*ੈ✩ೃ𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎*ੈ✩ೃ

𝘚𝘌𝘙𝘈𝘗𝘏𝘐𝘕𝘌, 𝘋𝘐𝘖𝘚𝘈 𝘋𝘌𝘓 𝘌𝘕𝘛𝘙𝘌𝘛𝘌𝘕𝘐𝘔𝘐𝘌𝘕𝘛𝘖

— Ese tonto. Ugh, no sé por qué siquiera confié en la palabra de un idiota como Apolo. — Dijo colocándose las gafas con irritación, encendió el motor de auto y decidió regresar al estudio de grabación donde las demás chicas le esperaban para comenzar a trabajar. Después de todo, como diosa del entretenimiento, era su deber crear dignos shows de entretenimiento que tanto dioses como humanos pudieran disfrutar y recordar para siempre.

"Quizás pueda llegar por un late" pensó mientras aceleraba por las calles de nueva York, era ridículo, pero de alguna forma sentía que algo malo estaba por suceder, desde que Luke Castellan había robado el rayo maestro, los rumores de una guerra se hacían cada vez más constantes... meneo la cabeza y se dijo que era mejor no pensar en eso, solo traería problemas. En uno de los semáforos giro la cabeza y la imagen de un chico corriendo por su vida en la calle le hizo sonreír, no era un chico común. 

— Mira nada más, un pobre niño de Quirón luchando por su vida. — Era un semidiós corriendo de las manos de un monstruo, no sabía por qué, pero ese chico le parecía conocido de algún lado. En otra ocasión habría pasado de largo y le habría dejado ser devorado por ese monstruo, pero supo que podía permitirse un poco de benevolencia, Quirón le debería una grande ¿no? Acelero el motor y abrió la puerta, el chico pareció asustado. — Sube, si quieres vivir.

— Gracias por salvarme.

— Tienes suerte, jamás rescato semidioses de las garras de un monstruo. — El chico deja de mirar hacia la carretera para observarla.

— No soy alguien que tenga demasiada suerte, así que gracias de todas formas. Se supone que iba camino al campamento y esa cosa me sorprendió.

— ¿El campamento? — La rubia frunció el gesto al escuchar la mención del lugar, no le entusiasmaba en absoluto una reunión familiar — Mala idea, no es emocionante tener reuniones familiares.

— ¿Reuniones? ¿Tienes hermanos semidioses? — Seraphine arrugo el ceño con irritación, sí que los tenía y le parecían una molestia absoluta — Lo siento, no debí preguntar.

— Todos los héroes son curiosos, no podía haber excepción contigo.

— Ahora que lo recuerdo, creo que debí haberme presentado antes, soy Percy. Percy Jackson — En ese momento la rubia freno en seco sobre el asfalto de la carretera ¿Jackson? ¿El mocoso de...? Oh no.

— ¿El hijo del cabeza de percebe? 

— Eh, ¿Sí?

—No, no quiero involucrarme con el mocoso del viejo percebe. Baja de mi auto ahora mismo, ustedes los niños de Poseidón solo saben meterse en problemas, baja.

— Soy hijo de Poseidón, no el dios en persona — Responde el chico con cierto pánico en la voz — Si te convido de mis gomitas azules, ¿prometes no dejarme abandonado en la carretera con todos esos monstruos que quieren cenarme?

— ¿Gomitas azules? — El chico asiente sacando una bolsita con gomitas azules en forma de ¿tiburones pequeños? ¿Qué clase de chico era ese mocoso? — Si me atacan por tu culpa, te arrancaré las cejas, ¿me oyes?

— De acuerdo.

— Ya que estamos en buenos términos ¿podemos ponernos en camino? Esos monstruos pueden alcanzarnos.

— Tu padre me deberá una grande por salvar tu trasero.

El silencio en el auto fue levemente remplazado por la música de cristina aguilera, quien Apolo siempre mencionaba como una de sus mejores "artistas", recordar a ese tonto le molestaba, pero pronto se vengaría, nadie plantaba a Seraphine. Por otro lado, ni siquiera sabia exactamente porque no había botado al pequeño percebe a la calle cuando tuvo oportunidad kilómetros atrás y algo era seguro, no había sido obra de esas ricas gomitas azules.

— Entonces... tú ¿Eres una diosa? — La rubia levanto las cejas con ironía.

— ¿Me viste cara de ser una gorgona? Claro que soy una diosa, niño.

— ¿Puedo preguntar que haces?

— Soy la diosa del entretenimiento, toda actividad divertida que distrae a los humanos de su vida miserable...es ahí donde estoy yo. Haciendo más fácil su terrible vida.

— Suena genial. Entonces cada que me distraiga de mis preocupaciones... tú estarás ahí, ¿no?

— No físicamente, pero sí, ahí estaré yo. 

— ¿Entonces por que no tienes cabaña  en el campamento? 

— Para empezar no tengo hijos semidioses y en segundo lugar... los dioses menores no somos tan geniales e importantes para los doce — Ella sabia que todos aquellos dioses que se habian unido al bando de los titanes tenian mas que solo ganas de molestar, deseaban ser reconocidos y respetados ¿Por que Zeus no entendia eso? — No merecemos una cabaña, incluso si tu padre es uno de ellos. 

— Lo siento, debe ser duro no tener algo para ti. 

— No es como di puedieras hacer algo, pequeño percebe. Nadie puede contradecir a los doce... ya estamos por llegar al campamento. 

—  Muchos chicos estan dentro de la cabaña once... si no tienen una cabaña jamás podrán ser reconocidos ¿Cierto? 

— Te lo he dicho, nadie tiene reconocimiento si los doce no quieren que los tengan. Incluso si sus hijos son dioses nunca tendrán atención porque no se quiere hacer. 

— Yo pensaba que... 

— No me digas ¿Te pensabas que porque los dioses conviven con sus hijos inmortales eran mejores padres? Eres ingenuo, hijo de Poseidón — Seraphine dejo escapar una risa, solo los semidioses podían decir algo tan gracioso — Los dioses siguen siendo dioses, incluso con sus hijos inmortales, nunca cambian.

Finalmente y tras un tiempo viajando llegaron al camino del campamento mestizo, rezaba porque Dionisio ni siquiera supiera que había ayudado al hijo de Poseidón, no tenia una pizca de ganas de peleas ridículas. 

— La colina mestiza debe estar por ahi, baja ahora. 

— Gracias por traerme hasta aquí, en verdad. Eh, soy un tonto... olvide preguntar ¿Cómo te llamas? 

La rubia vaciló un poco mientras recibía la mirada anhelante del hijo de Poseidón, se colocó las gafas y encendió el motor de su auto — Seraphine. Mi nombre es, Seraphine.

Si que estaba volviéndose loca...