—— SOMETIMES FAMILY GATHERINGS ARE BITTER ——

—Rebekah y Kol acaban de aterrizar, les he dicho que estamos apunto de resucitar a nuestro hermano. No me hagas rectificar.— Les informó Klaus a Astrid y a Freya mientras centraba su atención en su hermana mayor.

—No puedo resucitar a Elijah hasta no saber si su mente está entera.— Explicó Freya sabiendo que el peligro que el noble corría era notable, pero debían de hacer las cosas bien o podrían perderlo para siempre.

—Salvaste a Finn con esta baratija, ¿que problema hay?— Quiso saber Klaus sin entender porque Freya ponía tantas pegas en traer de la muerte al noble, cuando para él era mucho más importante de lo que Finn había sido.

—Al romperse el colgante la mente de Elijah se hizo pedazos, se habrá retirado a lo más profundo de su conciencia.— Explicó Freya sabiendo que debía de hacer algo para que Elijah regresará, pero lo primero era arreglar la mente que podía estar dañada de una forma irreparable, a fin de cuentas la mente de un vampiro era igual de vulnerable que la de un humano.

—¿Y como llegamos hasta ahí?— Preguntó Astrid sabiendo que debían de hacer algo para ayudar a Elijah, o por lo menos para cerciorarse de que de alguna forma estaba bien.

—No lo se, estará en cualquier parte de mil años de recuerdos. Pero si intento arreglar el colgante antes de curarle la mente le quedarán secuelas permanentes.— Insistió sabiendo que traerle de nuevo a la vida era la última parte de las tres, primero debía de curarle, después arreglar el collar y una vez hecho eso, debía de despertarle, pero no alteraria nada, a fin de cuentas era la vida de su hermano la que peligraba. —Es como escayolar un hueso antes de colocarlo en su sitio.— Añadió esperando que con aquella metáfora los dos híbridos, en especial Klaus, comprendiera lo peligroso que era hacer algunas cosas de distinto orden, había preferencias.

—Ahorrate las analogías médicas y curale.— Sentenció Klaus mostrando su preocupación por su hermano mayor, a fin de cuentas Elijah era el único de todos ellos que había permanecido a su lado durante mil años, y el que más había luchado por su redención, y era por ello por lo que ahora el híbrido no podía darle la espalda y menos aún abandonarlo cuando más ayuda precisaba el noble.

—Tengo que entrar y curarle, cuando su mente esté estable podré arreglar el colgante.— Insistió Freya desesperada por qué Klaus comprendiera la presión que ella, de por sí, ya tenía.

—Pues deja de hablar y ponte a ello.— La ordenó haciendo que ambas vieran que cada segundo que pasaba, Klaus se enfadaba más y las cosas no pintaban nada bien si seguía con esa actitud.

—Klaus, date un paseo. Que te de el aire. Déjala trabajar, por favor.— Intervino Astrid sabiendo que no podían perder más tiempo distrayendo a Freya, debía de ponerse a ello de forma inmediata. —Por favor, dime que puedes hacerlo.— La pidió una vez que Klaus se fue, mostrando que ella, como todos los demás, estaba preocupada por Elijah, sobretodo porque muchas de las cosas que habían pasado habían sido gracias a él.

—Es mi hermano, no parare hasta que esté a salvo.— Sentenció la mayor de los Mikaelson con seguridad en sus palabras, mostrando que no se detendría hasta tener de vuelta a Elijah. Ya había perdido a un hermano, no iba a darse el lujo de perder a otro por un enemigo de la familia.

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—Freya ha conseguido rastrear lo que queda del rosal.— Intervino Astrid haciendo que Kol y Rebekah, lo cuales acababan de llegar, la mirasen confundidos.

—Son las armas que dan ventaja a nuestro enemigo, un solo rasguño de ese rosal es letal para nosotros.— Les explico Klaus mientras Astrid extendía el mapa sobre la mesa, haciendo que los tres vieran varios puntos, cercanos entre sí.

—Según Freya ha encontrado los restos que quedan, ocho, y la planta principal. En el distrito nueve.— Les informó sabiendo que una vez que se deshicieran de la planta ya no habría objeto alguno que pudiera matarlos, el único sería el veneno de Marcel, el cual de momento seguía siendo su aliado.

