—— THE SEVEN HERDS ——

—Tranquila, no somos tus enemigas.— La tranquilizó Taylor a Keelin, la cual estaba forcejeando con la cinta que la ataba a la silla en la que la habían sentado.

—Si te hubiéramos dejado allí ya estarías muerta.— Añadió Astrid con tranquilidad, a pesar de que ya las habían encontrado, pero los enemigos no eran su principal problema, podría hacer frente a todos ellos sin tan siquiera tardar más de cinco minutos.

—A ver si adivino, ¿estamos huyendo de vampiros? Apestais igual que ellos.— Comentó la mujer lobo sin entender por qué dos vampiros tenían interés en que ella permaneciera con vida.

—Somos especiales, somos híbridas, mitad vampiro y mitad mujer lobo. Y teniendo en cuenta que te acabamos de salvar el pellejo deberías de mostrarnos más respeto.— Intervino Astrid con tranquilidad mientras se cruzaba de brazos, mostrando que ninguna de las dos mostraba vergüenza por ser medio vampiros, era parte de ellas y debían de aceptarlo.

—¿Cómo se que no les guiasteis hasta mi?— Preguntó mostrando que aunque ellas la habían salvado, no confiaba en ninguna, todo por el simple hecho de que eran vampiros.

—Saben quien eres y te quieren muerta, si quieres sobrevivir harás exactamente lo que te digamos.— Sentenció Astrid mostrando que aunque no la gustará iba a permanecer allí, ya no solo para sobrevivir sino porque ninguna de las dos la iba a dejar con libertad.

—Ni que tuviera otra elección.— Comentó sarcásticamente mientras ponía los ojos en blanco mientras observaba como Taylos sacaba un extraño aparato. —Oye, no sé qué clase de rollos pervertidos os van, pero conmigo no contéis.— Respondió haciendo que ambas la mirasen de forma extraña.

—Es un artefacto para extraerte el veneno, y antes de que lo preguntes: sí, te dolerá.— Explicó Taylor, aunque no la gustará ver a los suyos sufrír quería recuperar a su familia, tal vez no lo fuera de sangre pero había familias que se elegían, y se alegraba de haberla elegido.

—¿Por qué me hacéis esto?— Preguntó Keelin sin entender por qué querían su veneno, cual era su propósito con él.

—Intentamos salvar a nuestra familia.— Respondió Astrid con obviedad sabiendo que haría lo que fuera por traerles de vuelta, incluso si eso significaba conseguir el veneno por la fuerza.

—Keelin, esta gente se muere. Les mantiene con vida un hechizo de sueño, y la única que puede curarlos es ella.— Explicó Taylor mientras abría el ataúd de Freya para explicarla el motivo por el que necesitaban su sangre. —Es bruja y mi hermana sabe como despertarla antes. Lo único que nos falta es tu veneno, cuando despierte la daremos los ingredientes que hemos conseguido y con suerte nadie tendrá que morir.— Prosiguió con su explicación esperando que comprendiera que lo unico que querían era salvar a su familia, no querían que nadie más muriera, aunque si tenían que matar a alguien lo harían.

—Osea, ¿que si os doy lo que queréis dejarais que me vaya?— Quiso saber Keelin sabiendo que era mejor colaborar a que se lo quitaran por la fuerza.

—Te doy mi palabra.— La prometió Astrid mientras empezaba a organizar las cosas para que cuando trajera a Freya tuviera todo listo.

—¿Tu palabra me mantendrá con vida?— Preguntó Keelin sin creerse que Astrid pudiera ser fiel a esa promesa, ya que una parte de ella pensaba que cuando dejara de ser de interés para ellas la quitarían del medio para ahorrarse problemas.

—Mi palabra, Keelin, la he mantenido toda mi vida.— Aseguró Astrid sabiendo que lo único que la quedaba eran hacer promesas e irlas cumpliendo, y lo mejor para todos es que aquella mujer lobo aceptará que ellas solo querían mantenerla con vida, pues aunque ella no lo sabía era más valiosa viva que muerta. —Mierda me he dejado un frasco en el coche.— Se quejó mientras se marchaba a por el último frasco.

