—— A VERY PARTICULAR DINNER ——

—¿Te has vuelto completamente loco?— Le preguntó Astrid a su hermano una vez que Aurora se había marchado.

—Dónde tu ves locura yo veo táctica.— Alegó el vampiro, haciendo que Astrid frunciera el ceño al no comprender como es que volver con una de sus ex era una táctica que les podía ayudar frente a la amenaza que corrían.

—¿Qué táctica es esa, Leo? ¿Acostarse con el demonio que se ha llevado a Rebekah?— Preguntó Astrid sin comprender cual era el objetivo de su hermano, pero parecía que era evidente de que su hermano estaba planeando algo.

—Eso lo pretendían los Strix, Aurora solo la ha secuestrado. Yo recuperaré a Rebekah, confía en mi, y tranquiliza a Klaus y a Elijah.— La pidió sabiendo que no tardando ambos harían de la ciudad un baño de sangre al saber que Aurora era responsable de la desaparecido de su hermana. —Tener a Aurora cerca puede sernos muy útil.— Garantizó con seguridad en sus palabras, pero Astrid no pensaba así.

—¿Y no hay demasiada lujuria en ese plan? ¿Usas esa misma táctica para quitarle el medallon a Lucien?— Quiso saber Astrid, recordando que ambos no se llevaban demasiado bien desde lo que pasó con Leonidas y Aurora.

—Habrá otra manera.— La tranquilizó.

—Aurora siempre protegerá a Tristan, y dado que esta compinchado con Lucien, juntos tienen una clara ventaja a menos..., a menos que los dividamos.— Comentó Astrid mientras se quedaba en silencio pensando en cómo podían romper aquella alianza que, evidentemente, debía de ser bastante frágil teniendo en cuenta que Lucien y Tristan no eran, precisamente, la definición de mejores amigos.

—¿Qué tienes en mente?— Inquirió Leonidas al ver que su hermana estaba ideando algo, y cuando su hermana maquinaba en contra de alguien la mayoría de las veces sus planes tenían existo.

—Es Acción de Gracias, les invitaremos a cenar a todos, les haremos que se vuelvan unos contra otros y rompernos su patética alianza.— Sentenció mientras miraba a su hermano y sonreía con maldad. —Todo con espíritu festivo.— Garantizó haciendo que Leonidas viera, por unos segundos, a la Astrid que conoció cuando ella no tenía humanidad, y pensar que había un ápice de esa personalidad dentro de ella le causaba terror.

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—Vaya, flores para mi. Que detalle.— Comentó Lucien sarcásticamente al ver aparecer a Tristan con un gran ramo de flores.

—Son para la señora de la casa, por educación hay que llevar un regalo cuando te invitan, supongo que tu no has traído nada.— Explicó el vampiro mientras dejaba el ramo de flores sobre una de las meses.

—Solo mi más profundo respeto hacia ti.— Respondió sarcásticamente el que tiempo atrás fue su sirviente.

—Me encanta que os llevéis tan bien.— Intervino en ese momento Klaus, captando la atención de los dos vampiros.

—Como una mecha y una cerilla.— Respondió sarcásticamente Lucien.

—Supongo que Aurora estará al caer.— Asumió en ese momento Leonidas el cual entró en escena acompañado de su hermana mayor.

—Siento llegar tarde, me estaba arreglando. Me quería poner guapa.— Respondió la pelirroja sonriendo, creyendo que siendo la última haría una gran entrada. —Vaya, vaya, pero si es mi viejo amigo Lucien.— Comentó la vampira al ver al moreno.

—Hola, Aurora. Han pasado años.— Comentó Lucien al cual se le podía ver en el rostro que tras tantos años, seguía estando enamorado de la vampira.

—Siento llegar tarde.— Intervino en ese momento Yelena, haciendo sonreír a Astrid.

