—— A DECLARATION OF WAR ——

—No tenías que haber venido.— Comentó Jackson mientras Astrid le ayudaba a recoger sus cosas.

—Es lo que menos debía de hacer por el simple hecho de que vinieras.— Alegó la rubia mientras subía algunas cajas a la camioneta del hombre lobo.

—Gracias.— Sonrió Jackson confundiendo a Astrid con sus palabras.

—¿Por qué?— Preguntó confundida al no comprender porque la estaba dando las gracias.

—Por hacerme sentir parte de...— Empezó a decir sin saber que palabra usar para referirse a los Mikaelson.

—¿Una familia disfuncional? No debes de darlas.— Sonrió justamente cuando una flecha con acónito se clavaba en el brazo del hombre lobo. —¿Estas bien?— Preguntó la Original justamente cuando detenía una flecha que iba directamente hacia su cabeza. —¿Vas a esconderte o te vas a venir a luchar?— Inquirió Astrid intentando buscar al responsable, pero rápidamente un grupo de vampiros les asaltaron a ambos, provocando que los dos empezaran a luchar, hasta que finalmente Jackson cayó al suelo inconsciente.

—Será un placer.— Sonrió Aya poniéndose detrás de Astrid para a continuación romperla el cuello.

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—Lo he intentado.— Explicó Jackson al ver como Astrid luchaba contra las esposas que estaban en sus muñecas y en sus piernas. —Cuanto más lucheis, más acónito se bombea en las venas.— Añadió haciendo que la rubia se diera cuenta de que estaba hablando en plural, haciendo que moviera la cabeza para ver que en el otro lado de Jackson estaba Taylor.

—¿Cómo te han atrapado?— Preguntó Astrid confundida y preocupada de que les pudiera pasar algo malo a alguno de los dos.

—Me asaltaron y me rompieron el cuello.— Resumió Taylor mostrando que no estaba nada contenta con la situación en la que se encontraban.

—Jack, tu pierna, ¿estas bien?— Quiso saber Astrid preocupada por la situación del hombre lobo, ya que de los tres era el que más probabilidad de muerte podía llegar a tener.

—Me han dado una buena paliza y con todo el acónito que llevo dentro no puedo curarme.— Explicó sabiendo que aunque lo mejor era tranquilizar a las dos eso era completamente imposible, mentirlas no iba a suponer nada bueno.

—Respira, se presentará la oportunidad de luchar.— Le tranquilizó Astrid sabiendo que debían de estar listos para actuar en cualquier momento.

—Astrid, escúchame, puede que no se presente.— Admitió el hombre lobo teniendo el extraño presentimiento de que de aquella situación él no iba a salir con vida.

—No digas eso, vamos a salir de aquí.— Añadió Taylor con completa seguridad en sus palabras, principalmente por qué no iban a permitir que le pasara algo malo.

—Habéis sido como dos hermanas para mi.— Empezó a decir Jackson sabiendo que debía de despedirse, a fin de cuentas aquello era, por lo menos, su final.

—No sigas.— Le interrumpió Astrid, odiaba las despedidas y más las de aquel estilo cuando quien las hacía sabia que se trataba de una despedida para siempre.

—Solo quiero agradeceros todo lo que habéis hecho, por mi, por Mary, por la manada y por Hayley, las tres trajisteis una nueva esperanza a la manada y sólo por ello os estoy agradecido.— Prosiguió sabiendo que debía de decirlas cuál de agradecido se sentía, a fin de cuentas gracias a las tres la manada había conseguido ser libre de nuevo.

—¿Resulta conmovedor o patético? Supongo que todo es relativo.— Intervino en ese momento Tristan burlándose de la situación que se había fraguado.

—Deja que nos vayamos o te juro que te mataré.— Le advirtió la Original mostrando lo muy enfadada que estaba, pero eso no hacía falta escucharlo, su rostro reflejaba la ira y el insatisfecho deseo de querer torturarlo.

—Eso lo veo difícil.— Sonrió Tristan poniéndose delante de los tres. —Llevo pensando en este momento desde que Taylor me torturo, ¿cuál sería la mejor manera de hacerle daño a dos híbridos?— Comentó haciendo que las dos hermanas se mirasen para después mirar al vampiro con desprecio. —Y ya se como.— Rió para después acercarse a Jackson metiendo su mano en el pecho.

—No, no.— Pidió Taylor al ver lo que Tristan iba a hacer.

—¡No!— Gritó Astrid al ver como el moreno le arrancaba el corazón. —Voy a matarte, Tristan.— Aseguró mientras intentaba contener las lágrimas aunque era complicado.

