𝑓𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 - segunda parte. fin.
Chip se quedó dormido junto con él al poco tiempo. Durante la noche el menor se fue acercando poco a poco en busca de comodidad, cosa que encontró en el pecho del mexicano, quedándose pegado en ese lugar y solo durmiendo mejor ahora que se sentía más cálido. Sonriendo pequeño, bostezó.
La Noche avanzó tranquila, ambos hombres durmiendo casi abrazados, o más bien de esa forma. Chip al sentir otro cuerpo pegandose a él tuvo el instinto de rodearlo con su brazo y protegerlo entre comillas, era algo a lo que siempre había acostumbrado a hacer con todos, incluso con su mejor amiga cuando dormían en una misma cama.
Por la mañana Freddy fue el primero en despertarse, parpadeando varias veces para acostumbrarse a la luz de la habitación, frunciendo el ceño un poco por lo molesto que podía ser, ¿Por qué no había bajado sus cortinas como siempre? Por algo lo hacía antes de dormir. Enfocando mejor su vista, se dió cuenta de que frente a él había un pecho.
Se asustó, levantándose de la cama de inmediato en pánico de que haya hecho una estupidez, como lo era acostarse con alguien, pero, ¿Por qué lo haría? Se quedó pensando. No, claro que no, no habría razón, seguía vestido. Suspirando aliviado, miró hacia atrás, asustandose una vez más al notar que era Chip quien dormía a su lado.
Se había dormido recostando su cabeza sobre su brazo... Y el otro... Mirando hacia abajo a su cintura, Chip lo seguía agarrando. Poniéndose rojo por completo, salió de la cama con rapidez para salir de la habitación. No podía creer que había dormido con otro hombre en la misma cama, aunque no fuera nada sexual, pero durmieron en un mismo espacio, juntos, abrazados.
Un leve escalofrío pasó por su espalda, y luego la sensación del brazo de Chip rodeándole la cintura; era un sentimiento bonito.
Sacudiendo la cabeza, decidió volver rápido a la habitación por su teléfono, viendo la hora y así también las llamadas múltiples junto con los mensajes de su madre preguntándole dónde estaba. Eran las doce exacto, él jamás se despertaba a esa hora, tan tarde. Metiéndose el baño con su teléfono para leer todos los mensajes que su madre le había mandado, no quería que Chip lo viera así.
Viéndose en el espejo del baño, su cabello era un desastre por completo, ¿Cómo iba a dejar que Chip lo viera de esa forma? No podía, debía de estar presentable y bonito para él. Aunque a Chip poco le importaba la verdad, sabía cómo uno se despertaba por la mañana.
Sin embargo, Freddy no estaba acostumbrado a despertar siendo un desastre. Se arregló el cabello por lo menos, justo cuando abrió la puerta para salir del baño, encontró a Chip quien lo estaba buscando.
Sobresaltado, Freddy lo miró, nervioso.
—¿Mmh?—Chip se confundió con esa reacción.—¿Qué pasa, pequeño? No tienes porqué preocuparte, entre nosotros no pasó nada.
—No es eso.—Respondió.—E-es solo que no estoy acostumbrado a dormir en la misma cama con alguien.—Explicó al final, jugando con sus manos. Chip alzó sus cejas y después solo asintió algunas veces.
—Bien. Debo de admitir que eso fue mi culpa, debí de dejarte dormir solo, Chica me dijo algo como eso, pero no podía dejarte solito durmiendo en un lugar que no conoces.
—¿Estamos en...?
—Casa de Chica.
Claro, la decoración de la habitación eran muy de Chica, no se había dado cuenta debido al pánico que le dió. Chip rió suave al verlo tan desorientado, al parecer si se había asustado bastante pensando que tuvieron sexo. El mexicano le revolvió el cabello, haciendo al menor enojarse, volviendo a arreglarlo.
—Lindo.—Se metió al baño apenas Freddy salió, debía de atender sus necesidades de la mañana. El menor salió de la habitación para poder ver si por lo menos Hayley estaba ya despierta, para su sorpresa ambas ya andaban en la cocina haciendo algo de comer mientras hablaban. Chica fue la primera en verlo.