—¿Quien es esta?— Preguntó Lucien al ver a la vampira, a la cual no conocían de nada, para suerte de ella ya que no era un desconocimiento reciproco, Yelena si sabía quienes eran ellos

—Yelena Shields, primer vampiro de la estirpe de Astrid y representante de la estirpe de Leonidas, Dominic ha encontrado la paz para nuestra actual desgracia respeto a la profecía.— Se presentó mientras le miraba con frialdad, sabiendo que uno de los tres era el responsable de que su hermano estuviera muerto.

—Bienvenidos a nuestra casa, ojalá fuera en mejores circunstancias.— Intervino Elijah. —Nos enfrentamos a un enemigo común, una profecía advierte que mi familia y yo caeremos dentro de un año, me temo que mi hermana ya lo ha hecho.— Les advirtió esperando que todos fueran conscientes de la terrible amenaza que eso podía suponer para todos.

—Solo como medida preventiva, te lo aseguro.— Le tranquilizó Aurora.

—Interesante, yo diría que es una medida totalmente innecesaria. Tenemos que estar unidos para evitar que la profecía se cumpla, y dado que una alianza es imposible sin lealtad. Vamos a empezar la velada reconociendo formalmente vuestra alianza clandestina.— Sentenció el noble haciendo que los tres vampiros cambiaran de expresión al ver que ellos sabían de la alianza que tenían.

—Ahora, caballeros, antes de...— Empezó a decir Lucien, pero rápidamente Leonidas le mando callar.

—Lucien, por favor. No lo estropeemos antes de empezar.— Le pidió evidenciando que aquella velada no iba a terminar tan bien como todos creían.

—Y tener presente, que esperamos de esta noche una negociación sincera y productiva.— Les pidió Astrid sabiendo que los tres buscarían la forma de engañarle y de mentirles a cualquier costa, pero todos iban preparados para hacer todo lo contrario, ninguno estaba dispuesto a dejarse manipular.

—¿Empezamos?— Sugirió Klaus mientras todos se sentaban alrededor de la mesa, quedando Elijah en un cabezal de la mesa, y en el otro su hermano. A cada lado del noble se encontraban Lucien y Tristan, y al lado de Klaus se encontraban Yelena y Astrid, quedando en el medio Leonidas entre su hermana y Lucien, y Aurora entre su hermano y Yelena.

—Es un poco raro celebrar una fiesta estadounidense.— Comentó Lucien mientras cuatro humanos caoccionados servían la cena.

—¿Por qué Lucien? ¡Me encanta Acción de Gracias!— Quiso saber Elijah sorprendido. —El pavo, la salsa de arándanos, las mentiras, el engaño, la traición.— Empezó a enumerar, pero más que una cena de Acción de Gracias, parecía que estaba describiendo una reunión de la familia Original. —Deberíamos de empezar la velada con una pequeña confesión, serviros vosotros mismos.— Les sugirió esperando que los tres admitirán lo que ya sabían.

—¿Toda la cena va a ser un interrogatorio? Que descortés.— Se quejó Aurora molesta por el comportamiento que estaban teniendo.

—Toterias, Aurora. Mi hermano quiere asegurarse de que todos queremos lo mismo.— Explicó Klaus esperando que todos fueran conscientes de que no iba a pasarles nada, cosa que no era, en absoluto así. —Bien, ¿a quien le gustaría empezar?— Preguntó esperando que alguien fuera el valiente que confirmara lo que ya sabían.

—Bueno, Lucien y yo siempre nos hemos odiado. Si os hubiéramos hablado como aliados de un futuro sombrío no nos hubierais creído. Hemos intentando evitar las sospechas manteniendo las apariencias.— Explicó Tristan, esperando que los cuatro Originales comprendieran porque no les habían hablado de la alianza que mantenían, aunque era evidente que detrás de esa alianza había mucho más.

