[ 001 ]
« NO SOMOS ELLA »
29 DE OCTUBRE 1995
Cuando una persona le importaba a la menor de los trillizos Black, su método de ayuda era comprando dulces para no dormirse y “escucharlo”. O eso es lo que hacía con Harry Potter cada año desde que se entero que sus padres habían muerto el 31 de octubre.
La Gryffindor pelirroja metía algunos dulce a la canasta mientras observaba como su novio solo observaba algunos dulces raros. Ella se acercó con una sonrisa y apoyo su cabeza en su hombro.
— ¿Le compraras a la cabeza de hongo? — pregunto Helena con una mueca — llevale unas grajeas de todos los sabores, quizás le toque de moco.
El Slytherin la miró raro y negó.
— Es para Blaise.
La Gryffindor chasqueo la lengua, divertida y soltó un suspiro.
— Llevale un chocolate negro. — se burlo ella. — son como él, es su tipo.
Theodore Nott soltó una risa mientras pasaba su brazo por el hombro de la chica. Sabía como era la amistad de Helena con Blaise, ellos se molestaban entre sí pero luego se hablaban como viejas chismosas.
— ¿Para quien llevas todo eso? — el castaño señaló la canasta de dulces.
— Para Harry — Theodore rodo los ojos sin borrar su sonrisa — en unos días se cumplirá otro año más de que sus padres murieron y no quiero dejarlo solo.
Theodore dejo un beso en la mejilla de su novia, sabía que ella era algo fría en cuestión de demostrar sus sentimientos pero lo demostraba con acciones.
Al salir de la tienda, ella soltó de la mano de Nott, para correr y saltar en la espalda de su hermano mayor, Leo Black. Theodore saludo a la otra hermana de Helena, Lia Black y le regaló un regaliz con sabor a fresa, ella aceptó mientras reía de como su hermano se quejaba de la pelirroja.
— ¡Lyra, bajate! — grito el Slytherin pelinegro — ¡deja de morderme!
La pelirroja dejó de morder el hombro de su hermano paea apoyar su cabeza en ella.
— ¿Qué hacen por aquí, sin mi? — pregunta ella, ofendida. — ¿estaban planeando nuestro cumpleaños?
— venimos porque me falto algunos hilo e aguja. Estoy creando un nuevo vestido — hablo Lia mientras masticaba el regaliz. — obligue a Leo a venir conmigo.
— ¿El vestido es para mi?
— ni te gustan los vestidos, Grigi. — hablo Theodore.
— Eso no quita que pueda ser un regalo para mi. — dijo ella levantando la mano pero sin soltarse del agarre de Leo.
— Lyra bajate o...
— ¡Hermanito de Colín! — grito la pelirroja haciendo señas para que el menor viniera a ellos.
El pequeño castaño rubio se acercó a ellos con una cámara colgando de su cuello. El pequeño Hufflepuff les dio un saludo con la, cabeza a los demás.
— Necesito que nos tomes una foto. — sus hermanos la miraron raro. — es para papá y tío monny. Me lo pidieron amablemente. — lo último lo dijo en forma sarcástica.
— No gracias. — dijo Leo moviéndose para que su hermana se bajara.
— Creo que es buena idea, no tenemos una foto juntos. — hablo Lia. — Lyra bajate de Leo y Leo quiero una sonrisa honesta, aunque sea fingida.
Leo bufo y Helena bajo de la espalda de su hermano.
— Si sacas una buena toma y rápida, te pagaré 10 galeones. — dijo Leo serio.
Al pequeño Dennis Creevey se ilumino sus ojos rápido y alzó de inmediato su cámara, Theodore agarró las bolsas de la Ravenclaw Black y se posicióno al lado del Hufflepuff.
— Las voy a jalar el cabello hasta que se tenga que cortar. — dijo Leo de una manera neutra.
— Nos amas tanto que sabes que si lo haces te lo devolveremos peor. — hablo Helena riendo. — somos tan tiernas que no harías eso, Lele.
— no me digas Lele, Lena.
— ¿Lele? — Lia soltó una risa. — eso es demasiado ridículo, Lele.
