CAPÍTULO 53: THE DAUGHTERS OF THE DEVIL (PART II)
—— THE DAUGHTERS OF THE DEVIL ——
—Me sorprende que vuestros padres no hayan venido a buscaros.— Comentó Marcel al ver que las niñas no estaban nada preocupadas por el simple hecho de que sus padres supieran que estaban allí abajo.
—Nuestra madre confía en nosotras.— Sentenció Eliana con seguridad, sabiendo que su madre confiaba en sus capacidades, tal vez Astrid fuera la única que era consciente del poder que sus hijas tenían.
—Ya, pero vuestro padre nunca a confiado en nadie en su vida.— Afirmó Marcel, sabiendo que a lo largo de los años Klaus había desarrollo una desconfianza hacia quienes le rodeaban y que nunca le iban a traicionar.
—Si cuido de ti cuando eras pequeño, ¿por qué le odias? ¿Qué fue lo que te hizo?— Quiso saber Hope la cual estaba sentada en una de las esquinas, abrazando sus piernas, mientras que su hermana estaba sentada a su lado con las piernas cruzadas como un indio.
—Vuestro padre me crío, me hizo ser quien soy. Tú me preguntas si le odio, bueno, es difícil odiar a la persona que te ha convertido en quien eres sin odiarte a ti mismo.— Explicó Marcel, mostrando que por mucho que quisiera odiar a Klaus no podía, jamás podría, porque gracias a él estaba con vida y era el hombre que era, tanto para bien como para mal. —La verdad es, que me encantaría odiar a vuestro padre, facilitaría mucho las cosas, pero no puedes odiar a alguien a quien has querido tanto.— Añadió sabiendo que aunque la realidad había sido muy diferente, el verdadero motivo por el que no había matado a Klaus había sido porque no era capaz de hacerlo. Siempre que lo pensaba y que creía que lo había decidido, a su mente viajaba un nuevo motivo por el que no debia de tomar aquella decisión, y lo peor es que todas aquellas decisiones eran revocadas por los sentimientos que tenía hacia Klaus, a fin de cuentas por muchos años él había sido esa familia que le había dado la espalda solo por ser un hijo no legitimo.
—¿Porque estas aquí encerrado? ¿Estas castigado?— Preguntó Eliana sabiendo que el motivo de querer hacer daño a su padre no era, para ella, del todo convincente. Una vocecita en su cabeza la decía que había más motivos, lo que no sabia es si esos motivos eran por parte de su padre o por parte de Marcel.
—Puede decirse que sí.— Sonrió Marcel viendo que ambas niñas conservaban aquella inocencia, que él a la edad de Hope no poseía. Y eso le hacía ver que de alguna forma, Klaus estaba haciendo bien su trabajo como padre, algo bastante sorprendente teniendo en cuenta su impulso a matar y a derramar la sangre de sus enemigos.
—Bueno, pues hay que hacer mejor las cosas. Los castigos nos enseñan a aprender de los errores.— Afirmó Eliana sabiendo que para Marcel aquel era un castigo del que debía de sacar alguna lección, aunque para las niñas la lección no la entendían, para Marcel sí. Y esa era no dar ideas a Klaus de nuevas formas de castigo, menos aún tener a Klaus encerrado como una alimaña por cinco años creyendo que la paz duraría eternamente.
—¿De verdad?— Inquirió sorprendido de que la niña creyera que él podía hacer mejor las cosas, de hecho para Marcel hubo una época en que también lo creía, pero con los años aprendido que no se podía ser pacifista en una ciudad que era ambicionada por tantas criaturas.
—Puedes hacer las cosas mejor.— Sentenció Hope apoyado a su hermana.
—Además, el enfado hace que hagamos cosas malas. Una vez me enfade con Hope y la hice daño, mamá se enfadó, pero fue sin querer.— Explicó Eliana haciendo que su hermana asintiera y recordará aquel incidente.
—¿Ah si? ¿Y qué la hiciste?— Preguntó Marcel con curiosidad, al ver que la niña le hablaba desde el arrepentimiento y la inocencia, así como del hecho de que era consciente de que no debía de hacer daño a los demás, menos aún a su hermana mayor.
