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𝟐𝟔

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❛Todos juntos.❜
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En medio de la noche, todos los visitantes de la Isla artificial se reunían en un hermoso salón para dichas festividades o reuniones. Los aspirantes a héroes se reunían, sin imaginar el suceso que los acompañaría próximamente. Kailani abrió sus ojos soñolienta. Cabeceó hasta cerrar los ojos unos minutos, pues ella acostumbraba a dormirse siempre temprano para el próximo día tener muchas energías. Acomodó su cabello y dirigió su mirada hasta el celular, tenía varios mensajes de sus compañeros, quienes estaban esperando de manera ansiada a todos para poder irse a la reunión. Varios héroes profesionales esperaban, entre ellos el símbolo de la paz y su fiel amigo de Estados Unidos, David. En la habitación del lujoso hotel, las luces de la habitación estaban apagadas, pues su compañero, ahora pareja había partido de manera puntual al punto de encuentro, siendo uno de los primeros en llegar. Paciente esperaba a los demás, Shoto portaba un atuendo bastante elegante que su padre había cotizado solamente para él. El joven tenía un aroma demasiado varonil, con las manos en sus bolsillos veía a los demás llegar.

Estaba ahí, pacientemente esperando a que su chica llegara. Ansiaba por verla vestida de una manera formal. Él se veía bastante sereno y tranquilo. De por si, Shoto es un adolescente bastante educado, aunque con un carácter prepotente. Sus compañeros le veían con curiosidad, pues viéndose serio, podían ellos destacar que se veía demasiado tenso. Shoto no se había vinculado con nadie cuando niño, ni siquiera con sus propios hermanos y era por eso que no podía ser capaz de recordar a su fenecido hermano mayor. El hecho de tener amigos y ahora incluso una novia, parecía un sueño demasiado lejano, pero lo llevaba con calma aunque sus hormonas parecían revoltosas, quería ir de espacio y entender no solo cada parte de su sentimiento, si no, lo que debía tratarse en una relación formal. Bajo la mirada, sacando su celular. La foto que había de fondo de pantalla alumbraba demasiado sus ojos. Ella era la única chica que lo hacía deslumbrar, era la única. Kailani fue la única en entrar a su corazón. Desde su perspectiva tan dañada y abusiva, jamás creyó ser capaz de acercarse a una chica y ahora que sentía la confianza, no habría manera de dejarla ir.

—Es una linda foto.—Shoto levantó la mirada, observando a su compañero y delegado aún lado de él, sonriéndole animado.

—Si. Yo la tome.—respondió Shoto, algo orgulloso de eso mediante sus palabras tan frías, pero no había actitud, él era así.

—Todoroki, como delegado y compañero estoy orgulloso de cómo has cambiado. Desde lo ocurrido en Hosū, estoy agradecido contigo.—indicó Iida, aún lado suyo con un atuendo igual de elegante.

—Entendí que también pasabas por una situación familiar y se lo abrumadoras que pueden ser. No te preocupes, Iida.—esbozó Shoto, queriendo que no hubiera una deuda entre ellos.

—¡En verdad lo lamento!—se giraron para mirar hacia adelante, tanto él como Iida, Kaminari y Mineta observaron a Midoriya adentrarse al punto de encuentro.—Chicos, ¿y los demás?—se preguntó.

—Aún no llegan.—aclaró Iida.—¿Acaso la puntualidad no significa nada para ti?—le pregunté, en desacuerdo con la puntualidad la puerta del ascensor volvió abrirse.

—Perdón. Se nos hizo un poco tarde.—excuso Uraraka, vestida de una manera formar y rosada que resaltaba sus mejillas.

—Si, perdón por el retraso. Jiro está cohibida.—añadió Yaoyorozu, con un alargado traje verde, ocultaba atrás suyo a una Jiro demasiado apenada.