—Vale, quememoslas todas y matemos a esa perra.— Sentenció Rebekah mientras se marchaba seguida de Klaus, dejando a Kol y a Astrid allí.

—Espinas letales, brujas resucitadas, ¿que podría salir mal?— Comentó sarcásticamente haciendo que la rubia sonriera ante su comentario.

—Al menos esta vez no hay daga.— Admitió la híbrida, haciendo que Kol encarnará una ceja, principalmente por qué nunca había que confiarse, incluso en los momentos donde la guardia estaba más baja era cuando Klaus solía aprovechar para mandar a cualquiera al ataúd.

—Todavía, nunca me convencen las reuniones familiares.— Sentenció sabiendo que siempre que todos estaban juntos algo pasaba, o bien alguien moría o alguien terminaba en el ataúd, aunque en esta ocasión la muerte de uno de ellos había llegado antes que la reunión familiar.

—Oye, Kol. Hay algo que creo que deberías de saber.— Comentó Astrid sabiendo que era más recomendable que Kol supiera que Davina estaba muerta por ella que descubrirlo por su propia cuenta. —Davina no desapareció.— Le revelo haciendo que el vampiro comprendiera que ella seguía con vida.

—¿Qué? ¿Por qué no me lo habíais dicho? Podía haberla visto.— Alegó el vampiro sin comprender porque le habían ocultado aquello, más aún sabiendo cual de importante era la bruja pera él.

—Esta viva y esta bien, es parte de los ancestros y de alguna forma nos está ayudando, aunque su plan y el de todos es el de sacrificar a un Original. Pero sino te lo dijimos fue porque el vacío puede usarlo en nuestra contra, en tu contra Kol.— Explicó Astrid esperando que el vampiro comprendiera los motivos de todos al querer ocultarte aquella información, a fin de cuentas lo que menos les convenía era que Inadu se beneficiará de los puntos débiles emocionales que podían tener. —Confía en mi, ¿si?— Insistió mientras le miraba esperando que Kol no hiciera de las suyas.

—Asi que sacrificios, ¿eh?— Inquirió sorprendido al ver todo lo que había pasado en cuestión de semanas. —¿De qué más me he perdido?— Preguntó sarcásticamente haciendo reír a Astrid mientras los dos se marchaban siguiendo los pasos de Rebekah y de Klaus.

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—Es como robarle el caramelo a un niño.— Comentó Rebekah con burla mientras tiraba a una chimenea los restos de una estaca del rosal, donde se encontraban más.

—Sí, pero aún no he acabado con este.— Sentenció Kol mientras se sentaba en una silla, quedando enfrente de un brujo que no solo le era fiel al vacío, sino que estaba a cargo, junto a otros dos brujos, de proteger las estacas del rosal.

—Date prisa, queda mucho terreno por cubrir.— Le pidió Klaus mientras se acercaba a la chimenea con la intención de prenderla para que las estacas se consumieran.

—¿De qué sirve el interrogatorio? Ya conocemos sus motivos. Los brujos de Nueva Orleans detestan a nuestra familia, siempre lo han hecho.— Alegó Rebekah sin comprender por qué Kol quería hacerle unas preguntas al brujo, cuando todos sabían los motivos por los que les habían llevado a conspirar contra el verdadero enemigo.

—Por que sois bestias, atrocidades antinaturales malvadas.— Respondió el brujo con obviedad, haciendo que los cuatro Originales le mirasen con indiferencia, ya que no era de las peores cosas que les habían llamado. —Vuestra especie ha arruinado esta ciudad.— Sentenció con firmeza, creyendo que los vampiros eran el verdadero mal, sin saber que este era al que tanto adoraban y servían creyendo que les salvaría de una inminente muerte.

—Sí, somos lo peor de lo peor.— Comentó Kol sarcásticamente. —Ahora dime, ¿tu ama va a venir a salvarte de mi?— Preguntó el vampiro mostrando que sus intenciones finales eran acabar con el brujo, a fin de cuentas no les convenía dejar a seguidores del vacío con vida.

—Adelante, matame. Daré mi vida por una causa que no puedes comprender.— Sentenció el brujo sabiendo que aunque él moriría, el vacío conseguiría hacerse mas fuerte y podría acabar con la plaga que los vampiros suponían para la humanidad. —El vacío ha despertado, nada puede detenerla, ni tu, ni siquiera los ancestros. Digan lo que digan.— Aseguró mientras sonreía, sabiendo que ellos ya habían ganado.