—No creo que puedas hacerlo, si tienes esto en tu pecho.— Sonrió mientras uno de los vampiros le daba una daga dorada que las dos híbridas reconocieron al instante. —Veo que sabes lo que es, supongo que estás familiarizada con las dagas, ¿no? Creo que fuiste la única que no sabe lo que es tener una en el corazón.— Comentó mirando a Astrid, disfrutando no sólo de los sollozos de Taylor, sino de los intentos por parte de la Original de no llorar, de no mostrar su lado débil.

—De hecho tuve una, antes de ser híbrido. Luego despedace a quien me la clavó y rompí la maldición. Lo que no comprendo es ¿porque crees que esa daga funcionará conmigo?— Respondió la rubia fingiendo que no sabía lo que aquella daga podía hacer.

—Esta daga es muy especial, según tengo entendido Kol con su amiga Davina la hechizaron para usarla en contra de Klaus. Esta es la misma daga, solo que con mejoras.— Añadió Tristan mientras se acercaba a Astrid con la intención de clavarsela en el pecho.

—Ni se te ocurra...— Empezó a decir, pero antes de que terminara su frase el vampiro se la clavó, haciendo que lentamente la piel de la rubia empezará a palidecer.

—¿Que vas a hacerme?— Preguntó en esta ocasión Taylor, observando como Tristan le quitaba su anillo de día a Astrid, para luego mirarla a ella, suponiendo que sería la siguiente.

—Si los Mikaelson hacen lo que deben nada, sino espero que te hayas despedido.— Se limitó a decir mientras la dedicaba una sonrisa para después ponerse frente a ella.

—Como me hagas algo, Astrid se vengara.— Garantizó sabiendo que las cosas se iban a poner muy violentas.

—No lo creo, dudo que pueda hacer algo si esta en la fosa más profunda del océano.— Alegó mientras un grupo de vampiros liberaba a la Original y se la llevaban.

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—Freya, ¿que te pasa?— Preguntó Elijah al ver a su hermana, la cual había estado llorando.

—Ha venido un turista obligado y ha dejado esto.— Explicó mientras le señalaba la caja, haciendo que él y Vincent, que había llegado con el noble, vieran en su interior un corazón.

—¿De quién...?— Empezó a preguntar Elijah preocupado.

—Jackson.— Respondió su hermana mayor para a continuación darle una carta. —Cortesía de los Strix.— Añadió mientras Elijah leía la carta. —Y hay más, en la caja había esto.— Explicó Freya mientras mostraba un anillo de día que ambos reconocieron. —Es el anillo de Astrid.— Le informó.

—Sí no hacemos lo que nos pide, Taylor será la siguiente. Y Astrid irá al fondo de la fosa de las marianas.— Informó el noble en voz alta al mismo tiempo que Leonidas aparecía.

—Esto es una declaración de guerra, y debemos de intervenir de forma inmediata.— Sentenció el vampiro captando la atención de todos.

—Debemos de ser razonables y pensar con claridad cuál será nuestro próximo movimiento, sus vidas dependen de ello.— Le recordó Elijah, sabiendo que si hacían algo de forma impulsiva serían Taylor y Astrid las que pagarían aquel precio, y ninguno de ellos quería que eso sucediera.

—Estamos hablando de mis hermanas, las dos. No voy a quedarme a esperar o a seguir sus instrucciones como si fuéramos sus conejillos de indias. Tristan debe de morir.— Sentenció sabiendo que debían de hacer cualquier cosa para que el mayor de los hermanos De Martel pagará por las acciones que había llevado a cabo.

—Podéis pensar un momento con lógica.— Intervino en ese momento Yelena captando la atención de todos. —Si Tristan tiene un objeto que es capaz de neutralizar a un Original, que os asegura que no tendrá más para el resto.— Les recordó esperando que fueran conscientes de que debían de actuar de forma precavida con él.

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—Tres Originales, dos brujos y un vampiro contra un ejército de malhechores.— Comentó Klaus el cual intentaba mantener la calma ante la situación que estaba teniendo lugar. —Estoy entusiasmado.— Añadió sarcásticamente.

—Pensar que yo soy mortal, aunque los quiera fuera de mi ciudad me gusta respirar. Puedo hablar con los aquelarres y proponer una alianza, os odian pero si les explico lo que pasa...— Empezó a decir Vincent, el cual ya era consciente del peligro que los Strix suponían.

—No hay tiempo.— Intervino Elijah sabiendo que debían de actuar de forma inmediata.

—Nunca lo hay, y antes de actuar no olvidemos que Tristan podría ser el enemigo que os llevé a vuestra perdición.— Les recordó Freya a sus dos hermanos y a Leonidas, los cuales no estaban siendo conscientes del peligro que corrían, por supuesto quería ayudar a Astrid y a Taylor, pero debían de pensar con claridad cuál iba a ser su próximo movimiento. —Eso es precisamente lo que predijo la profecía, Rebekah esta a la fuga no quiero arriesgarme a perderos a vosotros.— Insistió esperando que los tres comprendieran que no podían actuar a la ligera, sus vidas también eran importantes.

