—— WHERE NOTHING STAYS BURIED ——

—¿Lo has traído?— Preguntó Klaus al ver aparecer a Taylor, la cual llevaba un cuaderno que le ofreció al híbrido.

—Jack apuntó todo lo que tu padre le dijo sobre los antiguos hombres lobo, lo he leído pero no hay nada que nos pueda ayudar a matar a Lucien.— Respondió la híbrida mientras Klaus cogía el cuaderno y empezaba a ojearlo, ignorando la presencia de la morena.

—Le echaré un vistazo, puedes irte.— Comentó ignorando, en cierta forma, su presencia. Haciendo que Taylor pusiera los ojos en blanco, para a continuación mirar el cuerpo de Yelena, el cual seguía en la cama, pero esta vez tapado por una vieja manta.

—Klaus, creo que deberíamos de hacer algo con el cuerpo de Yelena.— Sugirió la morena sabiendo que debían de quitar aquel cuerpo de allí, ya que era cuestión de tiempo que empezará a oler y a descomperonser. —Mi hermana me ha dicho que Yelena quería un velatorio irlandés, puedo organizarlo todo.— Sugirió queriendo ayudar, principalmente a su hermana, la cual llevaba todo el día y toda la noche intentando cambiar el hechizo, pero por más esfuerzos que pusiera en intentar recordar como lo había creado, en su cabeza solo había lagunas. No recordaba absolutamente nada con respecto a cuando tenía aquellos episodios de sonámbulismo.

—No importa lo que ella quería, se ha ido. No hay tiempo para música fúnebre, estamos en guerra.— Sentenció mostrando que era más importante conseguir derrotar a Lucien que darle una despedida, como merecía, al cuerpo de Yelena.

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—Llevas toda la noche intentando alterar el hechizo, deberías de descansar.— Sugirió Leonidas viendo como su hermana no dejaba de hacer tachones y de escribir en un cuerderno que apenas tenía un hueco en blanco.

—Lo haré cuando haya matado a Lucien. Freya no puede hacer el hechizo que Esther intentó usar con nosotros para volvernos vampiros normales, así que esta es nuestra única esperanza.— Respondió con obviedad mientras volvía a centrar su atención en el grimorio de su madre, esperando que de tanto mirar el hechizo, el cual se había aprendido de memoria, pudiera dar con una solución milagrosa que les permitiera acabar con él de una vez por todas, evitando así una inevitable muerte.

—Se que le hiciste en tu época de magia negra y sonámbulismo, pero no tienes el poder que tenías antes.— La recordó su hermano pequeño esperando que fuera consciente de que no encontraría la forma de alterar aquel hechizo, pero aún así Astrid se esforzaba por intentarlo. Aquella era su única esperanza y no podía dejarla a un lado, no cuando personas importantes para ella estaban muriendo.

—Tienes razón, no soy una bruja que canaliza la magia negra para hacer horribles hechizos. Pero sí tengo el poder de Adelaide, y eso es una ventaja a nuestro favor, despertó ese lado sensible a la magia negra, así que solo tengo que buscar y el resto será más sencillo que cualquier otra cosa.— Aseguró creyendo que el poder de su antepasada era clave para poder alterar el hechizo, pero las cosas no eran tan sencillas como Astrid creía, y ella era consciente de ello. Llevaba mucho tiempo intentando hacer algo con el hechizo, y se sentía bloqueada, igual a como se sentía cuando su madre murió y era incapaz de hacer magia de forma segura. —Y por favor, diles que dejen de pelearse. Vamos contrarreloj y lo que menos necesitamos todos es que empiecen una estúpida pelea familiar.— Le pidió a su hermano al escuchar las voces de Kol, el cual parecía estar bastante alterado, y eso era extraño, que él estuviera allí ya que eso suponía que los ancestros tenían toda la libertad del mundo para hacer que su apetito por la sed de sangre aumentara.

—Es por Davina, Kol la ha matado. Los ancestros le han obligado.— Explicó Leonidas haciendo que su hermana dejase de prestar atención al hechizo, para a continuación alzar la cabeza y mirar a su hermano completamente sorprendida por lo que acababa de decir.