—Esa marca, ¿que significa?— Preguntó Astrid percatandose de que el brujo tenía la misma marca que de forma lenta estaba saliendo en su antebrazo, y esa marca era la que caracterizaba al vacío y a sus seguidores. —La tienes en el brazo, como los otros.— Explicó sabiendo que la misteriosa marca debía de tener alguna clase de importancia. —Pero no todos los seguidores del vacío la llevan, ¿por qué unos sí y otros no?— Insistió mostrando su interés por el simple hecho de que unos la llevarán o otros no.

—Nos ha elegido, todos aquellos que portamos la marca somos sus elegidos. Aquellos que no moriremos y seremos testigos no sólo de vuestra destrucción, sino de su alzamiento sobre vuestros cadáveres.— Sentenció sonriendo justamente antes de que Klaus le matará, haciendo que Astrid se quedara confundida al no comprender porque a ella la había elegido cuando ella era una de las primera criaturas que la quería muerta, así como una de las pocas que podía debilitarla.

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—Sabía que acabarías viniendo, todos lo hacen.— Sonrió Inadu mientras se daba la vuelta, haciendo que Astrid la viera por primera vez, dándose cuenta de que no era más mayor que su hermana, Eliana, cuando fueron convertiros en vampiros.

—¿Y para que me quieres, Inadu? ¿Por qué la marca?— Exigió saber Astrid mostrándola la marca que estaba en su antebrazo, la cual aquella misma mañana había terminado por completarse.

—Solo busco mi bien, tal vez podríamos llegar a un acuerdo. Dejo a tu familia, a tus hijas, en paz, a cambio de que vosotros me dejéis a mi en paz.— Propuso, creyendo que aquella oferta sería muy tentativa para Astrid, a fin de cuentas eso aseguraba el bien de todos aquellos a los que quería, principalmente el bien de Hope y de Eliana.

—¿Para qué destruyas la ciudad? No, gracias.— Respondió rechazando la oferta de su antepasada mientras se cruzaba de brazos. —No voy a dejar que sigas con vida, no después de lo que le hiciste a Tyrion.— Aseguró Astrid haciendo que Inadu comprendiera que la híbrida ya no actuaba desde el deseo de proteger a los suyos, sino desde la venganza que parecía querer saciar.

—Fue de las pocas criaturas que luchaba incesante por el control, me dio pelea. Pero siendo sinceras, yo soy más fuerte.— Rió con diversión la bruja, haciendo que la híbrida tensara con fuerza su mandíbula al escucharla. —Recuerdo cuando quemaron su cuerpo, tanto que decías amarlo y al final observaste, en silencio, como moría.— Comentó con burla, lo que terminó por cabrear a la Original, pues si no hizo nada por ayudarle era porque creía que estaba perdido por sus propias acciones, jamás hubiera llegado a imaginar que Tyrion estaba siendo controlado por el vacío que le usaba para hacerse más poderoso, así como para buscar la forma de matar a Astrid, la cual en un futuro podía haber supuesto un problema.

—Murió por tu culpa, por tu ansia de poder.— La acuso la Original mientras sus ojos se volvían de color dorado, haciendo sonreír a la bruja.

—Murió por una causa superior, una causa que tu, jamás, llegarás a entender.— Respondió con tranquilidad.

—¿La de tu alzamiento?— Preguntó Astrid encarnando una ceja sorprendida por la insinuación de la bruja. —Los brujos que te sirven dicen que somos monstruos sin sentimientos, sedientos de sangre, y puede que tengan algo de razón. Pero están muy ciegos, porque el primer monstruo está delante de ellos. Su señora a la que tanto adoran, es una criatura vacía, a la que su propia madre temió y mató. ¿Crees que puedes vencernos?— Inquirió mientras una sonrisa de diversión de dibujaba en su rostro al ver que lo que había dicho no la había gustado, en absoluto, a Inadu. —Déjame decirte cual de equivocada estas.— Añadió sabiendo que costara lo que costará detendrian al vacío, y si lo que era necesario era un sacrificio ella misma ofrecería su vida con tal de volver a encerrarla por toda la eternidad.