—¿Dormiste bien? Lo siento que no te lleve a casa después del bar, tu mamá debe de estar furiosa conmigo... Y contigo, pero más conmigo porque le prometí que iba a regresarte.—Rió nerviosa, recibiendo a Freddy a la cocina para que se siente en una de las sillas de la pequeña mesa redonda que tenía.
Siempre le había gustado la casa de Chica, era todo tan bonito y acogedor. Tenía plantas adornado el lugar y todas las mañanas olía a café recién preparado. Recordaba las veces en las que solía quedarse con ella hasta tarde solo pasando el día, hasta la mañana siguiente cuando desayunaban juntos... O al menos Chica lo hacía, Freddy solo tomaba un café y lo llamaba un desayuno.
Chip entró a la cocina poco después, revolviendo el cabello de Hayley, parándose junto con ella a ver qué estaba haciendo.
—¿Me invitas, wey?
—No.
—Mamona.
Bromeó, haciendo a la de cabellos reírse. Chip miró a Freddy, sonriendole, causándole un sonrojo al Fazbear quien solo desvió su mirada nervioso. Se acercó a él hasta sentarse a su lado, así poniendo más nervioso al menor quien movía su pierna de arriba a abajo por los mismos nervios que le daba de tenerlo a su lado después de haber dormido juntos.
Después del desayuno que Freddy comió como si nada, más que nada porque no quería que Chip sospeche lo que pasaba o lo que pasó.
El menor se hizo cargo de sus platos en lo que escuchaba como los tres hablaban de cosas comunes.
Freddy estaba tan inmerso en sus pensamientos que no sintió cuando el mexicano se colocó detrás de él para colocar sus platos dentro del fregadero.
Freddy abrió sus ojos en sorpresa, temblando suavemente. Chip notaba lo nervioso que se ponía cuando estaba a su lado, y eso le gustaba, le parecía adorable.
—Yo me encargo de esto, mi amor.
Mi amor.
Lo estaba matando, dulce y cruel.
Freddy asintió, saliendo de entre sus brazos para poder ir a la habitación por su teléfono y hacerle una llamada a su madre para decirle que ya estaba regresando a casa. Chica mientras tanto miró a Chip, extrañada.
—¿Qué le hiciste a Freddy? Anda todo nervioso.
—Dormí con él.
Las dos chicas casi se atragantandose con lo dicho, hasta que tuvo que explicarles.
—No dormir de esa forma, solo me acosté a su lado y dormí normal con él en la misma cama. Al parecer lo abracé, como siempre hago cuando alguien más duerme conmigo. Hayley lo sabe.
—Oh, en ese caso. Te dije que Freddy no está acostumbrado a dormir acompañado.—Chica comentó.—Fue un gran paso entre ustedes, por lo menos para Freddy.
—Para mi es normal, wey.
—Pero entiende que para Freddy no lo es. Freddy tiene otro tipo de educación de su casa por así decirlo.—Chica explicó.—Digamos que su infancia fue ser un niño con responsabilidades de adulto, un niño adulto.
—¿Qué significa eso?
Chica suspiró.
—Te falta conocer más a Freddy. Él no es un hombre común, Chip, por favor. Incluso los medios lo dicen, él junto con sus hermanos no son hombres comunes.—Trató de explicar lo mejor que podía.
Aún así Chip no entendía, él lo veía como un hombre normal. Claro, su situación económica no era lo normal, era un hombre multimillonario con una familia famosa y conocida en todo el mundo, eso ya no era considerado normal, pero él como persona lo era.
—Chip, si de verdad piensas tener algo con él, debes de entender que su madre no es la mujer más comprensiva que digamos. Su madre es muy estricta y sería, más cuando viene a las parejas de sus hijos.
—Creo que él ya me comentó de eso, al menos un poco.
La madre de Freddy sufriría de un ataque si su hijo le presenta a Chip como su novio. Jamás lo iba a aceptar. ¿Cómo su hijo iba a salir con tal hombre? ¡Jamás! Antes muerta ella que su hijo salga con un hombre como Chip.