—Uraraka, pensé que vendrías con Kai.—comentó Todoroki, acercándose a su compañera quien se refugio aún lado de Midoriya.

—Oh, Nakamura dijo que nos alcanzaría.—respondió ella, un poco dudosa de eso, observó a Todoroki levantar su celular.

—¿Crees que debería llamarla?—se preguntó él, de igual forma se colocó dudoso, mirando la foto que había en el fondo de inicio de su celular.

—¡Los alcance, que bueno que estén aquí!—todos los demás desviaron su atención hacia Melissa, quien se adentró como toda una cautivadora chica ante los demás, halagándola por montón.

—Ni Nakamura, Kirishima y Bakugo contestan sus teléfonos. Seguramente no vendrán a la fiesta.—indicó Iida, bajando su celular para ver a los demás.

—Dudo mucho eso de Nakamura, pasamos mucho trabajo arreglándole su cabello. Lucía como una princesa, de sólo verla declararás tu amor hacia ella.—justificó Jiro, acercándose a Todoroki, quien con las manos en sus bolsillos la miró.

—Ya lo hice en la tarde.—afirmó, todos abrieron sus ojos grandemente ante la impresión de sus palabras tan sinceras, frío y rudo, pero sincero.

—¡No puede ser!—Mineta golpeó de manera ofensiva a Kaminari en la espinilla de su pierna, haciendo que este exhalara un grito ahogado.

—¡Felicidades Todoroki, pienso que tú y Nakamura se complementan el uno al otro!—opino Kaminari, palmeando la espalda de su compañero con emoción y sonrojo.

—Si, me alegra mucho saber que es oficial.—añadió Midoriya, acercándose para sonreírle, se veía la emoción en sus ojos verdosos hasta que oyeron esa alarma eliminar toda la alegría.

Este es un anuncio del sistema de seguridad de la isla I. Nos notificaron sobre un explosivo encontrado en algún lugar de la I-Expo. La isla I se encuentra en modo de alerta, su seguridad es la prioridad, residentes y turistas, favor de regresar a sus habitaciones en este momento.—se oyó, por cada rincón de aquella isla.

Ninguno de ellos sabía que realmente había una amenaza en el salón de fiestas, donde todos los héroes profesionales e invitados de la expedición estaban siendo acorralados por una cantidad desagradable de villanos. El símbolo de la paz se vio amenazado, como todos los que yacían ahí. En las afueras, los residentes y turistas se dirigían hasta sus lugares seguros, los hoteles volvían a recibirlos con calma, mientras que en la recepción, donde se encontraban esos alumnos pertenecientes a la UA veían como las ventanas amplias se cerraban para proporcionarles seguridad. Nadie se podía mover. Ni siquiera el símbolo de la paz, amenazado se contuvo en el suelo por la seguridad de los demás héroes quienes veían con furor. No había señal. Todos empezaron a preocuparse, los chicos, mirándose entre sí optaron por ir al salón de fiesta. Todo empezó a volverse un caos, más aún cuando se acercaron al salón de fiestas para ver lo que estaba sucediendo. Se formalizaban, creando un plan cuando descubrieron la retención de los héroes por los villanos.

—Listo. Ya puedes hablar con nosotros.—musitó Midoriya desde la segunda planta, haciéndole unas señales a All Might cuando Jiro interceptó el lugar con sus auriculares.

—Pongan atención. Unos villanos tomaron la torre, tienen el control del sistema de seguridad. En este momento tienen a todos en la Isla como rehenes, eso incluye a los héroes que están en la fiesta. Es peligroso, váyanse aquí en cuanto puedan.—hablaba All Might, en un tono bajo.

—Esto está muy mal.—opinó Jiro, mirando como Midoriya analizaba la abrumadora situación.

—Todoroki.—el joven llamado se giró, observando a su compañero acercarse, Iida le mostraba su celular sin señal.

—Si, yo tampoco puedo comunicarme con ella. Maldición.—entre dientes hablo, notando la falla del sistema y como no podía hacer llamada.

