchar como Eliana la cogía el teléfono.
—Hola mamá.— Respondió la menor intentando mantener la calma con la esperanza de que su madre no supiera nada de lo que había ocurrido. —Hope esta en un examen, si quieres puedes llamar luego y así las dos hablamos contigo.— Sugirió Eliana mostrando que no quería hablar con su madre ella sola, lo que la hacía ver a Astrid que sí pasaba algo. Su hija podía ser una buena mentirosa, pero no la engañaba a ella.
—Lo se, por eso te he llamado ahora, he oído que ha pasado algo.— La reveló haciendo que la expresión de Eliana cambiará radicalmente al escucharla.
—Lo sabes...— Murmuró mientras la rubia agachaba la cabeza mirando hacia la página en blanco que tenía delante de ella.
—Oye, cielo se que puede ser duro. Pero volverte un vampiro no es tan agradable como puedes imaginar.— Aseguró Astrid sabiendo que el serlo podría traerla más problemas que soluciones, la inmortalidad no era tan bella como muchos podían llegar a creer.
—Preferiría no hablar de esto contigo por teléfono.— Admitió queriendo evitar aquella conversación o por lo menos prolongarla por un par de horas.
—Estas de suerte, estoy en Mystic Falls. En diez minutos estare ahí.— Sonrió su madre justamente antes de finalizar la llamada, haciendo que Eliana soltara un suspiró de frustración.
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—Me alegro de que hayas venido.— Sonrió Eliana mientras abrazaba a su madre, como si aquello pudiera protegerla de todos y cada uno de sus demonios.
—Yo también, os echaba de menos.— Admitió Astrid mientras la devolvía el abrazo. —Como te he dicho antes ser vampiro tiene pros y contras.— La indicó, mostrando que no iba a perder el tiempo, debían de afrontar aquel tema de forma inmediata.
—No veo que pueda ser tan malo, todos a excepción de la tía Freya, la tía Davina y Keelin sois vampiros.— Alegó Eliana sin comprender por qué su madre pensaba que no sería bueno para ella, la mayoría de las personas a las que conocía eran vampiros y no parecían estar tan descontentos con aquella condición, a la mayoría les gustaba.
—Cielo, el vampirismo te hace perderte de muchas cosas. Como la posibilidad de morir o incluso la de tener una familia propia, dos detalles que tu tía Rebekah quiere vivir.— La recordó su madre esperando que poniendo el ejemplo de su tía la sirviera para convencer a Eliana de que aquello era un grave error que no debía de cometer.
—Tu te quedaste embarazada, dos veces.— Puntualizó Eliana sin comprender por qué la decía aquello, sus padres eran híbridos, y habían conseguido tener dos hijas, ¿porque con Hope y ella no iba a ser diferente? A fin de cuentas seguirían siendo mujeres lobo.
—Sí, pero porque soy medio lobo y ni se sabía que esto podía ser posible. Pero esta no es la salida, Eliana. Entiendo que ahora lo creas así pero no lo es, no cuando eres tan joven.— Sentenció su madre sabiendo que no era lo mejor, todavía era muy pequeña y debía de aprender muchas cosas. Si se volvía un vampiro o un tri-hibrido con sus acciones podía terminar siendo como su padre o peor, podía terminado apagando su humanidad, y nadie de la familia Original quería que eso pudiera suceder.
—Es que...— Empezó a decir mientras agachaba la cabeza intentando evitar llorar. —Lizzie lo sabe, sabe quien es mi padre y lo que Hope y yo somos, y temo que lo diga. Soporto las bromas, los cuchicheos e incluso las humillaciones, pero no quiero que de ahí pase a Hope. Ella no es como yo, y no quiero que la haga daño.— Explicó mostrando que lo único que quería era proteger a su hermana, aunque eso pudiera ser un error. La codependencia o la necesidad de proteger a alguien constantemente podían acabar destruyendola, y Astrid no quería eso, ella era la madre y su deber era cuidar de sus hijas, no relegar su función en alguna de las dos o en las dos.
—Tu hermana es más fuerte de lo que crees Eliana.— La recordó sabiendo que aunque Hope podía ser mas inocentes y dulce que su hermana pequeña era tan fuerte como todos los miembros de la familia Original. —Pero entiendo lo que quieres decir, por eso he hablado con Alaric y ambos hemos llegado a una solución.— Empezó a decir haciendo que Eliana alzará la cabeza mirando sorprendida a su madre.
—¿Y eso implica que me quede?— Preguntó, mostrando que no estaba nada cómoda si se debía de quedar allí.
—¿No quieres quedarte?— Preguntó Astrid viendo que las cosas no eran tan sencillas como Alaric y ella había podido prever.
—No quiero ver la cara de las personas que eran mis amigos y mi novia y que son quienes se burlan de mí. Este sitio ha sido como un hogar, pero yo no me quiero quedar aquí, mamá. Cualquier lugar en el mundo es mejor que esté, donde constantemente llega un rumor nuevo sobre papá, y lo único que quiero hacer es pegarles, hacerles daño.— Explicó mostrando la rabia que tenía contenida y el incontrolable deseo de matar para poder romper la maldición.
