೯ ִ ۫ 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐀 !
𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 SIETE. ᥫ᭡

❛ 007. CONFRONTACIONES. ❜

NARI SE ENCONTRABA EN EL AUTOBÚS A CASA LUEGO DE SU AUDICIÓN, entre aplausos emocionados debido a su voz y reverencias de agradecimiento por su parte, la pequeña había salido del auditorio rumbo a su hogar con las mejillas sonrojadas y los nervios comiéndola viva.

«¿Cómo fui capaz de cantarle?» preguntó en su cabeza al abandonar la escuela, dejando a un Lee Suho perplejo tras ella.

Al llegar a casa, se deslizó hasta el suelo empezando a rodar como una bolita, con su mente recordándole una y otra vez la manera en que había visto al pelinegro mientras cantaba y que, de forma inconsciente, le dedicó una canción.

Por otro lado, Suho, también en su hogar, observaba el broche de flor perteneciente a la pequeña, rememorando su dulce voz, sus tiernos movimientos y la forma en la que se miraron durante la última línea.

Una sonrisa enternecida relució en sus labios y tomó su celular enviando un mensaje, curioso de verla y esta vez, pedirle que se quedara con él un momento, ya que por alguna razón, la linda castaña no podía salir de su cabeza.

príncipe de hielo ❄️:
Tengo algo que darte.
Te espero en la zona de juegos en 10 minutos.

La adolescente se levantó del suelo instantáneamente luego de leer el mensaje del mayor, parpadeando en repetidas ocasiones asegurándose de ver correctamente.

«¿Algo para mi?» pensó extrañada, y con la emoción empezando a aparecer, fue a cambiar su ropa e intentó acomodar su cabello.

Salió de casa notando como varias gotas empezaban a descender del cielo y mientras caminaba por la calle, aceleró su paso hacia donde el chico la estaría esperando.

De pronto, la tormenta comenzó, y al aproximarse al parque tuvo que poner su mano sobre su frente intentando cubrirse el rostro para poder observar con claridad.

-¿Lee Suho? ¿Dónde estás?- preguntó levantando su tono de voz para que el joven pudiera escucharla, durante aquello sintió su ropa empaparse al igual que su cabellera por la fuerte lluvia.

-Yoo Nari.- escuchó su voz llamándola y al darse vuelta, lo miró apresurándose hacia ella, de igual forma, con su vestimenta algo mojada.

-Podrías enfermarte. ¿No tienes un paraguas?- preguntó el mayor retirándose su chaqueta rápidamente y poniéndola sobre los hombros de la pequeña.

Suho la guió hacia una de las casetas de madera sentándola en esta y pasó una de sus manos por la larga melena de la chica.

-Quédate aquí un momento.- musitó el joven antes de correr fuera del lugar.

Nari asintió algo tímida por el hecho de que le había colocado su prenda, la cual estaba cálida y contenía su colonia.

Lee regresó unos minutos más tarde con un vaso de chocolate caliente que había conseguido en una tienda de conveniencia cercana, y durante aquello la lluvia casi había disminuido en su totalidad.

Observó a la joven parada fuera de la caseta,
levemente temblorosa y aún cubierta por su chaqueta.

-Tómalo.- ofreció el vaso una vez estuvo lo suficientemente cerca, Yoo lo aceptó con una sonrisa tomando el recipiente con ambas manos en busca de calor.

-¿Tenías algo para mi?- preguntó Nari curiosamente al terminar de beber un sorbo del chocolate, Suho quiso golpearse al haber olvidado por un momento el porqué la había citado.

-Sí. Esto.- respondió sacando de su bolsillo el broche de la menor, el cual solo había tomado de excusa para poder verla esa noche.

-¡Mi broche! ¿Dónde lo encontraste?-cuestionó aliviada, puesto que lo había estado buscando luego de que su madre le preguntara por él.

-Lo encontré tirado.- mintió sintiéndose avergonzado por sus palabras.

-¿Puedes guardarlo en mi bolsillo?- pidió la fémina, pues sus manos estaban cálidas debido al vaso de chocolate y no deseaba quitarlas de allí.

-Te lo pondré.- murmuró acortando los centímetros que los separaban y colocando el broche en el cabello de Nari.

La adolescente le sonrió sorprendida por sus acciones, mientras sus ojos se hacían pequeñitos y sus mejillas se ruborizaban.

Lee al ver aquello, no dudó en levantar las comisuras de sus labios en una fugaz sonrisa, una que la joven ansiaba que le dedicase, una mirándola sólo a ella.

Ambos estuvieron en su mundo un par de minutos, sin notar que cierto adolescente motociclista, los veía enfadado desde la calle.

೯ ִ ۫ 🖇️ ˑ 𖥻 ִ ۫ ּ ﹗ ˖ ་ 💭

AL DÍA SIGUIENTE DURANTE EL ALMUERZO ESCOLAR, Nari tomaba guarniciones de la barra de alimentos mientras tarareaba signal de twice, y girando su rostro pudo ver a Suho entrar a la cafetería e intercambiar contacto visual con ella.

