—— BE CAREFUL WHO YOU PLAY WITH ——

—Puedes hablar más despacio, Jackson. Gracias.— Le pidió Astrid ya que sabía que había pasado algo, pero con lo rápido que el hombre lobo estaba hablando no era capaz de comprender lo que la estaba diciendo.

—Ni Camille ni, tú amiga, Yelena han aparecido, se suponía que debían de haber venido hace horas y no ha aparecido nadie. No quiero alarmarte y que no sea nada, pero tengo la extraña sensación de que las ha podido pasar algo a ambas.— Explicó Jackson haciendo que la expresión de Astrid cambiará al escucharle, ya que aquello confirmaría por qué Yelena no la cogía las llamadas.

—Esta bien, gracias.— Respondió Astrid con frustración mientras guardaba su teléfono sabiendo que aquello debía de ser obra de alguien, y los únicos que podían haber sido eran Aurora y Lucien, y teniendo en cuenta que el segundo ya estaba en su punto de mira, Astrid apostaba a que todo se debía gracias a la vampira.

—¿Qué pasa?— Preguntó Klaus al ver que Astrid tenía la intención de marcharse del complejo.

—Camille y Yelena han desaparecido, no han llegado al punto donde Jackson las estaba esperando.— Resumió sabiendo que algo las debía de haber pasado, y puesto que en la ciudad había cientos de vampiros que se habían propuesto querer hacerles enfadar, Astrid prefería ir en su búsqueda personalmente.

—Camille estaba secuestrada por Lucien, y asumo que Yelena fue a rescatarla, tal vez nuestro pequeño amigo sepa o haya hecho algo que no le convenía.— Sugirió Klaus haciéndola ver que su primer objetivo era el vampiro.

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—¿No os enseñaron a llamar antes de entrar?— Preguntó Lucien molesto por el simple hecho de que los dos Originales habían irrumpido en su casa como si de ellos fuera.

—Reservamos los modales para nuestros amigos, tu has caído en desgracia.— Le informó Klaus mientras Astrid se daba cuenta de que algo había pasado, principalmente porque podía oler y distinguir a la perfección el olor a sangre.

—Por eso mismo iba a llamaros, lo que ha ocurrido con Cami se nos ha ido de las manos.— Empezó a decir Lucien intentando evadir la culpa, ya que lo que menos le convenia era hacer enfadar a los dos híbridos, o que ambos se pusieran en su contra, y teniendo en cuenta lo que había pasado el día anterior, estaba claro que no era, precisamente, una de las personas favoritas de Klaus Mikaelson.

—Corrección, se te ha ido de las manos a ti. Porque no es solo ella la que ha desaparecido, sino Yelena. Y teniendo en cuenta las guerras entre estirpes... Piensa mal y acertarás.— Le corrigió Astrid mientras se cruzaba de brazos mostrando que no estaba nada contenta, y eso Lucien lo sabía, cualquiera que lo viera lo sabía, y él sabía que como aquello terminara en una doble desgracia Astrid iría a por su cabeza.

—Bueno, tengo algo que tal vez aleje de mi vuestras sospechas.— Les intento tranquilizar el vampiro mientras encendía el ordenador y les mostraba una grabación del ascensor, donde podía verse que había sido cosa de Aurora, la cual interpretaba aquello como un juego.

—Aurora.— Murmuró Astrid confirmando que su intuición no había fallado, cuando había pensado que todo era obra de Aurora.

—Es evidente de que esta enfadada por qué tenemos a su querido hermano, pero este será el último error que cometa.— Sentenció Klaus, el cual estaba igual se enfadado que Astrid, ya que aquello le parecía una especie de chantaje, y estaba claro que a ningún Original le gustaba que le chantajearan y eso podía suponer una sentencia de muerte para Aurora.

—¿Puedo sugeriros que antes de hacer nada lo penséis bien?— Lucien se interpuso delante de Klaus y de Astrid, lo que hizo que los dos híbridos le mirasen con una expresión de pocos amigos por el simple hecho de que él les estuviera deteniendo, el tiempo apremiaba y no tenían tiempo que perder.

—Apartate, ahora.— Le ordenó Astrid haciendo que el vampiro se hiciera a un lado dejando a ambos marcharse para a continuación salir detrás de ellos.

—Sí está enfadada es posible que os esté tendiendo una trampa.— Les recordó Lucien, preocupado por lo que le podía pasar a Klaus, ya que si él moría todos los vampiros de su estirpe lo harían, y teniendo en cuenta lo sensible que Aurora era, en un arrebato podría acabar con él.

—No tiene ni los medios, ni la voluntad de herirnos.— Garantizó el híbrido creyendo que nadie sería capaz de atacarles, pero estaba claro que la profecía indicaba todo lo contrario.