Dennis no espero el tiempo y tomo la fotografía. La pelirroja de ojos grises salía con los brazos en los hombros de sus hermanos y riendo ante la cara de Leo, la pelinegra de ojos grises tenía una sonrisa mientras miraba a Helena y el pelinegro de ojos verdes solo tenía media sonrisa al ver a ambas reír.
— Una gran toma, Creevey. — dijo Theodore — si sacas una de Helena te pago el doble. — murmuró el Slytherin.
— Con mucho gusto, Nott. — el pequeño rubio enfocó la camara en dirección de la chica pelirroja, salía con una sonrisa mirando a la cámara mientras abrazaba a sus hermanos.
18 DE JULIO 1996.
Habia pasado un mes desde que Lyra había muerto y su precencia se sentía fuerte en la mansión Black.
Lia miró la fotografía que colgaba en su pared, fue cuando Dennis Creevey les tomo hace casi un año, solo había dos fotos en donde ellos estaban juntos. Cuando eran bebés de unos meses y cuando iban por cumplir 16 años.
En el fondo deseo ver más fotografías juntos, incluso ellas dos.
Deseo haber pasado más tiempo juntas, hablar con ella, incluso deseaba haber hecho bromas con ella algo que a Lia no le gustaba. Le hubiera deseado hacer cualquier cosa con Lyra.
La puerta de su habitación fue tocada.
Ella se limpio las lágrimas tan rápido como pudo antes que la puerta se abriera.
— Buenos días, tía. — hablo Lia sentada desde su tocador, al ver la mujer rubia entrar. — en unos minutos bajaré.
— ¿Como amaneciste hoy? — pregunta Narcissa caminando hasta el tocador de la Black.
— ¿Cambiaría algo si digo que estoy bien cuando la realidad es, no? — Narcissa puso sus manos en los hombros de la chica pelinegra.
— Tan lista como Kassia. — dijo la mujer — se que perder a alguien es doloroso y demoraras a sanar, mi niña.
— ¿Por qué lo hizo? — hablo Lia tratando de controlar sus lágrimas — pudo lanzar un contra hechizo, ella era muy buena en duelos.
Narcissa corrió un mecho de cabello pelinegro de la chica y le limpio la lagrima que escapó de ella.
— Es algo que solo ella entendió en su momento, tomo lo que en su momento parecía la mejor opción.
— Re...Recién nos habíamos reunido. Volvíamos a hacer hermanos. — Narcissa sostuvo su cara, no era la primera vez que la veía llorar pero si la primera vez que hablaba de lo que sentía.
— Todo estará bien, mi niña. — la mayor le abrazo dejando un beso en su frente. — me aseguraré qué todo esté bien para Leo y para ti. Esta vez no dejaré que nada les pase.
La casa ahora era de menos personas, los Weasley volvieron a su casa, al igual que Hermione y los Longbottom. Solo se encontraban los tres Black, Narcissa, Draco y Harry. De vez en cuando Remus venía al igual que Regulus.
Leo miraba la misma fotografía que cada hermano Black tenía en su habitación, la que Dennis Creevey les tomó. Era la única que tenía de su hermanita.
Odiaba haber odiado a Helena cuando ella entró a Hogwarts hasta su tercer año, se sentía un idiota al pensar en eso.
Él siempre pensó que los Weasley en ese tiempo amaban a todos sus hijos, siempre tan sonrientes, con comida en sus mochilas, regalos hecho a mano por la señora Weasley. Había veces donde Helena le presumía eso a Leo y eso odiaba de ella. Que sea tan feliz, algo que hubiera deseado tener. Pero la verdad era que Helena vivía el mismo infierno que él, solo que no lo demostró hasta que ella misma le contó, se odio por pensar que ella era feliz.
Había pasado un mes desde que ella había fallecido y lo único que podía sentir era odio, no había derramado una lagrima desde que se fue.
Odiaba a Regulus Black por aparecer ese día, odiaba a Bellatrix Lestrange por matarla, se odiaba a si mismo por no estar en ese momento presente y odiaba a Lyra por no defenderse.
Salió de su habitación para ir a tomar desayuno, después de todo casi nadie desayunaba, solo Narcissa y de vez en cuando Harry.
Al entrar vio a Bill Weasley, sentado en la mesa mientras revolvía el plato con cereal. No lo había visto desde el funeral.
El pelirrojo levanto la mirada y le dio una pequeña sonrisa.
