—— THE HOLLOW ——

—¿Qué haces aquí escondida?— Preguntó Astrid a Eliana, la cual estaba debajo de su cama, como si se estuviera escondiendo de algo o mejor dicho de alguien.

—Nada.— Mintió la niña, haciendo que su madre frunciera el ceño confundida, principalmente porque ninguna de las dos tenían tendencias a mentir, y que la mintiera fue extraño, pues aquello predecia que podía suceder algo.

—¿Estas jugando con Hope?— Preguntó Astrid apartando a un lado aquel detalle, creyendo, por un momento, que las dos hermanas estaban jugando al escondite.

—Sí...— Respondió con un cierto punto de duda, lo que originó que su madre la mirase más confundida, ya que la niña no parecía estar segura de, absolutamente, nada.

—Oye, si te preocupa algo...— Empezó a decir su madre creyendo que Eliana actuaba así, porque aún temía que el vacío, de alguna forma,  estuviera allí, y aunque la híbrida quisiera creer que aquel mal había desaparecido para siempre, algo la advertía de que eso no era así.

—No pasa nada.— Sentenció Eliana justamente cuando volvía a meterse debajo de su cama, haciendo que Astrid se fuera y se dirigiera a la habitación de Hope.

—Hola, cielo, ¿estas dibujando?— Preguntó sin entender porque Eliana la había mentido, pero lo que más la preocupaba era el extraño comportamiento que Hope estaba teniendo.

—Sí.— Se limitó a decir la niña, haciendo que su madre se acercara a ella y viera el cuaderno en blanco.

—¿Y qué se supone que es? ¿Una tormenta de nieve?— Preguntó intentando hacer reír a la niña, pero esta se mantuvo en la misma posición y con la misma expresión. —Yo también he pasado por etapas donde la inspiración no llegaba, a veces ayuda hacer otras cosas, la inspiración llega en los momentos que menos lo esperas.— La explicó mientras se sentaba a su lado y cogía el cepillo que había sobre su mesilla de noche. —Bueno, ya que los problemas son cosa del pasado, podríamos hablar de lo que va a pasar ahora. Se que tanto tú como tú hermana queréis una vida normal, con amigos, colegio, arte, deporte y...— Empezó a decir, observando que la actitud de ambas niñas era extraña, por un lado Hope parecía estar en su propio mundo, donde apenas era consciente de lo que la rodeaba; y por otra parte estaba Eliana, la cual parecía estar asustada. —Oye, ¿estas bien?— La preguntó esperando que una de las dos la dijera que era lo que estaba pasando, por qué era completamente evidente de que sucedía algo.

—Estoy bien.— Se limitó a decir Hope.

—Cielo, si te preocupa el vacío tranquila, ahora está todo bien. Te lo prometo.— Insistió Astrid creyendo que el comportamiento de ambas se debía al vacío, y sí era por ello, pero no por los motivos que ella creía.

—¿Puedo seguir dibujando?— Preguntó la niña, siendo ésta la única vez que giro su cabeza para mirar a su madre, la cual la miró algo extrañada pues había algo en todo aquello que no la cuadraba, y eso solo hacía que su sexto sentido relacionado con los problemas se activara.

—Sí, claro.— Respondió la híbrida mientras se marchaba, encontrándose en el pasillo a Eliana, la cual seguía llevando el collar que la noche anterior la había dado su madre y del que había decidido no desprenderse.

—¿También está rara contigo?— Preguntó la menor, la cual seguía en su habitación, pero había sacado la cabeza para prestar atención a la actitud de su hermana mayor con su madre, y con aquella conversación tan extraña solo hacía que confirmar las sospechas de la menor.

—Actúa de una forma siniestra, casi espeluznante.— Admitió su madre mientras se acercaba a ella, sin apartar la mirada de la habitación de la mayor.

—¿Hope se va a poner bien?— Preguntó Eliana haciendo que su madre la mirase continuidad al ver que ella aprecia saber algo.

—¿Por qué dices eso?— Quiso saber Astrid mientras se ponía a su altura para que la niña la mirase.

—Esta rara, fría.— Admitió mostrando que de alguna forma tenía miedo a su propia hermano.

—El vacío se fue, ya no volverá.— La tranquilizó su madre creyendo que aquel temor se debía a todo el caos que Inadu había provocado con su deseo de regresar a la vida mil quinientos años después de su muerte.

