CAPÍTULO 44: WHAT LURKS IN THE RUINS
—— WHAT LURKS IN THE RUINS ——
—Mamá nos dijo que tenias muchos años, ¿donde pintabas?— Preguntó Hope mientras Klaus y las dos niñas caminaban por el bosque.
—En las pieles de los animales, básicamente. Sobre cortezas, en cuevas...— Empezó a enumerar Klaus haciendo que Eliana le mirase sorprendida.
—¿Vivías en una cueva?— Preguntó la menor de las hermanas creyendo que su padre había vivido en una cueva, lo que le hizo reír a Klaus pues el primer año como vampiros después de huir de Mikael sí estuvieron refugiándose en cuevas para hacer frente al frío invierno.
—Vivía en un cuchitril, todos apretados en dos habitaciones. Era mejor de lo que parece, aun que vuestro tío Kol roncaba y muy alto.— Explicó el híbrido viendo que aunque parte de su vida como humano había estado protagonizada por el maltrato y la humillación de Mikael, también tuvo su cosas positivas aunque anteriormente no hubiera sido consciente de que podía existir esa posibilidad.
—Seguro que molaba tener a otros niños con los que jugar.— Comentó Hope mientras se agarraba de la mano de su padre, gesto que no pasó desapercibido por parte de Klaus.
—La verdad es que sí, pero me sentía solo, diferente a mis hermanos.— Admitió Klaus sabiendo que ese sentimiento de diferencia se debía a que de alguna forma no eran del todo hermanos, pues él era un hombre lobo y tal vez era ahí donde radicaba aquel sentimiento. —Primero por qué me encantaba el arte, creaba mis propios colores con flores y bayas. Los naranjas son los más vivos.— Explicó el híbrido mientras se acercaban a un conjunto de flores de color naranja.
—Me gusta el naranja.— Explicó Eliana mientras observaba a una mariposa se color azul. —Mira, Hope, una mariposa.— Señaló la menor, haciendo que Hope se agachara para poder verla.
—Se ha atascado.— Aclaró su hermana mayor.
—Sí, tiene un ala rota.— Puntualizó Klaus haciendo que las dos hermanas intercambiarán una mirada.
—No se lo digas a mamá.— Le dijo a Klaus mientras le mandaba callar, para después quitarse la pulsera.
—No la gusta que hagamos magia.— Aclaró Eliana mientras Hope se concentraba para hacer uso de su magia, consiguiendo que el ala de la mariposa se arreglará y está pudiera salir volando, haciendo sonreír a las dos niñas, Klaus por su parte sonrio orgulloso pues ambas eran tal y como siempre había imaginado que serían.
—¿No os ha enseñado vuestra madre ese hechizo?— Preguntó Klaus haciendo que las dos le mirasen al entender que Astrid sabía de magia.
—¿Mamá sabe de magia?— Preguntó Hope sorprendida, ya que ninguna de las dos, nunca, la habían visto hacer magia.
—Hace mucho tiempo, cuando era humana, era bruja. Muy poderosa.— Explicó Klaus recordando que del todo el poblado y la zona, Astrid superaba en capacidad a cualquier brujo, pero por temor a lo que era capaz de hacer nunca quiso explotar sus poderes al máximo. —¿Nunca os lo dijo?— Inquirió al ver que la híbrida había omitido algunos detalles, lo que le hacía preguntarse que más cosas no sabían.
—No.— Negó Eliana.
—De hecho una vez salvo a un caballo que se había roto una pata.— Las contó Klaus sorprendiendo a Hope con aquello, ya que eso las hacía preguntarse por qué entonces su madre no quería que hicieran magia.
—Mamá dice que cuando seamos mayores la tía Freya nos enseñara a lanzar hechizos.— Comentó la mayor mostrando las ganas que tenía por aprender a hacer magia y más sin hacerla a escondidas como solían hacer.
