
CAPÍTULO 14: MERRY CHRISTMAS (PART I)
—— MERRY CHRISTMAS ——
—¿Qué tal estás?— Preguntó Astrid mientras Leonidas se sentaba frente a ella, al mismo tiempo que a ambos les traían dos cafés.
—Bueno, teniendo en cuenta que Aurora no ha dado señales de vida en los últimos días, creo que eso es positivo. Aunque mirándolo con perspectiva, también tenemos su opuesto, donde puede estar maquinando una terrible venganza hacia nosotros.— Comentó el vampiro sin saber muy bien cómo debían de reaccionar, ya que estaba claro que Aurora iba a vengarse, y tal vez lo hiciera de forma directa o de forma indirecta, ninguno de ellos podía prever como sería.
—Eso solo sucederá si Tristan la deja libre, y por lo que tengo entendido, eso es muy improbable que pueda llegar a suceder. Al parecer a tenido una de sus crisis.— Comentó Astrid, sabiendo que todavía sus contactos hacían un impresionante trabajo. Ante sus palabras, Leonidas agachó la cabeza, al pensar que todo era culpa suya, principalmente, porque todo había sido porque había intentado jugar con quien no debía.
—Se que todavía no es Navidad, pero quería darte una cosa.— Dijo el vampiro cambiando de tema de una forma algo descarada.
—Ya sabes la regla.— Le recordó su hermana, sabiendo que nunca se hacían regalos, no porque no quisieran o no les gustará, con el paso del tiempo se volvió algo complicado, ¿que regalar a un vampiro que ha vivido por mil años y que, literalmente, podía conseguir por su propia cuenta cualquier cosa que quisiera?
—Lo se, lo se. Pero lo vi, y pensé que te gustaría tenerlo.— Admitió el moreno mientras cogía la bolsa que estaba en el suelo, y se la entregaba a su hermana, haciendo que Astrid sacará de su interior un pequeño regalo envuelto en papel de color azul. Con cuidado quito la envoltura, observando que se trataba de un marcó de fotos, y en su interior se encontraba una foto de ellos dos con Eliana poco después de que ellos salieran del ataúd.
—¿De dónde has sacado esta foto?— Preguntó sorprendida mientras le miraba con una sonrisa, haciéndole ver a su hermano pequeño que había acertado con el regalo, algo que no todos los días pasaba, teniendo en cuenta que Astrid tenía absolutamente de todo.
—La encontré en mi teléfono, y pensé que que te gustaría tenerla.— Admitió haciendo que Astrid sonriera ante el gesto que había tenido con ella, principalmente porque nunca se esperaría tener un regalo así, y aunque pudiera ser algo insignificante para ella resultó ser todo lo contrario.
—Me encanta, muchas gracias.— Le agradeció sonriendo, mientras volvía a guardar la foto en la bolsa.
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—¿Que ha pasado?— Preguntó Astrid bajando las escaleras, mientras observaba como Jackson traía a Freya, la cual parecía que estaba herida.
—La han asaltado tres vampiros trajeados.— Resumió el hombre lobo mientras la híbrida se sentaba al lado de la bruja preocupaba por si la hubieran hecho algo más grave.
—Los Strix.— Respondió Astrid con obviedad, sabiendo que habían ido a por Freya por alguna razón, y eso era lo que debían de descubrir, aquella vez había sido Jackson quien la había rescatado, pero ¿y si la próxima vez no era él y se las veía ella sola con ellos? Tal vez la historia fuera completamente diferente.
—Necesita de tu sangre.— Alegó Jackson, mientras la Original se mordía la muñeca y se la ofrecía a Freya, para a continuación tomar de ella.
—¿Estas bien?— Preguntó mirándo en esta ocasión a Jackson, pensando que él podía haber salido, también, herido. —Cuesta desentenderse si puedes ayudar.— Alegó sabiendo lo complicado que era quedarse al margen cuando personas que te importaban resultaban heridas.
—Se lo han llevado, la serratura.— Les informó Freya haciendo que ambos intercambiarán una mirada al escucharla. —Había quedado con una bruja de la estirpe que la creó, quería que me dijese como destruirla, pero no se puede. Dice que la única manera de deshacerse de ella es usándola.— Añadió haciéndoles ver que debían de actuar de forma inmediata o la usarían en su contra. —Debemos de recuperarla y utilizarla con cualquiera que no sea de esta familia.— Sentenció diciendo lo más evidente, el problema es que no tenían los métodos para llevarlo a cabo, principalmente porque si los Strix se la habían llevado estaba claro que lo usarían en su contra.
