—— THE DAUGHTERS OF THE DEVIL ——

—Un hombre de palabras y no de hechos es como un jardín lleno de malas hierbas, y cuando las hierbas empiezan a trepar son como un pájaro en un muro; y cuando el pasado echa a volar es como un águila en el cielo; y cuando el cielo empieza a rugir es como un león en la puerta; y cuando la puerta empieza a abrirse es como una apuñalada en la espalda; y cuando la espalda te empieza a doler es un cuchillo que te atraviesa el corazón; y cuando el corazón te empieza a sangrar estas muerto, muerto, muerto, de verdad.— Leyó Hope mientras su hermana seguía sacando cosas del baúl que habían encontrando, del cual habían supuesto que pertenecía a un niño, ya que en su interior había juguetes.

—No es precisamente la mejor lectura para animaros.— Comentó Klaus sorprendiendo a las dos niñas, ya que ninguna de las dos se había dado cuenta de su presencia hasta que había hablado.

—Es un libro de textos antiguos, hay un montón de cosas raras.— Explicó Hope mientras Eliana se guardaba a escondidas un pequeño soldado de juguete.

—¿Sabéis? Preferiría que no jugarais aquí, hay mucho polvo y astillas.— Explicó Klaus queriendo evitar que leyeran algo que las diera la pista de que su familia no era tan santa como las habían hecho creer. —Y murciélagos.— Añadió, creyendo que de esa forma podría asustar a alguna de las dos. Pero ni Hope ni Eliana le tenían miedo a aquello, ambas sabían que eran fuertes y poderosas, y por ende no podían temerle a nada.

—Aquí no hay ningún murciélago.— Sonrió Eliana mientras miraba a su padre, mostrando que no creían en lo que había dicho.

—No tengo pruebas de que vuestro tío Elijah no duerma aquí arriba colgado boca abajo.— Sugirió haciendo reír a ambas por la sugerencia que había hecho.

—¿Papá, sabes si aquí vivía un niño hace tiempo?— Quiso saber Hope al ver que aquello había perteneció a un niño, lo que indicaba a Klaus que le tocaría hablar de Marcel, tema que prefería omitir con ambas.

—Vamos, hablaremos de historias antiguas en otro momento.— Se limitó a decir el híbrido mientras la quitaba a Hope el libro, para después mirar a ambas, haciendo que las dos niñas se pusieran de pies y se agarrasen a cada mano del híbrido.

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—¿Vas a montar un mercadillo?— Preguntó Klaus al ver todas las cajas que había en el despacho, las cuales las había traído Taylor para que, durante el tiempo que durase el hechizo de aislamiento, su hermana pudiera estar entretenida.

—He pensado que ya que estamos aquí encerrados, podria ver si entre las cosas de los padres de Hayley existe alguna pista de los otros dos huesos, o si pueden destruirse.— Explicó Astrid mientras revisaba un viejo álbum familiar de los padres de Hayley.

—He encontrado a las niñas buscando entre la basura del desván.— Explicó Klaus mostrando cuanto le incomodaba que ambas hubieran decidido inspeccionar la casa, ya que podía existir la posibilidad de que encontraran a Marcel. —Están inquietas.— Añadió con frustración.

—No están inquietas, estan aburridas.— Respondió Astrid con obviedad, y entendía perfectamente que lo estuvieran, por mucho que entre las dos pudieran entretenerse querían hacer amigos como el resto de niños de sus edades. —La mayoría de los niños de su edad tienen amigos con los que jugar.— Le recordó sabiendo que aunque querían protegerlas del vacío, de sus seguidores y de todos los enemigos de la familia, tanto Hope como Eliana necesitaban una vida normal.

—En cuanto Freya las enseñe a perfeccionar su magia tendrán un poder increíble, no necesitarán amigos. Las adoraran.— Afirmó Klaus sin comprender que para unas niñas el poder no lo era todo, lo único que querían era salir y jugar, olvidarse de que eran brujas y de todo lo que había estado pasado en las últimas semanas.

—No quieren que las adoren, solo quieren a alguien para jugar.— Insistió Astrid sorprendida de que Klaus no recordará que a su edad él era igual, sino fuera por sus hermanos también hubiera estado aburrido.

