Al día siguiente de despedirnos de Venecia estábamos preparando nuestras maletas para irnos a Monterrey.

—Podemos esperar algunos días.— exclamó Roier mientras me ayudaba a cerrar mi última maleta

—Dijiste que querías irte para empezar a entrenar cuanto antes, además los meses se pasarán volando.— dije sintiendo un poco de melancolía por lo que estaba a punto de dejar

Sabía que irme de aquí sería dar un paso que jamás me imaginé dar, alejarme de todo lo que conocía solo por amor.. También me dolía haber dejado a Venecia, me había mostrado el amor tan puro que podría ofrecer una niña y sin duda esperaría que tuviera una gran vida con una familia que si la mereciera, nosotros aun no estábamos listos para eso

—Tampoco quiero que te sientas obligada a irte, has pasado por mucho últimamente.— murmuró acercándose y tomando mi mano

Sonreí un poco, no quería que él creyera qué era débil, era mi novio pero aún me costaba ser frágil ante él

—Viajar por ti no sería un problema para mí.— aseguré —Además sería vivir cerca de Ari y así podríamos salir juntas o tener de esas típicas salidas de chicas.—

—De hecho conseguí un departamento con renta accesible a mis ingresos.— contó —Está cerca de Ari y Juan pero está aún más cerca de Rivers, ella es la que me ha ayudado a coordinar todo, incluso con Ronny.—

Lo miré y pude ver que tenía una leve sonrisa, parecía que quería que yo me juntara más con aquella chica

—A decir verdad prefiero que te incluyas en mi grupo de amigos.— dijo por fin —Ari y Juan también son mis amigos pero me refiero a los más cercanos.— aclaró

—La última vez que intente "incluirme" en tu grupo de amigos terminamos mal.— recordé

No quería relacionarme de nuevo con Aldo o con El Mariana, aún no me sentía lista para eso

—Rivers estuvo fuera de todo eso.— recordó —Además ella me preguntó por ti, quería saber si estabas bien.—

—¿Y si no quiere ser mi amiga?.— cuestioné al ver tanto interés de su parte para relacionarme con aquella chica

—Ella es muy buena y creo que ambas serían buenas amigas.— aseguró ahora

Asentí sin querer seguir con este tema, una amistad no era algo que pudiéramos forzar pero quizás se podría dar

—¿Para cuando tenemos los vuelos?.— cuestioné

—Mañana por la mañana.— respondió —Este es nuestro último día aquí.—

Me dirigí hasta la ventana de mi habitación y miré afuera, el clima era perfecto

—Te invito a nuestra última cita en esta ciudad.— dije y me miró confundido —Nos hicieron falta muchas citas aquí, te debo todo el tiempo que estuvimos en el hospital por mi culpa.—

—No me debes nada.— aclaró rápidamente

—¿No puedes simplemente aceptar mi idea de una cita?.— cuestioné y empezó a reír

—Bueno pero que sea una buena cita porque soy exigente.— condicionó y asentí

—Tengo el lugar perfecto.— exclamé mientras ambos sonreíamos

Roier tomó mi bolsa, incluso él se encargaba de cargarla como si eso fuera un gran esfuerzo para mí, sin duda era el mejor chico de este mundo

Tomé su mano para que saliéramos juntos de la casa, cuando abrimos la puerta lo primero que vimos fué la imagen de mi mamá.

Había algo extraño en ella, estaba llorando y con algo de sangre en su rostro, además estaba bastante despeinada.

—¡______!.— corrió a abrazarme y simplemente me quedé inmóvil

—¿Qué haces aquí?.— cuestioné alejándome un poco de ella

Su cara incluso se veía hinchada de tanto llorar

—Tu papá le debía dinero a gente mala así que se marchó con su hijo y me dejó aquí.— contó pero no explicaba su aspecto

No sabía cuantas veces tenía que repetirle qué su esposo no era mi papá, estaba harta de eso

—Esa gente me encontró y pensando que estaba escondiendolo me golpeó, no se tentaron el corazón conmigo.— siguió

Me abrazó de nuevo y correspondí preocupada, era mi madre y me dolía en el alma verla en ese estado

—Debería denunciar.— aconsejó Roier haciendo que mi madre lo mirara, él abrió mi bolsa y de ahí sacó un poco de papel para dárselo a mi madre —La podemos acompañar.—

Mi madre tomó el papel y limpió sus lágrimas

—¿Quieres entrar a la casa a limpiarte un poco?.— cuestioné —Tienes algunas heridas que es mejor limpiar ahora antes de que se te infecten.—

Ella asintió así que le dimos espacio para que entrara

—Nuestra última cita aquí tendrá que esperar a que resolvamos esto.— susurré cerca del oído de Roier

—No te preocupes, lo importante ahora es tu madre.— dijo y besé su mejilla

Entramos detrás de mi madre a la casa y la pudimos ver bien sentada en el sofá.

