Pasaron los días y decidí empezar a acostumbrarme a que me emparejaran con Roier, la gente al parecer no pararía de hacerlo.

Hoy no tenía muchas ganas de prender directo, había empezado a sentirme mal desde que desperté.

Ni siquiera sentía las fuerzas para levantarme de la cama, quizás eran las consecuencias de mis problemas alimenticios, aunque prefería pensar que era por mi adicción al trabajo; pasar casi todo el día frente a la pantalla de mi ordenador y todo el estrés que sentía me estaba matando

Tomé mi celular para escribir en twitter

"Amigos hoy no hay directito <\3
Estoy enferma, mañana con más fuerzas estaremos en el mismo horario de siempre :)"

Lo publiqué y bloqueé mi celular dejándolo sobre mi mesita de noche. Cerré los ojos un momento, mi cabeza dolía bastante

Mi celular sonó, el ruido era terrible en ese momento así que lo tomé, era mamá.

—"¿Hola?".— pregunté al responder

—"Ví que dijiste que estás enferma".— exclamó, por un momento me sorprendió lo pendiente que estaba de mis redes —"Si quieres puedo llevarte al doctor".—

—"Si por favor".— dije poniendo una mano sobre mi frente —"Me duele mucho la cabeza y siento que no tengo la fuerza de levantarme".—

Hubo un corto silencio en la llamada

—"Iría de inmediato pero antes de ir tengo que llamar a algunas amigas para pedirles un poco de dinero, a tu hermano le pidieron dinero para una excursión de la escuela y tu papá lo perdió todo en apuestas".— contó, yo cerré los ojos mientras la escuchaba —"Tal vez si pudieras prestarme un poco de dinero estaría ahí más rápido".—

Suspiré un poco cansada, para nadie era un secreto que me iba muy bien en twitch, incluso tenía algunos otros negocios fuera de la plataforma como una línea de maquillaje, colaboraciones con marcas y comerciales, era obvio que tenía dinero.

Desde que mamá se casó de nuevo le he prestado tanto dinero que con eso hubiera podido comprarse un auto pero todo se le iba en las apuestas de su esposo. Incluso yo llegaba a comprarle los materiales de la escuela a su hijastro porque ellos no tenían como

—"Olvídalo, prefiero tomar una pastilla".— murmuré débil y antes de que ella dijera algo colgué

Ya ni siquiera podía abrir los ojos, no sabía que era lo que me estaba pasando pero no me sentía en condiciones aptas, creía que en cualquier momento podría quedar inconsciente

¿Qué debía hacer con mis pocas fuerzas? ¿Llamar al 911?, No quería que se hiciera un revuelo por eso.

Abrí mis ojos con pesadez, tomé mi celular y empecé a buscar entre mis contactos ¿A quién podría llamar?

Nunca había hablado con ningún "amigo" sobre algo que no fueran streams, sentía que estaría fuera de lugar si les pidiera ayuda pero no sabía cómo solucionar esto

Me rendí y dejé a un lado mi celular, quizás si intentaba dormir de nuevo podría mejorarme

Cerré mis ojos, los minutos empezaron a pasar y dormir se sentía imposible. Ya no solo me dolía la cabeza, también había empezado a tener escalofríos y a tener mucho frío, seguramente ya tenía fiebre.

Mi celular volvió a sonar, sin siquiera ver quién era respondí

—"Mamá te pago lo de la excursión pero por favor ven, no sé porque estoy empeorando tan rápido".— fué más un susurro, ni siquiera tenía voz

—"Llamaba para ver cómo estabas pero ya obtuve mi respuesta".— no era mamá, era Roier —"Te escuchas terrible".—

Tragué un poco de saliva, mi garganta estaba cada vez más seca

—"Ayúdame".— supliqué —"No tengo a quien más llamar y siento que estoy muriendo".—

No estaba dramatizando, realmente me sentía muy mal

—"Iré de inmediato, solo dime la dirección".— habló

Se la dicté y terminé la llamada, sabía que tenía que esperarlo para abrirle la puerta, tenía que tomar las suficientes fuerzas para lograr levantarme

Una hora pasó y yo simplemente me aferraba a mi manta mientras temblaba por el frío que sentía. Él timbre sonó y como pude me levanté

Mis pasos eran lentos pero al menos estaba caminando un poco. Me tardé pero llegué a la puerta, abrí y ahí estaba él

—No solo te escuchas terrible, también te ves así.— exclamó y rodé los ojos

Entró y cerró la puerta, lo tomé del brazo para que me ayudara a caminar. Lo guíe hasta mi habitación y me acosté de nuevo en mi cama.

