CAPÍTULO 46: GUARDIANS OF THE HOUSE
—— GUARDIANS OF THE HOUSE ——
—Nuestro hogar, lo que fue un orgullo para nuestra familia es una pensión de mala muerte.— Se quejó Klaus al ver lo descuidado y abandonado que estaba el complejo, a raíz del día en el que la familia Original fue vencida por primera vez en un milenio.
—Los poderosos, han caído.— Alegó Elijah mientras se ponía al lado de su hermano.
—¿Dónde está Vincent?— Preguntó Astrid mientras entraba seguida por Taylor, las cuales llevaban en brazos a cada niña.
—Estoy aquí, he cumplido mi palabra. Ahora, la pregunta es ¿si vosotros vais a cumplir la vuestra? En cuanto acabe de curar a vuestras hijas, tenéis que iros de la ciudad.— Les recordó mientras miraba a los Mikaelson, esperando que ellos fueran fieles a su palabra.
—No íbamos a quedarnos, tu ciudad a perdido encanto.— Comentó Klaus mostrando que no iba a perder el tiempo luchando por algo que, para él, ya no merecía la pena.
—Lo que quiere decir es que te estamos muy agradecidos, tu ayudalas y nos iremos.— Intervino Astrid sabiendo que lo que estaba haciendo Vincent era un favor, él no estaba obligado a ayudarles, y aún así lo estaba haciendo.
—Danos lo que necesitamos, y luego nos iremos.— Intervino en este momento Taylor esperando que el brujo actuará de forma inmediata.
—Perdonar.— Se disculpó el brujo acercándose a las dos niñas. —Vale...— Murmuró mientras se frotaba las manos para a continuación empezar a recitar el hechizo, haciendo que los ojos de ambas niñas empezarán a abrirse lentamente.
—¿Mamá?— Hope busco con la mirada a su madre, haciendo que Astrid se acercara a ella aliviada de que estuviera bien.
—Ya está, vuestras hijas estan purificadas.— Sentenció Vincent creyendo que de esa forma los problemas habían terminado, el problema es que aquello no había hecho más que empezar.
—Gracias.— Le dijo Klaus al brujo, al ver que había salvado a sus hijas.
—La única muestra de agradecimiento que necesito es veros dejar la ciudad.— Dijo Vincent mientras se marchaba, al mismo tiempo que las dos niñas se acercaban a Klaus, para a continuación los cuervos que había en el complejo y que habían anidado, empezaban a caer muertos, rodeando a las dos niñas.
—¿Qué es esto?— Preguntó Taylor mirando a Vincent, creyendo que él tendría la respuesta a su pregunta.
—No lo se.— Respondió el brujo mientras Astrid se acercaba a las dos niñas.
—Mamá, ¿tu oyes eso?— La preguntó Eliana confundiendo a su madre con aquella pregunta, así como al resto, pues no escuchaban nada.
—Son susurros, dicen un nombre. Una y otra vez, Kre Nah Han.— Explicó en esta ocasión Hope, haciendo que todas las miradas se pusieran sobre Vincent.
—Vincent, ¿que significa?— Preguntó Astrid sabiendo que él debía de saber lo que significaba.
—Es un antiguo dialecto olvidado.— Explicó el brujo dándose cuenta de que las cosas no habían terminado. —Es criollo, significa vacío. Se acerca el vacío.— Añadió comprendiendo que debían de actuar de forma rápida, pues los niños aún no estaban libre del peligro.
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—¿Cómo están?— Preguntó Klaus a Astrid mientras él terminaba de meter en una bolsa de basura todos los cuervos muertos.
—Eliana vuelve a tener fiebre, y a Hope no le duele nada. Preguntan por ti.— Resumió la híbrida sabiendo que debían de hacer algo, porque estaba claro que aquello era el comienzo de un problema que tal vez no podría tener solución.
—Inventate una excusa, prefiero que mis hijas no sepan que he ido a matar a brujas.— Sentenció el híbrido mostrando que su intención era hacer de la ciudad un baño de sangre.
—No podemos ser imprudentes, Niklaus.— Le recordó Elijah, esperando que su hermano pequeño fuera consciente de que estaban en la ciudad por las niñas y por ende no podían causar problemas, no si no querían verse en la obligación de huir.
—¿Y como quieres que responda? ¿Delegando la seguridad de mis hijas en otra persona?— Inquirió el híbrido mostrando que quería hacer pagar a aquellos que se les hubiera ocurrido la genial idea de hacerlas daño.
—Déjame ver que puedo hacer.— Le pido Elijah sabiendo que él podría conseguir información sin llegar a derramar sangre.
—Nosotras nos encargamos de Marcel, de los cinco somos las únicas a las que no mataría nada más llegar.— Comentó Taylor mirando a su hermana, sabiendo que ellas podrían obtener mejores resultados que los que podría tener Klaus.
—Sea lo que sea a lo que nos enfrentemos es su problema tanto como el nuestro.— Les recordó Astrid sabiendo que aunque a Marcel no les gustará su presencia, entendía que aquel mal era superior a los Mikaelson y por consecuencia debían se trabajar todos juntos para encontrar una solución.
—¿Y qué se supone que hago yo ahora?— Preguntó Klaus al ver que de todos ellos, él era el único que no tenía un deber como tal con respecto descubrir lo que podía estar pasando.
—Quédate aquí y protege a nuestras hijas, no dejes que nada ni nadie se acerquen a ellas.— Le indicó Astrid mientras ella y Taylor se marchaban, siendo seguidas por Elijah, el cual las detuvo.
—Una advertencia, el Marcel que conociais ya no existe ahora. No es un aliado.— Las recordó esperando que ambas fueran conscientes de que no podían confiar, del todo, en él.
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—¿Cómo os encontráis?— Preguntó Klaus mientras se sentaba en la cama, donde ambas niñas estaban tumbadas.
—Tengo mucho frío.— Se quejó Eliana mientras se aferraba a la manta que la tapaba por completo.
—¿Los pájaros se han ido?— Preguntó en esta ocasión Hope.
—Sí, ya se han ido, cielo.— La tranquilizó Klaus, observando como la mas mayor se acercaba a la menor intentando conseguir de esa forma que no sintiera tanto frio. —Y cuando estéis mejor, y eso será pronto, los tres vamos a compartir el mayor plato de pastelitos que hayáis visto. Y podréis decirme a qué lugar del mundo queréis que os lleve después.— Las prometió haciendo sonreír a ambas con la posibilidad de comer dulces.
—Mamá dice que amas Nueva Orleans más que a nada.— Comentó Hope sin entender por qué no vivían en la ciudad que su padre adoraba, ¿por qué habían tenido que huir?
—Sí, así era. Pero amar demasiado a un sitio es un error, estar aquí en nuestro hogar, ver estas paredes, me recuerda que son las personas las que más llenan nuestros corazones.— Explicó Klaus sabiendo que aunque aquel había sido el único lugar al que podían haber llamado hogar, la realidad era muy distinta a como antaño había sido.
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—No te debemos nada, no eres amigo de las brujas.— Le dijo una bruja mirando a Marcel, el cual estaba exigiendo saber quien era el causante de los gráffitis con la forma de la serpiente comiéndose su propia cola.
—No confíais en él, lo entiendo.— Intervino en ese momento Astrid, haciendo que todos los presentes se dieran la vuelta para poder mirarla, viendo que no se había presentado sola pues junto a ella estaba su hermana. —Pero dos de esos niños son mis hijas, tienen siete y cinco años, las gusta pintar, coger luciérnagas, inventarse cuentos, cantar... Solo se que están enfermas, ahora no me importa el pasado.— Sentenció mientras daba un paso hacia adelante, haciendo que el resto de brujos retrocedieran, en señal de que la tenían miedo. —Solo soy una madre, necesito que me ayuden.— Insistió esperando que entendieran que ella solo quería lo mejor para sus hijas.
—Hay una tal Lara, la vi dibujar el mismo símbolo en su ventana con sangre.— Dijo la misma bruja que había respondido a Marcel justamente antes de que Astrid interviniera.
—¿Y donde encontramos a esa bruja?— Quiso saber en esta ocasión Taylor, esperando que por una vez las brujas fueran comunicativas y tuvieran la decencia de ayudarles, a fin de cuentas todos tenían el mismo problema.
—No es una bruja, es de las vuestras. Una loba.— Respondió la bruja haciendo que las dos hermanas intercambiarán una mirada. —Huyó al pantano.— Añadió, haciendo que las híbridas se marcharán seguidas por Marcel en busca de la única persona que podía tener respuestas: Lara.
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—Ese hombre, Vincent, mamá dice que es brujo, que vino a ayudarnos a sentirnos mejor, pero estamos peor.— Se quejó Hope sin entender como es que seguían mal si el brujo las había ayudado.