—Si eso es lo que quieres no me opondre, hablaré con Alaric para que haya una forma de que no pierdas el curso, y seguro que Freya, Vincent y Davina estarán encantados de enseñarte.— Sonrió haciendo que Eliana sonriera al ver que su madre entendía sus deseos de marcharse de la escuela.
—Gracias.— Sonrió mientras la abrazaba.
—¿Por qué cielo?— Preguntó sin comprender porque la estaba agradeciendo que la dejara irse.
—Por entenderme y no juzgarme a pesar de que a veces me meta en más líos de los que debería.— Admitió sonriendo.
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Nueva Orleans, actualidad.
—No sabía que seguirías aquí.— Comentó Klaus al ver a Eliana sentada en las escaleras con la guitarra entre sus manos, como si aquello pudiera servir de algo, como si en cualquier momento su madre fuera a aparecer por la puerta como sino hubiera ocurrido nada.
—Deje la escuela, ¿lo recuerdas?— Le recordó con una expresión de pocos amigos, mientras evitaba mirar a su padre.
—Me refería a que siguieras despierta.— Respondió Klaus sabiendo que no podía hacer nada por mantenerse alejado de Eliana, porque ella ya se encargaba de que entre los dos hubiera una capa de frialdad.
—Hope me tiene que enviar el mensaje de que ha llegado, y no puedo dormir.— Se limitó a decir mientras mantenía su mirada en su teléfono, a la espera de que llegara a un mensaje o de que Hope la hablará con su inusual habilidad, cualquier cosa la servía para que por lo menos la preocupación desapareciera, pero nada lo haría hasta que su madre regresará sana y salva a casa.
—Supongo que debería de hablar contigo.— Suspiró Klaus sabiendo que debía de tener con ella la conversación que había evitado por años, esa misma conversación que Astrid en más de una ocasión le había suplicando que tuviera pero que siempre se había negado.
—¿Sobre lo que vi con siete años? No hace falta ninguna explicación, no soy Hope.— Respondió mostrando que no necesitaba que la explicará su comportamiento o el simple hecho de que fungiera que no tenía hijas.
—Os protegía al distanciarme.— Empezó a decir creyendo que de esa forma podría hacerla entender porque cortó toda comunicación con ellas. —El horror que vi en tus ojos aquella noche cuando me viste se me ha quedado gravado.— Admitió mostrando lo avergonzado que estaba por saber que su hija le hubiera visto tal y como era, había visto al monstruo y eso le destrozaba.
—Tenia siete años, y vi aquel monstruo horrible que se parecía a mi padre, el que nos enseño a mezclar pinturas a mi hermana y a mi y que nos llama princesas. No sabía con qué versión quedarme, y no se lo dije a nadie. Pasé años teniendo pesadillas sobre ello, esperando a que vinieras a explicármelo o disculparte o que nos dijeras que nos querías. Te esperamos durante años, hasta que la única que se ha quedado esperando ha sido Hope, yo perdí la esperanza al saber que nunca ibas a aparecer.— Se limitó a decir haciendo que Klaus suspirase al escuchar que él había sido el monstruo de sus pesadillas, pero también la decepción de sus hijas pues ahora era consciente de que las había hecho daño de una forma diferente pero también similar a la que sus padres les hicieron.
—En mi experiencia los padres te hacen daño, ya sea con su presencia o con su ausencia, existe un dolor que sólo un padre puede provocar.— Explicó mientras la miraba arrepentido de que la historia se hubiera repetido, pero era algo inevitable, su mayor miedo era ser la misma clase de padre que Mikael había sido. —Y tu... eras muy pequeña, y ambas erais unas niñas muy dulces... Siempre supe que estaba destinado a romperos.— Garantizó creyendo que todo lo que había pasado era por su culpa, pero algunos problemas venían de otro lado.
—Hope es más fuerte de lo que crees, y no está rota, esta dolida. Y entiendo porque ha hecho eso, pero no tienes derecho a juzgarnos.— Sentenció mostrando que pasara lo que pasará siempre defendería a su hermana, incluso si a veces tomaba decisiones equivocadas.
—¿Qué pasó para que te fueras?— Preguntó el híbrido queriendo saber cuál había sido el motivo por el que había dejado una escuela donde estaría protegida y donde podía ser normal a pesar de su triple condición.
—Yo salía con Lizzie Saltzman...— Empezó a decir algo incómoda, principalmente por la historia que compartía el padre de Lizzie con el suyo, una historia no muy bonita donde ambos eran grandes amigos.
—No sabía que...— Empezó a decir algo sorprendido, pero a pesar de ello lo aceptaba, si su hija era feliz le bastaba.
