CAPÍTULO 60: EVERY ACT HAS ITS SACRIFICE
—— EVERY ACT HAS ITS SACRIFICE ——
—El vacío es cada vez más fuerte.— Comentó Hope al percibir que su padre estaba en la puerta, el cual se había acercado a la habitación de la más pequeña para asegurarse de que ambas estaban bien.
—¿Podéis sentirla?— Preguntó Klaus preocupado por lo que eso podía significar, pues el peligro que suponía Inadu era mayor para las dos niñas, pues ellas no contaban con el privilegio de la inmortalidad.
—Cuando llegamos aquí siempre había música fuera, gente bailando, riendo, pero desde que ella ha vuelto todo esta muy tranquilo.— Prosiguió la mayor con su explicación mientras apartaba la mirada de la ventana, para a continuación centrarla en Klaus.
—Es como si chupara la vida de la ciudad.— Puntualizó la más pequeña, la cual estaba sentada en su cama mientras dibujaba en su cuaderno.
—Ya se ha llevado al tío Elijah, y pronto vendrá a por nosotros.— Añadió Hope haciéndole ver a su padre que ambas eran muy conscientes del gran peligro que les acechaba a todos, peligro que evidentemente ya se había cobrado la vida de Elijah.
—Oye, se que tenéis miedo pero a lo largo de los años nuestra familia se ha enfrentado a mucha gente mala y todos han caído. El vacío no es diferente.— Explicó Klaus sabiendo que podrían hacer frente a la amenaza que suponía el vacío.
—No, sí que es diferente.— Afirmó Eliana con certeza, sabiendo que aquel enemigo no sería como los anteriores a los que toda la familia había hecho frente, no existía enemigo igual a Inadu y muy en el fondo todos sabían que eso era así.
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—A pesar del hechizo que he lanzado, la integridad del colgante es cada vez menos estable. No podrá aguantar el alma de Elijah mucho más, tenemos que resucitarle esta noche o podríamos perderle para siempre.— Explicó Freya mientras observaba las grietas que estaban por el collar, las cuales predecian un trágico final sino actuaban con rapidez.
—Necesitamos más poder.— Sentenció Astrid con obviedad, sabiendo que la única forma para ayudar al noble era regresando su espíritu a su cuerpo.
—A ver si adivino, un gran sacrificio.— Comentó Klaus diciendo algo que era completamente evidente.
—Propongo matar a nuestra enemiga, sacrificarla. Después podré canalizar el poder de la muerte del vacío, despertar a Elijah y así poder traerle de vuelta.— Explicó la bruja sabiendo que su plan era perfecto, pues de esa forma matarían dos pájaros de un tiro, el problema es que primero debían de encontrar a Inadu y hacerla frente, después podrían traer de vuelta a Elijah, y tal vez olvidarse de todo aquello como si hubiera sido producto de una terrible pesadilla.
—Lo hemos intentado.— La recordó Taylor esperando que Freya fuera consciente de que la sangre de ella o la de su hermana, aunque sí afectaba al vacío, no la hacía todo el daño que querían.
—Y estamos cerca, la sangre de los Labonair es su debilidad.— Empezó a decir Freya sabiendo que por lo menos tenían una ventaja contra el vacío, el problema es que esa sangre ya no era tan pura como necesitaban que fuera. —Astrid, Taylor, vuestra sangre la debilitó pero técnicamente lleváis años muertas, así que no será lo bastante fuerte para matarla.— Prosiguió mostrando porque la anterior vez la sangre apenas la hirió lo suficiente, lo que debían de hacer era usar una sangre que todavía fuera pura. —Si pudiéramos forjar una daga usando la sangre de las últimas Labonair vivas...— Sugirió sabiendo que la única forma de detener al vacío era usando la sangre de las niñas, pues técnicamente eran las últimas Labonair con vida.