—¿Tu eres Taylor Morgan? ¿La loba inmortal?— Inquirió Keelin deduciendo qué su nombre coincidía con el de aquella mujer lobo que había vivido por demasiados años por el simple hecho de estar vinculada a un vampiro.

—Hace años dejé de serlo, pero sí lo era.— Admitió Taylor sorprendida de que supiera quien era, pues hacia muchísimo tiempo que no escuchaba a nadie llamarla así y se la hacía raro. Era como si una parte de ella se hubiera marchitado, por años fue la loba inmortal y ahora era híbrida y tía, y muy en el fondo la encantaba. Pues ya no había personas con expectativas altas, a las únicas que quería complacer era a sus sobrinas a las cuales quería como si fueran dos hijas.

—¿Cómo...?— Empezó a preguntar la mujer lobo, haciendo que Taylor riera al entender que se refería a como terminó siendo medio vampiro.

—¿Cómo me volví híbrida? Me mataron para intentar hacer daño a mi hermana.— Explicó sabiendo que uno de los tantos puntos débiles que Astrid había tenido habían sido sus hermanos, y cuando el mundo entero supo que ambas eran hermanas se volvió un objetivo. Para su suerte, su hermana siempre había ido un paso por delante que sus amigos y lo confirmó cuando las ofreció a Hayley y a ella de su sangre por si algo las pasaba.

—Entonces ella...— Empezó a decir la morena dándose cuenta de que la rubia solo podía ser una unica persona, y de ese detalle no había sido consciente hasta ahora.

—Astrid es un vampiro Original, la primera híbrida de la historia. Y todos ellos son Originales, pero no todas las criaturas son monstruos. Debes de entender nuestros actos, son nuestra familia, mis sobrinas necesitan a su familia, mi hermana les necesita.— Explicó la híbrida sabiendo que todo aquello lo hacían por un bien común, por supuesto ellos siempre serían vistos como los malos y los villanos de las historias de todas sus víctimas y enemigos, pero también era necesario conocer su historia para comprender por qué eran así. Y Taylor la conocía y lo entendía, por supuesto no compartía algunas de sus artimañas, pero sabía que cuando se trataba de la familia y de las personas a las que se quiere la moral queda relegada a un segundo plano.

—¿Para qué? ¿Para ser imparables?— Preguntó Keelin creyendo que si los Originales regresaban nada les detendría, pero la realidad era diferente ellos no querían poder, solo querían volver a estar juntos y estar en un lugar donde nadie les molestara, lo único que querían era un lugar en el que podrían estar, de alguna forma, en paz.

—Para no apagar su humanidad, Astrid la apago una vez, cuando su hermana Eliana murió. Se que hizo la promesa de no volver a hacerlo, pero a veces el dolor es insoportable. Hemos perdido a grandes amigos por el camino, amigos que eran nuestra familia, no vamos a poder a nadie más y les traeremos cueste lo que cueste.— Sentenció Taylor mostrando que si Astrid no había vuelto a apagar su humanidad había sido por sus hijas, pero cada día que pasaba entendía más su dolor, principalmente por no haber podido impedir que su hermano saliera herido. Lo único que quería era proteger a las personas que por mil años habían sido su familia, las que la habían ayudado e incluso protegido, y ahora era el turno de ella devolverles el favor y estaba claro que Astrid lo haría aunque tuviera que reducir el mundo a cenizas.

—Considéralo de esta forma, ellos te quieren muerta, nosotros te necesitamos viva. Ninguna criatura en el mundo estará más protegida que tu, Keelin.— Intervino en este momento Astrid, sabiendo que lo único que debían de hacer después de traerles de las garras de la muerte, era asegurar que aquella mujer lobo siguiera con vida, pues sí moría y Marcel decidía volver a morderles ya no habría cura alguna en el mundo que les pudiera salvar de aquella mortal mordida.

—Fantástico.— Murmuró la mujer lobo mientras ponía los ojos en blanco, sabiendo que lo más seguro es que se hubiera convertido en el objetivo de muchas personas que querían ver a los Mikaelson muertos.