—Ingenua criatura, tu no puedes hacer nada en mi contra. Yo no puedo morir, puedes matar mi cuerpo, pero siempre vuelvo, y volveré todas las veces que hagan falta.— Sonrió Inadu con superioridad pues no había forma alguna de que la mataran, y si la volvían a encerrar buscaría la forma para volver a ser libre, tal y como ya había conseguido.

—Y aquí estaré esperando, para verte morir todas las veces que hagan falta.— Respondió la rubia, haciendo que Inadu intentara hacer uso de la magia para atacarla, pero a pesar de todos sus esfuerzos ninguno de los hechizos la afecto, lo que hizo que Astrid sonriera mientras la mostraba el collar de Carina. —Puedes atacarme las veces que hagan falta, pero recuerda que no sólo vengo de tu linaje, vengo de otro todavía mucho más antiguo, poderoso y rencoroso. Y te aseguro una cosa, cuando vuelvas al lugar del que no tenias que haber salido, te esperarán cientos de brujas que te harán una eternidad insufrible.— La aseguró sabiendo que ya no solo eran los ancestros los que buscaban que el vacío volviera a su cárcel, sino todos los brujos que habían existido por su línea materna.

—El poder de los ancestros no es nada a comparación con el mío.— La recordó la bruja creyendo que se estaba refiriendo a ellos.

—No hablo de los ancestros, Inadu. Hablo de brujas independientes a esta ciudad, con un poder superior al tuyo y al que alguna vez hayas podido imaginar.— Aclaró viendo en la mirada de la bruja lo que podía ser un resquicio de temor, pero este fue tan breve que más que verlo parecía una ilusión causada por el propio deseo de querer destruirla.

—No te tengo miedo.— Sentenció con firmeza mientras alzaba la cabeza con superioridad.

—No lo hago para que me tengas miedo, sino para que aprendas que con mi familia nunca hay que meterse.— Se limitó a decir Astrid para que instantes después la bruja desaparecería, haciendo que la híbrida sonriera esperando que a raíz de aquella conversación la marca desapareciera, lo que menos quería era que el vacío la considerase parte de los suyos. Ella jamás estaría de su parte.

★★★

Vamos a empezar con fuerza.

Primero la escena de Inadu y Astrid.

Sin duda creo que era una conversación pendiente, lo que pasó con Tyrion y el que hubiera pasado de no haber muerto. Tal vez el Klastrid no existiría o tal vez sí, pero sin duda ha sido una de las escenas que más me gusta.

Porque sabemos que Astrid es más de provocar que de atacar, y a Inadu se la provoca con facilidad. Así que es como si se hubieran alineado los astros en cuanto a ellas.

Con respecto a la marca, en verdad lo hice por dos motivos. El primero meter drama; y el segundo, porque si las niñas son partes de su plan, la madre también. Al ser la única capaz de engendrar a Tri-hibridos y al ser parte viviente de su linaje.

Pasando ya a la primera escena, sin duda entiendo el temor y la angustia de Klaus por mantener con vida a su hermano y salvarlo. Pero sabemos como era Freya, y sin duda Klaus siempre se pasó con ella. Siempre buscaba que estuviera a la altura y de alguna forma eso me dolía, porque ella quería ser aceptado.

La escena con Kol, sin duda es que necesitamos ver algo así. Creo que era necesario, y creo que la persona más idónea era que Astrid se lo dijera, a fin de cuentas ambos tuvieron una fuerte relación con ella. Pero creo que lo más bonito es la relación de Kol y ella, porque siento que son como mejores amigos, cosa que eran de niños también. (Podéis imaginaros quién de todos los hermanos se alegro más de la boda de Klaus y Astrid) ¿quién creéis que fue?

Ya para acabar, la escena de... la caza, como me gusta llamarlas. Sin duda disfruto de ver a los Mikaelson manteniendo sus viejas costumbres, es aburrido cuando se vuelve todo tan monótono. Son criaturas de costumbres, y en este caso ellos lo son demasiado.

Lo que no entiendo es porque desprecian tanto a los Mikaelson, ya que no es culpa de ellos existir, fue una bruja quién les creo. Pero bueno siempre se suele culpar a la víctima que al causante, en fin la hipocresía.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️