𝒸𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ
𝚒𝚖𝚙𝚛𝚎𝚍𝚎𝚌𝚒𝚋𝚕𝚎

Una semana.

Había pasado una semana entera y no había señales de Enji.

Era extraño.

No quería ser paranoico y hacerse ideas en la cabeza, pero sentía esa situación demasiado conveniente.

Suelta un suspiro mientras toma el montón de bolsas para poder ir hacer la compras.

— ¿Estas bien, mami?. — Pregunta Fuyumi abrazando su torso.

— Si, mi corazón de menta. — Dice mientras le da un beso en la frente. — ¿Tus hermanos aun no estan listos?.

— Touya dijo que se tenía que cambiar.

— ¿Por que? Se veía tan tierno con su camisa de ositos.

— ¡Porque es una ocasión especial!. — Alardea la menor dando vueltas con su hermoso vestido de flores. — Es la primera vez que salimos juntos, bueno... aún falta papá.

No agrega nada más, solo observa a su pequeña y la sostiene entre sus brazos.

Los pasos en las escaleras se hacen presentes dejando ver al trío de niños que lucen ropa impecable y rostros de diva.

Natsuo tenia un short largo de color azul junto a una camisa blanca y un gorro del mismo tono.

Touya por su parte, llevaba un pantalón de vestir junto a una camisa de botones. Como un viejito.

Finalmente estaba Shoto con su traje de marinerito que derritió por completo su corazón.

— Estamos listos. — Dice Natsuo, posando para el.

Contuvo su risa mientras acariciaba sus cabellos.

— Mis hijos son los más bonitos del mundo. — Natsuo infla su pecho con orgullo y Shoto solo abraza sus piernas esperando ser cargado.

¿Que podría salir mal al traer a sus hijos para ir al supermercado?.

Todo.

No era malo que tuvieran curiosidad, incluso eran bastante respetuosos con la gente y los encargados, pero...

— ¡¿Me lo compras mami?!. —  Pregunta Fuyumi mostrando unos pastelitos con decoración de princesa.

—  Claro hija, metelos al carrito.

La pequeña sonríe y pone el paquete con 6 pastelitos y va en busca de mas chucherias. Agradecia que Enji tuviera mucho dinero.

—  Lo único bueno en el. —  Dice tomando algunas cosas del estante.

—  ¡MAMI!. — Escucha gritar a Natsuo, suelta un suspiro y se va al área de frituras donde seguramente estaría su retoño.

— ¿Si, Nat?

— ¿Podemos llevar papas?

Una cara sonriente fue suficiente aceptación para Natsuo quien metió dos bolsas de papas y salia corriendo a otro pasillo, seguramente con la misma intención que Fuyumi.

Shoto, esta sentado en el carrito mientras "acomoda" todo lo que el omega le pasa, está temeroso a pedir algo pero cuando ve esa barra de chocolate con nueces no puede evitar mirar al hombre enfrente suyo para pedirle que se lo compre.

—  Solo una barra, ¿de acuerdo?. —  Los ojos suplicantes de su hijo lo hacen replantearse a su oferta. — De acuerdo hijo, tú ganas.

En el carrito yace el paquete completo de chocolate mientras el niño tararea feliz al lograr convencer a su madre de comprarle todo el chocolate que quería.

¿Se comeria todo en un dia?

Tal vez.

Touya por su parte, se dedica a observar todo a su alrededor, no hay ningún dulce que le guste y tampoco quería alejarse mucho del mayor.

— Hijo, ¿no quieres algo?. —  Pregunta el omega.

—  Todavía no se que quiero. — Responde sin muchos ánimos.

Kimi puede notar su indecisión y una sonrisa se posa en sus labios.

Toma a Touya por los costados y lo sube a sus hombros para que pueda ver la parte de arriba de los estantes.

— Es mejor tener otra vista ¿no?.

No responde pero es capaz de observar la gran cantidad de dulces y gomitas que hay fuera de la vista.

Señala una bolsa de gomitas y eso es suficiente para hacerlo sentir alegre.

La aferra a su pecho mientras mira a los demás niños con superioridad. El estaba en los hombros de su madre.