—¿Sin señal?—se cuestionó Kai, deteniéndose en seco, aquel pasillo era estrecho y ella no sabía dónde estaba, se había perdido.

Maldijo por lo bajo, guardando su celular para continuar caminando. Sus tacones resonaban, aquellos de color blanco que se entrelazaban con cintas en sus tobillos. A diferencia de sus compañeras, su traje no fue hecho por Momo Yaoyorozu, si no que también como Shoto, el segundo mejor héroe le había dado un vestido en su talla, específicamente para ella. No iba en par con el atuendo elegante de su hijo, pero si iba en la par con ella, haciendo destellar más sus ojos. Aunque para ser una chica que cargará con dones vinculados con el color azul, el color favorito de Kai no era ese, solo que le parecía un color que la definía más. Los tacones empezaron a molestarle, pero sería imprudente quitarlos antes de llegar a la reunión. Sin imaginar que la mayoría de los héroes estaban amarrados y que una pequeña asociación de villanos se encontraba merodeando todo el lugar. Sus compañeros procedían en avanzar con su plan de restaurar todo el sistema de seguridad. No tenían permiso para usar sus dones, pero necesitaban liberar a los héroes o estarían acabados.

Por el pasillo se oían voces, por lo que Kai avanzó más. Para su sorpresa, la presencia de sus dos compañeros en aquel pasillo la hicieron sin duda sentirse aliviada. Ellos no tardaron en reconocerla, pero tanto Kirishima como Bakugo se detuvieron en seco, más aún, el de ojos rojizos y cabello rubio puntiagudo parecía estar viendo algo irreal. La ha visto vestida con su uniforme de la academia, con él de educación física y también con su traje de héroe, pero jamás la había visto en un traje, ni tampoco reluciendo de una manera tan bonita como ahora. Se quedó con las manos en el bolsillos, su semblante estaba neutral y sin poder ocultar la manera en que ella lo había cautivado. Para él, esas emociones eran estúpidas e innecesarias, pero no pudo evitar apreciar el hecho de que su compañera realmente se veía demasiado bonita en esa faceta. No sabía si era el cruel destino que quería amargarle la noche, o buscaba una manera de hacer que Bakugo no se olvidara de lo que sentía, odiaba el hecho de que fuera así, era un estorbo. Ella sin embargo no pareció ver lo que ocultaba su expresión, pero Kirishima de reojo notó solamente la tensión y lo supo.

—Chicos, que alivio.—musitó Kai, rompiendo el hielo para verlos también en sus trajes de gala.—Me he perdido y no tengo señal.—indicó ella.

—Nosotros también.—comentó Kirishima, acercándose a Kai rápidamente ante la situación.

—Yo no me perdí. Ustedes se perdieron, yo ni siquiera quería venir.—masculló Bakugo, pasando por el lado de ellos para continuar caminando.

—Oye Bakugo cálmate, deberíamos buscar una manera de salir.—indicó Kirishima, conjunto a Kai, se encaminaron detrás de él.

—Idiota mira adelante. Hay una puerta abierta.—masculló Bakugo, señalando hacia una que los enviaría a un hibernado.

—Bien, salgamos de aquí e intentemos comunicarnos con los demás.—comentó Kirishima, mientras que Bakugo se giró para observar a su compañera detrás de él, caminaba con incomodidad.

—Quítatelos. Yo te sostengo en mi espalda si no quieres ensuciarte los pies.—ella se detuvo en seco, aunque dudo en hacerlo, se quitó los tacones y se acercó a él.—Y deja de temblar, gallina albina.—pidió cuando ella dio un leve brinco, sujetándose de su espalda.

—Es que, algo anda mal.—musitó ella, llevando sus manos alrededor del cuello de Bakugo, Kirishima se giró y los observó detenidamente.