—¿A dónde se fué tu esposo y porque no te llevó?.— cuestioné sin tacto

La situación quizás ameritaba un poco más de comprensión de mi parte pero tampoco me podía pedir tanto si ella se había comportado de mala manera conmigo y con mi novio

—No lo sé, me bloqueó de sus contactos y cuando volví a casa después de comprar la comida ví qué sus cosas ya no estaban.— contó mientras las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos

Me senté a su lado mientras Roier se alejaba de nosotras

—¿Y a que viniste? ¿A que te acompañemos a denunciar?.— pregunté y pude ver como bajó la mirada

—Esa gente sabe la dirección de esa casa, ya no puedo volver ahí.— dijo y me miró con unos ojos llenos de súplica —Por favor, dejame quedarme con ustedes, pondré la otra casa en venta y con lo que consiga de ahí buscaré un espacio para mí.—

Tomó mis manos haciéndome sentir algo presionada.
Ella había sido bastante mala conmigo durante años, aun había cierto rencor dentro de mí que no podría borrar de la noche a la mañana

Roier apareció de nuevo con el pequeño botiquín qué teníamos, se sentó al lado de mi madre y le hizo una seña como si le pidiera permiso para limpiar sus heridas, ella me soltó y accedió

Al ver esa escena me quedé analizando por un momento lo que estaba pasando; ¿Por qué si sabía todo lo malo que me había hecho se comportaba tan bien con ella? quizás de esta misma manera se sentía él al verme tan cercana a su madre.

Cuando terminó simplemente se levantó de nuevo para tirar todos los algodones qué había ensuciado, de nuevo quedé sola con mi madre

—Es un buen muchacho.— exclamó

—No hubo momento en que no lo atacaras antes de esto.— recordé algo molesta y suspiré

La miré y no recordaba la última vez que la había visto tan frágil, podría asegurar que ni siquiera cuando murió papá se veía tan afectada

—Sé que estuve mal contigo desde que eras chiquita.— exclamó —Te fallé a ti y le fallé a tu padre cuando me enamoré de otra persona, para ti puede que ahora solo te viniera a pedir perdón por la situación pero desde que supe de tu operación decidí no aparecerme para no alterarte más pero te juro que me preocupé mucho...—

—Un momento.— la detuve —¿Cómo sabías de mi operación?.—

Por su expresión supe que había dicho algo que no debió así que me hizo sentirme más intrigada

—Tu novio me dijo.— confesó y ahora me sentía confundida, Roier nunca me dijo nada —Un día vine y lo ví sacando cosas de aquí así que le pregunté que estaba haciendo, pensaba que te estaba robando.—

Y ahí lo recordé; cuando estaba internada y Roier me llevó al hospital un poco de cosas, él me había dicho que se había encontrado a mamá pero también dijo que le había dicho que estaba de viaje para que no me molestara en el hospital

—Él probablemente no quizo preocuparte pero me contó que estabas en el hospital y me pidió que no fuera a molestarte.— contó —No te voy a mentir, me dió dinero para asegurarse de que no fuera a pedirte a ti.—

No podía creer que su preocupación fuera de verdad si ella aun sabiendo que estaba mal no envió un mensaje o no me vino a buscar después, justo tuvo que hacerlo cuando estaba pasando por un mal momento

—Eres la única familia que me queda, por favor no me dejes ahora que te necesito.— pidió cuando vió qué me había quedado en silencio —Puedo hacer limpieza o puedo cocinarles, quiero que veas que me arrepiento de todo y...—

—Buscate un trabajo.— dije mirándola, ella hizo una mueca —No puedo mantenerte, ahora solo tengo el ingreso de mis videos y de mi línea de maquillaje.—

Sabia que eso era suficiente para mantenerla pero simplemente no quería hacerlo

—Yo...— parecía no saber lo que estaba por decir

Roier apareció de nuevo y se sentó junto a nosotras, era obvio que tendría una platica pendiente con él pero no estaba molesta, incluso debía agradecerle por asegurarse de que mi madre no fuera un problema en mi recuperación y hasta quería pagarle el dinero que le había dado

—Hoy estoy de buen humor así que te haré una propuesta.— exclamé y me miró atenta —Eres mi madre y es obvio que me duele mucho verte así pero mi novio y yo nos iremos a otra ciudad durante algunos meses.—

—¿Entonces quieres que me vaya con ustedes?.— cuestionó y rápidamente negué

—Puedes quedarte en la casa mientras nosotros no estemos pero yo no te voy a dar dinero, deberás conseguir trabajo para pagar tu comida y tus gastos.— dije y miré de reojo a Roier, parecía orgulloso de lo que estaba haciendo —Siempre dijiste que tú no habías criado a una chica débil así que quiero ver que tú tampoco seas débil.—

Ella pareció pensarlo pero después de unos segundos asintió

—Tengo cámaras en la casa.— mentí, ahora Roier parecía confundido —Si veo que metes a alguien aquí llamaré de inmediato a la policía.— amenacé

Ella se acercó para abrazarme de nuevo, esto estaba siendo bastante efusivo para mí

—Ahora vamos a denunciar porque después de eso tenemos una cita.— dije

Los tres nos levantamos y dejé qué mi madre se adelantara al salir.

—¿Tenemos cámaras?.— cuestionó Roier en susurro y reí

—Si, tengo bastantes grabaciones ridículas tuyas.— mentí de nuevo y ví su cara de preocupación así que besé cortamente sus labios —Las borraré si me alcanzas.—

Corrí hasta llegar a mi mamá para usarla como escudo

—¡Señora dígale que no corra!.— pidió Roier haciendo que mamá riera

—Son como niños pequeños.— se burló mamá y yo simplemente le saqué la lengua a Roier en forma de burla

Probablemente podría arreglar el vínculo que llevaba roto entre mi madre y yo pero por ahora simplemente me urgía ir a denunciar a la gente que la había golpeado para después tener mi cita con Roier