—¿Estas segura?— Preguntó Eliana mientras se cruzaba de brazos, mostrando que ella no estaba segura de que la amenaza de Inadu hubiera desaparecido con la facilidad con la que su madre afirmaba que había sido.

—Busca a la tía Freya, yo voy a buscar una cosa de Hope.— La pidió dándose cuenta de que la niña tenía razón, habían matado al cuerpo físico del vacío, pero ¿que pasaba con su espíritu? Podía existir la posibilidad de que este siguiera allí, rondando a posibles víctimas e incentivando a sus fieles seguidores a cometer actos crueles y sanguinarios.

—Mamá, ¿que pasa sino podemos ayudarla?— Quiso saber la pequeña, mostrando que comprendía por que su madre quería que fuera a buscar a Freya, y eso se debía a que podía existir la posibilidad de que el vacío hubiera encontrado un huésped al que nadie haría daño, y ese huésped se trataba de nada más y nada menos que de Hope Mikaelson.

—¿Por qué dices eso?— Inquirió la rubia al no entender porque su hija pequeña creía que su hermana no podía ser salvada.

—Se que hay brujos que se dejan llevar por la oscuridad, ¿que pasa si a Hope la pasa eso?— Quiso saber haciendo que por unos segundos a su mente viajará la muerte de Tyrion, murió por culpa del vacío pero también porque se había dejado llevar por la oscuridad, y era evidente de que no iba a dejar que su hija corriera un destino similar o igual al que él y muchos brujas anteriores y posteriores tuvieron.

—Te prometo que no la va a pasar nada, ¿si?— La tranquilizó su madre haciendo que la niña la abrazara, mientras Astrid intercambiaba una mirada con Taylor, la cual había escuchado la conversación y comprendía lo que su hermana mayor la estaba pidiendo con la mirada.

—Ven, ya que Hope no juega contigo jugaré yo.— Sonrió Taylor mientras Eliana se agarraba de su mano y ambas entraban en la habitación de la menor, para después su tía cerrar las puertas, creyendo que de esa forma podría protegerla de todo lo que pudiera suceder.

—¿Qué pasa?— Preguntó Freya al ver que Astrid salía de la habitación de Hope con su cepillo para el pelo.

—Llevo toda la mañana pensando en lo que pasó anoche, el vacío me tenía, pudo matarme pero no lo hizo. Se llevó mi sangre y se fue, ¿por qué?— Comentó Astrid mostrando que de alguna forma aquello no había terminado, y de ello debían de haberse dado cuenta la noche anterior, no ahora que el peligro podía ser irreversible y permanente.

—La sangre se puede usar para muchas cosas, hechizos de seguimiento, de curación, hechizos de...— Empezó a decir sabiendo perfectamente que Astrid sabía para que se podía usar la sangre.

—Vinculación.— La interrumpió. —Pero no se ha vinculado a mi.— Añadió con certeza mientras la mostraba el cepillo para el pelo de Hope. —He cogido esto de la habitación de Hope, haz una lectura y dime que tipo de energía notas.— La pidió haciendo que Freya cogiera el cepillo para hacer el hechizo el cual duro menos de un segundo, pues rápidamente le soltó.

—Es la magia del vacío.— Sentenció con firmeza, haciendo que la expresión de la híbrida cambiará al escuchar sus palabras ya que eso solo anticipaba que su enemiga no había muerto, sino también que los problemas habían crecido de forma considerada.

—La sangre de los Labonair iba a matarla.— Alegó la híbrida sin comprender como podía haber poseído a Hope cuando se suponía que era una Labonair.

—A menos que accediera a tu sangre deliberadamente y encontrará como vencer su poder y usarla a su favor.— Explicó Freya comprendiendo porque había huido en cuanto tuvo la sangre de Astrid, todo había sido parte de su plan para adquirir un cuerpo definitivo donde poder seguir con sus macabros planes.

—Sabe que no le haría daño a mi hija.— Suspiró Astrid con frustración mientras se quedaba pensando, debían de hacer algo para detener al vacío, debían de hacer algo para salvar a Hope, ¿pero el que?

—¿Qué hacemos?— Preguntó Freya sabiendo que debían de actuar de forma inmediata, sobretodo para impedir que aquella posesión fuera de forma permanente.