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—Ya tenéis mi veneno, ¿cuando podré irme?— Preguntó la mujer lobo al ver como Astrid ponía el frasco con su veneno junto a loa demás.

—En cuanto comprobemos que funciona.— La dijo Taylor sabiendo que cuando estuvieran todos dispuestos y en buenas condiciones, la dejarían libre tal y como la había prometido.

—¿Cuando será eso?— Quiso saber mostrando la impaciencia que tenía por querer irse, ya que no quería estar involucrada en temas de vampiros. Para su desgracia ya estába metida en ellos, y de forma indirecta hasta el momento en el que las dos híbridas dieron con ella.

—Créeme, lo sabrás cuando lo veas.— Garantizó Astrid mientras cogía una aguja mostrando que tenía la intención de clavarsela a Freya, aquella aguja contenía el antídoto para el veneno que la rubia tenía en su organismo, lo que significaba que quedaba muy poco para que todos volvieran a estar reunidos.

—¿Despertarás a la bella durmiente? ¿Cómo lo vas a hacer?— Insistió Keelin con sus preguntas, haciendo que las dos híbridas la mirasen con una expresión de pocos amigos, simplemente por su curiosidad pero era algo lógico pues ella nunca había estado metida en esa clase de problemas.

—Oye, eres muy preguntona.— Se quejó Taylor, justamente cuando Astrid la clavaba la aguja en el corazón, provocando que la bruja abriera de golpe sus ojos mientras tomaba una fuerte bocanada de aire.

—Freya.— Sonrió la Original aliviada al mismo tiempo que ambas se abrazaban. —¿Estas bien?— Preguntó preocupada esperando que el antídoto hubiera funcionado.

—¿Tienes los ingredientes?— Preguntó mientras se bajaba del ataúd, mostrando que se encontraba en perfectas condiciones. —Bien, tengo que empezar, sino consigo convertirlos en cura, Elijah, Kol y Leo van a morir.— Explicó haciendo que las dos hermanas intercambiarán una mirada al ser conscientes de que iban contrarreloj.

—¿Cuanto tiempo tenemos?— Quiso saber Astrid preocupada de que el tiempo que tenían no fuera el suficiente para salvarlos.

—Una hora tal vez, suponiendo que vivan tanto.— Respondió esperando qué todo el esfuerzo que habían puesto no fuera en vano.

—¿Tienes todo lo que hace falta?— Quiso saber Taylor esperando que la respuesta fuera positiva.

—El veneno de las siete manadas, y la sangre de Klaus y de Astrid. Infundidos por mi magia y magnificado por los objetos oscuros. Va a requerir toda mi fuerza y algo más que suerte, pero debería de bastar para salvar a mis hermanos.— Aseguró esperando que con todo aquello fuera más que suficiente para hacer de todos aquellos venenos una cura que les salvara de aquella inminente muerte que Marcel les había condenado a tener.

—¿Debería? ¿Cómo que debería?— Preguntó Astrid preocupada al escuchar aquella suposion, ya que suponía que podía existir la posibilidad de que no funcionará y de que ellos terminarán muertos.

—Tenemos compañía.— Las informó Taylor al escuchar como varios coches entraban en la fábrica abandonada en la que estaban escondidas.

—Astrid, sueltame por favor. Si son vampiros me mataran.— La pidió Keelin a la híbrida, esperando que esta la soltara para que la dejara huir. Aunque sería algo inútil, pues aquellos vampiros también habían ido para matarla.

—La habrán seguido.— Aseguró Freya mientras preparaba todo para hacer el hechizo. —Chicas, necesito más tiempo.— Las dijo a las dos hermanas, haciendo que estas se mirasen para a continuación marcharse.

—Nos ha costado pero por fin te hemos pillado.— Comentó un vampiro al ver aparecer a Astrid, la cual era la que había dado la cara mientras Taylor se quedaba en la retaguardia escondida para cuando llegara el momento de atacarlos.