—Rebekah esta a salvo.— La tranquilizó mientras miraba a Klaus sabiendo que él sería el principal objetivo de los Strix, principalmente por qué era el más volátil. —Quizá deberías de quedarte.— Le sugirió a su hermano pequeño, pero rápidamente la expresión de Klaus mostró todo lo contrario, él no iba a quedarse a esperar cuando estaba en juego el paradero de Astrid.

—¿Y qué clase de padre seria sino lucho por la madre de mi hija?— Preguntó mostrando que iba a ir le gustará o no a Elijah. —No, no pienso dejarme manipular por nadie y menos por Tristan De Martel.— Sentenció con firmeza.

—No estáis pensando con claridad, mientras Tristan tenga la serratura y a Astrid y a Taylor llevará ventaja.— Le recordó, esperando que fuera consciente de que en aquellos momentos estaban en el juego de Tristan y era él quien llevaba la mano ganadora.

—Entonces provocaremos que la pierda.— Intervino Freya sabiendo que podía, de alguna forma, hacer que la situación cambiará. —Traeme algo que pertenezca a su hermana.— Les pidió haciendo que los tres Originales la mirasen confundidos. —Yelena, necesito tu ayuda.— La pidió a la vampira la cual asintió de forma dubitativa.

—¿Qué es lo que tienes en mente?— Quiso saber Leonidas con curiosidad.

—Matar dos pájaros de un tiro.— Se limitó a decir la bruja.

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—Deberías de mantener la calma, Leo. Klaus esta calmado y eso es más raro.— Le aconsejó Yelena, la cual se acercó a él mientras el Original se movía nervioso por todo el complejo.

—Klaus esta calmado porque sabe que no mataran a Astrid, o por lo menos así lo cree. Pero por dentro quiere matar a todos los que la han hecho daño.— Garantizó sabiendo como era el híbrido, y muy en el fondo se alegraba de que él se preocupara de aquella forma por su hermana, así como el hecho de que debía de ser paciente por su hija. —Pero yo..., son mis hermanas, Lena. Las dos. Taylor ha hecho mucho por nosotros, por mi y por Astrid principalmente, y mi hermana..., bueno creo que no debo de dar ningún motivo por el que quiero evitar que termine perdida. Se merece vivir la vida que siempre debía de haber tenido.— Explicó mientras soltaba un suspiro de frustración ante todo lo que estaba aconteciendo. —Además, si Tristan se la ha llevado ha sido únicamente porque no quiere responder ante ella. La cólera de mi hermana y sus deseos de venganza... no se asemejan a nada que haya llegado a conocer. Pero se que es fuerte, siempre lo ha sido y se que va a luchar tiene un motivo para hacerlo.— Añadió mostrando que estaba nervioso más que nada por el simple hecho de que tal vez iban a actuar demasiado tarde, ¿y si su hermana ya estaba perdida? No podía permitir que eso sucediera, o por lo menos no iba a permitir que ninguno de los responsables siguiera con vida.

★★★

Se dice que después de la tormenta viene la calma, pero creo que podríamos decirlo al revés, ¿no?

La muerte de Jackson sin duda fue de las que menos me esperaba, y era un personaje que en verdad me gustaba. Era alguien interesante, pero al final creo que no podía aportar nada más a la serie. Aún así me dolió su muerte y más saber que Mary perdió a toda su familia. De verdad que me dolió.

Pero creo que ahora mismo eso no es lo que más os preocupa.

Evidentemente, el que Tristan le clave una daga a Astrid es por venganza hacia los Mikaelson, pero sobretodo hacia Taylor y Leo, a Taylor por torturarlo y a Leo por jugar con su hermana. Sin duda, en el capítulo de hoy Tristan De Martel firmó una sentencia de muerte, porque no os podéis imaginar lo que esta apunto de suceder.

Con respecto a Taylor, no os preocupéis, no la hará más daño del que le hace a Hayley en la serie. Aunque si os soy sincera, si se quita del medio a Astrid es por miedo.

Con respecto el descubrimiento del secuestro y la muerte de Jackson, yo se que aquí todos queríamos ver a Klaus modo máquina de matar, pero ese placer saber cuando dárselo a Leo, y también sabe que su impulsividad no ayudará nada a ninguna de las dos hermanas, así que...

Y ya con la escena final... bueno necesitaba mostraros que Yelena es importante, y que al final, de alguna forma, es la conciencia que tanto Astrid como Leo (sobretodo Leo) necesitan.

Y por cierto, se que os preguntaréis, ¿como van a engañar a Tristan? Lo tengo todo controlado, me gusta ser previsora, y quienes me leen ya saben lo mucho que me gusta entrelazar todo.

Dicho esto, solo me queda decir dos cosas.

Primera: el próximo capítulo viene con MUCHA fuerza.

Segundo: RIP JACKSON.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️