—Creo que os las arregláis muy bien solas.— Admitió Klaus sabiendo que ambas serían poderosas, con Hope lo sabía pues Dahlia lo había predicho e incluso las brujas, pero también sabía que Eliana sería poderosa aunque aún era muy pequeña para saber controlar sus poderes.
—No siempre consigo controlarlo tan bien, y Eli muchas veces termina rompiendo cosas.— Admitió Hope haciendo reír a su hermana, ya que la mayoría de las veces terminaba rompiendo algo, mostrando que en ese aspecto, con el descontrol, se parecía a su madre.
—A veces me asusta.— Admitió la más pequeña, haciendo que Klaus se detuviera para después ponerse a la altura de ambas, haciendo que las dos niñas le mirasen.
—Escuchar con atención, pequeñas brujas, sois las hijas de Klaus Mikaelson. Seréis las mejores brujas que el mundo haya visto jamás y nada va a asustaros.— Las recordó sabiendo también que cualquiera que quisiera hacerlas daño se las vería con él, y en ese aspecto no seria clemente con nadie.
—Sabemos lo que eres, enserio.— Afirmó Hope mirando a Klaus.
—El más fuerte del mundo.— Prosiguió Eliana haciendo ver a Klaus que de alguna forma ambas sabían terminar la frase de la otra, como si pudieran leerse la mente.
—Lo bastante para alejar las cosas malas.— Añadió Hope sabiendo que su padre evitaría que algo malo las pasara, por suerte de ellas su padre era la criatura más temida de todo el mundo.
—¿Qué cosas malas?— Preguntó el híbrido creyendo que lo decía por que ambas ya habían visto algo malo, pero teniendo en cuenta la inocencia que tenían parecía ser que no eran conscientes de la crueldad del mundo.
—No se, gente mala, monstruos, gente malvada, egoísta y enfadada.— Enumero Hope haciendo que Klaus cambiará su expresión, al ser consciente que para muchos él era todo lo que su primogénita había enumerado.
—Nada les hará daño a mis pequeñas, ni siquiera se os acercaran. Sois lo único que me importa.— Aseguró haciendo que ambas niñera sonrieran para después abrazarlo. —Estas temblando, ¿tienes frío?— Le preguntó a Eliana preocupado.
—Sí, ya hace un rato.— Respondió Hope por su hermana, haciendo que Klaus las mirase confundido al no entender como es que Hope podía saber algo así.
—¿Cómo lo sabes?— Quiso saber el híbrido esperando que ambas le revelarán aquella especie de consejo.
—No se lo digas a nadie, pero Hope y yo hablamos sin abrir la boca.— Explicó Eliana sorprendiendo a Klaus con que ambas pudieran tener un vínculo así, ya que nunca había escuchado algo igual entre brujos, pero ellas no solo eran brujas, eran tri-hibridas lo que suponían que eran diferentes a lo que ya se conocía.
—¿Con la mente?— Inquirió Klaus intentando asimilar todo aquello, ya que sólo confirmaba lo poderosas que ambas podían ser.
—Sí.— Respondió Eliana mostrando que aún estaba aprendido sobre absolutamente todo.
—¿Se lo habéis dicho a mamá?— Preguntó sabiendo que una cosa así Astrid debería de saberlo.
—Empezó a suceder cuando se fue con la tía Taylor.— Explicó Hope haciéndole ver a Klaus que con aquella habilidad llevaban solo tres días, lo que le hacía preguntarse es como la habían podido desarrollar.
—Vayamos adentro, ¿vale? Así me enseñais vuestros dibujos.— Comentó Klaus mientras cogía en brazos a Eliana, la cual centro su mirada en el bosque viendo una luz azul que reconoció.
"La luz azul, esta aquí". La dijo a Hope, haciendo que la mayor se diera la vuelta para ver, por unos segundos, la luz azul.
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—¿Por qué nunca nos dijiste que hacías magia?— Preguntó Hope mientras Astrid la peinaba para que se fueran a la cama.