—Lo se, lo se.— Suspiró Klaus intentando mantener la calma, y eso realmente le estaba costando pues veía como por minutos sus hijas empeoraban. —Pero no os preocupeis, por qué ahora mismo vuestra madre, y los tíos Elijah y Taylor estan trabajando con Vincent para curaros. Así que, ahora calma. Ellos se encargaran de todo.— Las tranquilizó esperando que antes de que fuera demasiado tarde encontrarán una cura que las pudiera salvar.
—¿Sabes que es el vacío?— Preguntó Eliana esperando que su padre supiera a lo que se estaban enfrentando.
—No, cielo, no lo sé.— Negó Klaus sabiendo que estaban haciendo frente a algo que desconocían.
—Quiere a esos niños, podemos sentirlo, y creo que a nosotras también.— Explicó en esta ocasión Hope.
—No voy a dejar que nada os lleve, os lo prometo. Os voy a mantener asalvo ahora y para siempre.— Las prometió Klaus sin saber que esa promesa por muy posible que pudiera ser no era comparable al poder que el vacío albergaba.
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—¿Cómo están?— Preguntó Astrid, la cual era la que más retrasada iba en la caminata, mientras que Taylor iba en cabeza y Marcel entre las dos a varios metros de distancia de ambas.
—Están durmiendo.— La informó Klaus, el cual se había separado de la cama para no molestarlas. —Freya llegará pronto y preparará uno de sus brebajes medicinales.— Explicó esperando que su hermana se diera prisa, pues el tiempo apremiaba. —Dime que tienes respuestas.— La pidió esperando que por lo menos supieran como detener aquello.
—Marcel, Taylor y yo tenemos una pista. Una loba que al parecer está relacionada con el vacío.— Explicó Astrid sin comprender por qué una mujer lobo se había metido en problemas de brujas.
—¿Una loba metida en asuntos de brujas?— Preguntó Klaus sorprendido ya que no era común que brujas y hombres lobo, sobretodo en Nueva Orleans, trabajarán juntos principalmente por el pasado que ambas especies compartían.
—Es una locura lo se, queremos hacerla unas preguntas.— Alegó la Original mientras ponía los ojos en blanco, aunque sí era cierto que sentía curiosidad con respecto a los motivos por los que Lara había decidido estar involucrada en todo ello.
—A pesar de vuestras escusas o de vuestra lealtad, espero que le enseñeis a esa traidora lo equivocada que ha estado.— La pidió Klaus haciéndola entender a Astrid que si se volvía una amenaza fuera consciente de que tal vez debería de matarla.
—Taylor y yo nos encargamos.— Le tranquilizó para a continuación finalizar la llamada, al mismo tiempo que llegaban hasta el pantano, donde vieron a Lara en el muelle, dándoles la espalda.
—No querrá hablar con un vampiro, vamos nosotras.— Le dijo Astrid a Marcel sabiendo que las únicas que podrían obtener respuestas eran ella y su hermana.
—La última vez que me tope con un matón del vacío, el tío intentó matarme. Así que tener cuidado.— Las pidió mostrando que a pesar de las redecillas que él tuviera con los Mikaelson se preocupaba por ambas.
—Lara.— Taylor llamo a la mujer lobo, mientras Astrid y ella bajaban al embarcadero para acercarse a ella, pero también para quedarse a una distancia prudente. —Me llamo Taylor y ella es mi hermana Astrid, no se si sabes quienes somos...— Empezó a decir la morena.
—Se quienes sois, Taylor Morgan y Astrid Mikaelson.— La interrumpió la mujer lobo mientras se daba la vuelta, haciéndoles ver que de su mano derecha llevaba un puñal. —Se por qué estáis aquí, habéis venido a por los niños.— Afirmó. —Lo siento, de verdad.— Se disculpó mostrando que se sentía arrepentida. —No hay nada que hacer.— Añadió creyendo que lo que ya estaba en marcha no podía ser detenido.
—No hemos venido a hacerte daño.— La tranquilizó Astrid creyendo que tenía el cuchillo en su mano para defenderse.
—No podéis hacerme más daño del que ya me he hecho yo.— Afirmó la mujer mientras las miraba. —No sabía lo que iba a pasar, no sabía que iban a involucrar a niños.— Explicó creyendo que iban a ser otras personas los sacrificados.
—Tranquila, tu solo dinos quienes son.— La pidió Taylor esperando que entendiera que ellas iban a ayudarla.