—Querido, esas apariencias cuestan tanto de tragar como tu relleno de este años, Niklaus. Como nueces, sinceramente.— Se quejó Elijah haciendo reír a todos por su comentario.

—Pero la intención es protegeros a vosotros, y a nosotros mismos, de eso no cabe duda.— Intervino Tristan intentando tranquilizar a los Originales.

—¿Y los cadáveres en mis calles? ¿Eran también para protegeros?— Inquirió en esta ocasión Astrid, la cual miro directamente a Tristan, haciéndole ver que tal vez a Klaus, a Elikah y a Leonidas les podían convencer con mentiras, ¿pero ella? Astrid fue ingenua en una época pasada, y desde que la traicionaron no lo había vuelto a ser, y los tres lo sabían, por eso andaban con pies en polvorosa con la híbrida.

—Los Strix no pierden las costumbres.— Comentó sarcásticamente Yelena, haciéndoles ver que ella sabía mucho de ello, más de lo que ellos sabían de ella.

—Es una vieja táctica muy utilizada con éxito, Jack el destripador, hijo de Sam, una población asustada es mucho más fácil de controlar. Si el turismo desciende y los vampiros se ven privados de sangre fresca, bueno ya habéis visto lo rápido que se unió Marcel a nuestras filas.— Explicó Tristan, haciéndoles ver que todo lo hacían por conseguir más miembros para su peculiar secta de vampiros pijos y estirados.

—Transeúntes, esperaba más de ese teatro de mal gusto.— Comentó Leonidas mientras alzaba la cabeza y le miraba.

—Bien, si uno quiere conseguir cierto objeto de una colección privada y no ha sido invitado a la casa donde se encuentra dicha colección, una investigación policial podría resultar muy útil para convertir esos objetos en pruebas.— Intervino en ese momento Lucien, haciendo que todos le mirasen confundidos al no comprender que era lo que estaba planeando.

—Deduzco que te refieres al medallon.— Asumió Klaus con obviedad.

—Sospecho que mi hermana os ha dado esa información.— Comentó Tristan mientras miraba a su hermana pequeña.

—No culpes a Aurora, los genios conspiradores sois vosotros dos.— La defendió Leonidas sabiendo que todo estaba siendo planeando por Tristan y Lucien, y Aurora había sido la última en enterarse ya que evidenciaba que su hermano la había tenido encerrada en contra de su libertad por su peculiar problema psicológico.

—Lo más curioso es que desde el principio el medallon estuvo en manos de la amiga de Leo, Camille. La camarera barra terapeuta. Tuve que provocar su arresto para inspeccionar sus juguetitos, claro que yo no permitiría que le ocurriera algo malo, sabiendo el gran aprecio que la tienes.— Comentó Lucien haciendo que la expresión de los cuatro Originales cambiará al escuchar la insinuación del vampiro, pero a ello se unión una mirada de celos por parte de Aurora que rápidamente intentó ocultar, pero que no pasó desapercibida por parte de Lucien ni de Astrid.

—Un medallon con el que encerrarnos, no me parece una estrategia sensata si venís a protegernos.— Comentó Elijah sin comprender como es que encerrarles les iba a proteger.

—Entregarnoslo.— Ordenó Klaus.

—Y liberar a Rebekah.— Añadió Elijah con firmeza, haciéndola ver a Yelena lo que estaba pasando.

—Un momento, ¿Aurora tiene a Rebekah?— Intervino la morena sorprendida, porque entonces la pelirroja se había metido con la vampira equivocada.

—No hay razón para no confiarme la seguridad de mi estirpe.— Se defendió la vampira, haciéndoles ver que todo lo hacía por el bien de si misma y de los suyos, y de cierta forma en beneficio de Rebekah.

—Por supuesto, a no ser que te de uno de tus episodios.— La acusó Lucien sabiendo que como Aurora sufriera de uno de sus clásicos episodios, podrían despedirse de Rebekah Mikaelson para siempre.

