𝟑. -¿𝐏𝐬𝐢𝐪𝐮𝐢𝐚𝐭𝐫𝐚?
Me sentía pérdida, sin razón alguna.
Estar encerrada en estas cuatro paredes me empezaban a volver loca.
Necesitaba aire, sentía que me ahogaría pronto si seguía atrapada.
Cada día, la horrible habitación se sentía cada vez más fría.
Dentro solo había una camilla, una pequeña silla y una mesa, ni siquiera tenía algún entretenimiento útil.
Me sentía como en una prisión, aunque claramente... Estaba en una.
Probablemente me hubiera gustado más una celda que esto.
Empezaba a sentir una extraña comezón en el cuerpo, empecé a rascarme el cuello, al parecer esa zona calma la comezón de todo lo demás.
La habitación estaba repleta de silencio, gracias a eso podía distinguir cada sonido que se emitía dentro o fuera del cuarto.
Escuche como unos lentos pasos se acercaban, al estar algunos días aquí, ya no me asustaban tanto las personas de este lugar.
Mire como la perilla de la puerta se giraba lentamente, al girar totalmente, la puerta fue abierta, dejando expuesto al misterioso hombre.
Entró a paso lento al cuarto, cerrando la puerta detras de él.
Lo miraba atenta, prestando atención al más mínimo movimiento que hacia.
Acerco aquella silla hacia la camilla,
Se sentó en ella y empezó a notar cualquier cosa que no me importara en su tonta libreta.
De su mochila, sacó sus objetos de Doctor, ni siquiera se como se llamaban esas estupideces.
Empezó a revisarme, mi cuerpo se tensaba con tanto toqué y roce... No podía evitarlo, podría decir que desde niña me ha incomodado el tacto de los doctores en mi... Pero no sólo era eso.
Había convivido un par de veces con aquel sujeto... Suficientes para no tensarme cada que me toca o me habla.
Solamente... Su presencia... Su esencia... Todo de aquel misterioso hombre... Me envolvían.
Jamás había sentido algo así,
Me sentía totalmente sumisa en sus manos.
...
Cuando terminó de revisarme, solo se quedó ahí sentado... Anotando y anotando en aquella libreta.
En diminutos casos, me miraba de vez en cuando.
Era raro esta sensación... Aquella sensación que solo él provocaba.
Sonreí a pesar que el me seguía viendo...
No pude evitar pensar en algunas cuantas cosas.
Mi mente estaba totalmente echa mierda desde que llegué, pero su presencia... Hacia que solamente pensara en él.
...
-
...
-
-...¿Qué tanto piensas?... -
.
.
.
-
¿Puedes sentirlo?
Soy la elegida. -
.
.
.
-¿Qué quieres decir...? -
.
.
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-Cariño... -
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.
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.
.
.
.
-... ¿Puedo ser tu favorita?... -
.
.
.
.
Darling...
Que lindo suena.
Bu
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