—¿Cómo sabéis vosotras eso?— Quiso saber Astrid al no entender como es que podían haberse enterado de ello, aunque no la sorprendía pues a veces hacían y decían cosas que no debían de saber.
—Papá nos lo contó.— Sonrió la más pequeña mientras se subía sobre la cama de su hermana mayor.
—¿Por qué no nos lo has dicho?— Preguntó de nuevo Hope sin comprender por qué su madre las había ocultado un secreto así.
—Hace mucho tiempo dejé de serlo, aunque quiera ayudaros no podría. Así que omití esa información.— Las explico sabiendo que aquella información de su pasado no iba a poder mantenerla oculta por mucho tiempo.
—Vuestra madre siempre tiende a ocultar lo divertido.— Comentó Leonidas mientras se apoyaba en el marcó de la puerta. —Entonces no os habrá dicho que cuando perdía el control rompía cosas.— Añadió haciendo que las dos niñas pequeñas mirasen a su madre, la cual miró de forma asesina a su hermano pequeño.
—Como yo.— Sonrió Eliana sorprendida de que su madre tuviera el mismo problema, aunque eso explicaba porque nunca se enfadaba cuando lo hacía.
—Mucho peor, ella lo hacía incluso dormida.— Añadió su tío haciendo reír a ambas.
—Bueno, se acabó es hora de irse a dormir.— Sentenció su madre mientras cogía en brazos a Hope para dejarla sobre la cama, mientras Leonidas se marchaba. —¿Estas bien, cielo?— Preguntó Astrid al ver la expresión de Hope.
—Mamá, creo que algo va mal.— Admitió la mayor sabiendo que debían de decirla a su madre lo que las estaba pasando, ya que creían que ella las podría ayudar.
—Hemos visto a un hombre malo, estaba haciendo daño a unos niños y creo que nos ha hecho daño.— Añadió la más pequeña haciendo que Astrid las mirase confundida por lo que estaban diciendo, ya que lo que creía era que la estaban contando un sueño.
—Me mareo y me duele la cabeza.— Admitió Hope mostrando una expresión en la que no se encontraba bien, lo que confirmó que algo ocurría, ninguna de las dos, nunca, habían estado enfermas por lo que eso tenía que tener relación con algo, y al parecer estaba afectando a las dos.
—¡Klaus!— Gritó Astrid sabiendo que debían de hacer algo
—¿Qué demonios esta pasando?— Preguntó el híbrido acercándose a las tres, viendo como ambas niñas estaban comenzando a sangrar de la nariz.
—Mamá, tengo mucho frío.— Se quejó de nuevo Eliana acercándose a su madre para que esta la abrazara.
—Hay que buscar a Freya, seguro que ella sabe lo que está pasando.— Dijo Klaus mientras se marchaba en busca de su hermana mayor, mientras Astrid cogía una manta y tapaba a ambas, creyendo que de esa forma podría hacer entrar en calor a ambas.
—Ya estoy aquí, dejame ver.— La pidió Freya a Astrid mientras se acercaba a las dos niñas y las dedicaba una sonrisa, para después mirarlas. —Es una aflicción mágica, parece... No se, es difícil de explicar, casi frío.— Explicó sin saber muy bien como podía definir lo que estaba pasando.
—Es de Vincent Griffit.— Comentó Astrid al ver la nota que había aparecido, mágicamente, en el bolsillo de su pantalon. —Sabe lo que les pasa a las niñas, puede curarlas. Pero tenemos que volver a Nueva Orleans.— Les informo haciendo que la expresión de todos cambiara al escuchar el hecho de que debían de volver a la ciudad de la que había escapado.
—¿Dice algo más?— Preguntó Leonidas queriendo saber todo cuanto Vincent les estaba comunicando.
—Nos espera mañana por la noche en el complejo.— Se limitó a decir.
