—— I HEAR YOU HIT ——

—Hola.— Sonrió la pequeña hacía la mujer la cual estaba sentada sobre la cama, mirándola haciendo que la niña la mirase confundida, pues quería descubrir quien era aquella mujer. —Mi nombre es Eliana, ¿cual es el tuyo?— Preguntó esperando que la mujer hablará, pero el único gesto que hizo fue sonreír mientras sus ojos brillaban debido a las lágrimas.

—También me llamó Eliana.— Dijo finalmente, haciendo que la niña sonriera.

—¿Enserio?— Preguntó sonriendo, a lo que la mayor respondió con una sonrisa. —Hope tiene el nombre de mamá también, bueno el otro nombre que la pusieron, y porque ella trajo cosas buenas a todos. Pero ella nunca dice de donde vienen mis nombres, se pone triste.— Explicó mirándo a su tía sin saber que lo era. —¿Por solo yo te veo? Hope también quiere verte, a veces intento hacer dibujos sobre ti pero... aún no soy tan buena como mamá.— Admitió mientras abrazaba su oso de peluche.

—Por que tu, pequeña bruja, tienes un poder que me ha permitido unirme a ti. Y si Astrid no te dice de dónde vienen tus nombres es porque la duele.— Explicó la mayor, haciendo que la niña la mirase confundida, ya que supuso que aquella mujer conocía a su madre, y lo que quería descubrir era de qué se conocían.

—¿Conoces a mi mamá?— Preguntó la niña con una expresión de sorpresa, ya que su madre nunca había mencionado que pudiera conocerla, de hecho tampoco había visto fotos de ella, ni dibujos.

—Claro que la conozco, ella cuido de mi toda su vida.— Aseguró Eliana mostrando una gran sonrisa en su rostro, mostrando lo orgullosa que estaba de su hermana, así como de que ella hubiera tenido la oportunidad de tener todo cuanto el vampirismo la había arrebatado.

—Mamá tiene mil años, ¿también eres vampiro?— Inquirió la niña mostrando que sabía bastante del mundo sobrenatural, a fin de cuentas su madre nunca las había ocultado ni a ella ni a Hope su doble naturaleza, aunque sí había omitido todos los detalles sangrientos y macabros que pudiera haber de por medio.

—Lo fui, pero incluso un ser inmortal como tus padres o como yo puede encontrar la paz.— Explicó su tía, haciéndola ver que a pesar de que se pudiera comunicar con su sobrina, ya no estaba en el otro lado. Finalmente había encontrado la paz con las personas a las que había perdido. —Yo soy la hermana pequeña de tu madre y de Leo.— La reveló finalmente, haciendo que su sobrina la mirase sorprendida, para después abrazarla, haciendo que aquel gesto, para amabas, significara mucho.

—Mamá nunca habla de ti, ¿tu sabes por qué?— Quiso saber la niña mientras la miraba con curiosidad, lo que hizo que Eliana suspirase viendo que algunas cosas no habían cambiado, Astrid seguía evitando las conversaciones que la hacían daño, y no la juzgaba. Aunque sí agradecía que la hubiera honrado llamando a su segunda hija con su nombre.

—Tu madre siempre ha sido muy protectora, cuando yo morí se sintió muy triste. Y aún se siente triste, cree que su deber era protegernos del mal, pero se la olvidó protegerse a si misma. Por eso intento protegerte a ti, me gustaría hacer lo mismo con tu hermana, pero no puedo.— Admitió Eliana, mostrando el gran deseo que tenía por proteger a sus dos sobrinas, pero puesto que solo podía aparecer en los sueños de una y ayudarla, haría todo cuanto estuviera en su poder para ayudar a una de las dos, sobretodo por qué ella sabía como de peligroso podía llegar a ser el vacío. —Ambas os parecéis a vuestra madre.— Añadió sonriendo, viendo que ambas niñas tenían cualidades de su hermana, cualidades que siempre había admirado y que de alguna forma se mantenían vivas reflejadas en ambas.

—Se enfada cuando hacemos magia a escondidas.— Admitió Eliana, sorprendiendo a su tía con sus palabras, ya que recordaba que su hermana siempre había adorado hacer magia, tanto de forma conjunta como de forma individual, de hecho por ese motivo Carina castigaba a Astrid, porque la preocupaba que el deseo de aprender se convirtiera en un insaciable deseo por hacerse más poderosa, para suerte de ella y de todos, Astrid siempre se conformo con su poder, y sólo aspiro a hacerse más poderosa cuando anuló su humanidad, error que la híbrida nunca iba a volver a cometer, el problema es que para una criatura inmortal nunca era una palabra un tanto fuerte que no había que usar muy a la ligera, principalmente por su connotación, pues nunca para un vampiro se convertía en una eternidad.