Freddy por lo tanto, si sentía algo, pequeño pero era algo que tenía en su pecho. Después de eso, Chip acompañó a Freddy a casa, lo dejo cerca de ahí para que las cámaras de fuera de la reja no capten su presencia.
—Uhm, gracias por traerme.—Freddy habló con algo de nerviosismo todavía. Miró al mayor con una pequeña sonrisa, dandole un beso en la mejilla rápido para después salir del auto e ir directo a casa, entrando de inmediato con el corazón latiendo a mil.
Una vez dentro, el ardor en su rostro era increíble. De verdad lo había besado en la mejilla de esa forma y luego huido. Entrando a casa rápido para ir a su habitación y encerrarse a chillar como si fuera un enamorado de secundaria. Estaba enamorado, ahora lo admitía, le gustaba Chip y no iba a negarlo más, quería decirle. Quería decirle todo lo que sentía pero el miedo que le provocaba, la angustia y el terror de lo que su madre piense de esa relación. Temía que se lo tome a mal y que lo regañe, que lo obligue a alejarse de él por no ser una buena influencia en su vida.
Durante la cena de esa noche, Freddy estaba nervioso de decirle. Quería hablar con ella sobre ese tema, pero sin decir nombres.
—Uhm, mamá.
—Mmh, dime.
—¿Tu... Tu aceptarías que me guste alguien?—preguntó directo, jugando con su comida. La mujer miró a su hijo, confundía con la pregunta.—e-es que... Sabes que es la primera ves que tengo permisos para salir de esa forma y siento que podría enamorarme de alguien y-
—Ni lo pienses, Freddy. No vas a estar en ninguna relación hasta dentro de unos años. No estás bien todavía cómo para estar pensando en un novio.—contestó.—come, por favor.
El Fazbear miro hacia abajo lentamente, sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos y la garganta cerrándose. Si así había reaccionado sin decirle quien era, no quería saber cómo iba a reaccionar si llega a saber quién era el que le gustaba. Seguro mataria a su mamá de un infarto si le muestra una foto de Chip.
—No hagas esa cara, Freddy. Soy tu madre y se lo que te digo. Además, ¿Quien es el muchacho que te está queriendo cortejar?—le preguntó, dejando sus cubiertos a un lado para mirar a su hijo. Freddy la miró de inmediato con los ojitos en sorpresa y miedo.
¿Qué le decía?
—Eeh...
—¿Es alguien de la familia Bunny?
—N-no-
—¿No?—lo interrumpió.
—Él... É-el es m... M-mayor...
La mujer se quedó callada viendo dijo a su hijo. Esa mirada tan fría y asesina que tenía al ver a su hijo, con eso decía todo y era un rotundo no. Freddy desvío su mirada al no poder soportarlo más, mirando hacia abajo, más nervioso que nunca y continuando con su cena. No quería hablar más del tema, le estaba dando miedo su madre, la forma en la que no decía nada.
—¿Y como se llama? ¿Cuál su edad? ¿Apellido? ¿Nacionalidad? ¿Familia?—cuestionó de repente para ver qué respondía su hijo.—Freddy, responde.
—Solo son dos años.
—Mmh, dos años. El nombre.
—E-ehm... Chip... Chip Hernández.
—¿Hernández? ¿Es mexicano?
Asintió lentamente.
—Ya veo. Justo como el esposo de tu hermano.
Freddy la miró rápido.
—¿Ah?—pronunció.
—¿Martinez Hernández es su apellido completo? Si es así, entonces debe de ser hermano del esposo de Frederic.
—¿Frederic se casó?
—Hace mucho, Freddy. No quería decirte porque quería que fuera una sorpresa cuando regrese de Francia. Algunos de tus hermanos están en relaciones con la familia Hernández, por eso mi insistencia en saber.
—Oh.
Freddy sonrió poco a poco hasta que todo se calmó. Así que su mamá sabía todo y estaba de acuerdo además con eso, incluso que estén casados. Le emocionaba tanto saber eso. Al terminar la cena le dió un gran abrazo a su madre antes de irse corriendo a su habitación para ir a hablar con Chica y decirle la gran noticia.