—Estarán por encima de esas cosas.— Garantizó mostrando que sabía que sus hijas estarían a la altura de lo que suponía ser parte de la familia Original. —Tendrán poder suficiente para protegerse de todo, no tendrán que protegerse con malditos hechizos de aislamiento para tenerlas a salvo.— Añadió haciendo que Astrid comprendiera que quien estaba inquieto era Klaus, y no las niñas.

—Bueno, ya que estas aquí y te estás desesperando, porque no me ayudas a lo mejor encuentras algo de utilidad en todo esto.— Sugirió la híbrida esperando que por lo menos enfocará su desesperación en buscar alguna posible solución a todo lo que había allí escondido.

—Fijate, como vencer al vacío volumen uno.— Comentó Klaus sarcásticamente mientras centraba su atención en una de las cajas. —Escondido entre estos discos de Guns N' Roses, oh dulce niña mía.— Añadió haciendo reír a Astrid con el comentario, ya que aunque la situación de por sí era tediosa no tenían porque hacerla ellos más insufrible de lo que ya era.

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—No deberíamos de bajar aquí, Hope.— Dijo su hermana pequeña mientras las dos caminaban por uno de los pasadizos de la casa.

—¿Acaso tienes miedo?— Preguntó Hope mirando a Eliana, la cual mostró una expresión de que no era miedo lo que tenía.

—No, pero...— Empezó a decir de forma dubitativa sabiendo que no estaba bien que bajarán allá abajo.

—Vamos, Eli, no va a pasar nada. Además estamos juntas, si una salta la otra también.— La recordó Hope, haciendo mención a la promesa que siempre se habían hecho de permanecer juntas y de ayudarse, aunque eso significara meterse en un pasadizo sabiendo que eso no les iba a gustar a sus padres. Finalmente, la dos niñas llegaron al final del túnel, donde tras una puerta de metal, que estaba abierta, se encontraba Marcel, el cual se percató de la presencia de ambas niñas cuando entre las dos abrieron la puerta. —Hola, creo que esto es tuyo.— Dijo la mayor, mirando a Marcel, el cual las miró sorprendido para después atrapar el juguete que ambas niñas habían usado para dar con su legitimo dueño.

—Hope y Eliana.— Comentó el vampiro, sorprendido por lo que habían crecido, ya que la última vez que vio a Hope era todavía un bebé, y a Eliana directamente era la primera vez que la veía desde que supo que Astrid volvía estar embarazada, uno de los motivos por los que no fue en su búsqueda. —Hacia un siglo que no veía esto.— Comentó, mirando el juguete que Hope le había lanzado, sorprendido de que ambas hubieran dado con él.

—Tu eres el niño que vivía en nuestra casa.— Afirmó Eliana poniéndose al lado de su hermana.

—Hace mucho tiempo vivía aquí con vuestro padre.— Explicó Marcel, haciendo que las dos niñas le mirasen seriamente.

—Te tiene aquí encerrado por qué cree que quieres matarle.— Respondió Hope con obviedad, haciéndole ver a Marcel que no las habían ocultado todo lo que estaba pasando. A fin de cuentas estar relacionado con la familia Original era un indicador de problemas.

—¿Lo harás?— Preguntó en esta ocasión Eliana la cual se cruzó de brazos esperando que la respuesta, por parte del vampiro, fuera negativa.

—Os diré todo lo que queráis saber, ¿de acuerdo? Pero solo si me traéis sangre de la reserva de vuestros padres.— Las pidió, haciendo que las dos niñas intercambiarán una mirada en la que claramente podía verse que no eran tan ingenuas como Marcel estaba suponiendo que eran.

—Tengo siete años, no soy tonta.— Alegó Hope con obviedad, haciéndole ver a Marcel que, como su familia, ambas niñas eran inteligentes y no se dejaban manipular con tanta facilidad.

—Ya...— Murmuró sabiendo que debía de buscar otra forma de que las dos niñas o una de las dos le ayudara a salir de allí. —También eres muy valiente, las dos, por bajar aquí y hablar con un extraño.— Observó Marcel mientras se agachaba poniéndose a la altura de ambas.