Sentí como puso su mano en su frente y después en mis mejillas

—Antes de llevarte al doctor intentaré bajar tu fiebre.— dijo y me quitó mi manta, yo me la volví a poner para no tener tanto frío —¿Dónde está tu baño?.—

—Es la puerta de al lado.— respondí y ví como salió

Lo esperé pocos minutos hasta que regresó con dos toallas un tanto mojadas, se sentó junto a mí y puso una de las toallas en mi frente

—Eso deberá ayudar un poco.— sonrió mientras la otra toalla la pasaba delicadamente sobre mi cara —Y esto es para que te refresque un poco.—

Parecía concentrado en mí, tener un poco de atención como esta me aliviaba. Siempre que estuve enferma pude cuidarme sola, esta vez fué diferente por alguna razón

—¿Has comido algo?.— preguntó dejando cambiando la toalla de mi frente por la que había estado ocupando para el resto de mi cara

Negué con las pocas fuerzas que tenía

—¿Tienes algo para preparar?.— cuestionó ahora

—No lo sé, normalmente solo como un poco de fruta con yogurt o cereal.— confesé

Él suspiró mientras se levantaba

—Cerca de aquí ví un pequeño restaurante, iré a comprar comida y volveré.— avisó

—Toma mis llaves, están junto a la puerta.— pedí y asintió

Ví como salió y de nuevo cerré los ojos, gracias a las toallas me sentía un tanto mejor o al menos mi cabeza ya no dolía tanto

No supe cuánto tiempo me quedé dormida pero cuando desperté él estaba de nuevo a mi lado pero está vez tenía un plato y una cuchara

—Estaba a punto de despertarte.— dijo —Conseguí sopa, esto sin duda te pondrá mejor.—

Me quité la toalla de mi frente y me senté para poder comer

—Es mucha.— exclamé cuando ví el tamaño del plato

—Tendrás que acabartela, después iremos al doctor.— habló y lo miré mal —Por favor.—

Ví como tomó un poco de sopa con la cuchara y la acercó a mí boca, yo no tuve impedimento para comer de esa manera

—Tenías razón.— dije y me miró sin entender pero me dió otra cucharada de sopa —Con el mensaje que un día me mandaste, dijiste que tenía pocos amigos fuera de los directos y hoy me dí cuenta que no es que "tenga pocos" simplemente no tengo.—

Me dió un poco más de sopa y suspiró

—Ese día y los demás solo quería molestarte, realmente no pensaba que fueras antipática.— confesó —Quizás un poco arrogante sí pero todos tenemos nuestro ego, no juzgaré eso.—

Eso de alguna manera me hizo sentir un poco bien, nuevamente acercó la cuchara a mi boca

—Si no tienes a quien llamar pulsa mi número.— ofreció —Seamos amigos fuera de los directos.—

—Ni dentro ni fuera de los directos, no estoy loca.— me dió más sopa

Escuché como rió por mi respuesta, yo no estaba bromeando

—Está bien, al menos esa respuesta me hizo darme cuenta que ya te sientes mejor.— exclamó —Te seguiré pidiendo que juguemos, algún día lograré que aceptes.—

—Te voy a denunciar por acoso.— amenacé

—Por favor Mulan, creo que con venir a cuidarte estoy ganandome algunos puntos contigo.— dijo y no pude evitar reír un poco aunque cuando lo hacía mi cabeza dolía de nuevo

—Elige el juego y el día.— hablé y me miró sorprendido —Jugaremos solo una vez y será como agradecimiento por lo que estás haciendo ahora.—

Él asintió con una gran sonrisa, mirándolo tan cerca no podía negar que era un tanto.. lindo