—No queremos involucrar a las niñas.— Intervino Klaus sabiendo que querían alejar los problemas de ellas, principalmente del peligro que el vacío suponía, pues ya las había atacado una vez y ni Klaus ni Astrid querían que hubiera una segunda vez.
—Ya están involucradas. Han estado obsesionadas con el símbolo que representa al vacío, la serpiente que se muerde la cola. Creo que nos estan mostrando la clave, el único medio para matarla.— Insistió Freya sabiendo que ambas niñas eran la clave para acabar con su enemiga una vez por todas. —Su sangre.— Sentenció con firmeza sabiendo, al igual que todos, que todo se resumía al linaje. —El vacío es el principio del linaje Labonair, las niñas son el final. Tenemos que cerrar ese bucle, la mejor forma para hacerlo es que Astrid o Taylor empuñen un arma forjada en la sangre de Hope y Eliana.— Insistió la mayor de los Mikaelson sabiendo que esa era la única forma que existía para que aquel mal desapareciera para siempre. —Cuando la apuñalen, solo entonces eliminaremos al vacío para siempre.— Sentenció esperando que fueran conscientes de que aunque ni querían poner en peligro a las niñas, debían de hacerlo pues estaban relacionadas con todo aquello por la sangre que corría por sus venas.
—Tiene que funcionar, hablaré con ambas.— Sentenció Astrid mientras se marchaba en busca de ambas, esperando conseguir que fueran partícipes en aquello, a fin de cuentas el principal objetivo del vacío eran todos aquellos que descendían del mismo árbol genealógico.
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—No queremos hacerlo.— Sentenció Eliana con firmeza, la cual estaba sentada sobre su cama moviendo sus piernas creyendo que de esa forma estaría entretenida.
—¿Os da miedo que duela?— Preguntó Astrid sin entender por qué no querían ayudar, pero a fin de cuentas era su decisión y por tanto debía de respetarla.
—Nos da miedo por que si lo hacemos empezarás una pelea y el vacío puede hacerte daño.— Explicó Hope mirando a su madre con seriedad, haciendo que Astrid sonriera enternecida al ver que ambas querían evitar que a ella la pasara algo, pero las cosas no eran así, ella era la madre y ella tenía la responsabilidad de cuidar de ellas.
—Se que estáis asustadas, y ojalá no estuviéramos teniendo esta conversación.— Empezó a decir Astrid sabiendo que todos estaban corriendo un terrible peligro, y más Hope y Eliana, pero a pesar de ello debían de hacer todo cuanto estaba en su poder para detener al vacío, ya que parecía ser que solo ellos eran los únicos que podían hacerles frente. —Cuando yo tenía vuestra edad también tuve que hacer cosas que no quería hacer. No quería esto para ninguna, pero es necesario.— Prosiguió su madre, mientas Eliana se bajaba de la cama y se sentaba entre su madre y su hermana mayor, prestando atención a lo que Astrid estaba diciendo. —A veces os tocará hacer cosas que no querréis hacer, porque sois las únicas que las hace.— Aseguró sabiendo que a todos les llegaba el momento de afrontar un destino que no querían, pero a veces ese era el destino que les había tocado vivir, los finales de cuentos de hadas no existían en la vida real.
—¿Cómo tu?— Inquirió Eliana mientras Hope y ella íntercambiaban una mirada sabiendo que debían de ayudar a sus padres, ambas eran conscientes de lo peligroso que era el vacío.
—Como yo.— Confirmó Astrid mostrando una pequeña sonrisa, esperando que de esa forma hubiera convencido a ambas de tomar la decisión de ceder unas gotitas de sangre para llevar acabo las armas que pudieran acabar con Inadu de una vez por todas.
—Vale.— Cedió Hope en nombre de su hermana, haciendo que Astrid respirase aliviada para a continuación coger el cuenco y una aguja, la cual la clavó en los dedos índices de las dos niñas, dejando que un par de gotas cayeran en el cuenco, eso sería suficiente para poder hechizar las armas que usarían en contra de Inadu.
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—Las he sellado con la sangre de las niñas, una para cada una. En cuanto destruyan el tótem, sacrificaremos al vacío.— Explicó Freya mientras la daba un puñal a la híbrida, mientras el otro se le quedaba ella. Ambas debían de estar preparadas, pues cualquiera podía tener la oportunidad de acabar con ella.
—¿Estas bien?— Preguntó Astrid al ver que Freya parecía estar preocupada.
—Sí...— Murmuró mientras la híbrida encarnaba una ceja en señal de que no solo no la creía sino de que tenía toda la confianza del mundo para sincerarse con ella. —Nunca he dudado en luchar o en morir por mi familia, pero ahora con Keelin...— Empezó a decir haciendo sonreír a Astrid al ver que ahora Freya era consciente de que no luchaba por quienes quería, sino que también buscaba sobrevivir para estar junto a la persona a la que amaba.
—Ahora tienes a alguien y temes no volver a casa con ella.— Resumió Astrid con obviedad haciendo que Freya asintiera al ver que la híbrida se había dado cuenta de lo que la pasaba. —Volverás a casa, Freya. Yo te protegere.— La prometió sabiendo que no iban a permitir, ninguna de las dos, que alguien de la familia o cercano a ella muriera. No iban a darse el lujo de perder a alguien, pues para aquella pelea debían de estar juntos, el vacío era un enemigo muy fuerte al que no podían hacer frente una parte de la familia, debían de demostrar el motivo por el que había sobrevivido durante diez siglos, y eso se resumía a que cuando llegaba el momento de luchar, todos luchaban codo con codo dejando las rivalidades o las rencillas a un lado, nada era más fuerte que la unión de la familia.
—Astrid.— La llamo Freya al ver como la híbrida estaba dispuesta a entrar en la casa, incluso si debía hacerlo sola. —Se que no siempre hemos estado de acuerdo, pero en una familia es normal.— Añadió sonriendo para a continuación ambas entrar y ver que la puerta se cerraba tras ellas sola, permitiéndolas ver todos los cuerpos que había allí. Habían dado con la guarida del vacío, de eso no había duda alguna. —Ya sabe que estamos aquí.— Aseguró la mayor de los Mikaelson justamente cuando una fuerza invisible separaba a ambas, dejando a Freya inconsciente y rompiendo el cuello a Astrid.
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—¿Puedes dejar de moverte? Me distraes.— Se quejó Hope alzando la cabeza y mirando a su hermana pequeña, la cual no dejaba de moverse por la habitación.
—Estoy preocupada, la tía no está.— Respondió Eliana preocupada, haciendo que su hermana mayor la mirase confundida.
—¿No está?— Preguntó Hope mientras se acercaba a su hermana pequeña al comprender lo que eso podía significar.
—Me estaba explicando algo y de pronto ha desaparecido.— Respondió Eliana asustada, ya que temía que algo malo la podía haber pasado a su tía Eliana, además de que cuando ella no estaba las luces azules hacían presencia.
—Hola, pequeñas.— Saludo Kol, el cual se apoyo en el marcó de la puerta haciendo que ambas le mirasen.
—¿Han vuelto ya mamá y papá?— Preguntó Hope esperando que sus padres hubieran regresado ya, mostrando que al igual que su hermana pequeña estaba preocupada por si les hubiera ocurrido algo.
—Aún no.— Respondió Kol mientras se acercaba a ellas. —¿Sabéis que hacia yo cuando me aburría a vuestra edad?— Preguntó haciendo que las dos niñas le mirasen con curiosidad. —Magia.— Dijo con obviedad.
—No debemos de practicar magia con extraños.— Le interrumpió Eliana, haciendo que Kol la mirase algo ofendido al escuchar que para ambas él era un desconocido.
—¿Qué?— Inquirió el vampiro algo ofendido por lo que había dicho. —Soy de la familia, vuestra madre y yo aprendimos magia a la vez.— Respondió con obviedad, recordando que ambos se habían ayudado muchísimo.
—¿Entonces por que te fuiste?— Preguntó Eliana cruzandose de brazos, mostrando que de alguna forma no confiaba del todo en él.
—Me fui por qué estaba triste, creía que no volvería a ser feliz y no quería que todos los que me rodean estuvieran tristes también.— Explicó el vampiro mientras las mostraba dos nudos, haciendo que las dos hermanas les cogieran y les mirasen y analizarán con curiosidad.
—¿Para que sirven?— Preguntó Hope con curiosidad.
—Es magia representativa, representa la unión que tienen Davina y Yelena con en vacío.— Intervino en ese momento Leonidas, el cual se acerco a Kol esperando que entre los dos pudieran convencer a las dos niñas de que les ayudarán.
—¿Entonces si desatamos los nudos vuestras novias quedarán libres del vacío?— Preguntó Hope mostrando que eran más astutas de lo que parecían, ya que había deducido la relación que ambos tenían con las dos chicas.
—Eso esperamos.— Suspiró Kol sabiendo que las dos hermanas eran, literalmente, la última esperanza que tenían para salvarlas.
—¿Las queréis de verdad?— Preguntó en esta ocasión Eliana, la cual se había sentado al lado de su hermana.
—Sí, como vuestra madre quiere a...— Empezó a decir Kol.
—Papá.— Le corto la más pequeña sonriendo.
—O la tía Taylor al tío Elijah.— Añadió Hope con seguridad.
—Veo que lo lleváis de maravilla.— Rió Leonidas al ver que ambas eran conscientes de todo lo que sucedía en el complejo.
—Vale, centraros en los nudos, preciosas.— Las pidió Kol al escuchar como alguien entraba, y los dos vampiros sabían que ese alguien era Klaus, el cual ya debía de saber que ellos eran los protectores del tótem que protegía la vida de Inadu.
—Es muy importante, nosotros enseguida volvemos.— Añadió Leonidas sonriendo, mientras los dos se iban y las dos niñas se preparaban para llevar acabo el hechizo de desunión.
★★★
No os niego que se está poniendo muy interesante la cosa.
Y más aún con lo que va a pasar entre Astrid y Leo después de este capítulo, que ganas tengo de que lleguemos a esa parte, porque va a ser verdaderamente interesante.
Bueno, dejando a un lado lo que va a ocurrir en próximos capítulos vayamos con este.
Lo primero que quiero destacar es la escena del principio, esa escena deja entre ver lo poderosa que ya era Hope a su edad, y lamento que cancelaran Legacies cuando más juego les iba a dar Hope, pero bueno.
La escena de Freya..., amo lo protectora que es Freya, a pesar de haber estado lejos de su familia siempre hizo lo posible para estar cerca de ellos, y cuando los encontró no dudo en protegerlos de cualquier peligro. Y es por eso por lo que es mi personaje favorito, porque de alguna manera enseñó algo a todos sus hermanos, a Klaus sobretodo, aunque él nunca le puso las cosas fáciles. Pero siendo honestos, a ninguno de las puso.
La escena de Astrid pidiendo permiso a sus hijas, de verdad disfrute haciéndolo, porque refleja ese paralelismo con Carina, mientras que ella no tenía en cuenta la opinión de sus hijos; Astrid las respeta, y entiende el miedo que sienten, pero sin duda es algo que amo.
No os niego que me sigo arrepintiendo de no haber explotado más el dúo de Astrid y Freya, porque sin duda son imparables. Aunque bueno, ambas son las primogenitas y saben que tienen una gran responsabilidad sobre sus hombros.
La escena final de las hermanas, es que amo hacer sus escenas. Y vais a amar cuando crezcan, pero lo que más amo es esa primera interacción con Kol, ahí se le ganaron aunque también demuestran lo poderosas que son, y también es irónico. Porque Hope salva a Davina con el mismo hechizo que la salvo a ella.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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