—Ella también la hacía, era muy rebelde, rompía las normas constantemente, pero siempre lo hacía con nobles intenciones. A pesar de todo vuestra madre solo quiere protegeros, ella sabe cuanto mal ahí afuera.— Afirmó su tía, sorprendiendo a la niña con sus palabras, pues ni ella ni Hope se esperaban que su madre pudiera ser alguien que rompiera las normas, pero aquella versión de Astrid murió la misma noche en la que Ragnar murió, pues a partir de aquel día ella asumió un papel que no la pertenecía, lo que la obligó a madurar de una forma abrumadora por el bien de su familia. —¿Harías una cosa por mi?— Preguntó esperando que la respuesta de la niña fuera positiva, pues solo de aquella forma podría, de alguna forma, comunicarse con sus hermanos.

—Sí.— Sonrió la niña emocionada.

—Dila a Astrid que estoy en paz, y que haré por ella lo mismo que hizo por mi.— La pidió haciendo que la niña la mirase confundida, pero también entendiendo que su tía se iba a ir, lo que suponía que las luces azules volverían, o eso era lo que ella creía y por ende era lo que más miedo la daba.

—No te vayas por favor, cuando tu no estás la luz azul aparece.— La pidió la niña mientras la agarraba de la mano con fuerza, creyendo que de esa forma podría detener a su tía todo cuanto su sueño durase.

—No me voy a ir de aquí nunca, aunque no me veas estaré contigo, y con Hope.— La prometió Eliana mientras un par de lágrimas resbalaban por sus mejillas, sabiendo que a pesar de la decisión que tomó se estaba perdiendo muchas cosas, pero no por ello se arrepentía, sacrificarse había sido la mejor decisión que había tomado en sus mil años.

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—¿A donde vamos?— Preguntó Eliana al ver que su madre estaba guardando ropa de ella y de su hermana en una pequeña mochila.

—A ver a Mary, al pantano.— Se limitó a decir su madre, haciendo que Eliana se sentara en la cama mientras jugaba con su peluche, el cual tenia forma de lobo. —¿Qué pasa, cielo?— Preguntó Astrid al ver que la pequeña estaba actuando de una forma extraña, como si algo pasara y teniendo en cuenta todo lo que había sucedido la preocupaba que eso pudiera haber sido así.

—¿Tu tenias una hermana pequeña?— Preguntó Eliana confundiendo a Astrid con su pregunta.

—Claro, Taylor.— Respondió la híbrida con obviedad sin comprender a qué venía aquella pregunta.

—No hablo de la tía Taylor, hablo de otra hermana. Se llamaba como yo.— Afirmó la niña, haciendo que su madre se diera la vuelta para mirarla sorprendida por lo que había dicho.

—¿Cómo sabes eso? ¿Quien te lo dijo?— Preguntó Astrid mientras se acercaba a ella y se agachaba, para quedarse a su altura.

—Aparece en mis sueños, anoche hablamos por primera vez.— Admitió con nerviosismo, ya que no sabía como iba a reaccionar su madre ante aquello.—Dice que cuidará de Hope y de mi, así como tu cuidaste de ella.— Reveló, sorprendiendo a su madre con aquellas palabras, ya que la hizo sonreír con bastante dolor, pues ahora era el turno de Eliana velar por el bien, en este caso, de sus sobrinas. —¿Por qué nunca nos dijiste que tenías una hermana?— Quiso saber confundida, ya que tanto Hope sabían acerca de toda la familia, incluso de Henrik, pero nunca habían escuchado que Astrid y Leonidas tuvieran una hermana más pequeña.

—Porque para mi desgracia ya no está aquí.— Admitió Astrid sabiendo que a pesar de todo estaba en deuda con su hermana por hacer lo que estaba haciendo por ayudar, por lo menos, a una de sus hijas. —¿Te dijo algo más?— Preguntó con curiosidad, sabiendo que su hermana había dicho algo más, siempre había algo más.

—Qué gracias a ti esta en paz.— Sonrió la niña sin comprender del todo lo que aquello quería decir, menos aún el motivo por el que su tía había muerto.

—¿Quien está en paz?— Preguntó en este momento Leonidas, haciendo que madre e hija le mirasen, lo que provocó que el vampiro se diera cuenta de que algo debía de ser importante, pues su hermana mostraba una expresión donde el dolor y la alegría se fusionaban  en partes iguales.

—Sueña con nuestra hermana.— Le reveló Astrid sonriendo.

—Quien diría que nuestra hermana pequeña seguiría haciendo de las suyas.— Comentó Leonidas sorprendido de que aún muerta, Eliana no se separaba de sus hermanos pequeños.

