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CAPÍTULO 62: NEVER PUT THEM IN DANGER

—— NEVER PUT THEM IN DANGER ——

—Llevo toda la noche buscándote.— Comentó Astrid al encontrar a Leonidas, el cual al ver a su hermana supo exactamente por lo que estaba allí, y su rostro reflejaba, con claridad, que no tenía la intención de ser amable.

—Ya recibí una paliza de Klaus, prefería ahorrarme tu sermón.— Respondió mientras ponía los ojos en blanco, haciendo que su hermana mayor le mirase con una expresión de pocos amigos. Expresión que en ese instante le hizo ver a Leonidas el gran parecido que su hermana mayor compartía con su madre, pero también de alguna forma le hizo recordar a su padre, y eso fue más escalofriante.

—Pues espero que "mi sermón" te ayude en el futuro, hermano.— Comentó su hermana mientras se ponía delante de él cortándole el paso. —La próxima vez que pongas a mis hijas en peligro seré yo la que te de una paliza, por una vez me dará igual que seas o no mi hermano. Mis hijas son más importantes que tu.— Le advirtió Astrid mientras sus ojos se volvían de color dorado, gesto que evidentemente no pasó desapercibido por parte de su hermano, ya que asumió que aquel gesto era una clara amenaza por parte de su hermana.

—Vamos, As. Lena era tu mejor amiga, y Davina fue como una aprendiz para ti, debes de entender por qué Kol y yo hicimos lo que hicimos.— Insistió Leonidas sabiendo que con su hermana podía razonar, o por lo menos hacerla entender porque habían llegado hasta aquella desesperada decisión.

—¿Acaso habéis sido conscientes del peligro que han corrido? Las pulseras bloquean la unión con la magia, y eso también significa que bloquean la unión con el vacío. Las dos son las últimas Labonair con vida.— Le recordó con la esperanza de que se diera cuenta de que las pulseras eran lo único que separaba al vacío de las dos niñas, aunque ahora, para Eliana, se añadía el collar de Carina, pero aún así Hope estaba desprotegida y el único objeto que la hacía pasar desapercibida para cualquier tipo de magia era la pulsera que había estado llevando desde hacía cinco años.

—Se a lo que las he expuesto, aunque no lo parezca también me importan. Además, hice lo mismo que tú hubieras hecho en mi lugar. ¿Y si en vez de ser Yelena hubiera sido nuestra hermana?— Alegó Leonidas haciendo que la expresión de Astrid cambiará al recordar aquel encuentro, tan perturbador, que había tenido con "su hermana". Puede que fuera el vacío, pero aún así la había dolido tener que matarla mirando a un rostro que era exactamente igual al de su hermana pequeña.

—La cosa es que nuestra hermana lleva muerta años, y la gran diferencia es que yo se cuales son mis prioridades.— Sentenció con firmeza omitiendo todo lo que había pasado, de hecho no se lo había contado a nadie. Por qué entonces mostraría que había un punto débil, y lo último que la híbrida quería mostrar a su enemigo era la posibilidad a ser vulnerable.

—La Astrid que yo conocí hubiera hecho todo lo posible por traer de entre los muertos a todas las personas que ha perdido.— Murmuró Leonidas sorprendido de que su hermana le estuviera recriminado un acto que ella misma hubiera llevado acabo.

—La desgracia es que esa Astrid que recuerdas no le tuvo que arrancar el corazón a una ilusión de su hermana.— Respondió finalmente mostrando no solo lo enfadada que estaba, sino lo furiosa que estaba, pero no con su hermano sino con el vacío por jugar con ella de una forma tan macabra como había sido aquella.

—Espera, ¿que? ¿Cuando?— Preguntó el vampiro preocupado por lo que estaba escuchando, ya que sabía lo difícil que eso podía haber sido para ella, también hubiera sido difícil para él.

