
𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗫𝗜𝗜𝗜
"Tal vez la vida se empeña en hacernos fuertes, es por eso que nos separa por un tiempo de esa persona para que el amor latente, resurja con más fuerza"
─Nochu_VanGogh
Taehyung
Bajé las escaleras con rapidez, recogí las llaves del auto y de la casa, pasando el comedor me quedé de pie, con un suspiro me acerqué a mamá.
─Deja esa botella ─traté de quitar la botella de ron que tenía en sus manos.
─Déjame, no sé qué haces...aquí TaeTae ─hice lo posible para quitar esa botella, cuando lo tuve en mi poder, tiré el contenido en el lavabo de la cocina, mamá seguía balbuceando.
Contuve otro suspiro, sabía que desde que esta casa se quedó solo con ella, mi madre lo ha convertido en un bar, no sé cómo rayos conseguía licor, pero cuando me tomaba el tiempo de visitarla, la encontraba así.
Ebria hasta el tope
─Vamos, tienes que descansar ─miré el reloj de la pared. Tenía media hora para llegar a clínica.
─B-basta ─murmuró─ Eres igual a Jung-Su ─susurro entrecortado, mi cuerpo se tensó por sus palabras, había cosas que mamá decía, pero que no entendía o simplemente no quería entender. Susurró algo de Arriete, de lo injusta que es la vida con ella.
La dejé en su cama con un vaso de agua en la mesita de alado, unos analgésicos, que de seguro los necesitará cuando despierte. No quería dejarme ir, me sostuvo por bastante tiempo.
─ ¡¿Jung-su, por qué te fuiste?! ─me gritó, comenzó a llorar pegándome en el pecho, la miré sin entender, es como si me estuviera confundiendo. Como si estuviera viendo a otra persona en mí.
─Mamá yo no soy...
─ ¡Eres un mal nacido! ¡Nos dejaste! ¡Me dejaste con tu hijo! Dijiste que volverías, tú lo v-viste ─con una confusión de mierda me solté de su agarre con determinación, mamá seguía llorando como una niña pequeña, yo tenía un vacío en el pecho, tenía una información muy delicada que procesar─ Tu sonreíste a Taehyung, tu viste a tu hijo ─susurró hipando. ¿Conocen la sensación de shock? Solo vi a mamá desmoronarse en llanto, su cuerpo se sacudía de forma violenta por el llanto desesperado.
Mientras que yo recibía toda esta mierda, era yo quien se enteraba abruptamente de que...de que no era hijo de Kim Yoongul.
─ ¿Qué dijiste? ─susurré en una ridícula pregunta, ella alzó la mirada viéndome con odio, ella definitivamente me estaba confundiendo, se puso de pie tambaleándose, quise acercarme para evitar que se vaya al suelo, sin embargo, solo recibí un empujón.
Dolía, todo dentro de mi dolía. No encontraba manera de actuar, tenía rabia, enojo, tristeza, a mis veintisiete años me entero que el hombre que amo, como mi padre, no lo es. Quería irme a un rincón y llorar como un niño pequeño, derramar las lágrimas que de niño no las solté por verme fuerte frente a Arriete, y que así ella no pase los imperfectos que eran nuestros padres.
─Dijiste que volverías, tuve que estar con Yoongul para...para no perder el dinero ─me seguía empujando su voz era arrastrada que apenas lograba entender─ me embarace estando ebria, pensé que eras tú, pero resultó ser un idiota de tu banda ─no creía poder soportar más, las respuestas que tanto buscaba Arriete estaba aquí, justo en la boca de mi madre y eran impactadas en mi rostro ─ pensé que eras tú ¡maldición! Odio tanto a Yoongul, odio a Arriete, te odio a ti, lo único bonito que tengo es a tu hijo ¡y te fuiste! ¡Me abandonaste por una actriz más joven! ¡Mi carrera se fue a la mierda por tu culpa! ¡Todo es tu culpa!
─ ¡Basta! ─grite agarrando a mi madre de los brazos─ ¡No soy Jung-su! ─mi grito pareció traerla de vuelta, me miró horrorizada moviéndose con desespero para que la soltara, lo hice pasando mis manos por mi cabello, me quedé con la frente pegada a la pared, sopesando todo.
No era hijo de Yoongul, Arriete no era hija de Yoongul, era hija de un desconocido que ni sabía su nombre.
¿Estoy pagando algún karma?
─Hijo ─quiso tocarme, pero me esquive su tacto como llamas, ella tenía tanto odio en su corazón, vivía echando la culpa a todos.
─Siempre te quise sabes, lastimaste tanto a Arriete, pero aun así te tenía cariño ─susurré en un tono agrio─ Arriete no mentía cuando dijo que la odiabas, siempre la llené de amor, uno que tú no supiste darle por un embarazo no deseado, uno que tu provocaste por estarte revolcando en tu miseria y estar mendigando un amor que no te era correspondido, Arriete no tiene la culpa de nada, nunca lo tuvo, mamá.
