CAPÍTULO 45: DESPITE EVERYTHING I WOULD NOT CHANGE ANYTHING
—— DESPITE EVERYTHING I WOULD NOT CHANGE ANYTHING ——
—Ambas han estado dibujando esto, constantemente.— Le dijo Klaus a Astrid mientras la mostraba el dibujo de una serpiente que se mordía su cola, haciendo que la rubia se sentara a su lado. —¿Sabes que es lo que puede significar?— Quiso saber esperando que Astrid tuviera la repuesta con respecto a aquel macabro dibujo.
—Nunca había visto algo así.— Admitió la híbrida mientras miraba el dibujo fijamente, sintiendo, de alguna forma que no era nada bueno. —¿De verdad crees que puede estar relacionado?— Inquirió queriendo dejar de lado aquella paranoia suya de que podía significar la llegada de problemas.
—Tu dibujabas un ciervo blanco de forma inconsciente, ¿y de verdad te sorprende esto?— Inquirió Klaus mirándola con obviedad, haciendo que la aludida pusiera una expresión de pocos amigos ante su sugerencia.
—Pero había sido criada sabiendo que el ciervo era un símbolo de poder y de ayuda, y estos dibujos... precisamente no son muestras de algo que pueda ayudar.— Respondió con obviedad mientras miraba todos los dibujos, exactamente idénticos pero con diferentes colores, que Hope había dibujado, mostrando que tenía una gran habilidad para el dibujo.
—¿Cuando hiciste el hechizo de sueño perdiste absolutamente toda tu magia?— Quiso saber Klaus creyendo que en aquellos momentos la sensibilidad a la magia negra por parte de ella podría ayudarles.
—Sigo siendo sensible a la magia negra, pero si esto lo es yo no lo siento.— Admitió esperando que en Nueva Orleans estuvieran todas las respuestas a todas las preguntas que tenían, en especial con aquel peculiar dibujo.
—¿Qué es lo que esta pasando?— Preguntó Klaus sabiendo que esa era la gran incógnita que debían de resolver.
—Si Vincent nos pide que regresemos a la ciudad, lo más seguro es que sepan que las niñas están involucradas porque no solo las ha afectado a ellas. Sino, ¿por qué Marcel dejaría que regresaremos a la ciudad?— Alegó la híbrida mientras cerraba el cuaderno, sabiendo que si les pedían aquello era por el bien de ellas, no por qué quisieran a los Originales de regreso.
—Por que aunque nos odie a nosotros, no va a permitir que dos niños mueran por mucho que sean mis hijas.— Afirmó Klaus viendo que aunque Marcel les odiara, ese sentimiento no era hacia las dos niñas, lo que le convertía en mejor persona de lo que ya eran los Mikaelson. —Creo que debería de disculparme al haber pensando que las habían malinfluenciado.— Añadió sabiendo que su suposición de aquella mañana era errónea.
—Asumía que te comerías tus palabras, aunque no lo creas para Mary son como dos nietas, la familia que nunca va a poder tener, y ha estado con ellas siempre que Taylor y yo no hemos podido. Y con mi hermana..., ha sido mejor que no te haya escuchado.— Alegó Astrid sabiendo que en aquellos cinco años gracias a Mary habían podido criar a ambas, pero también aquellos cinco años habían afectado a Taylor de una forma que la había cambiado.
—Siempre pensé que terminarias tirando la toalla. Cada día que pasaba, cuantos más enemigos venían a regodearse de mi sufrimiento más pensaba que así iba a ser para siempre mi eternidad.— Explicó Klaus sabiendo que aquellos cinco años, a parte de haber sido demasiados largos para él, habían sido una completa tortura, pues siempre quedaba la incertidumbre de no saber si alguna vez iba a salir de allí, para su suerte la realidad había sido diferente, y finalmente era libre aunque no le agraba en absoluto la idea de tener que regresar a Nueva Orleans. —De hecho, casi lo hubiera preferido. Me lo merecía por todo lo que hice ya fuera a personas que me desafiaron como a las que siempre estuvieron a mi lado, como lo que te hice cuando te fuiste.— Admitió haciendo que Astrid se mordiera el labio superior al escucharle.
—Klaus..., yo...— Empezó a decir la híbrida sin encontrar las palabras adecuadas ante lo que estaba diciendo, y por ello su único gesto fue agarrarle la mano en señal de apoyo y de que a pesar de todas las peleas que tuvieran entre ellos o con cualquiera que usará perturbar su paz estaría junto a él, le hizo una promesa y no iba a incumplirla.