—Ah, sí. Cuando vosotros estabais usando a mis hijas para el hechizo, el vacío literalmente se había metido en mi cabeza haciendome ver a Eliana, la cosa es que por lo menos se como ella actuaba y no era así. Pero ¿que importa? El vacío ha caído, es lo que me interesaba.— Respondió restándole importancia y actuando como si aquello no la importaba, pero lo hacía y Astrid empleaba todas sus fuerzas para fingir que no era así, que la satisfacción había llegado cuando había matado a Inadu, pero todos sabían que esa pelea no había terminado, por mucho que a todos les gustará pensar que era así era evidente de que las cosas no habían hecho más que empezar.

—Estas enfadada por lo que te ha hecho, pero no es tu culpa...— Empezó a decir su hermano, intentando encontrar las palabras adecuadas para hacer sentir mejor a su hermana, pero como ya había mostrado la híbrida, ella no estaba dolida, ella aún estaba sedienta de venganza.

—No me estoy culpando, Leonidas. Esa cosa está jugando con todos nosotros, y entiendo que tu y Kol quisierais salvar a Yelena y a Davina, pero el vacío os estaba usando y no con ellas. Sabe el largo historial conflictivo que está familia tiene entre sí, y era más que evidente que lo que buscaba era un enfrentamiento entre nosotros, con la esperanza de que alguien, como eventualmente suele ocurrir, terminara muerto.— Explicó Astrid sorprendida de que su hermano no hubiera sido consciente de cuales eran los verdaderos objetivos del vacío, pero ambos dejaron de ser conscientes cuando vieron que a su alcance estaba el poder recuperar a las personas que querían para poder volver a ser felices, emoción que ambos se merecían sentir.

—¿Y qué quieres que haga? ¿Qué pida disculpas solo por hacer algo que creía y que es correcto?— Inquirió Leonidas sin comprender cuál era el objetivo de su hermana, ya que no sabía si estaba enfadada, si no lo estaba o si aceptaba, muy a regañadientes, la decisión que habían tomado al pedir ayuda a las dos hermanas.

—Lo correcto es que hubieras tenido la confianza en mí como para decirme que era lo que pasaba, no haberme ocultado la verdad como si fuéramos dos niños pequeños. De haber sabido que el vacío las había traído de vuelta no hubiera puesto objeción alguna en que hubierais pedido ayuda a las niñas, pero esa es la cosa, Leo, no tuviste confianza en mi.— Explicó su hermana, mostrando cual había sido el problema de su hermano e irónicamente él había sido el que había optado por ocultarla la verdad, cuando al parecer la mejor decisión hubiera sido la contraria, decirla la verdad.

—¿Y qué querías, que te pidiera permiso? Tu las has usado para crear dagas que maten al vacío, y Freya para que Taylor entrara en la mente de Elijah. ¿Y lo mio es incorrecto?— Inquirió el vampiro sin comprender por que todos podían usar a Hope y a Eliana junto a sus habilidades, pero cuando ellos querían hacer uso de ellas las reacciones habían sido completamente opuestas.

—Lo incorrecto es que has ayudado al vacío, a cambio ella ha traído de entre los muertos a Davina y a Yelena.— Puntualizó su hermana mostrando lo muy decepcionada que estaba por las decisiones que su hermano había tomado. —Además, de que si he decidido que mis hijas fueran parte de ello es porque yo soy su madre, y no he hecho nada que no quisieran. Y se que os han ayudado encantadas, pero como ya te he dicho, actuar a escondidas, dejar encerrados a Marcel y a Rebekah y ayudar al vacío no era la forma correcta.— Sentenció justamente cuando Yelena se acercaba a los dos, viendo que la híbrida no estaba, precisamente, de buen humor, y era lógico que estuviera enfadada pero también debía de dejar aquellos sentimientos a un lado y aceptar que por lo menos Yelena y Davina tenían una segunda oportunidad.

—Entonces creo que ha sido un mal momento para venir a verte, ¿no?— Intervino la vampira, haciendo que los dos hermanos se dieran la vuelta, haciendo que Astrid sonriera al ver que ella estaba en perfectas condiciones, ya que aunque no aceptaba lo sucedido, sí estaba contenta de que ambas hubieran vuelto.

—Me alegro de que estés bien, Lena.— Sonrió Astrid mientras se acercaba a ella y la abrazaba, mostrando que a pesar de todo se alegraba de que estuviera bien y de que hubiera vuelto.

—A veces pienso que eres bipolar.— Se quejó su hermano sorprendido por el cambio de actitud de su hermana, ya que hacía tan solo unos instantes se debatía entre pelearse contra él como dos niños, o mantener la compostura como los adultos que se suponía que eran.

—Astrid tiene razón, Leo. Debías de haber confiado en ella, además de que te lo dije.— Alegó Yelena apoyando la postura de Astrid respecto a que no la había tenido la confianza que ambos siempre se habían tenido mutuamente.

—Deberíais de iros de la ciudad.— Dijo finalmente la híbrida, haciendo que los dos la mirasen sorprendidos por lo que había dicho, ya que ninguno se lo esperaba en absoluto.

—¿Qué? ¿Por qué?— Preguntó el Original al no comprender por qué su hermana les estaba pidiendo que se fueran, ya que el único que podía hacerles algo era Klaus, pero estando Astrid de parte de ellos podrían mantener a ralla lo que podría ser una futura cólera.

—Aunque el vacío esté muerta, sus seguidores siguen con vida y buscarán la forma de que vuelva, es algo inevitable y puesto que no pueden matarnos a los demás...— Empezó a decir mientras centraba su mirada en Yelena, la cual era la más vulnerable y un punto perfecto que podían usar para hacerles daño, y aquello mostraba que Astrid no estaba dispuesta a perder, por segunda vez, a la vampira que siempre la había estado ayudando.

—Intentarán usarme a mi de nuevo como objeto de venganza, como hizo Lucien.— Asumió la morena al comprender por qué Astrid la estaba sugiriendo que se fueran los dos, y muy en el fondo ambos sabían que ella tenía razón.

—¿Y quieres que me vaya?— Preguntó Leonidas sorprendido por lo que su hermana estaba insinuando, principalmente porque Astrid sería la última persona sobre la faz de la tierra que quisiera que él se marchara.

—Lo mejor es que estés a salvo. Me molesta que no hayas confiado en mi, pero entiendo tus motivos, yo también lo hubiera hecho. Por eso te lo digo, Leo. Iros por un tiempo, lejos de aquí. Los dos os merecéis ser felices, y aquí todos sabemos que los problemas siempre se cobran la vida de personas a las que queremos.— Explicó la rubia, haciendo que su hermano se acercara a ella para a continuación darla un fuerte abrazo, mostrando lo feliz que estaba de no solo permitirle que se fuera sino de que gracias a ella tuviera la oportunidad de tener la misma felicidad que su hermana había tenido. Todos esperaban encontrar su lugar en el mundo, y para Leonidas ese lugar era haciendo su historia al margen de la historia de su hermana.

★★★

Ame hacer una escena donde Astrid encara a Leo, porque creo que es una faceta que nunca había mostrado, y creo que sería interesante.

Lo que buscaba era que ella entendiera sus acciones, pero no el medio para conseguirlo. Y todos sabemos que Leo y Kol aman a sus sobrinas, literalmente amo que todas las adoren porque son como las hijas que la gran mayoría nunca tendrán.

Me encanto también escribir el regreso de Yelena, obviamente no podía ser ese su final, y eso lo sabemos todos, Leo merece su final feliz o una versión de ello. Y obviamente Yeleo es endgame.

El hecho de que Leo la recrimine a su hermana que use las niñas, en todo momento quería mostrar que Astrid tiene siempre en cuenta los deseos de ellas y que no hace nada encontra de ellas. De hecho las incentiva a que sean autodidactas y se guíen por lo que sienten y creen (luego saldrá lo que saldra)

En verdad no queda mucho más que destacar de este capítulo, puesto que es un capítulo externo a lo que sucede en la serie pero bastante importante.

Pero si quiero decir una cosita, y es que cada vez estamos más cerca del final de esta 4° temporada y tengo MUCHÍSIMAS ganas.

Además deciros que la próxima semana no habrá capítulo de Forever and Always, y que planeo publicar el primer capítulo re-editado de mi fanfic de OBX, y mi objetivo es publicar los primeros de mes y da la casualidad de que el día 1 cae en viernes.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️


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