—Espera, ¿y si le hacemos una visita a Tristan y se la pedimos muy amablemente?— Sugirió Astrid sarcásticamente, haciéndoles entender de qué en su plan no existía la normalidad ni la cordialidad.
—Tenemos un problema mucho más urgente.— Intervino Elijah, captando con sus palabras la atención de todos los presentes.
—Para ser justos, soy el problema más bonito que habéis tenido nunca.— Añadió Rebekah mientras se ponía al lado de su hermano mayor, mientras les sonreía.
—¿Por qué? ¿Qué pasa?— Preguntó Jackson confundido, al no comprender que problema podía ser mayor al simple hecho de que les hubieran robado la única arma que podía encerrar a todos los Originales.
—Rebekah tenía esto clavado en el pecho.— Explicó Elijah mientras sacaba del interior de su chaqueta una especie de estaca de color negro, con inscripciones y con dibujos de calaveras en su empuñadura.
—Y después de que Elijah me salvara, apareció esta marca.— Añadió Rebekah mientras se sentaba entre Astrid y Freya, haciendo que ambas vieran la marca, mientras la híbrida examinaba la estaca con atención. —Dame las malas noticias.— La pidió a su hermana sabiendo que Freya tendría la respuesta con respecto a lo que la estaba pasando.
—La daga estaba maldita, te ha infectado. Si la marca sigue creciendo enloqueceras, sin control te convertirás en un demonio implacable e invencible.— Resumió la bruja haciendo que los presentes intercambiarán una mirada, sabiendo que aquello se había convertido en su principal problema, principalmente porque podían estar contra reloj.
—Aya siempre tan rigurosa.— Comentó Rebekah mientras ponía una expresión de sorpresa, aunque teniendo en cuenta que habían sido los Strix no debían de sorprenderlos en absoluto.
—Los Strix siempre lo son.— La recordó Elijah, sabiendo que todo aquello lo habían hecho como salvaguardia. —Por si conseguíamos recuperar tu cuerpo te maldijeron, porque alguien que se vuelve loco es fácil de localizar.— Asumió con obviedad sabiendo que debían de hacer algo con respecto a lo que estaba pasando, a fin de cuentas aquello podía desencadenar en más problemas, y ninguno de ellos quería que a los ya existentes añadir el "insignificante" detalle de que Rebekah pudiera volverse un demonio. —¿Puedes solucionarlo?— Preguntó mirándo a Freya sabiendo que debían de hacer algo de forma inmediata.
—El hechizo está aquí grabado, puedo revertirlo. Solo necesito tiempo y un montón de magia.— Les tranquilizó Freya mientras miraba la daga, observando que la inscripción era la pista que necesitaban, antes de que pudiera proseguir con su explicación, Freya se desplomó sobre el sofá, alertando a todos.
—Estaba bien, Astrid la ha curado.— Alegó Jackson sin comprender que era lo que podía haber sucedido para que Freya estuviera así.
—Esta herida no, es veneno.— Garantizó el noble mientras mostraba la marca que su hermana mayor tenía en el cuello, la cual no había curado. —Esto es un intento de asesinato.— Sentenció sabiendo que aquello había sido obra de los Strix.
—Se está despertando.— Indicó Astrid al ver como Freya comenzaba a abrir los ojos de forma lenta, mostrando que su estado físico no parecía ser el mejor de todos.
—¿Estas bien?— Preguntó Elijah preocupado por ella, principalmente porque aquel era otro problema al que debían de hacer frente.
—Me siento débil.— Admitió Freya sabiendo que algo la estaba pasando.
—Esos vampiros debieron de clavarle algo.— Asumió Jackson sabiendo que todo debía de haber sido obra de ellos.
—Les gusta el veneno de acción lenta, pero habrá un antídoto.— Garantizó Elijah mientras sacaba de su chaqueta su teléfono. —Intentaré conseguirlo.— Añadió mientras se marchaba.
—Para esto necesitare un cuchillo de plata y raíces de almizcle blanco.— Dijo Freya, mientras volvía a retomar el tema que les interesaba también, salvar a Rebekah y evitar que se volviera la versión vampírica de Lucifer.
—Voy a por el cuchillo.— Dijo Astrid sabiendo que encontrarlo sería muy sencillo, principalmente porque ella tenía un juego de ellos.