—Intento atacarme con magia, se enfada con facilidad.— Explicó Hope sonriendo mientras agarraba a su hermana de la mano, haciéndole ver al vampiro que ambas niñas siempre se iban a proteger mutuamente pero también que Hope era consciente que como hermana mayor, debía de proteger a su hermana pequeña.
—Seguro que eso es por vuestro lado de hombre lobo.— Aseguró Marcel, viendo que ambas niñas no sabían mucho de los de su especie, también era cierto que eran demasiado pequeñas como para explicarlas todo lo que eran, y todo lo que suponía ser un Tri-híbrido. —Sabéis, conocí a la manada de la que venís. Los media luna.— Añadió captando con aquella frase la atención de las dos hermanas.
—Como nuestra marca.— Reveló Hope, con una sonrisa, mostrando que estaba orgullosa de todas y cada una de sus partes.
—Sí, vuestra madre y vuestra tía eran alfas, aunque lo fueron despues de Hayley.— Aclaró haciendo que Eliana alzará la cabeza al escuchar su segundo nombre.
—Ese es mi otro nombre.— Afirmó mientras mostraba una sonrisa llena de curiosidad. —¿Tu conociste a Hayley?— Preguntó esperando que la respuesta fuera positiva.
—Mamá no nos habla de ella.— Aclaró Hope, sabiendo que su madre evitaba hablar de la gente a la que había querido y que, por alguna razón que nunca las decía, ya no estaban con ellos.
—Fue una mujer lobo muy fuerte, la última Labonair. Una esperanza para los suyos, y veo que de alguna forma su legado sigue vivo.— Admitió sabiendo que aquellas dos niñas sí eran una esperanza, su inocencia le hacia recordar a cuando era humano, a cuando no existía probabilidad de que pudiera suceder todo cuanto había sucedido. Tal vez ellas sí eran la redención de la familia Mikaelson.
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—Voy a buscar a las niñas.— Dijo Astrid mientras se dirigía a las escaleras al mismo tiempo que Klaus se percataba de que estaba pasando algo.
—Astrid, espera.— La pidió Klaus haciendo que esta se diera la vuelta confundida, pero justo cuando iba a preguntar que pasaba, un vampiro le rompió el cuello a Astrid, haciendo que este respondiera arrancandole el corazón.
—Un hechizo de aislamiento, impresionante, por desgracia sólo dura hasta que muere la bruja que lo lanza.— Dijo Dominic mientras aparecía seguido por un grupo de servidores del vacío. —Marcel esta en los túneles, encontrarle.— Les ordenó, haciendo que estos fueran en busca del vampiro mejorado.
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—Algo va mal, tenemos que irnos.— Sentenció Hope al escuchar ruidos como de una pelea, lo que hizo que Marcel se diera cuenta de lo que estaba pasando.
—No, esperar. No es seguro.— Las dijo sabiendo que debía de evitar que vieran todo el horror que podría haber allí arriba. —Necesito que me dejéis salir del círculo.— Las pidió sabiendo que solo aquellas dos niñas eran las únicas que le dejarían libre.
—Pero papá se enfadara.— Afirmó Eliana mientras se aferraba a la mano de su hermana mayor.
—No, no lo hará. Yo os protegere.— Aseguró Marcel sabiendo que debía de protegerlas de quienes estuvieran en el complejo.
—Podemos protegernos solas, y a mamá y a papá, somos lo bastante fuertes. Más de lo que la gente piensa.— Sentenció Hope mientras se soltaba del agarre de su hermana para quitarse la pulsera que impedía que hiciera magia.
—Espera, Hope. Se que eres fuerte, pero necesito que me ayudéis a salir de aquí. Necesito que confíes en mi.— Las pidió mirando a las dos niñas con desesperación. —Vuestro padre me rescató, me crió, y conozco a vuestra madre, la conocí cuando estaba embarazada de ti, Hope, pero aún recuerdo la primera vez que la vi en uno de los cuadernos de dibujo de vuestro padre.— Explicó Marcel sabiendo que a pesar de todas la diferencias que tuviera con la familia Original le habían aceptado como parte de la familia, y para su desgracia siempre estaría ligado a ellos de una forma o de otra, tanto para bien como para mal. —Somos familia. ¿Qué os dice vuestra madre de la familia?— Aseguró haciendo que las dos niñas se mirasen, mientras los ruidos de pelea seguían.