—¿Por qué no me dijiste que soñabas con ella?—  Quiso saber Astrid mientras volvía a centrar su atención en su hija, la cual la miró con una expresión de temor al creer que la iba a regañar por haber hecho uso de la magia.

—No sabía quien era, y no te gusta que hagamos magia.— Admitió mientras agachaba la cabeza creyendo que había hecho algo mal.

—Cariño, eso no es hacer magia. Es soñar con los muertos, y es una habilidad muy poco común entre los brujos. Nunca me voy a enfadar por que queráis hacer algo que es parte de vosotras.— Afirmó Astrid haciendo que la niña la abrazara al ver que su madre no se había enfadado con ella tal y como había pensado. —¿Lista para irnos?— Preguntó haciendo que la niña asintiera.

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—¿Papá?— Hope llamo a su padre, haciendo que este se acercara a las dos niñas, las cuales habían ido en su búsqueda. —Estamos listos, ¿tu no vienes?— Preguntó al ver que su padre no tenía la intención de irse con ellas al pantano.

—Tengo que ayudar a un viejo amigo, pero luego me reuniré con vosotras.— Las tranquilizó, sabiendo que no podía decirlas que el vacío se había metido en su cabeza debido a la matanza que habían llevado acabo la noche anterior. Ante sus palabras, Hope se acercó a Klaus y le dio un abrazo, para a continuación marchrse. —¿No vas con Hope?— Preguntó al ver que Eliana no se había movido, de hecho se había quedado en el mismo lugar.

—Ella habló conmigo. Tenias razón, si la hablaba me hablaria.— Sonrió la niña, haciendo que Klaus se acercara a ella al saber que aquella información era importante, pues no era común que un brujo ajeno a la familia se interesara por el bien de un Mikaelson.

—¿Y qué te dijo?— Preguntó el híbrido con curiosidad.

—Qué es la hermana de mamá.— Reveló, sorprendiendo a Klaus con aquella frase, pues sabía que aquel hecho afectaría a Astrid en el momento en el que se llegara a enterar. —¿Tu la conociste?— Preguntó con curiosidad.

—Sí, tu madre la quería y la quiere mucho. Por eso la dije que si eras niña te pusiera su nombre.— Explicó su padre, haciendo que Eliana comprendiera quien había decidido que su nombre fuera el mismo que el de su tía. —¿Te ha dicho por qué aparece?— Preguntó queriendo saber todas las razones por las que ella se aparecía en los sueños de su hija.

—Para protegerme, también quiere ayudar a Hope, pero no puede entrar. Aunque la ve, de alguna forma.— Explicó algo confundida ya que todavía era demasiado pequeña para comprender algunas cosas.

—¿Se lo ha dicho a mamá?— Preguntó Klaus sabiendo que aquello debía de saberlo Astrid, por supuesto sabía que la iba a doler pero también la haría feliz.

—Sí, aunque creo que se ha enfadado.— Admitió mostrando que no se llegaba a creer que a su madre no la importará lo que la había contado, puede que tuviera cinco años pero no era tonta.

—Te aseguro que eso no es lo que la ha pasado.— La tranquilizó Klaus sonriendo, haciendo que la niña sonreía para después abrazarlo en señal de despedida, así como había hecho su hermana mayor unos minutos antes.

★★★

¿Quien sino iba a proteger a Eliana que no fuera su tía?

Ya os dije que el final de Eliana Tía no había terminado, y que tendría apariciones y referencias, y creo que sin duda está es una de las mejores apariciones. (Aunque hay otra...)

Bueno el caso, la escena de tía y sobrina me encanto hacerla, osea es la interacción de dos personajes muy importantes en la vida de Astrid, y creo que el mero hecho de que Eliana Tía este protegiendo a su sobrina descubriendo a la vez que se llama como ella...

Sin duda, fue una maravillosa elección elegir que se llamaean igual, porque esto no lo tenía planeado. (Normalmente no planeo algunas cosas)

Pasando a la escena de Eliana y Astrid, me encanto que la niña sintiera miedo de haber roto una norma y que Astrid la consolara indicandola que es parte de ella. El futuro de Eliana va a ser muy interesante, aunque va a tener el apoyo incondicional de sus padres.

Y ya la aparición de Leo..., bueno no lo deje claro, pero él también sufrió la pérdida de su hermana pequeña y eso es algo que creo que se deja ver en esa escena, o por lo menos eso es lo que creo.

Y ya la escena con Klaus, es que ambos son la cosa más hermosa del mundo. Osea ame hacer esa escena donde él la explica el origen de su nombre y que fue él quien le eligió, y el como la tranquiliza al creer que ha puesto a Astrid triste. Se que lo he escrito yo, pero mirad, es que me superan. De verdad os digo que si Klaus y Hope son iconicos, no os podéis hacer una idea de Eliana y Klaus.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️