Quería que sepa primero, puesto que era su mejor amiga. Chica estaba en una habitación con Hayley haciendo una cita de mascarillas faciales, y películas de terror.
Agarrando su teléfono apenas lo escuchó, contestando.
—¡¿Qué tú madre dijo que?!—exclamó, asustando así a Hayley quien casi se cae de la cama. Miró a la rubia, asustada pero intrigada en lo que pasaba.—No, no, espera... ¿Me estás diciendo primero que tus hermanos están en una relación con los hermanos de Chip?
—Si, uno de ellos está casado incluso.
—¡¿Casado?! ¡¿Quien fue?!
—Frederic.
—¡Cecile debe de saber de eso, es mejor amiga de Frederic!
* Frederic, Nightmare Fredbear.
* Cecile, Nightmare Chica.
Chica estaba emocionada ahora también.
—Hablaré de eso con ella después, ahora lo que me interesa es lo de Chip. ¿Le vas a decir después de todo lo que sientes? ¡Es una oportunidad! ¡El está solo en su departamento ahora, tienes que ir y decirle!
—Pero-
—¡Nada de peros, ve!
—¿Crees que él siente lo mismo?
—Freddy, no hagas preguntas pendejas, por favor.
—Lo siento...
—¡Claro que siente lo mismo! Ahora ve a su departamento y dile. No sabes que pasará mañana, tienes que ir ahora.
—E-esta bien.
Freddy colgó la llamada después de despedirse de Chica. Se quedó pensando en eso, se arregló primero antes de ir, saliendo de casa al pedirle permiso a su madre de ir a ver a Chip.
—Está bien.—su madre respondió suspirando al final.—otro más a la familia no hará daño, así que ve y dile. Luego me lo traes a la casa para hablar con él.
Freddy asintió con una gran sonrisa, saliendo de casa después de agarrar las llaves del auto que antes conducía. Era un auto lujoso de color negro, desde lejos se veía que era un auto de un Fazbear. Condujo hacia el departamento del mexicano, nervioso pero feliz de que podría decirle. No tardó mucho en llegar.
Chip estaba en su habitación sin nada más que hacer más que estar pensando de ves en cuando en Freddy. Sonriendo al recordar lo bonito que se veía en la mañana y cuando lo dejo en casa. Era una pena que no podía estar con él por su madre. Chip sentía algo muy grande por él. Al escuchar la puerta del departamento, fue a abrir al pensar que era Hayley la que había regresado.
Al abrir, solo recibió un fuerte abrazo del castaño menor.
—¿Freddy? ¿Qué haces aqui, pequeño?—le preguntó, mirándolo con una leve sonrisa. Freddy lo miró, conectado miradas con él de inmediato.—¿Qué pasa, chiquito?
—Chip...
—Dime, mi vida.
—Te quiero.
—Yo también te quiero.—le respondió, sin captar todavía a lo que se refería.—¿solo a eso veniste, wey? Un mensaje hubiera sido-
—¡Chip!—le dió un golpecito en el pecho.—no me refiero a eso... Yo te quiero, te amo.
El silencio que se provocó al decir eso. Chip mantenía su sonrisa pequeña porque todavía su mente estaba procesando lo que estaba pasando y lo que Freddy había dicho. No reaccionaba.
—¿Ah?
Freddy rió suave, abrazándolo.
—siento algo por ti, Chip. Algo que pensé que jamás iba a volver a sentir en mi vida después de todo por lo que pase en los últimos años. Me di cuenta que puedo volver a amar como antes, amarte a ti... Estar contigo, ser algo más para ti.
—Freddy... ¿Y tú mamá? ¿Que haremos si-?
—No te preocupes por ella, ya le dije.—alzó la cabecita sin dejar de abrazarlo.—me dijo que estaba bien. Ah, y que uno de tus hermanos está casado con uno de los míos... Nunca supe de eso, pensé que tú lo sabías.
—¿Cuál de todos, wey?
—Eeh... Mi hermano se llama Frederic.