—No tenemos miedo, somos brujas Mikaelson.— Respondió Eliana con un sonrisa, haciéndole ver a Marcel que ambas no solo confiaban en su propio poder, sino también en lo que significaba para el mundo llevar el apellido Mikaelson.

—Sabéis que, empecemos de nuevo, ¿vale?— Suspiró Marcel sabiendo que lo que más le convenía era ganarse el favor de las dos niñas, además de que era evidente de que el vacío buscaría la forma de hacerlas daño, ambas eran poderosas así como toda su familia. —Me alegra mucho volver a verte Hope Mikaelson, y de conocerte, Eliana Mikaelson.— Añadió haciendo ver a ambas que Marcel no solo las conocía, sino que ya había interactuado, anteriormente, con Hope. —Mi nombre es Marcel.— Se presento sonriendo.

—En el baúl ponía Marcellus.— Recordó Eliana haciéndole ver al vampiro que aunque tuviera cinco años, era mucho más lista que un niño de su edad.

—Mi nombre completo, pero todos me llaman Marcel. Proviene de un dios romano.— La explicó haciendo que la niña sonriera al darse cuenta de a quien se estaba refiriendo.

—Marte, el dios de la guerra.— Respondió con seguridad, sorprendiendo a Marcel, sobretodo por la seguridad que presentaba.

—Vaya, que lista.— Comentó impresionado.

—A Eliana la gusta la mitología, mamá nos explicó que venimos de los griegos.— Explicó Hope haciéndole ver a Marcel que ambas niñas sabían parte de su historia familiar, o por lo menos que su origen no solo se remontaba a los bárbaros vikingos, sino también que se remontaba a una época anterior, la griega.

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—Taylor no contesta al teléfono, ni Leo ni Elijah.— Le dijo Astrid a Klaus preocupada de que les hubiera podido pasar algo, ya que si eso hubiese pasado ellos no podrían hacer nada al estar dentro del hechizo de aislamiento.

—Llamaré a Freya.— Se limitó a decir Klaus mientras cogía su teléfono para llamar a su hermana mayor. —Esto igual quieres guardarlo.— Añadió mientras la daba a Astrid varias fotos de los padres de Hayley y de la propia Hayley, haciendo que la híbrida suspirase al saber que a la mujer lobo la hubiera gustado descubrir todo aquello, así como de ver como eran sus padres.

—Deberíamos de hacernos más fotos en familia.— Puntualizó al ver que detalles como aquellos eran los que, de alguna forma, preservaban de mejor manera los recuerdos.

—Los vampiros evitan las fotos por una razón, deberías de saberlo.— La recordó Klaus esperando que fuera consciente que los vampiros para la raza humana eran un mito, y por ende debían de permanecer así. Si se hacían fotos la gente podría descubrir que existían seres inmortales, así como hombres lobo y brujas.

—Bueno, no todos en esta familia son inmortales. Ya lo sabes.— Le recordó haciendo alusión a Freya y a sus propias hijas. Puede que ambas niñas tuvieran la oportunidad de volverse vampiros si en un futuro decidían morir, pero no por ello debían de privarlas de mantener recuerdos a raíz de las fotografías, de esa forma Astrid también tenía presente a su hermana.

—Freya es uno de ellos, tampoco coge el teléfono.— Respondió Klaus mostrando que él también estaba empezando a preocuparse por el hecho de que les hubiera pasado algo.

—Seguro que están bien, no pasa nada.— Dijo Astrid en voz alta, sabiendo que lo que menos les convenía a los dos era emparanoiarse creyendo que les podía haber pasado algo.

—Esta misión es imposible, no vamos a conseguir nada con este desorden. Debería de estar ahí fuera...— Empezó a decir Klaus mientras se movía por la estancia, mostrando lo incomodo que estaba por el simple hecho de estar encerrado.

—¿Buscando al espíritu malvado que te quiere muerto?— Preguntó Astrid esperando que él fuera conscientes de que aunque quisiera ayudar, la mejor forma de hacerlo era permaneciendo con vida. —No, aquí estas a salvo.— Sentenció sabiendo que Klaus podía ser atacado en cualquier momento, esa era la única forma que existía para que estuviera a salvo.