—Qué permanecemos unidos por y para siempre.— Respondió Eliana mirando a su hermana, haciendo que Hope comprendiera que la pequeña confiaba en Marcel.
—Eso es.— Sonrió el moreno aliviado de que Astrid las hubiera inculcado que la familia era lo más importante.
—Están aquí abajo.— Gritó uno de los hombres de Dominic.
—Vale, mirarme.— Las pidió mientras las sonreía. —¿Confíais en mi?— Preguntó de nuevo sabiendo que finalmente aquella respuesta era positiva.
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—El vacío se va a dar un festín hoy.—Aseguró Dominic una vez que había doblegado a Klaus. —Podemos sacrificar a toda la familia.— Se burló, mientras la expresión del Original se endurecia. —Tus hijas están por aquí, ¿verdad? Que bien me vienen.— Rió, haciendo que Klaus volviera sus ojos de color dorado, para a continuación abalanzarse sobre Dominic, para terminar aquella pelea con el brujo decapitado. Tras quitarse del medio al sumo sacerdote, Klaus salió corriendo en busca de sus hijas.
—Hope, Eliana.— Las llamo mientas bajaba al pasadizo. —¿Dónde estáis?— Dijo justamente cuando llegaba al lugar en el que había estado Marcel encerrado, viendo que en su lugar los tres que habían ido en su búsqueda estaban muertos y que no había rastro ni del vampiro ni de las niñas.
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—A ella le caes bien.— Le dijo Eliana a Marcel una vez que se sentaron en un banco
—¿A quien?— Preguntó Marcel con curiosidad.
—Eliana ve a nuestra tía, la hermana de mamá.— Explicó Hope sorprendiendo a Marcel, ya que pocos brujos tenían un don tan particular como aquel.
—Tenemos un vínculo, me protege y me advierte. Ella dice que no eres peligroso, que mamá confía en ti y que eras su amigo. Si ellas confian en ti, nosotras también.— Sentenció Eliana con seguridad mientras le dedicaba una sonrisa mostrando que no le tenía miedo.
—¿Las dos?— Preguntó Marcel mirando ahora a Hope la cual sonrió.
—Sí una salta la otra también.— Respondió la mayor, haciendo que Marcel viera el fuerte vínculo que las dos hermanas habían creado.
—Vaya, veo que habéis hecho una hermandad.— Observó impresionado, ya que aquello con respecto a la magia las haría mucho más poderosas de lo que, de por sí, ya eran.
—El tío Leo dice que es el poder más fuerte, Eli y yo siempre nos protegemos y nos ayudamos.— Explicó Hope mostrando que harían todo cuanto estuviera en su poder con tal de ayudarse mutuamente, igual a como la familia Original hacia.
—¿Podemos quedarnos los soldados?— Preguntó Eliana mostrando los juguetes, haciendo que Marcel sonriera al ver que a pesa de todo seguían siendo dos niñas.
—Claro, y una vez más gracias por ayudarme. Sois dos brujas muy poderosas.— Sonrió agradecido de que por lo menos una parte de la familia confiara lo suficiente en él como para saber que podía estar libre y que era un fuerte aliado.
—Marcel.— La voz de Klaus hizo que los tres se dieran la vuelta, para que rápidamente las dos niñas corrieran hacia su padre, mientras Marcel se quedaba en un segundo plano.
—Papá, ¿que ha pasado?— Preguntó Hope al ver la sangre en las manos de Klaus, lo que hizo que este las mirase preocupado al ser consciente de que no podían saber la verdad.
—Esto es pintura, menudo desastre, ¿verdad?— Respondió Klaus rápidamente, pero ninguna de las dos niñas se llegó a creer aquel cuento, podían ser pequeñas pero no eran tan ingenuas como su padre creía.