—¿Qué? ¿Davina también está muerta?— Preguntó incrédula sabiendo que si era verdad, aquella muerte no la había causado Kol por placer, sino porque los ancestros le habían obligado a descontrolarse de tal manera que solo hasta que acabó con la vida de la joven había hallado un descanso de aquel embrujo que habían puesto sobre él.

—Hoy necesito vuestra ayuda.— Insistió Kol sabiendo que los únicos que podían ayudar a traer de vuelta a Davina eran sus hermanos, cualquier brujo de Nueva Orleans podía volver a la vida, y Davina Claire no iba a ser la excepción.

—Y la tendrás.— Intervino en ese momento Astrid sabiendo que sino podía hacer cambiar el hechizo de muerte, al menos haría uso de su magia para traer de entre los muertos a Davina, sobretodo porque era evidente de que los ancestros no la iban a dar ni un respiro, se iban a vengar de ella por el simple hecho de haber ayudado a vampiros, por haber sido amiga de ellos y por enamorarse de un Original.

—Venga, Kol, vamos a limpiarte.— Le dijo Leonidas al vampiro mientras se acercaba a él en señal de que no iba a estar solo. Puede que la mayoría de las veces todos estuvieran peleados con todos, pero eso no significaba que cuando se necesitasen no iban a estar, eran una familia al fin y al cabo.

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—Atraere a Davina a un círculo, mientras este en él los ancestros no podrán atormentarla.— Explicó Freya sabiendo que debían de actuar de forma inmediata, porque estaba claro que los espíritus de las brujas de la ciudad no estarían siendo nada amables con ella. —Eso os conseguirá tiempo para buscar la manera de resucitarla, pero tendré que canalizar a un Original para mantener el hechizo.— Añadió mirando a todos los presentes, esperando que alguno se ofreciera como voluntario para ayudarla.

—Acaba conmigo, no me importa si eso la mantiene a salvo.— Se ofreció Kol, mostrando que haría todo cuando pudiera por ayudar y proteger a Davina así como evitarla una eternidad de sufrimiento con aquellas brujas.

—No, la magia de los ancestros te ha afectado así que, alguno de los demás debe de hacerlo.— Explicó Freya centrando su mirada en sus otros dos hermanos pequeños y en Astrid y Leonidas, a la espera de que alguno de ellos se ofreciera para ser parte de la canalización.

—Esto no es bueno.— Comentó Elijah al ver como el grupo de velas que Freya tenía a un lado se encendían de forma violenta, alertando a todos.

—Es mi sistema de alarma, una bruja intenta interferir con alguno de vosotros.— Explicó la mayor de los Mikaelson, haciéndoles ver que Lucien no perdía el tiempo cuando se trataba de destruir a los Originales, pero por suerte de ellos el complejo estaba a nombre de Freya por lo que le sería muy difícil entrar sin ser invitado por ella.

—Lucien tiene al nuevo regente a su disposición, esta claro que viene a por mi.— Aseguró Klaus creyendo que él sería el principal objetivo del que fue su amigo, pero en verdad lo que el vampiro mejorado quería era convertir la vida del híbrido en una miseria, obligándole a presenciar o a vivir las muertes de aquellas personas que eran importantes para él.

—No, va a por Rebekah.— Murmuró Astrid al ver como el cuadro de Rebekah se incendiaba, lo que indicaba cual era el próximo objetivo de Lucien.

—Ha fijado su objetivo en Rebekah, no dejará de dar problemas hasta que consiga que nos enfrentemos a él.— Afirmó Klaus sabiendo que el objetivo de Lucien era hacer salir a todos los Mikaelson del complejo para ir acabando con ellos uno a uno, y parecía ser que lo iba a conseguir, porque sabía que ninguno de ellos dejaría a Rebekah a su suerte.

—Seguramente pensará que sigue en el fondo del mar.— Asumió Elijah creyendo que en aquel lugar Rebekah estaría segura, o por lo menos Lucien tardaría el tiempo suficiente como para buscar una forma de detenerlo.