— Leo. — saludo Bill.
— ¿Qué haces aquí?
— Vine a ver a Lia. — murmuró Bill.
Eso le pareció raro al Black, el Weasley mayor nunca le interesó su hermano mayor, solo Lyra. Por lo que pensó que quería ver si eran iguales.
— Ella no es Lyra. — dijo Leo seco. — ella no escuchara tus problemas como lo hacia Lyra.
Bill asintió. Tenía un presentimiento que Leo reaccionaria así, Ron le contó algo.
— Lo sé, Leo. — Bill lo miró. — solo quise a ver como estaban, los dos.
— Estamos bien, eso es suficiente. — hablo Leo fríamente. — ¿algo más?
Bill suspiró.
— Se que no son Lena. — el mayor hizo una pausa — pero yo la crié y se que no comparten la personalidad pero...
— ¡Tú lo dijiste! Tú criaste a Helena, no a nosotros. — hablo él furioso. — pero ella no está, no es a nosotros quien quieres ver, es a ella. No tenemos nada en parecido a ella, ella no está y ya.
Bill miró su plato de cereal, de alguna manera pensó que podía hablar con ellos como lo hacía con Helena.
— Esta bien. — dijo Bill. Se levantó y sacó algo de su bolsillo. — dile a Sirius que le dejo esto. — puso un papel doblado en la mesa. — si necesita más puedo conseguirle más.
Antes de salir de la cocina, se volteo a ver al Black.
— Se que no tienen nada de ella, ella era diferente a ustedes. Pero lo que comparten es en esconder sus emociones. — dijo el pelirrojo. — mandame una carta cuando quieras hablar, se que te cuesta confiar en alguien Leo. — luego de eso salió de la cocina.
Leo se acercó a la mesa y cogio el papel doblado. Al abrirlo deseo no haberle gritado a Bill.
Era Helena de pequeña, parecía tener una cinco años, estaba con Ron a lado mientras la abrazaba. Ella tenía la sonrisa que le caracteriza y sus ojos grises tan deslumbrante como siempre. Usaba un vestido verde claro y andaba descalza.
Lo volvió a doblar y parecía tener algo escrito atrás.
« Pequeña leoncita y Ron-Ronny, Marzo 1985 »
— ¿Leo? — hablo Draco a su espalda — pensé que Bill estaba acá.
Leo negó y guardo la fotografía en su bolsillo.
— Tenía cosas que hacer. — hablo él.
Llamo a Kreacher para que le preparé algo ligero.
— Theodore me escribió y..
— No quiero saber nada de él. Rompió con Lyra, es suficiente para que deje de ser mi amigo. — dijo Leo.
— Deberías escucharlo. Aunque sea un minuto. — Draco se sentó al frente de él. — incluso Lyra lo hubiera escuchado.
— Lyra fue estúpida al enamorarse de él. — enterró con fuerza el tenedor en la fruta picada — ¿Algo más que quieras compartir?
— Leo se que eres frío y todo, pero....
— ¿Qué te importa, Draco? — Leo lo miro — prefiero desayunar en mi habitación que estar contigo.
Al salir al mismo tiempo entro Harry. Potter y Malfoy se miraron. Harry de vía peor que Leo, debajo de esos lentes había unas ojeras, todo lo que había trabajado en el Quiddicth lo había perdido en menos de un mes, estaba más delgado de lo normal, su cabello parabas más despeinado de lo normal.
Draco lucia igual solo que no tenía ojeras y su madre lo obligaba a comer dos veces al día por lo menos.
— ¿Hablo? — pregunta Harry.
— Parecía querar tirarme un crucio. — hablo con sarcasmo. — ¿Ella te hablo?
Harry negó. Paso una mano por su cabello.
— Aún no me atrevo a hablarle. No es como hablarle a Lena.
Draco asiente.
— No son como ella. Si lo fueran todo sería más fácil.
— Lo sé. — murmuró Harry.
¡Este fic volvió entre los muertos!
¿Que les pareció?
¿Están llorando? Que pena, aun falta muchos capítulos para la parte feliz *risa malvada*
La relación de Lia y Harry comienza por el plan para de Harry y Draco para que no se estanque cuando ellos están peor.
Mi niña Lia' 😩
Leo, que malcriado.
VOTEN
Y
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