—N-no lo se.— Murmuró Astrid mientras se quitaba el pelo de la cara, y miraba a la mayor de los Mikaelson con una expresión de desesperación.

—¿Solo tiene a Hope?— Preguntó Freya sabiendo que si había conseguido acceder al cuerpo y a la mente de la niña, también existía la posibilidad de que entrara en el cuerpo de Eliana, mostrando la posibilidad de tener dos cuerpos con los que jugar, engañar y hacer más daño del que ya hacía.

—Sí, anoche Eliana seguía asustada por el vacío, y la di el collar de mi madre. Es la única que puede acceder al poder que hay en él y que la protegerá de una forma...— La tranquilizó la híbrida aliviada de que la niña hubiera ido a ella con aquel terrible presentimiento, pues puede que gracias a que su madre la había dejado el collar podría salvarse de la crueldad del vacío.

—Diferente y efectiva por el tipo de magia, ¿no?— Asumió esperando que la diferencia de poder fuera la única forma de protegerla.

—Sí...— Murmuró Astrid esperando que el collar fuera lo suficientemente fuerte como para protegerla.

—Vale, bien, tu busca mi collar, yo prepararé todo lo demás.— La indicó Freya mientras las dos se marchaban para preparar todo.

—Hola, cielo.— Dijo la híbrida con tranquilidad al observa a Hope sentada delante del ajedrez. —Por que no llevas el ajedrez abajo y jugamos una partida.— La propuso mientras la niña la miraba fijamente. —Buscas tu el sitio mientras hago algo para picar.— Añadió justamente cuando Hope sonreía indicándola que ya no era Hope. —Devuélveme a mi hija.— La pidió entre dientes. —Me da igual el tiempo que lleve o lo que tenga que hacer, recuperaré a mi hija.— Sentenció con firmeza mientras Inadu se levantaba.

—No lo harás, Hope sigue luchando pero pronto se rendirá, y cuando el símbolo esté completo estaré en su cuerpo para siempre.— Sonrió divertida mientras la mostraba la marca que estaba en su antebrazo, la cual empezaba a mostrar el símbolo de la serpiente comiéndose su propia cola. —No me harás daño, soy tu hija. No puedes.— La recordó mostrando que había encontrado el cuerpo perfecto, el cuerpo al que nadie de la familia Original haría daño y que protegerian creyendo que de esa forma podría existir la posibilidad de traerla de vuelta.

—Inadu.— La llamo Freya mientras la echaba unos polvos que la empezaron a adormecer.

—¿Cuanto tiempo tenemos?— Preguntó Astrid mientras la cogía en brazos y la tumbaba sobre un sofá.

—Cuando rompa el hechizo de sueño no estará contenta, tenemos que darnos prisa.— Sentenció Freya mientras las dos se marchaban para preparar todo.

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—Hope sigue inconsciente, ¿crees que funcionara?— Preguntó Astrid mientras Freya preparaba su collar.

—El colgante se hizo para guardar las almas de los Mikaelson, guardará la de Hope. Lo arregle como pude.— La explicó justamente cuando este estallaba, haciendo que ambas mirasen hacia la entrada, donde Inadu se encontraba.

—Qué valiente, pero Hope me pertenece.— Sonrió con diversión mientras hacía uso de la magia y lanzaba a Freya contra la pared dejándola inconsciente.

—Por encima de mi cadáver.— Sentenció la híbrida dirigiéndose hacia ella, pero pronto supo que aquella era una ilusión ya que traspaso el cuerpo de la bruja.

—Como quieras.— Sonrió mientras la atacaba.

—Hope se resistirá.— Garantizó Astrid sabiendo que su hija era mucho más fuerte.

—Noto su amor por ti, es una pena que no sea suficiente.— Comentó con burla justamente cuando cogía un trozo de madera, y se le clavaba a Astrid en el pecho.

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—Hope, ¿estas bien?— Preguntó Eliana al ver aparecer a su hermana, la cual había dormido a Taylor. —¿Por qué has hecho eso?— Preguntó sin comprender por qué había atacado a su tía.

—Solo está dormida, venga vamos.— La indicó su hermana mayor mientras la ofrecía su mano.

—Pero no nos dejan salir solas.— Alegó la pequeña mostrando que no confiaba, del todo, en su hermana mayor.