—Eso creéis vosotros, pero Aurora es una loca vengativa. La profecía decía que caeriais los cinco, por un amigo, por un enemigo y por la familia. ¿Qué es para tu hermano aparte que una amiga?— Lucien miró a Astrid, la cual le miró con una expresión de pocos amigos, sabiendo que lo que estaba insinuando era que Aurora podía ir a por su hermano o a por ella, a fin de cuentas a Leonidas le consideraba un amigo y a Astrid una enemiga, por lo que los dos podían correr la suerte o la desgracia de caer a manos de la más joven de los De Martel.

—Tal vez deberíamos de matar a nuestros amigos empezando por ti.— Sugirió Klaus mostrando que sus amenazas y advertencias no iban a servir de nada, la comunidad global de vampiros estaba declarándose la guerra y como eso llegará a suceder, harían que el planeta entero dejara de verse azul para teñirse de color rojo sangre.

—Tu me creaste, tengo un interés personal en que sigas vivo. Lo que significa que no me quedare de brazos cruzados mientras caes en su trampa.— Le recordó a Klaus mostrando que lo único que le importaba era el bienestar del híbrido, aunque teniendo en cuenta todo lo que estaba pasando, Astrid no llegaba a creerse que realmente le preocupara.

—Que considerado.— Respondió la híbrida sarcásticamente justamente cuando el ascensor abría sus puertas y los tres entraban, haciéndoles entender a los dos híbridos que no iban a librarse de Lucien con facilidad.

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—Es típico de Aurora que nos obligue a buscar una de sus agujas en un maldito pajar.— Comentó Lucien mientras los tres recorrían las calles de la ciudad, ante su comentario Astrid le miró de reojo con una expresión de pocos amigos.

—La tarea ya es difícil, y tu incesante parloteo la complica.— Se quejó Klaus, el cual al igual que Astrid, consideraba en aquellos momentos la presencia de Lucien como insoportable.

—Hablo tanto porque no me escucháis, está claro que tiene un plan retorcido en mente. Por eso me pregunto, sabiendo lo vengativa que es ¿por qué optais por seguirle el juego?— Alegó el moreno sabiendo que ambos estaban haciendo exactamente lo que Aurora quería, pero no entendía que tanto Astrid como Klaus, por motivos diferentes pero a la vez similares estaban en deuda con Yelena, cosa que muy pocos vampiros, con vida, podían llegar a decir.

—No le seguimos el juego.— Respondió la rubia con frustración.

—Decirme, ¿que es lo mejor que puede pasar?— Preguntó Lucien sin esperar una respuesta por parte de ambos. —Sí salvais a la vampira y a la humana hoy, Aurora se las ingeniara para matarlas en otro momento. Y puesto que no podéis matar a Aurora, por qué tiene la información para encontrar a Rebekah.— Les recordó esperando que ambos fueran conscientes de que hiciera lo que hicieran no iban a poder vengarse de Aurora, puesto que si la mataban a ella o a Tristan se quedarían sin la ubicación exacta donde se hallaba la más joven de los hermanos Mikaelson.

—Somos muy conscientes del dilema, gracias.— Respondió Astrid completamente irritada por la presencia del vampiro.

—Ah, aun así vais directos a la trampa de esa arpía.— Comentó sorprendido por lo que ambos estaban haciendo por una simple humana y una simple vampira, ya que era bien conocido que los Originales no hacían nada por nadie a excepción de ellos mismos y la familia. —¿Por qué? ¿Qué tan importantes son ambas?— Quiso saber queriendo desvelar porque se estaban dejando manipular por Aurora.

—Confío en ambas, que es más de lo que puedo decir de ti. Si quieres ayudarnos colabora, sino esfumate.— Respondió Klaus mostrando que la poca paciencia que tenía estaba llegando a unos límites que alertaban de una posible e inminente muerte.

—Esta bien...— Murmuró Lucien.

—Eso es de Yelena.— Señaló Astrid mientras se acercaba a un cuadro que estaba expuesto y que Astrid identifico a la perfección, jamás olvidaba alguno de sus dibujos.

—¿Como lo sabes?— Preguntó está vez Klaus mientras la rubia identificaba en uno de sus costados su firma, la cual no constaba de su nombre sino de un símbolo que era una media luna.

—Yo misma se lo regale.— Respondió con obviedad mientras le daba la vuelta, desvelando que en una de sus esquinas se hallaba un trozo de tela, el cual cogió haciéndoles ver que la siguiente pista o tal vez el paradero les llevaría hasta ambas.

—Vaya, ahora quiere que vayáis a la iglesia.— Se burló Lucien viendo lo patéticos que ambos estaban resultando con aquella especie de búsqueda del tesoro. —¿No creéis que ya está bien de perseguirla como dos perritos falderos?— Preguntó haciendo que Astrid se acercara a él para que nadie escuchara la amenaza que le iba a hacer.

—Te libras de que te arranque el corazón por el mero hecho de estar en un lugar público.— Le advirtió mientras ambos volvían a emprender la marcha para dirigirse a la iglesia donde, casualmente, parecía ser el epicentro de todos y cada uno de los problemas que tenían.