—Os oculte a todos, pero teniendo a los ancestros de su parte..., le costará un poco pero si quiere encontrarla lo hará.— Aseguró Freya, sabiendo que era cuestión de tiempo de que él diera con la Original, por lo que debían de actuar de forma inmediata si querían rescatar y salvar la vida de Rebekah.

—Iré a buscarla.— Sentenció Klaus sabiendo que debía de hacer todo lo posible por ayudar a su hermana, ya que era la única que estaba fuera de la protección que les brindaba el complejo.

—Es peligroso que salgas.— Le recordó Astrid sabiendo que quien saliera acabaría siendo secuestrado o asesinado por Lucien o en el peor de los casos las dos cosas.

—¿Y qué hacemos? ¿Nos quedamos jugando a las cartas hasta que Lucien deslice el cuerpo de Rebekah por el pasillo?— Sugirió el híbrido sabiendo que debían de hacer algo para evitar la muerte de su hermana pequeña.

—Ya voy yo.— Respondió Elijah con obviedad sabiendo que se daría más prisa que Lucien.

—La cambié de sitio.— Le revelo a Elijah justamente cuando este pasaba a su lado, sorprendiéndo a todos con su revelación. —No te sorprendas tanto, nunca me gusto que compartierais secretos.— Se quejó Klaus mostrando que el único que iba a poder traer de vuelta a Rebekah era él.

—Dime donde esta, a menos que pretendas que me quede y deje a nuestra hermana indefensa.— Le exigió su hermano mayor al ser consciente del peligro que corría la vampira.

—Pretendo que impidas que Kol sufra la pérdida de Davina.— Explicó Klaus mostrando que también se preocupaba por su hermano pequeño. —Lucien se merece nuestra ira colectiva, hoy tus quejas se posponen.— Sentenció el híbrido marchándose. —¿Enserio?— Inquirió sorprendido al ver como Astrid le quitaba las llaves y se apoyaba en la puerta del coche, impidiendo al híbrido marcharse.

—Ambos sabemos como va a ir esto, tu me vas a decir que no puedo ir y yo te voy a decir que también quiero ver a Rebekah, entonces me dirás que soy un estorbo, y yo te recordaré que me pase seis meses recorriendo el pantano, así que me le conozco al dedillo. A menos que te retrase una abuela lobo cabreada con una escopeta, deberías de admitir que me necesitas.— Respondió la híbrida mostrando que no iba a dejar que fuera solo, no solo porque podría llegar tarde al lugar en el que estaba Rebekah, sino también por si capricho del destino acababan viéndose las caras con Lucien.

—Yo conduzco.— Se limitó a decir mientras la quitaba las llaves, haciendo que Astrid se separase de la puerta, para a continuación dirigirse a la del copiloto con una sonrisa de victoria.

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—Deberías de estar intentando cambiar el hechizo, no aquí ayudándome a buscar a Rebekah.— Se quejó Klaus al no comprender por qué Astrid había decidido ir, sobretodo teniendo en cuenta la visión en la que alguien la mataba, y puesto que Lucien era más fuerte que todos era muy evidente quien iba a ser el causante de aquella muerte.

—El hechizo le hice con magia negra, puesto que la magia de Adelaide es pura no puedo hacer nada a no ser que tenga una iluminación divina.— Respondió con obviedad y con frustración al no ser capaz de recrear aquel hechizo, pero todo era cuestión de tiempo. —Además, ese cabrón ha matado a Yelena, no voy a quedarme de brazos cruzados viendo como también intenta matar a Rebekah.— Añadió mostrando lo muy enfadada que estaba por la muerte de su amiga, pero Astrid tenía claro que le haría pagar, pagaría por todo lo que había hecho a lo largo de su miserable y patética vida.