—Los que sirven al vacío, servidores de la luz azul.— Les informó Lara con obviedad, haciendo que las dos hermanas se mirasen confundidas. —Pensaba que hacíamos algo bueno, intentando recuperar la ciudad.— Añadió mostrando que todo aquello lo hacían por Nueva Orleans.
—¿Recuperarla de quien?— Preguntó Astrid.
—Recuperarla de él.— Señaló Lara apuntando con el cuchillo a Marcel. —De los vampiros.— Respondió con obviedad. —Durante cinco años no hemos dicho nada, te hemos visto dirigir la ciudad como si fuera tuya.— Le acuso, haciendolas ver a las hermanas que de alguna forma Marcel había vuelto a la tiranía que tenía antes de que los Mikaelson regresaran.
—Me he pasado los últimos cinco años intentando mantener la paz.— Se defendió Marcel creyendo que lo que había hecho estaba bien.
—¡No te toca a ti gobernarla!— Gritó Lara volviendo a apuntar al vampiro con el cuchillo. —Nueva Orleans nos pertenece a todos, y el vacío nos ofreció el poder que necesitábamos si le jurabamos absoluta lealtad.— Prosiguió con su explicación mirando en esta ocasión a las dos hermanas.
—Eres una media luna, tienes a la manada. No necesitas esa secta.— Alegó la Original con obviedad, sin entender porque había abandonado a los suyos para ser participe de un atroz crimen
—Vosotras os fuisteis, elegisteis a la familia Original antes que a vuestra gente.— Las culpo Lara creyendo que lo que ellas habían hecho había sido abandonarlos y traicionarlos. —¿No lo entendéis? Nuestra manada no significa nada, vosotras no importais nada.— Respondió mientras se acercaba a las dos.
—Tienes razón, no estuvimos ahí. Pero ahora tengo dos hijas y son dos de esos niños, de esos niños que están en peligro.— La explicó Astrid esperando que comprendiera por qué estaba tan desesperada en querer detener todo lo que estaba pasando. —Por favor, empieza a hacer las cosas bien.— La suplico.
—No podéis ayudarles.— Rió Lara, mostrando que de alguna forma estaba mal psicologicamente, el vacío se había metido en su cabeza. —El vacío quiere poder, la clase de poder que solo viene del sacrificio. Esos niños morirán para que se haga más fuerte.— Sentenció con firmeza. —Se alimentará y luego se alzará, y todos nos inclinaremos hacia él.— Explico esperando que todos entendieran que nada iba a detener al vacío ni a sus seguidores para que se alzará. —La gran bestia, hasta tu.— Aseguró mirando a Marcel, confundiendo a los tres con sus palabras. —Mi único consuelo es que no estaré aquí para verlo.— Comentó juntamente antes de clavarse el cuchillo en la yugular, haciendo que Taylor la sujetará y los tres vieran que no solo se había suicidado, sino que había muerto creyendo que el vacío se alzaria y conseguiría doblegar a todas las criaturas del mundo.
★★★
Admito que me encanto ver a Klaus estando en una forma más pasiva, ya que siempre suele estar en la acción, y me encanto hacer esas interacciones con las niñas. De verdad amo las escenas de Klaus con ambas, pero más con Eliana. Esos dos... son tal para cual.
La primera escena..., Admito que le dio ese toquecillo de tensión la parte en la que nos hacen creer que la han curado, y de pronto pun, los pájaros muertos y luego lo del criollo, además de que me encanto ver a Vincent, porque es un personaje que ha tenido un gran crecimiento con los Mikaelson.
La siguiente escena... Bueno esta claro que Astrid solo le cedería el cuidado de sus hijas a Klaus, y que le ceda en ese momento, me encanto porque ella haría lo que fuera por sus hijas. Creerme, Astrid es mucho peor que Carina.
Las dos escenas de Klaus y las niñas..., es que no os puedo expresar lo mucho que me gusta, pero os aseguro que las que están por venir os van a gustar aún mucho más. Por qué además tengo algunas sorpresas debajo de la manga.
Y ya la escena de Astrid pidiendo ayuda como madre, de verdad ame hacerlo. Porque creo que es un momento en el que esta desesperada, donde sabe que no podría perdonarse si algo las sucediera y eso es algo que espero que se haya transmitido.
La última escena final..., bueno es que sin duda impacta que haya lobos liados con temas de brujas, pero creo que sin duda es algo bastante interesante ya que eso muestra el verdadero poder el nuevo enemigo.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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