—¿Dónde está mamá?— Preguntó Eliana al ver que su madre no estaba.
—Os esta esperando, esta en casa.— Las tranquilizó mientras se agachaba. —¿Estáis bien?— Preguntó Klaus preocupado por el simple hecho de que hubieran visto algo que no debían. —Te has quitado la pulsera.— La dijo a Hope, sabiendo que si lo había hecho había sido para proteger a su hermana y ayudar a Marcel.
—No te enfades, papá. Hemos dejado salir a Marcel y nos ha protegido.— Explicó Hope haciendo que Klaus viera que a pesar de las diferencias que hubiera entre los dos, el moreno no las iba a pagar con las niñas y solo por ello estaba agradecido.
—No estoy enfadado, cielo, venid aquí.— Las tranquilizó su padre justamente antes de que ambas niñas le abrazaran.
—Tampoco te enfades con Marcel, es nuestro amigo.— Intervino Eliana con una sonrisa.
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—Se han dormido, han estado calladas de camino a casa.— Le dijo Klaus a Astrid, la cual observaba a la gente que paseaba por la calle y a los turistas que entraban y salían de los bares.
—No se han tragado la patética historia de la pintura en la mano.— Le reveló haciendo que Klaus agachara la cabeza, al darse cuenta de que debía de ser más cuidadoso sino quería que sus hijas le mirasen como el monstruo que sabia que podía llegar a ser.
—Cuando pienso en el horror que habrán visto cuando Marcel mató a esos hombres yo...— Empezó a decir con frustración, mostrando que no sabía que Marcel había hecho todo lo posible por protegerlas.
—No, la verdad es que no vieron nada. Marcel las apartó antes de que pudieran entender que estaba ocurriendo. Las dijo que cerrarán los ojos y cantarán.— Le informó Astrid, haciendo que Klaus respirase aliviado de que Marcel las hubiera protegido de aquellos hombres y de la crueldad a la que todos ellos estaban acostumbrados.
—Ya...— Murmuró recordando que no podía guardar rencor hacía él, no tras lo que había hecho. —Dijeron que era su amigo.— La reveló a Astrid, haciendo que esta sonriera al saber que gracias a aquellas dos niñas, una amistad tan muerta como la de Klaus y Marcel podía resurgir como una especie de alianza con el objetivo de proteger a la ciudad de su principal enemigo, el vacío.
★★★
Lo primero que quiero mencionar es que me encanto escribir la parte en la que Hope y Eliana le dan una lección de comportamiento a Marcel.
Y hablando de él, yo creo que todo lo dice lo siente. A lo largo de las temporadas hemos podido ver que siempre que tiene la oportunidad de acabar con Klaus no lo hace, y es simplemente porque es una extensión de él y sin duda algo profundo que lo acepte ante aquellas niñas que incluso a él le traen algo de humanidad.
El ataque a Klaus y a Astrid, bueno sin mencionar, pero aseguró que están cabreando muchísimo a Astrid, a una madre que hará cualquier cosa por sus hijas. Aunque también han dado con otro hueso de roer que es Klaus.
La escena de la "pintura", me hace gracia que Klaus crea que puede engañarlas, por favor, son hijas de sus padres. No son tontas. Aunque ame a Marcel protegiendolas como un hermano mayor.
Y creo que ahí Astrid se lo hace ver, al final os dije que Astrid y Marcel serían amigos, y sin duda mantengo mi palabra.
Dos hechos que quiero mencionar son el hecho de que Eliana tía confía en Marcel, ya que de forma indirecta es la que hace que las niñas decidan liberarlo, es como esa señal que necesitaban.
Pero también hay un detalle que espero que no hayáis pasado por alto, y es el hecho de que Marcel ya había visto anteriormente a Astrid, y me pareció algo poético que Klaus, a su manera, siguiera pensando en ella. No os niego que esto está inspirado en la escena del cuadro de Aurora de la temporada anterior, pero en lo personal yo creo que Klaus no lo esconderia de esa manera, ya que Astrid siempre fue el recordatorio de su humanidad. De que fue humano.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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