Apuntó con su dedo hacia su cabello, adornado por el lindo broche de flor, haciéndole saber que lo traía puesto gracias a él y con una sonrisa cómplice fue a sentarse con sus amigas ante la mirada del pelinegro.

Lo siguiente que pudo observar fue a Han Seojun aproximándose amenazante hacia Suho tirando su bandeja del almuerzo, para después acercarse a su mesa y mover la silla junto a la suya sentándose a su lado.

-¿Por qué hiciste eso? ¿Ahora me preguntarás sobre el casco?- cuestionó Nari algo asustada por las acciones de Han.

-No. Vine a comer contigo.- musitó el adolescente de argollas mirándola fijamente.

-¡Han Seojun!- gritó Lee tomando al otro joven por su chaqueta y levantándolo de la silla ante la mirada temerosa de la pequeña.

-¿Qué? ¿No quieres que esté cerca de la pequeña florecita?- provocó Han propinándole un golpe en labio a Lee y antes de que este pudiera devolvérselo, el decano entró en la cafetería obligándolos a separarse.

La joven los observó retirarse del lugar en camino a la sala de profesores y no pudo evitar incomodarse ante las miradas de los alumnos sobre ella.

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LOS COMPAÑEROS DE NARI HABÍAN FORMADO UN CÍRCULO alrededor de su lugar acorralándola por todos lados, asombrados y ansiosos por respuestas, debido a que pensaban que la pelea de ambos dioses de Saebom High School, había sido enteramente, por Yoo.

-Nari, escuché que Suho y Seojun te invitaron a salir. ¿A quién elegirás?- preguntó una curiosa Si Hyun sonriéndole.

-¡Venga! ¡Dinos!- le dijeron en coro emocionados.

-Escuchemos el redoble de tambores.- dijo Taehoon simulando poseer baquetas y haciendo sonidos extraños junto a los demás.

-Tenemos aquí a la divina Yoo Nari, adorable, bonita, inteligente y posible ganadora del concurso de talentos. ¡Les gustas y podrías elegir a cualquiera de los dos!- exclamó el novio de Sooah.

-No es lo que piensan. ¿Por qué les gustaría? Tal vez solo pelearon porque se odian, además no creo ganar, sólo hice la audición.- respondió la castaña incómodamente.

-¡Es suficiente! ¡Creamos lo que Nari dice! ¡Regresen a sus asientos!- ahuyentó Sooah enviándolos a sus lugares.

-Está pasando esto porque eres linda y tienes una voz encantadora, todos lo vimos en la sala grupal de chat. Debe ser agotador.- comentó Choi regresando a sentarse.

-Nani. Ya le devolví el casco a Han Seojun, así que puedes estar tranquila.- murmuró Ju Kyung llamando la atención de la menor dejando una pequeña caricia en su hombro.

-Y te traje esto.- continuó Lim ofreciéndole una leche de banana. -Te la debía desde el otro día, es para animarte.- sonrió dulcemente y Yoo la miró tierna levantándose a abrazarla.

-Gracias, Lim Ju. Eres la mejor.- musitó soltando un pequeño suspiro, aquella muestra de afecto la había hecho muy feliz.

-Tú eres la mejor, nani.- respondió la más alta aún abrazando a su amiga antes de verse mutuamente con un fraternal cariño y reír por los murmullos tiernos del alumnado.

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DESPUÉS DE TERMINADAS LAS CLASES, Nari escuchó que Suho junto a Seojun y sus amigos estarían limpiando el gimnasio, por lo que, preocupada por el primero decidió ir a buscarlo y preguntarle cómo estaba.

Al escuchar gritos desde adentro, permaneció fuera del lugar, puesto que le estremecía quedarse en medio de sus confrontaciones.

-¡Seyeon dijo que creerías en él! Sin siquiera saber que eres un idiota egoísta y de corazón frío.- exclamó Han enfadado.

-...Contaba contigo y fue a verte pero no ocurrió nada bueno. Así que nunca digas su nombre de nuevo.-

Arrepentida de haber escuchado los reclamos de Han sobre el tal Seyeon, prefirió no inmiscuirse entre ellos y dándose cuenta de que Seojun iba saliendo del lugar, la pequeña se escondió en los arbustos queriendo evitarlo.

-Deberías atender tus propios asuntos, florecita.- murmuró Han. La joven se quejó mentalmente ya que la había descubierto.

-Y tú deberías dejar de meterme en sus peleas.- dijo de igual forma saliendo de entre las plantas y comenzando a caminar fuera del instituto.

Pudo escuchar como Seojun le gritaba, sin embargo, hizo caso omiso a lo que le decía y sacó su celular del bolsillo del uniforme para enviarle un mensaje a Suho, durante aquello abrió su leche de banana para beberla.

Nari:
Espero verte en la tienda hoy. :)

Una vez se lo mandó, guardó nuevamente su dispositivo para encaminarse a casa y luego al trabajo.

