La clase de la señorita Park aun seguia esta optó por enviar un mensaje al chat grupal para ver que no hubiera algun móvil encima pero el móvil de Jin-Hee no tardó en sonar.

—Señorita Song, su móvil en la caja ahora—masculló la profesora mientras se cruzaba los brazos.

—Aish, no es justo—refufuñó la peli negra mientras se ponía de pié para luego así entregar dicho celular.

—Si alguien sabe sobre Hyeon-ju por favor dejenos saber lleva alrededor de dos días desaparecida sus padres estan realmente preocupados por ella.—explicó la profesora dando el aviso para luego seguir con dicha clase.

   La clase parecia más aburrida de lo normal y la atención como siempre se centraba en Nam-ra la presidanta y Su-Hyeok. Ambos explicaban uno que otro concepto.

  El corazón de Jin-Hee se detuvo al ver como su mejor amiga entraba por aquella puerta ensangrentada y con un comportamiento extraño.

—Hyeon-ju....—la pelinegra se levantó de golpe para socorrer a su amiga pero Gwi-nam la sujeto fuerte de la mano. Hyeon-ju sin decir una palabra se desplomó al suelo y todos comenzaron a socorrerla.

—No te atrvas a ir no sabemos que es lo que tiene—masculló Gwi-nam en voz baja.

—Iré ayudarla es mi mejor amiga–sin decir una palabra más se soltó del agarre con brusquedad para luego llevar a la chica a la enfermeria junto a  la profesora y uno que otro estudiante.

Los ojos de Jin-Hee no tardaron en humedecerse al ver la actitud de su amiga y esta tomó con suavidad su mano.

—Hyeon...—susurró la pelinegra con voz entrecortada.

—Jin...hee...fue el...profesor Lee—susurró la pelinegra—el me inyectó algo.—un extraño sonido comenzo a salir de la boca de oa chica y esta intento morder a Jin-Hee provocando que se soltara de golpe.

—¿Estás bien?—preguntó Cheongsan preocupado. Y esta solo optó por asentir.

—Esto debe quedar entre nosotros que no salga nada de esta enfermeria hasta que tengamos pruebas—dijo la profesora Park preocupada.

—Yo.....iré al salón—susurró Jin-Hee sin aliento en cuanto llegó al salón varios compañeros comenzaron a interrogarla.

—¿Qué pasó? ¿Cómo está Hyeon-ju?—preguntó Onjo preocupada.

—Se la llevaron al hospital ella....trató de morderme—susurró la pelinegra con la vo quebrada Onjo simplemente la abrazó con fuerza.

—Ella va a estar bien, solo debemos esperar—dijo Onjo animandola.

—Ella dijo que el profesor Lee le inyectó algo—le susurró Jin-Hee a Onjo quien tenía una expreción llena de preocupación.

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La hora del recreo habia llegado, Jin-Hee intentaba comer su almuerzo con tranquilidad pero lo ocurrido con su mejor amiga se impedia. El ruido de la silla que estaba en frente llamó su atención provocando que sus pensamientos se desvanecieran por completo ver a Gwi-Nam.

—¿Qué fue lo que pasó en el salón de la profesora Park?—masculló Gwi-Nam mientras miraba a la chica fijamente a los ojos.

—Eso no te incumbie, no tienes a nadie más que joder aquí—masculló Jin-Hee de vuelta.

—Deberías sentirte halagada que solo tengo ojos para ti perra—una sonrisa llena de maldad se dibujó en el rostro del chico para luego irse sin decir nada más.

—Maldito imbécil–susurró la pelinegra mientras lo miraba amenazante pero no podía evitar admitir que aquella sonrisa le gustaba. Pasó las manos por su cabello.

Suspensanientos nuevamente se esfumaron cuando gritos comenzaron apoderarse de la cafeteria por parte de los estudiantes se sobre saltó al ver que entre ellos comenzaban a morderse.

La sangre salpicaba por todas partes sus ojos comenzaron a humedecerse. Un incendio se formó en la parte de la cocina provocando que lo del agua se activara para así apagarlo.

Gritos y resbalónes se apoderaban del lugar Jin-Hee intentaba correr pero el suelo mojado se lo impedia. Uno de los zombies intentó morder a la pelinegra mientras esta intentaba forzejear con el hasta que Cheongsan logró tirar de el.

—¡Corre vamos!—sujetó con fuerza de la mano de la chica quien con la mirada buscaba a Gwi-Nam.

—Gwi-Nam...—susurró la pelinegra mientras llevaba la mirada hacia donde el chico se habia dirigido.

Necesitaba buscarlo sentía que debia estar con el por alguna extraña razón aquel maldito orgullo se lo impedía.

[...]

Aquí les dejo otro capitulo más gracias por los votos y comentarios no me creo que haya llegado a 200 visitas tan rapido mil gracias!!!