—¡Aah, ese wey!—entró en razón.—que pendejo, si fui a su boda hace tres años. Está con mi hermano Adam desde hace mucho. No lo recordaba porque llegó tiempo sin verlo.—respondió.
—¿Cómo no recuerdas que tu hermano se casó?
—Pues se me va el pedo, wey.
—... Soy tu novio, no me digas así. Ni siquiera antes me llamabas de esa forma.
—¿Decirte wey?
—Mmh.
—Ay, wey... Es un wey pero amoroso, acá de novios, esposos, enamorados, lo que tú quieras.
—Vuelve a llamarme con apodos lindos, esos me gustan.
—¿Quieres que te diga mi amor al oído, wey?—le sonrió coqueto, agarrándole de la cintura con ambas manos. Freddy rió suave.—A los morritos gringos como que les gusta, se ponen bien acá.
—¡Chip~!—rió lindo.
—¿Apoco tu no?
—... Uhm, no~
—¿No?
—Porque no me lo has dicho~
—Chiquito, no me coquetees de esa forma porque te lo devuelvo y mejor.—habló con una sonrisa.—vengase, mi amor.
Lo cargó en sus brazos, cerrando la puerta para poder estar por fin solos en su pequeño lugar de amor donde iban a estar horas y horas dándose todo el amor y cariño que se tenían. Fuera de lo sexual obviamente, Freddy quería solo abrazos, besos y palabras bonitas, ¿Que recibió? Exactamente lo mismo.
Freddy estaba feliz, Chip también.
Se querían mutuamente, se amaban y adoraban. Parecía que no podían dejar de verse a los ojos en ningún momento, los pequeños besos que se daban, las lindas risas del menor cuando lo atacaban a besos en su rostro y después le repetían lo mucho que lo querían. Freddy estaba viviendo como un sueño, mirando con una sonrisa enamorada a su novio hablar sobre cualquier cosa, mirándolo a su hermoso rostro, riendo por las cosas que le decía a veces, anécdotas graciosas que habían pasado en su vida. El menor escuchaba atento, acostado en su pecho, la cabecita hacia arriba, y solo disfrutando.
—¿Qué hora es?—Freddy preguntó al recordar la hora. Agarró su teléfono, asustado ahora.—Oh, son las cinco de la mañana...
—¿Las cinco?
De verdad se habían quedado hablando tanto tiempo que no se dieron cuenta del tiempo que había pasado.
—¿Te quieres quedar a dormir, mi amor? Hay espacio suficiente para los dos... Si es que ahora no te da pena dormir con alguien más.
Freddy rió apenado.
—Uhm, eso fue porque no estaba acostumbrado. Ahora puedo hacerlo sin miedo.
—¿Hacer que, mi amor?
—... No seas pervertido.—le dió un golpecito en el pecho, acostándose ahora de mejor forma en el pecho del mayor. Bostezó lindo, acurrucándose para poder dormir. Chip sonrió, cubriendo el cuerpo del menor con la sábana después, acomodandose para dormir con él.
Ambos se durmieron, abrazados, juntos. Sin que nadie pueda molestarlos, porque nadie iba a hacerlo en lo absoluto, era su momento de amor y tranquilidad. Freddy por fin podía decir que había encontrado al amor de su vida, porque eso sentía al ver a Chip todos los días.
Las flores los habían unido aquel día. Chip iba a encargarse de que Freddy siempre reciba sus flores sin falta. ¿Y que paso después de todo eso? Chip siguió dandole de sus flores favoritas incluso después de años de relación.
—Las flores son lindas como siempre, gracias.—Freddy le agradeció con una sonrisa a su prometido, dandole un beso en los labios.
—¿Si? Pensé que no te iban a gustar porque no son las de siempre, sabes que es difícil conseguir de tus favoritas en este tiempo.
—No te preocupes.—habló.—las flores son lindas... Pero no tanto como el hombre que las trae.
Chip sonrió, dandole un beso en los labios.
—¿Ah, si?
Asintió, riendo después al recibir varios besos en sus labios.
Freddy amaba a aquel hombre que le traía flores todos los días y Chip amaba llevarlas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro