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O19

Sunoo no había dejado de sonreír en todo el camino, encantado con todo lo que veía conforme el automóvil seguía alejándose por la ciudad. Los alrededores parecieron más bonitos ante sus ojos, y su lobo no paró de dar vueltas conforme iban avanzando, hipnotizado tan pronto como observó una parte del mar a través de la carretera.

—Dios, ¿Vamos a la playa? —cuestionó, observando con atención cómo la marea se movía, causándole una sensación abrumadora en el estómago.

—Llegaremos a un restaurante de la costa, y si no está muy fresco para cuando terminemos, pensé que podríamos dar una vuelta a los alrededores. —Comentó con la mirada enfocada en la carretera.

El omega asintió, volviendo su mirada al exterior. Sunghoon tampoco paraba de sonreír, presenciando a su costado como Sunoo parecía atento a cada detalle del camino por donde pasaban, inclusive lo pudo comparar por un segundo con un niño fascinado por el mundo. Dongmin se había arrullado en el camino, acomodándolo bien en el portabebé en la parte trasera del automóvil, teniendo al alfa checando el retrovisor cada cierto tiempo para comprobar que todo estuviera en orden.

Su primer destino fue uno de los principales restaurantes de la costa, reconocido por sus buenos platillos y la vista al mar que ofrecía mientras degustaban la comida. Tan pronto como llegaron, Sunoo consideró si su vestimenta era la adecuada, observando cómo varias personas vestidas de una manera sofisticada bajaban de sus automóviles y se dirigían al interior del restaurante, dando un vistazo a sus propias prendas antes de ser interrumpido por el alfa.

—Vamos, en este lugar vienen muchos ejecutivos para sus reuniones y cerrar tratos, pero también turistas y personas que transitan por la carretera pueden entrar, no es exclusivo o de etiqueta. —sonrió, presenciando como el gesto del omega había pasado de uno sonriente a uno preocupado tan pronto como se estacionó.

Asintiendo a sus palabras, bajó del automóvil tratando de acomodar sus prendas lo mejor posible, mientras Sunghoon se encargaba de bajar lo esencial para no tener ningún contratiempo con su cachorro. Una vez que todo estuvo listo, se encaminaron a la entrada donde un hombre mayor beta, que les sonrió y los guió a una de las mesas antes de retirarse y darles su propio espacio.

La primera parte fue tranquila, ordenando un par de platillos de su interés y sumergiéndose en una tranquila charla de momentos triviales de sus vidas, compartiendo risas y más anécdotas hasta que la mesa fue servida y comenzaron con los primeros bocados. El omega se sentía realizado tan pronto como ingirió la primera pieza, encantado con su paladar y sin poder evitar enfocarse en lo tanto que disfrutaba de la comida mientras el alfa hablaba.

—¿Aún estás viendo sobre lo de tu trabajo? —cuestionó en un momento de la conversación, observándolo atentamente.

Asintiendo, dejó el tenedor sobre la mesa. —De hecho, le comenté a mi superior y me confirmó que mi primer día comenzaba a partir del próximo martes, tengo estos días para alistarme antes de retomar mi rutina.

—¿Estás bien con ello? Con volver a empezar.

—Creo que sí, no quisiera seguir siendo una carga para ti, y me gustaría distraerme y ayudar aunque sea un poco.

El lobo del alfa se removió, disgustando con sus palabras. Si algo había de admitir, Sunghoon jamás vio a Sunoo como una carga mientras estuviera bajo su cuidado, en cambio, le gustaba saber que podía proveerle de alguna manera, por más primitivo que sonara y pudiera parecer. Aún no expresaba esa clase de pensamientos con su terapeuta, pero cada vez se aferraba más a ellos, ni siquiera pensaba que tenía que decirlo en voz alta para comprender la fuerza de ese acontecimiento.

—No lo eres, para nada. Si quieres volver a tu trabajo, adelante. Solo deseo que sea lo más cómodo para ti, mientras tú estés bien entonces no hay problema con ello, con eso basta para mí.

Para el omega, deseaba que el alfa pudiera darse cuenta de la magnitud que sus palabras tenían en él, las emociones que florecían bajo su piel con el deseo de poder interpretarlas de una manera más afectuosa. Sonriendo, decidió cambiar de tema y seguir enfocándose en la vista que tenían frente a ellos, una donde podían apreciar las olas de mar romperse entre ellas, el sol se encontraba en un punto intermedio mientras esperaban completar el atardecer conforme seguían en el restaurante.

Dongmin había llorado solo una vez, pero Sunoo había actuado rápido para controlar su llanto y comprobando que todo estuviera bien con la vista atenta del alfa, apoyándolo a un costado. Una vez que todo volvió con normalidad, se percataron de cómo los platos sobre la mesa se encontraban vacíos, sus copas no tenían ninguna gota de su bebida y la puesta de sol estaba sucediendo.

Y fue en ese momento, donde el omega recargó su barbilla contra su mano y observó con un gesto fascinado al exterior, que el alfa quedó hipnotizado con su perfil. Los últimos rayos de sol adornaban su piel, de una manera que brillaba y contrastaba con las tonalidades de sus prendas; su cabello se encontraba ligeramente despeinado por el mismo movimiento cuando se reía y cuando pasaba sus manos de manera ocasional, cayendo sobre sus sienes y una parte hasta sus ojos. No se percató de las feromonas que estaba dejando salir hasta que él mismo se olió, obligándose a controlarse antes de que Sunoo pudiera darse cuenta e incomodarse por ello, pero contrario a sus pensamientos, se regocijó en su olor conforme se impregnaba sobre su piel, oliendo a él como una marca.

Algo había hecho click en ese instante.

Sunoo soltaba una carcajada por el comentario del alfa, abriendo la puerta de la casa y dejando las llaves sobre la mesita de la entrada, desprendiéndose de su abrigo conforme iba avanzando.

Sunghoon cerró la puerta detrás suyo y se dirigió escaleras arriba, necesitando urgentemente cambiarle el pañal a su cachorro antes de que otra cosa sucediera. El omega lo siguió, ayudándole con su tarea y terminando de arroparlo para que pudiera tomar su siesta después de mantenerlo distraído gran parte del día para conmemorar ese día.

Saliendo de la habitación permaneció una tensión entre los dos, sin estar seguros de qué decir o qué hacer. Una incómoda despedida se avecinaba, y ninguno de los dos estaba preparado para dejar ir aquel día que habían disfrutado tanto.

—Me la pasé muy bien hoy, gracias por el paseo. —El murmullo del pelinegro sobresalió sobre el silencio del pasillo.

—Gracias a ti por aceptar, también me la pasé muy bien. —Contestó con una sonrisa.

—Creo que iré a dormir, no he descansado bien en los últimos días y será mejor que intente hacerlo, no quiero estar con los ojos abiertos toda la noche. —soltó una pequeña carcajada, rascando su nuca.

—¿No has dormido bien?

Negó. —Mi lobo me pone muchos pensamientos que me hacen quedarme despierto, solo logró dormitar en cierto ratos, pero el resto de la madrugada me mantengo sin poder pegar el ojo.

Meditando sus palabras, el alfa pensó en una manera de ayudarle, teniendo esa necesidad de velar también por sus noches. —¿Hay alguna manera de ayudarte? ¿Es sobre la unión?

Sintiendo un rubor por sus mejillas, no estaba seguro de qué contestar. No podía admitirle libremente que no podía dormir por pensar en él, en la cercanía de sus habitaciones y cómo debía de sentirse fundirse en su cama, donde su aroma predominaría según sus propios pensamientos.

—Estaré bien, probablemente caiga dormido por lo cansado que me siento por el viaje en carretera.

Sin estar seguro, Sunghoon tuvo que morderse la lengua antes de soltar una idea que su lobo parecía interesado en compartir. No se encontraba seguro si era apropiado, o demasiado personal para los dos, así que prefirió guardarlo para sí mismo.

—Si puedo ayudarte de algún modo, házmelo saber.

—Gracias. Buenas noches, Sunghoon. —caminando hacia la puerta de su habitación, tomó la manija para abrirla.

—Buenas noches, Sunoo. —lo observó adentrarse, compartiendo una nueva mirada y una sonrisa adornó sus rostros.

Sunghoon ni siquiera volvió a pensar en la idea cuando de sus labios salió, solo la expresó antes de poder perder de vista al omega.

—Sunoo, ¿Qué tal si dormimos juntos esta noche?

La pregunta lo sacó de sus propios pensamientos, entornando su mirada en el alfa, demasiado apenado como para siquiera aguantarle la mirada. —¿Dormir juntos?

—El aroma puede ayudarte, sí dormimos en el mismo espacio puede que de esa manera puedas conciliar el sueño. —cuando no recibió una respuesta inmediata, prosiguió. —Si te sientes más cómodo, la cama es lo suficientemente grande para que cada quien duerma de su propio lado, solo es para mantener el aroma cerca.

—¿Eso no te incomodaría? Suficiente haces ya.

—No, para nada. Si me incomodara, ¿Crees que lo propondría?

Teniendo razón, Sunoo asintió ante sus palabras. —Está bien, ¿En esta habitación?

—Sí, sí está bien para ti.

—Sunghoon, Te das cuenta que es tu casa, ¿no es así? Tú podrías decidirlo fácilmente, no tengo problema con ello. —murmuró con cierta diversión, sintiéndose sorprendido por la pregunta del alfa como si se tratara de su propio hogar.

Ahora siendo el turno del azabache en ruborizarse, aclaró su garganta antes de excusarse de cambiarse de prendas y que volvería a la habitación del omega en unos minutos. Sunoo aprovechó para meterse a la habitación y tratar de controlar su propia respiración, haciéndose a la idea de pasar una noche al lado del alfa, durmiendo junto a él.

Si pensaba que había tenido suficiente aquel día, el azabache llegaba para demostrarle todo lo contrario.


agradezco haber editado todos los caps pq entré a la uni y ANDO MUERTA 😭😭 y solo tuve dos días de clases dios

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