Mientras caminan puede escuchar a una mujeres mayores hablar de lo permisivo que era el omega.

— Miralo, si fueran mis hijos yo ya los habría callado de un golpe.

— Llevan todos esos dulces, ni siquiera cuida su alimentación.

El rostro de Touya se pone serio y discretamente activa su don. Lanza una pequeña llama que acaba en el cabello de una de ellas.

Con el paso de los segundos se hace más grande hasta que ambas mujeres se dan cuenta y empiezan a gritar como locas.

Cubre su boca intentando contener las carcajadas pero es inútil.

— ¿De que te ries, hijo?.

— De unas brujas.

El rostro de Kimi se muestra confundido pero solo se limita a sonreír mientras siguen de compras.

El mayor de los hermanos mira a Shoto quien a observado todo el teatro que armo, comparten miradas cómplices y fingen que nada ocurrió.

Todo había salido perfecto.

Ojala se hubiera quedado asi.

El regresar a casa fue divertido, los niños cantaban la cancion de un comercial sobre una caja de cereal de All Might.

Lo admite.

Es divertida.

Pero debian tener cuidado de no cantarla frente a Enji.

Mira con orgullo como sus pequeñitos le ayudan a cargar las bolsas más ligeras, incluso Shoto cargaba una pequeña botella de jarabe de chocolate.

— Mamá, ¿cuando lleguemos a casa podemos hacer galletas?. — Pregunta Fuyumi.

— Claro, mi cielo. — Aunque lo intentara, nunca se podria negar a sus peticiones.

Siguen caminando un poco mas hasta que logran ver las puertas de la enorme casa.

Con cuidado abre la puerta dejando pasar a los niños, ellos parecen emocionados y corren a su alredor mientras el se encarga de cerrar.

Sonrie.

Pasa las bolsas por su antebrazo, sin querer su ropa se arremanga, suelta un chasquido molesto pero de inmediato algo capta su atencion.

— ¿Cortadas?. — Susurra al ver las pequeñas lineas cicatrizadas alrededor de sus muñecas. — Esto no estaba en la novela.

Esta confundido y eso no es bueno, la única ventaja que lo mantiene cuerdo esta comenzando a tambalear.

Entrar a casa fue abrumador, su corazón se aceleró tanto que sintio la necesidad de respirar por la boca.

Sus hijos tambien parecen asustados y se esconden detrás de el.

A pasos lentos se adentran aún más en el lugar hasta que logra reconocer la enorme figura del héroe número dos.

Esta ahí.

En la mesa del comedor.

Traga saliva, voltea a ver a los niños y los empuja hacia atrás para que el hombre no pueda verlos.

— Niños, denme las bolsas y vayan a sus cuartos. No hagan ruido y mucho menos salgan. — Pide mientras los mira, con dificultad los niños dejan las bolsas en los brazos del omega y avanzan a las escaleras.

Touya lo mira por última vez antes de subir completamente pero es jalado por Fuyumi, la niña toma las manos de sus hermanos y los lleva a su cuarto mientras cierra la puerta con seguro.

Kimi escucha el click y un suspiro tembloroso abandona sus labios y deja el montón de cosas sobre la mesa

Con la respiración agitada se acerca al comedor. Enji levanta la mirada al verlo y su ceño se frunce al recorrer la figura del omega.

— ¿Dónde estabas?. — La voz grave resuena en sus oidos como un martirio pero se trata de mantenerse sereno.

— Fui a comprar algunas cosas para la cena. — Sus manos tiemblan mientras saca algunos productos.

— Ire a bañarme. — Dice el héroe poniendose de pie. — No me molestes el resto del dia.

"Como si quisiera verte" Piensa.

Cuando el pelirrojo por fin desaparece de su vista suelta el aire retenido en sus pulmones. Cubre su boca reteniendo las arcadas que le produce su presencia.

— Esto... no esta saliendo como esperaba.

Enji, estás en mi lista negra.
Bueno, en fin creía que no podría terminar el capítulo porque ue había entrado a la escuela pero se logró.

¡Abrazo! :D