—Para nuestra suerte, parece que Freya ha encontrado una solución que no requiere de tu hechizo de magia negra que aún no tienes.— Comentor Klaus al ver el mensaje que su hermano le había enviado, ante su comentario Asttid puso una mueca de burla molesta por su comentario. —¿Estas seguro que ese poder bastará para matar a Lucien?— Preguntó una vez que llamó a Elijah al ver que parecía que tenían una oportunidad para matar a Lucien.

—Sí, pero pondríamos a Davina en grave peligro. Lo único que la protege de los ancestros es el círculo de Freya, y si se rompe...— Explicó el noble, haciendo que ambos comprendieran la gravedad de la situación.

—La harán pedazos, Elijah, es solo una niña.— Intervino en ese momento Astrid, la cual aunque también quería acabar con Lucien no quería hacerlo al precio de la vida de Davina.

—¿Qué otra opción tenemos?— Alegó el noble sabiendo que aquella opción era la única que les libraría de un enemigo tan poderoso como era Lucien Castle.

—No, encontrar otra manera. Si destrozamos a Davina perderemos a Kol y a Marcel, y acabaremos peleándonos entre nosotros.— Alegó Klaus apoyando el comentario de Astrid de no hacer nada a la bruja, principalmente por qué lo que menos les convenía era una pelea interna entre ellos. —Sigue buscando, hermano.— Le pidió sabiendo que acabarían dando con otra solución.

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—Hoy has hecho algo bueno por Davina, a quien odias.— Observó Astrid sorprendida mientras regresaban a la ciudad, después de haber recuperado el ataúd en el que Klaus había encerrado a su hermana pequeña.

—Ha sido una decisión estratégica.— Respondió con obviedad mostrando que su opinión con respecto a la bruja seguía siendo la misma que había sido siempre.

—Claro, por qué no existe la posibilidad de que haya compasión.— Comentó la rubia mientras ponía los ojos en blanco, al mismo tiempo que cogía su teléfono y miraba la foto que le había hecho al hechizo.

—¿Has traído el hechizo?— Preguntó incrédulo de qué aunque todos sus esfuerzos no sirvieran para nada, Astrid seguía poniendo todo su empeño por encontrar una solución que les salvara a todos.

—Así puedo ver como pierdo el tiempo.— Comentó sarcásticamente justamente cuando un coche chocaba de lleno contra ellos.

★★★

La escena de Klaus y Taylor, aunque amo a este dúo, y más adelante os encantara, porque se que hay escenas de ambos que amáis, tiene un simbolismo mayor.

Es decir, en esta versión, en mi versión, Klaus no quiere enterrar el cuerpo de Yelena por estar en guerra, sino por Astrid, porque debe de ser ella quien esté lista para despedirse, y sabe que si organizan aquello a espaldas de ella... bueno habrá un frente interno en esa guerra. Por supuesto también es una explicación a porque sigue ahí, pero mi explicación me gusta más, no sé qué opináis vosotros.

La escena de Astrid y Leo, también refleja el como ambos llevan el duelo a su manera. Mientras que él quiere olvidarse, Astrid busca venganza aunque sabe que es imposible.

También quiero decir que la escena de todos apoyando a Kol, sin duda fue una de las que más me gustó, porque muestran lo unidos que están. Pero también lleva a que Astrid tome una decisión, una decisión con un hechizo que pondrá el punto final a los ancestros, y les va a mandar a la muerda al más puro estilo Orginal.

El hecho de que Klaus escondiera a Rebekah sin duda es algo que todos veíamos venir. Es decir, le encanta esconder los ataúdes con sus hermanos dentro, está vez no iba a ser la excepción. Aún así, me encanto hacer la escena entre Klaus y Astrid, porque puedo predeciros que el siguiente capítulo se viene cargado de... cositas muy intensas.

Este capítulo no es uno que me encante, tal vez solo por el apoyo que Kol tiene en un momento tan difícil, pero por lo demás... me temo que no.

Aún así, cabe decir que ya van quedando muy pocos capítulos para el final de esta temporada, y no os niego que lo estoy deseando, porque se me está haciendo eterna. Aunque bueno, también es por las ganas que tengo de que las hermanas Mikaelson entren en escena.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️