—Chicos, hay alguien ahí.—Kirishima se detuvo aún lado de Bakugo cuando la presencia imponente de dos hombres se les atravesó por el camino.

—¡Los encontramos niños!—anunció aquel hombre, de un aspecto malévolo y con un atuendo igual, Bakugo se detuvo y bajo a su compañera de la espalda, deteniéndola atrás suyo mientras sostenía sus tacones.

—¡Oye! ¿A quién le estás diciendo niño?—le cuestiono Bakugo, quedándose frente a Kai quien asintió ante su leve predicción, algo estaba mal.

—No saldrán vivos de aquí. Menos con esa muñeca que escondes atrás.—esbozó uno de esos hombres, mientras que Kai se mantuvo oculta detrás de Bakugo, en los arbustos sus compañeros observaban luego de haberse abierto camino por ese lugar.

—Me encargare de estos dos. Lárgate con el camarón de mar.—Kai rodeó sus ojos ante el insulto de Bakugo, quien imponente se adelantó hacia los hombres para así ser detenido por Kirishima.

—Perdón, es que nos perdimos mientras buscábamos la fiesta. ¿Nos puede decir cómo llevar a la recepción, por favor?—se preguntó Kirishima.

—Todoroki, cálmate.—pidió Iida cuando ocultó detrás de esos arbustos con sus compañeros, notó la casi impulsiva decisión de Todoroki en moverse.

Sintió algo tan profundo en su interior, que leves capas de llamas sobresalieron de su lado izquierdo. La mirada fija de su delegado le hizo volver a la realidad. Ver a Katsuki estar frente a su chica, protegiéndola era algo que Shoto debía agradecer, pero ante la tensión que han tenido los tres anteriormente, una ola de celos lo alcanzó por completo cuando la mano de Katsuki se posicionó en el costado de Kailani, manteniéndola atrás de una manera protectora cuando esas personas se toparon frente a ellos. Quería salir y ser él quien la protegiera. Y mientras sentía eso, sintió otra cosa más cuando la vio ahí postrada. Se veía diferente, jamás había visto a Kailani vestida con un traje y con su cabello tan ondulado. Había volumen y aquel flequillo en su frente le hacía ver bastante tierna, más aún con ese labial de brillantina en sus labios carnosos. Tenía que admitir en medio de esos celos que su chica se veía bastante bonita y juvenil, no podía esperar a ver cómo los años le caían encima aún lado de ella, era lo único que quería Shoto. Apretó sus nudillos. Su madre no le dijo cómo lidiar con un sentimiento de celos, necesitaba controlarse, porque estallaría en llamas próximamente si no lo hacía.

—¡No mientas maldito!—abrieron sus ojos cuando aquel hombre soltó una ráfaga de viento ante los compañeros descubiertos, una capa de hielo interrumpió el ataque dirigido a ellos, dejándolos también el descubierto.

—Esto lo hizo...

—Shoto.—llamó Kai con emoción, para así relajar la tensión de sus músculos cuando lo vio a él como a sus demás compañeros, aclamando por su presencia.

—Nosotros los detendremos aquí. ¡Busquen una manera de llegar hasta arriba!—Todoroki plasmó su mano derecha en el hielo, haciendo una levadura que elevó a los demás presentes hasta el piso donde habitaba una puerta para poder escapar del lugar.—¡No deben preocuparse, iremos con ustedes en cuanto terminemos!—anuncio, calmando la inseguridad de sus compañeros.

—¡Todoroki! ¿Qué está pasando?—se preguntó Kirishima, acercándose a él al igual que Kai.

—¿No escucharon el mensaje de alerta? No importa. Algunos villanos tomaron el control de la torre.—anunciaba, siendo cuestionado por Bakugo, los villanos agujereaban el hielo,

—¡Olviden eso, tenemos que combatir, aunque no tengamos licencia, no podemos dejar que alcancen a los demás!—opinó Kai, para así colocarse aún lado de Todoroki quien la miró de reojo.