—A mi también me ha dejado un mensaje.— Les informó Freya mientras cogía el papel que acaba de aparecer en el bolsillo de su pantalón. —Es para hacer una especie de cura, ralentizará los síntomas y si lo que la pasa intenta arremeter de nuevo contra ellas lo hará de forma lenta, y no tan brusca.— Explicó la bruja mientras se marchaba para preparar todo.
—¿Qué estaran haciendo las brujas para que pase esto?— Quiso saber Elijah sabiendo que aquello debía de ser obra de la magia, sino, no podía existir otra explicación.
—Si Vincent sabe lo que pasa no creo que solo ellas hayan sido las afectadas.— Comentó Leonidas sabiendo que si en Nueva Orleans se habían dado cuenta de que Hope y Eliana habían sido las afectadas, era por qué había más que también les estaba pasando lo mismo. Las preguntas que quedaban por resolver eran, ¿que estaba pasando y a quien más le estaba afectando todo aquello?
—Leo tiene razón, ambas decían que había niños en peligro.— Intervino Astrid sabiendo que si había niños de por medio, quien estaría haciendo todo lo posible para solucionarlo y ayudando a Vincent era Marcel, tal vez su norma de no herir a niños, fueran los hijos de quienes fueran, era la mejor regla que podía seguir manteniendo, a fin de cuentas los niños no eran responsables de las acciones de sus progenitores.
—Esto debería de hacer remitir la fiebre, el frío y el dolor.— Dijo Freya regresando, mostrando que ya tenia aquella momentanea cura. Sin perder tiempo, se acerco a sus sobrinas esperando que aquello les permitiera ganar el tiempo que necesitaban. —Bebe esto, cariño, te ayudará a sentirte mejor.— Le dijo a Hope la cual fue la primera en tomar el líquido, para después ser su hermana pequeña la siguiente en tomarlo, provocando que ambas niñas empezarán a mejorar de forma instantánea, pero aunque aquello las había ayudado no era una cura, la cura estaba en el lugar donde todo había comenzado.
★★★
Tras unas semanas desaparecida, finalmente hay un nuevo capítulo de Forever and Always y es un capítulo precioso.
Pero antes de empezar quiero comunicaros, que esta semana y, muy seguramente, las dos siguientes, no haya actualización los sábados porque no tendré tiempo, pero sí los miércoles, eso os lo garantizo.
Dicho eso, empezamos.
La escena de Klaus con sus hijas es la cosa más adorable que vais a ver en el mundo, no tengo dudas pero sí muchas pruebas.
El caso, la escena de Klaus con ellas está llena de simbolismo.
Por un lado la escena de la ala se la mariposa, guiño a la pata se caballo, que como recordaréis lo hice para mantener el paralelismo.
Los descontroles de Eliana, otra señal de falta de control, guiño también a Davina y a que es una bruja muy poderosa.
Y por último lo de la telepatía, no tendrá mucha importancia, pero quería resaltar lo poderosas que ambas son.
Para terminar de analizar la escena.
Me encantó escribir a Klaus hablando de Astrid con orgullo sobre lo poderosa que era, osea marido orgulloso sí es. Y ya me mató en la serie cuando hablo de que Kol roncaba, osea como si fuera lo más normal del mundo.
La segunda parte del capítulo, creo que me encanta aún más. Como las niñas la echan en cara a Astrid que las oculte la verdad, y como ella las explica que no podía ayudarlas.
Y como buen tío y hermano que es Leo, metiéndose en el medio para echar a los leones a su hermana. LE VAIS A AMAR CON LAS PEQUEÑAS.
Y ya para rematar, la parte en la que Astrid llama a Klaus... Creo que para mí tiene un simbolismo diferente, como que ya no solo tiene el peso en sus hombros, sino que ya se puede apoyar en alguien más.
Y os puedo caramelizar, que si Astrid era una mamá oso con sus hermanos, con sus hijas es una mamá tiranosaurio, porque el que estén en peligro va a hacer relucir su lado klaus.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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