—A salvo no puedo hacer nada.— Dijo mientras empezaba a alzar la voz.

—Tus hijas te necesitan.— Le recordó Astrid sabiendo que aunque el peligro para ellas había pasado, nunca había que subestimar a un enemigo sediento de poder.

—Mis hijas necesitan que eliminemos al vacío de la tierra.— Sentenció Klaus gritando, haciendo que Astrid le mirase confundida al no entender a qué se debía aquel repentino cambio se humor.

—¿Por qué me estás gritando? Estoy de tu lado.— Alegó la híbrida sin entender porque se estaba alterando, no era la primera vez que se quedaban dentro de un hechizo de aislamiento, y las anteriores veces Klaus no se había puesto tan furioso.

—Por que no puedo estar aquí atrapado.— Dijo el híbrido, haciendo que ella comprendiera lo que estaba sucediendo. Y es que el mero hecho de estar atrapado le hacía recordar a la mazmorra en la que había estado encerrado por cinco años.

—Ya no estás en una mazmorra, tranquilo.— Le recordó Astrid intentando buscar la forma de tranquilizarlo, principalmente porque enfadandose no iba a mejorar la situación.

—El agua de las cañerías sonaba como uñas arañando una pizarra, me moría de hambre, podía oler la sangre de la gente de la calle y oír sus corazones latiendo.— Explicó Klaus siendo aquella la primera vez que hablaba sobre lo que había sentido cuando estuvo encerrado. —Mi propia mente se volvió en mi contra, era incesante.— Añadió recordando la de veces que el hambre y el tiempo con el cuchillo de Papa Tunde, jugaron con su cabeza de la forma mas retorcida que podía existir. —Las primeras semanas fueron las peores.— Terminó de decir, haciendo que Astrid se diera cuenta que una parte de Klaus revivia aquello porque no quería que Marcel pasara por lo mismo que él había vivido.

—Esta preocupado por Marcel.— Sentenció Astrid con seguridad, sabiendo que a pesar de todo lo que había hecho el vampiro, Klaus no quería verle sufrir.

—No, quiero que sufra.— Aseguró con seguridad, haciendo que Astrid le mirase confundida, ya que eso es lo que una parte de Klaus, la parte vengativa, quería que viviría; pero la otra parte, la que recordaba que Marcel era como un hijo, sabía que no podía permitir que pasara por lo mismo. Y por ello, el híbrido luchaba con la indecisión entre sí hacer honor a su crueldad o ser benevolente.

★★★

Hace un tiempo os dije que ibais a adorar a Hope y a Eliana, creo que ya con este capítulo lo estáis haciendo, aunque os va a encantar más en la temporada 5, cuando Eliana se vuelva un mini Klaus (en todos los aspectos)

Voy a tratar el capítulo en dos partes.

La primera con respecto a las niñas, aunque se que la presencia de Eliana es secundaria, su papel es muy importante por el linaje del que proviene. Ya que si Hope tiene el poder de una primogénita Mikaelson; su hermana tiene el de un Novawood, y eso también cuenta. Las iguala.

Por otra parte me encanto hacer escenas de ellas, disfruto muchísimo y me encanta. Ya que al final son niñas y una hace que la otra pues haga trastadas.

La escena con Marcel me encantó, el cómo intenta engañarlas y le hacen ver que no son tontas. De verdad que en esa escena se le ganaron.

Pasando a Klaus y Astrid, no os niego que Klaus se pasó con las bromas en cuanto a Elijah y la referencia a las míticas leyendas de vampiros y su asociación a los murciélagos; y a la escena de las cajas. En verdad me representa, porque sin duda soy yo en la vida.

Ahora bien, el momento en el que tiene un ataque de pánico me encanto. Porque a pesar de la época cercana que era, todavía el tema de la salud mental... bueno, a día de hoy sigue un poco en ascuas, y se va sabiendo más. Pero ame que lo reflejarán de esa manera y más con un personaje tan querido y con tantas capas como Klaus.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️