─Yo no quise tenerla ─aseguró con voz queda, la borrachera parecía haberse ido─ no quise tenerla ─repitió.
─ ¡Pero ella no tuvo la culpa!
─ ¡Si la tuvo! Ella no debía nacer, solo te quería a ti por ser hijo de Jung-su, del amor de mi vida, mi novio de la adolescencia, iba a ser mi esposo de no ser por mis padres ─murmuró casi gritando mirando a otro lado, sus lágrimas bajaban por sus mejillas─ ellos son los otros culpables, se quedaron sin dinero y prefirieron hacer negocios con los abuelos de Yoongul, él no me quería ni yo a él... Jung-su dejó de comunicarse conmigo, se portó mal cuando supo que me iba a casar, quería explicarle todo, lo hice y dijo que no podía estar conmigo ─soltó con rabia, parecía que deseaba tanto soltar todo aquello ─ Yoongul prefirió ignorarme, Jung-Su se perdió por un tiempo hasta que lo vi, lo vi otra vez, estuvimos juntos y fue cuando te creamos, fuiste fruto de nuestro amor ─ella sonreía viendo a un punto lejos─ otra vez se fue, no lo volví a ver, mi carrera de actriz estaba trayendo frutos, Yoongul era un cero a la izquierda, aceptó el embarazo, nunca dijo nada, fue cuando Jung-su volvió, se ofreció ser mi representante, lo acepté, parecía que todo iba bien, tu naciste, te amaba, de niño eras igual a él, Jung-su me pidió dinero, lo preste y se perdió.... ─no quería oír más, tenía los nervios latentes, creo que vomitaría en algún momento, cerré mis ojos tratando que la rabia y la decepción no hablen por mí.
─ ¿Él lo sabe todo? ¿Yoongul sabe que no somos sus hijos?
Su silencio me dijo todo, papá siempre supo que no éramos sus hijos, y aun así no le importó. Él nos crío, nos vistió, nos dio de comer, el será siempre el padre de nosotros.
─ ¿Jung-su es el hombre del carro? ─mi voz salió más brusca de lo que pensé, ella no me daba la cara.
─Si, el tiempo que salí de esta casa, viví con tu padre...
─No digas que es mi padre ─repliqué─ él no es mi jodido padre, nunca lo será.
─ ¡Jung-su, es tu padre! El maldito de Yoongul no lo es, ¿entendiste? Solo los aceptó porque quería ser mejor que yo.
─ ¡Siempre dices lo mismo! ¿Y sabes qué Yebin? ─fue ahí cuando hizo contacto visual conmigo, usé su nombre─ Yoongul es mejor que ti, ahora lo puedo ver con más claridad, sentía que era una pelea ridícula, tú culpas a todos por lo que te pasa, si, tal vez la culpa fue de mis abuelos cuando te hicieron eso, ¿pero luego?, no fue más que culpa tuya, no debiste perseguir un amor que no era correspondido, Jung-su parece que nunca te amo...
─Cállate Taehyung ─amenazó.
─Es más que la verdad ─contesté cansado─ nos lastimaste mamá, no merecíamos esto, Yoongul es y será nuestro padre siempre, cuídate ─susurré pasando por su lado, corrí escaleras abajo, recogí nuevamente las llaves y me metí al auto.
Todo me resultaba decepcionante y abrumador, las respuestas de Arriete ya las tengo.
Manejé a la clínica, en donde recibí la noticia que la clínica cerrará por completo, Clara estaba ojerosa, no tan altiva como semanas atrás. Todos estaban preguntando por su liquidación, yo solo tenía en la cabeza todo lo que mi madre expulsó de sus adentros, tal parecía que deseaba gritarlo a los cuatro vientos, librarse de todo aquello.
Luego de que Clara convenció a todo el personal médico, al personal de mantenimiento y de aseo salí del lugar que fue mi segunda casa, no tanto así, pero pasaba la mayoría de mis horas aquí.
Caminaba directo a mi auto de manera automática, que no reaccioné a tiempo cuando alguien jaló mi brazo.
─Por dios, Taehyung, ha sido muy difícil encontrarte ─pestañeé confundido.
─ ¿Qué quieres Amelia?
─Cariño, por favor, debemos hablar, estás...
─Amelia, no hay nada que hablar, debo ir a ver a Arriete ─debía hablar con ella, no en este momento, pero si en estos días.
─ ¿Arriete? Siempre es ella, comienzo a creer que me odia y no quiere verme contigo ─reprocho con enojo, solté un bufido, no tenía tiempo para sus ocurrencias, Arriete nunca insinuó o me exigió que me aleje de Amelia o me comentó que odia a mi ex novia.