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-¿Lee Suho ya está aquí?- preguntó la joven curiosamente a su jefe después de que este la enviara a comprar helados para ambos, el hombre solo la vió confundido sin saber de quien hablaba.

-¡Ah! ¡Mi amigo! El de cara indiferente, lindo y que parece salido de un cómic.- describió la pequeña, sintiéndose boba por haber reconocido que era lindo.

-¡Oh, sí! Llegó luego de que saliste por los helados, está atrás.- respondió y la menor sonrió felizmente, dejándole un helado al dueño.

En su camino hacia la parte trasera de la tienda, tomó una botella de jugo de ginseng rojo para obsequiársela al pelinegro, quien sólo había ido a la tienda luego de leer el mensaje de la chica.

-Lee Suho.- llamó su atención parándose a su lado. - Bébelo.- le extendió el jugo antes de sentarse en la silla a un costado del sofá.

-Vi a Seojun irse antes. ¿Limpiaste todo tú solo? No deberías haber dejado que se fuera.- comentó abriendo su helado y sorbiendo un poco de este.

-¿Por qué pelearon como niños pequeños? Todos me molestaron hoy.- contó recordando su incomodidad de la mañana.

-Lo siento.- emitió Lee en voz baja.

-Está bien, solo no peleen frente que mi otra vez.- pidió Yoo mirándolo tranquilamente.

-No sé lo qué sucedió entre ustedes, pero si necesitas hablar con alguien, estaré para ti.- murmuró con una sincera sonrisa.

-...No hay nada que no pueda hacer por el divino Suho.- terminó haciendo énfasis por como lo llamaban en la escuela.

De los labios del mayor salió una diminuta risa al escuchar el apodo.

-¡Oh, te reíste! ¡Nunca te había escuchado reír!- exclamó emocionada.

-¿Divino Suho? Es nuevo en ti.- musitó el joven mirando en otra dirección algo abochornado.

-En la escuela dijeron que tu apodo era Divino Suho, aunque mis apodos son mejores, chico mascarilla.- respondió riendo.

-No me digas chico mascarilla.-

-Entonces, príncipe mascarilla, ¿o de hielo?- guiñó un ojo divertida levantándose de la silla en busca de un cómic, Lee siguiendo sus pasos.

-¿Por qué Han Seojun te llamó florecita?- cuestionó aprovechando el tema de los sobrenombres y poniéndose de pie junto a ella.

-No lo sé, debe ser por mi nombre.- se encogió de hombros restándole importancia y poniéndose de puntitas tomando un cómic de la parte de superior.

Suho se acercó más a la joven al notar que sacaba aquel libro y levantó su brazo impidiendo que el resto de volúmenes cayeran sobre ella.

-¿A tus padres les gustan las flores?- preguntó nuevamente, refiriéndose a su nombre y al broche.

-Sí, a mi papá. Él murió cuando era muy pequeña, pero mamá me contó que me nombraron así porque me decía pequeño lirio.- murmuró nostálgica.

-...No le digas a nadie, no quiero que me vean triste.-

-No se lo diré a nadie.- prometió Suho mientras la fémina volteaba a mirarlo, percatándose de que al hacerlo, sus rostros se acercaron aún más.

-¡Tu labio está lastimado! Eso debe doler.- hizo un puchero llevando su dedo al labio inferior de Lee y rozándolo levemente.

Para ese momento, el corazón del más alto bombeó rápidamente debido a la pequeña, y nuevamente ambos entraron en su mundo, justo como el día anterior.

-No lean cómics para adultos.- advirtió el jefe de Yoo asustándolos y haciendo que se alejaran.

El adolescente dejó de sostener los libros al separarse, por lo que de inmediato, cayeron sobre la chica.

-¡Auch! ¡Mi cabeza!- lloriqueó Nari sobándose mientras Suho la veía con algo de preocupación.

-¿Estás bien?- preguntó el pelinegro volviendo a aproximarse a ella.

-Sí, lo estoy.- respondió riendo al ver a Lee preocupado y el joven se alivió soltando una casi inaudible risa.

La castaña agradeció haber estado cerca y poder escucharlo reír, sorprendiéndose sobre lo fácil que era estar junto a él.

Quizás le agradaba más de lo que creía, e incluso más que sólo un amigo.

Hola amores!! Les gustó? Díganme uwu.

les dije que daría ataques de corazón jsjsk, hoy hubo momentos #suri bien bonitos y el porqué suho tomó su broche! 7u7.

yyy alguien ya se dio cuenta de sus sentimientos? Quién creen que es? o ambos? 👀.

tmb conocimos un poquito del pasado de Nari y porqué solo tiene a su mamá :').

me esforcé mucho en el gráfico final y creo que si se ve real wuuu.

este capítulo está dedicado a xxGirlCherry amo tus comentarios y apodos! Siempre me rio leyéndolos tqm. ♡

siempre pasan la meta por mucho y me llena de felicidad, 140 votos para el próximo bebés, fighting!!

gracias por las +5k vistas y +1k votos!! Los adoro mucho mucho, quiero darles abrazos a todos, nos vemos! ♡ ♡

-Lia.