—Traeré las raíces.— Dijo Jackson mientras se marchaba, sabiendo que no debían de perder más tiempo.
—Freya, apenas puedes mantenerte en pie, ¿como vas a salvar el mundo?— Alegó Astrid sabiendo que no podía hacer aquello, ella tal vez, pero como había dicho Freya era mucha cantidad de magia y no parecía nada recomendable que Astrid o cualquier Original jugará con aquella daga.
—Canalizare a Finn.— Respondió sabiendo que su hermano pequeño la ayudaría.
—Oh, estupendo.— Intervino Rebekah sarcásticamente al escuchar lo que Freya había dicho. —Dependo de la oveja negra de la familia que tenemos metido en un collar, le encantara que le pidamos ayuda.— Añadió sarcásticamente creyendo que su hermano mayor no haría nada para ayudarla.
—Es el único brujo poderoso que nos queda, no tenemos otra alternativa, hermana.— La recordó la bruja sabiendo que Finn era su única oportunidad.
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—Tranquila, aun no me he convertido en demonio.— Comentó Rebekah al ver aparecer a Astrid, la cual se iba a encargar de vigilarlá hasta que Freya consiguiera neutralizar el hechizo. —No más de lo habitual.— Añadió sonriendo.
—Me alegro, no quisiera darte una paliza antes de poder abrazarte.— Se burló Astrid mientras miraba la marca con atención, percatándose de que la había visto en algún otro lugar, pero no llegaba a ubicar con exactitud su procedencia.
—Tenemos que hablar de tu selección de modelitos.— Comentó mientras mostraba una camiseta que Astrid rápidamente vio que no era suya.
—No es mío, es de Yelena. Ha pasado aquí unos días, hasta que todo se ha calmado.— Explicó mientras ponía los ojos en blanco, sabiendo que los problemas nunca se calmarian, pero a pesar de todo lo que estaba ocurriendo debían de regresar a una relativa normalidad. —Pero se ha ofrecido a ayudar, aunque siempre haya problemas con los que quieren acabar con los Originales.— Murmuró mientras suspiraba con frustración, sabiendo que nunca dejarían de tenerlos ni de tener enemigos, tenían una larga lista de ellos que estaban acechando en las sombras a la espera de poder atacar.
—No te parecían problemas cuando tu causabas algunos de ellos, como el detalle de que tu hermana muriera. Aún así, siempre pidiendo ayuda.— Comentó Rebekah mientras se daba la vuelta y la miraba fijamente, haciendo que Astrid la mirase confundida por lo que había dicho.
—¿Perdona?— Inquirió Astrid sin comprender a qué venían aquellas palabras por parte de la vampira.
—Pero cuando buscas a quien culpar de tu infelicidad somos el enemigo.— Añadió mientras la miraba sin rastro alguno de humanidad, haciendo que la híbrida comprendiera lo que estaba pasando.
—Rebekah, te equivocas esta no eres tu.— Aseguró Astrid sabiendo que Freya debía de darse prisa, el tiempo se estaba agotando y cada vez parecía más evidente de que estaban perdiendo a Rebekah.
—Me equivoque, creí que éramos amigas, casi hermanas, y aún así no tuviste la consideración de ayudarnos, a ninguno. De hecho la última vez que hablamos, querías separar a Hope de la familia. ¿Así que, que eres Astrid? ¿Eres una amiga, eres de la familia o tal vez siempre fuiste una enemiga?— Alegó Rebekah mientras se movía rápidamente y la lanzaba contra una pared, haciendo que la híbrida soltera un gruñido. —Admitelo, en el fondo quieres ver muerto a Klaus, a que sí.— Aseguró creyendo que lo único que había en Astrid eran sentimientos de venganza.
—Rebekah me he jugado mucho con esa profecía a costa de mi propia familia.— La advirtió sabiendo que a raíz de todos los problemas había perdido mucho, y ya no solo por la profecía.
—¿El que? ¿Qué tus dos hermanos puedan correr la misma suerte que corrió Eliana? Creo que eso sería una bendición para ellos, ¿no crees? A fin de cuentas tu fuiste responsable de que esto llegara a suceder.— Alegó mientras la agarraba del cuello, intentando asfixiarla, pero rápidamente la híbrida respondió dándola una parada separándola de ella.
—Te equivocas, prefiero morir a que a ellos o a cualquiera les pase algo.— Garantizó mientras intentaba mantener la calma al saber que aquella no era, del todo, Rebekah.