─Mira, tengo mejores cosas con las que lidiar, nuestra relación ya acabó, no sé, que haces...
─Bebé, hay que hablarlo...
─Amelia, se acabó, entiéndelo ─me quedó mirando con enojo y tristeza, me di la vuelta subiendo a mi auto y arranqué directo a casa de mi padre.
Solo quería tener cerca a mi hermana, abrazar su cuerpo y sentir el calor contra mi piel. Ayer estaba algo consternado por la clínica, simplemente no tenía cabeza para nada y ni me fijé en ella.
Había tenido un plan b, en ese plan estaba meter mi carpeta en un centro de salud, es en una pequeña ciudad de España, ya lo había estado estudiando y resaltando las cosas buenas para poder irme, y quiero incluir a Arrite en este viaje. Le dije a papá que era un hospital, no uno conocido como la clínica en que trabajé, pero era mejor que nada.
Estacioné el auto, entré a la casa con los ánimos por los suelos, escuché risas en el balcón, me asomé viendo a Arriete riendo de algo por el teléfono.
─Pasadme el número, me vendrá bien hablar con él, hace tiempo que no lo hago ─habló sus mejillas estaban algo sonrojadas, todo me estaba ganando, ella merecía algo formal, alguien que no la esconda por temor al qué dirán.
Arriete dio con mi presencia, su cuerpo se tensó, pero me miró con indiferencia.
─ ¿Y papá? ─mi voz salió débil en un susurro.
─En su despacho ─contestó, asentí subiendo en su busca, primero hablaría con él. Estaba conversando y riendo con Amy, todos sonreían, mientras que yo por dentro me sentía a morir.
Di unos leves toques en su puerta, los dos me sonrieron.
─ ¿Cómo fue todo? ─preguntó papá, solté un suspiro echando mi cabeza atrás, me había sentado en un sillón suave.
─Cerró por completo ─murmuré, nos quemados en silencio ─ como dije, ya tengo visto un hospital ─no tenía ánimos ni para hablar.
─Eso me parece bien hijo, tendrás todo mi apoyo ─realmente se veía muy preocupado. Amy se mantenía al margen, sin embargo, de alguna forma expresaba su preocupación con la mirada.
─Quiero hablar contigo de algo ─exclamé con el nudo en mi garganta─ discúlpame Amy.
─No te preocupes ─se puso de pie. Cuando pasó por mi lado me regaló una sonrisa─ prepararé algo hasta eso ─comentó saliendo del despacho cerrando la puerta en el camino.
─ ¿Qué es eso tan importante que no quieres que Amy sea parte? ─ ¿por qué no me di cuenta antes? Papá tenía cabello completamente negro, Arriete es algo castaña que con el sol se le forma rayos claros, viéndolo bien ninguno de los dos se parece a él, la contextura física, los gestos, los lunares que yo tengo, él no, Arriete tiene una marca en la espalda y papá no, lo sé por las veces que hemos ido a la piscina, no había nada que nos asemeje... ─Taehyung, ¿qué sucede?
─Lo sé, lo sé todo papá ─susurré.
─ ¿Qué es lo que sabes? ─sus brazos cruzados fueron al escritorio sosteniendo ahí su peso.
─Qué tú no eres mi padre ─contesté con voz ahogada, su reacción fue lenta, soltó un suspiro bajando la cabeza con los ojos cerrados, como si se lamentara ─la noticia dolió más que cualquier cosa.
Y fue ahí que no aguante, no me pude sentir fuerte, todos los sentimientos estaban chocando ocasionando en mi un corto circuito total, lágrimas bajaron por mis mejillas, los sentimientos por Arriete, el no poder gritarle al mundo que la amo, que lo que sea que tengamos es un sube y baja, un tira y afloja que no se mantiene estable.
Qué fui un iluso al pensar que un día podríamos vivir ese amor de cuento, tomarnos de la mano frente a todos y besarla para que todo sepan que la amo, que nos amamos, pero en verdad parecía algo utópico que con la neblina se perdería.
Lloré por eso, por la noticia que éramos medios hermanos, igual seguía siendo prohibido, lloré por la inmensa decepción de mi madre, porque la familia que teníamos era un completo fracaso, no era una familia, no éramos nada, y porque en el fondo sabía que Arriete y yo teníamos mucho que recorrer todavía, el juntos para siempre seguía muy lejos de nuestras manos.
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
Pobre mi TaeTae 😢😭
Me sentí inspirada para escribir, creo que me hacía falta entrar a clases JAJA
Espero que le haya gustado estos dos capítulos que les regale por mi inicio de clases JAJAJ
¿Quieren comentar algo? 👀 me gustaría leer sus comentarios.
Lxs quiero
Bay bay ❤
🍃; 「 NOCHU VANGOGH 2021©」
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