—Calma, Lucien. Mi hermana solo se está protegiendo, ¿quien de nosotros no haría lo mismo?— La defendió Tristan queriendo evitar que la ocurriera algo malo, aunque estaba claro que eso iba a terminar pasando.

—Seríais tan amables de recordarme por qué no les obligamos a hacer lo que queremos.— Quiso saber Elijah, haciendo que Lucien, Aurora y Tristan comenzarán a reírse por su comentario.

—Disculpar, ¿Elijah ha dicho algo gracioso?— Preguntó Astrid confundida al no comprender por qué se estaban riendo.

—Espero que no creyerais que íbamos a venir indefensos.— Explicó la pelirroja haciéndoles ver que habían tomado verbena, algo muy útil, pero también les hacía ver ingenuos al creer que los Mikaelson no tenían sus métodos para conseguir todo cuanto querían.

—Mi querida Aurora, la obligación no es mi única habilidad.— La recordó Elijah, en señal de que les harían mucho daño hasta que tuvieran la respuesta que querían.

—No me gustan esas amenazas.— Advirtió la pelirroja molesta por el tono de voz que Elijah estaba usando contra ella.

—La continuidad de nuestra existencia depende de los Mikaelson, lo supimos al morir Finn, Kol y Eliana, y también lo saben el resto de vampiros del mundo. Dado que las estirpes se han declarado la guerra, podéis imaginaros cuantos jóvenes habrán pensado que matando a un Original, eliminan a toda una estirpe de rivales. Es una pesada carga la de miles de vampiros que estan en vuestras manos. En un mundo perfecto nos dejarais encerraros para siempre, lo que eliminaría la amenaza.— Explicó Tristan haciéndoles ver que su objetivo era sacarles de la ecuación para que los vampiros del mundo vivieran a sus anchas sabiendo que no existía peligro alguna hacia los vampiros Originales, pero aunque eso pudiera ser así, ningún Mikaelson iba a permitir dejarse encerrar. Principalmente por qué la mayoría conocía ese sentimiento por la peculiar forma que tenía Klaus de castigarlos.

—Por suerte, el mundo dista de ser perfecto.— Suspiró Klaus aliviado dándose cuenta de que debían de hacerse con el medallon si querían evitar ser encerrados por toda una eternidad.

★★★

Vengo a hacer una queja.

¿¡DONDE ESTÁN LAS ESCENAS DE KLAUS COCINANDO!?

Bueno, dicho eso empezamos.

De primeras, creo que la escena de este episodio es la segunda más mala. La primera es el desayuno con Hope en la temporada 5, a incomodidad creo que esa gana a cualquiera.

Aún así, me encanta esta escena porque es súper divertido.

Primero como Tristan intenta ser amable con Astrid, bueno en este caso. En la escena de la serie, no se a quien la lleva las flores porque ni Hayley, ni Freya, ni Rebekah están ahí, como no sea a Hope... pero lo dudo.

Segundo, Lucien, mira es que no le soporto, no hay por donde cogerlo, pero bueno.

Y Aurora, bueno ella intentando hacer una gran entrada, also yo dandosela a Yelena. Evidentemente nadie sabe de ella, porque siempre ha sido precavida, ya habéis visto como ella y Astrid se conocieron, así que creo que es entendible todo lo demás.

La cena en sí, bueno, no hay mucho donde destacar, más que una cena es un interrogatorio donde está claro que iban a rodar cabezas, pero hay que admitir que Aurora se ganó a pulso que Elijah la amenazara con su comentario.

Aún así, creo que es divertido mencionar que los papeles que normalmente parecen tener Klaus y Elijah, en esta ocasión se intercambian. Ahora es Klaus el pacífico y Elijah el que hace amenazas con torturas, me sorprende a decir verdad. Pero creo que eso es lo que le da a la escena ese toque tan divertido y que convierte al episodio en uno de mis favoritos.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️