—Todavía no, querida. Pero puede que sea hoy.— Sonrió justamente cuando ambas se movían a velocidad vampírica y terminaban en la planta de abajo, Rebekah con los ojos completamente de color negro, y Astrid con los suyos inyectados en sangre y de color amarillo.
—Escúchame.— Intervino en ese momento Elijah, creyendo que podría detener a su hermana pequeña. —¡Escúchame!— Volvió a gritar haciendo que Rebekah le mirase. —Rebekah, mírame. ¡Rebekah!— Insistió mientras la agarraba de los brazos. —Controlate.— La pidió por última vez.
—Querido hermano, tengo el control.— Le tranquilizó pero había algo en sus palabras que no transmitía aquella impresión.
—Bien.— Respondió aliviado el noble justamente cuando le rompía el cuello, para a continuación atacar a Astrid, a la cual metió la mano en su pecho con la intención de arrancarla el corazón.
—Rebekah, ella no.— Intervino Klaus separando a su hermana de su esposa. —Ella tampoco.— Añadió al ver que las intenciones de la vampira eran atacar, en esta ocasión, a Taylor. Sin dudarlo, la morena la dio a su hermana un maletín con los antídotos, haciendo que Astrid se moviera a velocidad vampírica.
—Estoy bien, en el corazón.— Le tranquilizó a Jackson al ver que este mostraba una expresión de preocupación por la sangre que ella tenía en la ropa, al mismo tiempo que cogía una jeringuilla con el antídoto.
—¿Tienes las raíces?— Preguntó Freya mientras Jackson la indicaba de que tenía todo preparado, haciendo que Freya se preparase para terminar el hechizo.
—¿Ya está?— Preguntó Astrid creyendo que había sido demasiado fácil como para que aquello diera resultados.
—Debería, habrá que probarlo.— Comentó Freya mientras cogía el cuchillo con la intención de usarlo con su hermana.
—Date prisa, esta empeorando.— La aconsejó Astrid haciendo que Freya saliera corriendo para acercarse a sus hermanos, los cuales intentaban inmovilizar a Rebekah, a la cual Freya, con ayuda del cuchillo, la quito la marca de su muñeca mientras recitaba el hechizo, haciendo que la vampira cayera sobre la mesa inconsciente.
—Eso no me ha gustado.— Puntualizó Rebekah justamente cuando se despertaba, haciéndoles ver a todos que estaba en perfectas condiciones.
★★★
Este capítulo de por sí iba a ser especial, porque por primera vez en mi vida puedo hacer como un especial navideño, pero se ha vuelto más especial porque hoy me han dado una nota de un examen importante, y le he aprobado. Así que por primera vez en muchos años voy a disfrutar de unas vacaciones de Navidad sin estudiar. Creo que la última vez fue en sexto de primaria y mira que hace tiempo de ello.
Bueno dicho esto, empezamos con el capítulo.
La escena del final entre Rebekah y Astrid, me encantó hacerla, más que nada porque nunca había hecho una pelea entre ellas y me pareció interesante. También me encantó ver a Rebekah modo malvada, aunque voy a darla la razón con que es el problema más bello que he visto.
Como paréntesis y para aquellos que hayan leído mi crossover entre Teen Wolf y The Originals, que sepáis que ya tengo la escena pensada entre Leesi y Rebekah y os va a hacer gritar.
Por otro lado, que Klaus salga a defender a Astrid y a Taylor os ha encantado yo lo sé. Pero también hay una pequeña pista de lo que indica la visión de muerte de Astrid....
Con el ataque de Freya, ¿como osan intentar matarla? Osea ea Freya... Debía de haberlos reducido a cenizas, pero bueno, se comporto aunque la angustia que me genero el capítulo... dios mío ni en el día de las notas.
Y ya para ir cerrando el análisis del capítulo, la escena de Leo y Astrid, sin duda es de mis escenas favoritos de los dos. Me encanta la ternura que se muestran y el mero hecho de que la sorprenda de esa manera. No tenía intención de hacer una entrega de regalos, ya que un vampiro tiene de todo, pero sabéis que me gusta hacer cosas simbólicas y creo que algo así era perfecto.
Y ya para terminar os diré que el sábado habrá una escena klastrid preciosa que os va a encantar, y que es también muy simbólica. Tan simbólica que la pista está en Love Story, algo que marca a Klaus de una sobremanera...
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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