—¿Qué me gustan las chicas?— Preguntó Eliana con obviedad. —Soy bixesual, Josh y la tía Freya me ayudaron a comprender que no era un error.— Explicó mostrando que siempre había estado apoyada por personas que la querían. —Ella se enteró de que eras mi padre, y bueno irónicamente no pasó nada. Hasta que me canse de como trataba a Josie, su hermana y mi mejor amiga.— Aclaró mostrando que al igual que su madre, siempre intentaba ayudar a los demás, y más si eran importantes para ella, aunque eso suponiera discutir con la persona a la que más quería. Aquello le hizo ver a Klaus que Eliana no sólo se parecía a su madre físicamente, sino que también intentaba luchar contra el hermano abusador. —Después la escuela se volvió una pesadilla, se metían conmigo, me hacían bromas, incluso me amenazaban. Hope estaba conmigo siempre para que no me hicieran nada, me animaba a que dijera que ocurría nada, pero... fue a peor.— Comentó mientras agachaba la cabeza y jugaba con la pulsera que su tío Leonidas la regaló cuando era pequeña. —Y Alaric me detuvo antes de que hiciera una estupidez.— Añadió evitando dar más detalles y recordar aquella pesadilla. —Mamá y él decidieron que habría una historia para explicar mi ausencia, una pelea y una expulsión. Así por lo menos ya no existiría la vergüenza de que me acusaran solo por ser hija de mis padres.— Terminó de decir sabiendo que Lizzie la había hecho todo aquello solo por que su padre era Niklaus Mikaelson.
—¿Qué es lo que casi llegas a hacer?— Preguntó Klaus con cierto temor, aunque sabía perfectamente la respuesta.
—Entiendo porque Henry le pidió sangre a mi hermana, quería ser superior a sus abusones. Y yo llegué a pensar que si me volvía un vampiro todo mejoraría, sería un hereje y tal vez no tardando una tri-híbrida por completo. Por suerte Hope y Josie actuaron a tiempo.— Admitió sonriendo al darse cuenta de que tenía una hermana y una mejor amiga que siempre harían todo lo posible para ayudarla. —Los hombres lobo y los vampiros en la escuela pueden ser crueles, pero ¿las brujas? Son sociopatas en potencia.— Garantizó haciendo sonreír a su padre. —Además, la escuela se ha librado de lo que ellos llamaban "villana en potencia".— Añadió mientras ponía los ojos en blanco, ya que ella no se consideraba mala a pesar de descender de una familia llena de villanos.
—Te diré algo, nuestra familia siempre será vista como villanos, monstruos que solo hacemos cosas egoístas por nosotros mismos y que destruimos vidas. No importa que tan buena persona seas, todos somos los malos en la historia de alguien, así que disfruta de ese papel y se un villano memorable.— Garantizó Klaus haciendo sonreír a Eliana con aquel comentario, pues era algo que en el fondo pensaba. Si debía de ser la mala de la historia, sería la bruja más malvada que cualquiera hubiera conocido, a fin de cuentas ser el malo de la historia parecía estar en su ADN.
★★★
Creo que sin duda en este capítulo conocemos más de lo que Eliana es capaz de hacer, pero también tenemos ese punto donde ve con otros ojos a su padre, donde Klaus se da cuenta de que debe de proteger a su hija incluso de si misma, como ocurrió con Astrid.
Primero quiero mencionar el gif, el cual me encanta, porque es perfecto. Literalmente ambas son maravillosas actrices que verdaderamente aparentar ser madre e hija.
La primera escena..., bueno al final Astrid fue la figura presente, y para Eliana es más que una madre, es la que la ha dado la oportunidad de ser ella misma y que no la ha juzgado. Eliana teme ser como Klaus, ya que sabe que ha heredado su impulsividad, es por ello, por lo que quiere hacer bien las cosas, pero no siempre salen bien.
Con respecto a porque sale con Lizzie y no con Josie. Principalmente esta influenciado por la personalidad que ambas muestran en Legacies, sin duda Eliana se sentiría más atraída por Lizzie, además de que me parecía más cliché usarla a ella que a Josie, también porque soy fam de Hope y Josie.
El hecho de que Lizzie la hiciera bulling viene influenciado por la actitud de Eliana, el querer ser la bruja alfa (por decirlo de alguna manera) y los rencores, al final Klaus amable no fue. Y puesto que con Hope no se atreve porque es una primogénita Mikaelson y que sabe que Eliana la mataría, ataca directamente a Eliana, haciéndola sentir débil e imponente.
La escena con Klaus, bueno en realidad creo que es una escena sumamente importante para padre e hija. Klaus descubre cosas de su hija que no sabía (y que obviamente acepta) pero también descubre de la impotencia y la desesperación. Por eso entiende, de alguna forma, porque Eliana necesita tanto a su madre o porque respondió así.
Astrid estuvo a su lado cuando nadie más podía estarlo, Astrid sabía de lo que podía llegar a hacer; y Eliana sin su madre es un barco sin capitán.
La escena del final..., solo Klaus la podía dar un consejo de villano a una villana en potencia. Y creo que ahí es cuando las cosas cambian para ambos. Porque ahí Eliana comprende que no está mal ser como su padre, es lo que la hace ser ella; pero también es lo que necesitaba, estar con Klaus y que la apoyara.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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