—Cuando vi que todos habíais ido a rescatarme fui consciente de que a pesar de mi comportamiento durante estos mil años, ninguno me iba a dejar de lado. Todos a vuestra manera siempre habéis buscado mi redención.— Prosiguió con Klaus sabiendo que aunque aquellas palabras también iban destinadas al resto de la familia, solo con Astrid era capaz de abrirse de aquella forma en la que podría llegar a mostrar su lado mal vulnerable. —Y ahora entiendo porque siempre Elijah y tu me decíais que la familia era poder. Vosotros sois los únicos que no me vais a dar la espalda a pesar de todo el daño que os he llegado a hacer.— Prosiguió el híbrido, pero sin alzar la cabeza del punto de la habitación en el que había centrado su mirada. —Cuando dije que el amor hacia débiles a los vampiros lo dije porque no lo entendía, hoy lo he entendido, esas niñas son nuestra esperanza, pero tu me la trajiste cuando decidiste casarte conmigo.— Terminó de decir Klaus haciendo sonreír a Astrid por su comentario.
—Aunque muchas veces me haya arrepentido de esa decisión, a día de hoy se que fue la mejor que pude tomar.— Afirmó la híbrida sabiendo que aunque mucho tiempo aquella fue la decisión que más peso sobre su conciencia sabía que a pesar de todo el dolor, todos los momentos felices que pasó y que pasarian juntos le superaban. Ante su cementerio Klaus sonrío, para a continuación alzar la cabeza, girarse y poder besarla.
✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶
Astrid suspiro cansada ente el silencio que reinaba en la habitación, tras lo ocurrido la noche anterior habían decidido, por el bien de las niñas, que partirian a la mañana siguiente, para que Marcel pudiera organizar su breve regreso sin perturbar a nadie del resto de facciones. La híbrida apenas había dormido aquella noche, se había dedicado a estar en la cama y a pasearse por la casa, cercionandose de que Hope y Eliana estuvieran bien.
Cuando era pequeña jamás entendió la preocupación que su madre tenía siempre que les pasaba algo a ella o a sus hermanos, pero ahora que era madre lo entendía o al menos lo comprendía. Sabía que si algo las pasaba ella no sabría que hacer, mataría a todo el mundo y puede que incluso ella se perdería. Sus hijas eran lo único que la ataban a su versión humana, a aquella versión que soñaba con ser madre y vivir siendo feliz, pero aquella realidad se había visto alterada tantas veces que temía que aquello desapareciera, que fuera solo un mero sueño.
El canto de un pájaro la saco de su ensoñación por unos minutos, no era la primera vez que se desvelaba, durante aquellos cinco años muchas habían sido las noches en las que no había podido dormir, principalmente cuando se alejaba se sus hijas.
Klaus por el contrario estaba dormido a su lado, como si nada ocurriera, aunque le entendía, después de estar durmiendo por cinco años en el suelo, ella también dormiría como un bebé en una cama, y no le juzgaba por ello, al contrario, tenerle a su lado la hacía ser consciente de que no estaba sola, ahora no sólo Taylor y ella tenían la fuerza y el poder para proteger a las niñas. Además de que tenerle a su lado era un símbolo de que uno de sus problemas y miedos había sido solucionado, la familia no corría el riesgo de morir, pero ¿Hope y Eliana estaban alejadas de ella?
—No has dormido en toda la noche.— La voz de Klaus saco, finalmente, a Astrid de aquella ensoñación de posibles problemas que pudieran estar detrás de lo que las estaba pasando a sus hijas.
—No podía dormir.— Se limitó a decir sabiendo que no podía descansar, no cuando algo las había hecho sufrir y ella no podía haber hecho nada para impedirlo. —Tu sí has dormido.— Puntualizó dando a entender que con que uno de los dos estuviera despierto era suficiente.
—Después de dormir cinco años de pies o en un suelo de piedra, una cama es bastante cómoda.— Garantizó haciendo que Astrid sonriera de lado. —Incluso la paja que usábamos de cama cuando éramos humanos era más cómoda.— Afirmó mientras se acomodaba para quedarse a su altura.
Ante sus palabras, Astrid se quedó en silencio, cuando eran humanos todo era más fácil, no había aquellos problemas, menos aún imaginaba que pudiera suceder aquello. Y aún cuando sucedió, había veces que se preguntaba el motivo por el cual el ciervo blanco les había castigado de aquella manera. Pero ahora..., ahora que sabía la verdad, sabia que era algo que iba a terminar sucediendo, pero se lamentaba de que hubiera sucedido. Su familia había sufrido más de lo que podía imaginar.
—Cuando éramos humanos todo era más sencillo.— Afirmó recordando aquella época en la que ellos no fueron más que humanos ajenos a la crueldad que existía, aquella crueldad que se encargarían en ampliar.