—No estamos solas nos tenemos a nosotras, ¿acaso no confías en mi?— Inquirió mientras la miraba ofendida.

—Sí que lo hago.— Sonrió la niña.

—Venga, vamos.— La animo una vez más su hermana mayor.

—¿Y a donde vamos?— Preguntó Eliana mientras la agarraba de la mano.

—A jugar, va a ser muy divertido.— La animo haciendo que la pequeña sonriera. —Y a hacer magia.— Añadió.

—Tampoco nos dejan hacer magia sin la tía Freya, mi magia no es como la tuya.— La recordó, esperando que su hermana recordará que ella seguía aprendiendo a controlar su poder.

—Lo se, pero yo te puedo ayudar, ¿si?— Insistió haciendo que Eliana la mirase sorprendida.

—¿De verdad?— Inquirió sin darse cuenta de que aquella en verdad no era Hope.

—Claro, para algo soy la mayor. Mi obligación es cuidar de ti, por y para siempre.— La recordó sonriendo, justamente cuando ambas salían del complejo.

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—¿Dónde está?— Preguntó Astrid una vez que se despertó y se había quitado la estaca que tenia en el pecho.

—No he podido saberlo, Hope se ha ido.— Admitió Freya con frustración.

—¿Qué?— Inquirió la híbrida sin entender a qué se refería, porque la frase "se ha ido" tenía demasiados significados.

—Ahora es el vacío.— Suspiró Freya sabiendo que debían de hacer algo.

—Y se ha llevado a Eliana con ella.— Intervino en ese momento Taylor la cual acababa de despertar del hechizo de sueño.

—Debemos de encontrarlas.— Sentenció en ese momento el noble. —Vincent seguro que podrás sacar al vacío...— Empezó a decir creyendo que aún existía alguna posibilidad.

—Elijah, sí fuera tan fácil sacarla sin más no estaría aquí hablando contigo. No tengo donde meterla.— Les reveló esperando que fueran conscientes del problema que tenían. —Ha destruido el libro, y era lo único con bastante poder como para albergar su espíritu.— Explicó sin saber que más iban a poder hacer para detener al vacío y encerrarlo para siempre.

—Tiene que haber otra manera.— Sentenció Taylor con firmeza.

—Vincent.— Le llamó Freya mirándole con desesperación.

—No conozco ninguna otra.— Admitió el brujo haciendo que Astrid se marchara.

—¿A donde vas?— Preguntó Elijah sabiendo que ahora la híbrida se estaba dejando llevar por sus impulsos y por su instinto maternal.

—A buscar a mis hijas.— Sentenció con obviedad mientras se daba la vuelta y le miraba con una expresión en la que evidenciaba que haría todo lo posible, así como evitaría que cualquiera se interpusiera en su camino.

—¿Como piensas hacerlo?— Quiso saber el noble, ya que no existía forma alguna de detener al vacío.

—Se me ocurrirá algo.— Se limitó a decir mientras se marchaba en busca de las dos hermanas.

★★★

Mamá oso al ataque.

De verdad os lo digo sacar el lado más violento de Astrid es lo que más me gusta por que siempre hay una justificación, siempre es para proteger a alguien. Antes a sus hermanos y ahora a sus hijas. Y sabemos que por sus hijas prácticamente sería capaz de matar hasta a Klaus (no lo hará que os veo venir)

Admito que Inadu fue inteligente poseyendo a Hope, ya que sabía que era un ser muy poderoso y que nadie la haría daño, y de hacerlo los vampiros más viejos y peligrosos la protegerían.

Pero claro hay algo que no tiene en cuenta y es que esa familia lucha con uñas y dientes, y que son bastante recorosos. De hecho Eliana lucharía por su hermana con tal de protegerla.

Ay me muero de que veáis su relación de hermanas, os va a encantar.

Sinceramente no sé mucho más que deciros del capítulo, en verdad estoy deseando terminar esta parte, porque se vienen cositas.

Aunque puedo deciros que habrá un par de capítulos al final donde veremos a Klaus, Astrid y sus hijos (puede que en un futuro haya un mini klaus) actuando como una familia. Así que si alguna quiere ver alguna escena surrealista y echarse unas risas riendo soy todo oídos porque tengo pocas ideas para esos capítulos, solo se que deben de existir.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️