—O puede que haya dejado de correr.— Respondió con obviedad la Original mientras les miraba con indiferencia. —Vamos chicos, sigo siendo un Original y sigo siendo un híbrido. ¿De verdad queréis ponerme las cosas difíciles?— Les recordó esperando que fueran conscientes de que no tendrían oportunidad alguna de salir con vida de aquella pelea, principalmente por qué ellas no les iban a dejar. —Vale, pues será como vosotros queréis, pero os informo que no estoy sola.— Les advirtió justamente cuando Taylor salía de detrás de los coches y atacaba a tres vampiros, para a continuación Astrid imitar su acción y empezar a arrancar el corazón a todo aquel que intentaba atacarla, aquellos cinco años la habían hecho entender que la vulnerabilidad que tubo anteriormente era por su condición de Tri-híbrida, toda criatura tenía un equilibrio y ella le tubo volviéndose más vulnerable.

—Vaya, vuestra mordedura es mortal. Pero estáis en minoría, rendiros y acabaremos con esto rápido.— Les advirtió el mismo vampiro mientras más vampiros llegaban, esperando que fueran conscientes de que no iban a tener oportunidad alguna.

—Tengo una idea mejor.— Sonrió Taylor justamente cuando se convertía en un lobo y se abalanzaba sobre un grupo de vampiros.

—Disculpar su comportamiento, se ha pasado mil años siendo un lobo así que cuando mata saca el lado salvaje.— Se disculpó Astrid justamente cuando atacaba al vampiro que parecía liderar aquel grupo, haciendo que los demás se pusieran en alerta. —Bien, ¿quien es el siguiente? Vamos no seáis tímidos, todos vais a acabar muertos.— Aseguró mientras sonría con maldad, mostrando sus dientes de híbrida asi como todo su rostro manchado de sangre, en señal de que no iban a sobrevivir. Antes de que ella pudiera hacer algo, el vampiro que quedaba desaparecido, haciendo que la híbrida se acercara al lugar donde estaba el vampiro muerto.

—Parece ser que alguien se ha estado divirtiendo.— Observó Leonidas, haciendo que Astrid se diera la vuelta al escuchar la voz de su hermano.

—¡Leo!— Exclamó mientras se acercaba corriendo a su hermano para poder abrazarlo. —¿Estas bien? ¿El resto está bien?— Preguntó preocupada mientras miraba a su hermano pequeño con una sonrisa.

—Estamos todos sanos y salvos, cumpliste tu palabra.— La tranquilizó mientras la miraba orgulloso, ya que sabía que su hermana les conseguiría salvar, ella nunca había roto una promesa y sabía que no iba a comenzar con una tan importante para ella como era esa.

—Menos mal que ha funcionado.— Respiró aliviada Astrid mientras volvía a abrazar a su hermano, sabiendo que cada vez quedaba menos para que todos volvieran a estar juntos.

★★★

Los hermanos Novawood vuelven a estar reunidos, lo que significa que estamos más cerca de que la familia Original esté reunida por completo

No os niego que entiendo la desconfianza de Keelin, pero de verdad, ¿subestimar a un Original? Por favor, ese es el mayor error de todos.

Aún así, me encanto como se referían a Freya como a una Bella Durmiente teniendo en cuenta que luego Keelin y ella terminan casándose, es como una historia de amor.

Por otro lado, el reencuentro de Astrid y de Freya... Dios ame hacerlo, porque uff ambas me parecen un dúo iconoco, mayor que el de Astrid y Rebekah y eso es decir bastante.

También quiero destacar la escena en la que los vampiros las intentan cazar, ¿ir a por una Original? De verdad que luces tienen para pasar el día, pero estoy segura de que esos vampiros jamás los envío Marcel, de eso estoy muy segura, porque de haberlo hecho hubiera ido él en persona, y jamás lo hizo.

La escena de la pelea, me encanto mostrar el lado más salvaje de Taylor, principalmente porque creo que no había tenido una oportunidad como tal, y creo que esta era la mejor bienvenida para ello, ¿no creéis?

Por otro lado, el reencuentro de Astrid y Leo, se que en la serie es completamente diferente, pero creo que esta claro porque ha sido así, además de que las escenas Klastrid en esta temporada van a sobrar más de lo que podéis imaginar.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️