—Ellas van a estar bien.— La tranquilizó sabiendo a que se debía el silencio de la rubia, siempre que andaba preocupada se volvía bastante nerviosa e impaciente, y el silencio no solía ayudar, solo lo hacía cuando analizaba alguna situación, pero aquella no era de esas veces. —Vicent puede odiarnos tanto como Marcel lo hace, pero no dejará que las pase nada. No las va a pasar nada.— Insistió repitiendo aquella frase con seguridad, como si fuera una realidad, pero aunque lo decía con firmeza en sus palabras había miedo.
Había dejado atrás a Hope cuando era solo un bebé, quedando en su memoria a aquella niña que la encantaba dormirse en brazos de su madre y que siempre jugaba con el oso de peluche que Elijah la había regalado. Con Eliana no había tenido el lujo de verla nacer, ni de estar en esos momentos vitales que un padre atesora en su memoria, Eliana era más que una desconocida para él, pero era su hija. Lo veía en aquella mirada de curiosidad, esa misma que tenía de niño cuando quería crear un nuevo color. Pero desde aquella tarde que había pasado con ellas, aquellas horas, habían reavivado aquella chispa en su interior que le decía que debía de hacer cualquier cosa por ellas, incluso sería capaz de entregar su vida si de esa manera estarían protegidas de todo mal.
—Eso espero.— Murmuró Astrid con cierto tono de frialdad, con aquella frialdad que se mostró al poblado vikingo en el que vivían cuando su madre murió, en aquellos momentos no podía dejarse llevar por el dolor, toda su vida se había entrenado para ello y ahora era cuando más firme debía de ser, mil años atrás fueron por sus hermanos, ahora era por sus hijas.
—Lo estarán, Astrid. No las pasara nada, y quien se esté atreviendo a hacerlas daño lo pagará con la muerte más dolorosa y lenta que pueda generar. Nadie las hará daño mientras yo esté con vida.— La prometió, recordando la noche anterior donde Astrid le había estado apoyando, ahora era su turno de hacerlo. —Tu hermana y tu os habéis pasado cinco años solas, cuidando de nuestras hijas para que no las sucediera nada, para que estuvieran seguras y crecieran felices y alejadas de... nuestra oscura reputación. Pero ahora no estáis solas, no cargais con este peso en solitario, todos lucharemos por ellas.— La recordó haciendo que Astrid ladeara la vista para poder mirarle sabiendo que tenía razón, la familia Original se había dejado la piel protegiendo a Hope durante aquellos años, ahora estaba Eliana, pero sabía que no les darían la espalda. Ellos no hacían eso. Ellos siempre recibían con los brazos abiertos al siguiente enemigo y al siguiente reto. —No estás sola ahora con ellas, Astrid, nunca más volveré a dejarte sola frente a todo esto.— La prometió justamente antes de abrazarla, haciendo que un par de lágrimas silenciosas recorrieran las mejillas de la híbrida.
Por supuesto siempre había contado con el apoyo de Taylor, pero de una manera que no podía explicar ambas, en especial ella, habían llegado a un punto donde no podían seguir fingiendo que eran fuertes. Simplemente ya no tenían la fuerza para levantarse o para levantar a la otra, y agradecía a los dioses o al ciervo que hubieran conseguido traer de vuelta a toda la familia, porque de no haberlo hecho, ahora mismo ella estaría más perdida de lo que ya se encontraba.
★★★
Creo que la espera ha merecido la pena para un capítulo Klastrid que es realmente hermoso.
Lo primero que quiero señalar es el gif, que me parece uno de los más bonitos que he llegado a hacer.
Las dos escenas aunque parecen bastante similares representan puntos opuestos.
En la primera es Astrid quien apoya a Klaus, quien es la fuerte de los dos. Pero en la segunda escena es Klaus el que da el apoyo y pone la fuerza. Y creo que eso le da el toque a su relación.
La primera escena básicamente está inspirada en la serie, pero también es algo que me imagine, una parte de Astrid apoyando a Klaus y él mostrándose débil ante la única persona que sabe que no lo usará en su contra. Y me encanto hacerla.
La segunda escena es algo que realmente hice ayer, esta escena no existía por lo que de no haberla tenido no habría publicado hoy, pero lo he hecho y todos estamos felices. Creo que esta escena refleja realmente el miedo que tiene Astrid, ese continuo miedo que siempre ha tenido, pero en este caso es más directo, porque algo va a por ambas, a por sus hijas.
Sin duda este capítulo, por poco relevante que sea, lo es. Lo es porque muestra ese lado de ambos que todos necesitamos ver, y creo que es mejor ver esto que no solamente escenas románticas o subidas de tono.
Os informo que este sábado no podré actualizar por que no tendré tiempo para hacerlo, por lo que hasta la semana que viene no habrá un nuevo capítulo.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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