—Hacer el favor de escucharme, solo sugiero que busquemos otro modo de enfrentarnos a Aurora que no sea seguir su rastro de migas.— Insistió esperando convencer a ambos, o por lo menos de hacerles desistir de aquella búsqueda sin sentido.

—Sabes, cada vez que hablas me acuerdo de que tu fuiste el capullo arrogante que las puso en peligro.— Recordó Klaus mientras se daba la vuelta para acercarse a Lucien, anticipando para Astrid lo que le iba a hacer al vampiro.

—Mejor arrogante que estúpido.— Le encaró Lucien mostrando que no tenía miedo de ninguno de los dos, algo valiente y estúpido en partes iguales. —Habéis perdido el juicio, y todo por esas dos chicas.— Alegó sorprendido por el comportamiento de ambos. —Escuchar, dejar que Cami y Yelena mueran, todos vuestros secretos familiares y puntos débiles morirán con ellas.— Les indicó haciendo que Klaus le rompiera el cuello, haciendo que en la especie de explanada interior se creara un silencio.

—Gracias.— Agradeció Astrid la cual estaba cansada de escuchar a Lucien, si de por sí no le aguantaba, tenerlo detrás de ellos todo el día intentando convencerles de que las abandonaran se había hecho completamente insufrible. —¿Qué pasa ahora?— Preguntó enfadada justamente después de cogerle la llamada a su hermano.

—Los Strix quieren a Tristan de vuelta, lo que eso significa que harán de todo el barrio un baño de sangre. Han enviado a Marcel para que le libere. Así que, espero que alguno de los dos desista de la búsqueda y venga a evitar que unos pijos estirados que posiblemente tengan la arma para matarnos nos maten.— Les pidió Leonidas sabiendo que Klaus le escucharía, lo que hizo que los dos híbridos intercambiarán una mirada sabiendo lo que eso podía suponer.

—¿Habéis conseguido que Tristan os diga parte de la ubicación de Rebekah?— Preguntó en ese momento el híbrido, el cual también estaba preocupado por el paradero de su hermana.

—No, y Freya no le puede debilitar más sin matarlo. Se sabe todos los juegos mentales para que no sonsaquen información.— Garantizó el Original para después finalizar la llamada, haciendo que los dos híbridos se quedarán en silencio sabiendo que debían de tomar una decisión o rescatar a Yelena y Camille o ayudar a la familia.

—Tal vez con un hechizo consigas sacarle algo de información.— Sugirió Klaus dándo a entender que debía de ser ella la que fuera a ayudarles.

—No voy a dejarlas con esa sociopata.— Sentenció Astrid haciéndole ver que no iba a irse, hacia muchos años atrás la había hecho una promesa a Yelena, y la híbrida era conocida por cumplir la mayoría de las veces todas y cada una de las promesas que hacía. —Tal vez tu tengas algo de suerte con Tristan.— Sugirió sabiendo que nadie iba a tener oportunidad de sonsacarle información, pero lo único que Astrid quería era quedarse a solas con Aurora.

—Ten cuidado.— La pidió Klaus justo antes de darle un beso en la frente y marcharse a velocidad vampirica, dejando a Astrid sola frente a su objetivo.

★★★

Amáis la escena final, yo lo sé.

Yo se que os encanta el dúo que forman Klaus y Astrid, pero vais a amar el dio de Klaus y Eliana Jr, osea 100%.

El capítulo en sí no tiene nada relevante, solo decir que Lucien es un maldito plasta y me encanta lo dramático que Klaus se vuelve, me hace mucha gracia.

Por otro lado, creo que es entendible que Astrid quiera rescatar a Cami y Yelena, creo que todo está justificado. Pero os revelare que la histoia de Cami llegará a su fin más pronto que tarde, al final su papel no es relevante para mi, así que esta es la excusa perfecta para matarla. Será Yelena la que tome el relevo, y os garantizó que estará a la altura.

Con respecto al resto del capítulo, en verdad no os puedo destacar mucho, ya que al final me centro en el episodio pero si quiero deciros dos cosas.

La primera, os recuerdo que la próxima semana no habrá capítulos de Forever and Always, me voy de viaje y no tendré mucho tiempo para actualizar.

Y lo segundo, quedan dos capítulos para uno de los capítulos más bonitos que podréis encontrar en esta historia. Os prometo y aseguro de que la espera va a merecer la pena.

Lo que sí espero, es que dejéis alguna estrellita o algún comentario, siento que cada vez las visitas están bajando más, y sino fuera porque la historia está concluida (salvo algunas escenas) me vería en la obligación de poner mínimos, y a decir verdad no me gustaría nada. Así que por favor dar apoyo, no cuesta nada, aunque sea mínimo una estrella o algo, para que haya un feedback.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️