—Luces bien.—admitió, poniendo en posición para contraatacar a los oponentes, para así Bakugo marcar su fruncido y apretar sus dientes.

—¡Deja de halagarla y sácala de aquí!—pidió el rubio, agitado ante visualizar como Todoroki había mantenido a Kai en ese lugar.

—No te entrometas Bakugo. Yo cuento con ella, la protegeré.—mascullo Todoroki, la tensión se volvió tan grande que ambos casi chocaban con sus frentes.

—¡Claro! ¿Y andaba sola por ahí? ¡Sácala de aquí, maldito mitad y mitad, o te juro que acabaré contigo si algo le pasa!—las detonaciones de Bakugo se presentaron, Kirishima y Kai intercambiaron miradas cuando la furia de Shoto sobresalió.

—Estoy dispuesto a quemarme en el mismo infierno por ella si es necesario. ¡No me la vas arrebatar, Kacchan!—le grito, alarmando a Kai cuando Todoroki se encaminó hacia Bakugo, casi encendiendo sus llamas.

—Shoto, ¡basta!—pidió ella, sosteniéndose del brazo izquierdo para sujetar el leve calor que quemó su palma, haciendo que Todoroki la empujara cuando noto que la lastimaría.

—¡Infeliz, no la empujes!—acuso Bakugo, siendo sostenido por Kirishima cuando Todoroki apenado miró las palmas rojizas de Kai.

—Shoto, estoy bien.—le dijo rápidamente cuando vio el rostro de su amor, notándolo tenso e incluso apenado, Kai no tardó en asegurar su bienestar que aún así, lo preocupó.

—Chicos, se que esto es importante, ¡pero aún no terminamos!—anunció Kirishima, mirando con horror a los inmóviles villanos.

—¡Que infantiles, peleando por una chica! ¡Como quieren pelear, vengan aquí!—uno de los villanos se transformó en una enorme bestia violeta, para así Todoroki presentar unas levaduras de hielo que rompió bruscamente.

—¡Ya jugare contigo nena y si gano, te llevaré conmigo!—Kai quedó separada de los demás chicos, la bestia violeta retenía a Todoroki, como a Bakugo ambos golpearon su espalda y veían.

—¿Qué te pasa idiota? Yo no soy ningún trofeo, pervertido.—Kai impuso sus manos fuertemente, creando una onda de agua helada que se rompió por la ráfaga de vientos de aquel hombre.

—¡Que mal! ¡Entonces, acabaré contigo!—anuncio, lanzando una ráfaga de viento que Kai esquivo cuando la mano de Todoroki se plasmó en el suelo, elevándola en el hielo.

Los demás corrían por los pasillos. Tenían que encontrar el sistema de seguridad, liberarían a los héroes y podían darle batalla a los villanos. Kai saltó de la levadura de hielo, un azote de agua irrumpió la ráfaga de viento del hombre que iba tras de ella. Las detonaciones de Bakugo se hicieron presente, era como una competencia de quien podía protegerla mejor, porque Todoroki tampoco se quedaba atrás, pero era eso lo que no veían, ella no necesitaba que alguien la protegiera. Corrió rápidamente por el suelo frío, aquel hombre buscaba una manera de contraatacarla, pero cambió de posición y la bestia violeta iba tras de ella. Ella corrió hacia la pared, donde se elevó con su agua helada para verlo chocar contra esta. Tenía tanta adrenalina que no pensaba en nada, se giró en el aire y cayó al suelo, con una gran posición heroica que le dio gran estilo al caer. Una gran fuente de agua lo acorraló, se le metió por la garganta y empezó a quedarse sin aire, por lo que aprovecho para congelar todo su cuerpo cuando parecía empezar a quedar inconsciente. Con su respiración agitada, sonrió y miró a los demás.

—¿Y bien? ¿Como lo hice?—se preguntó ella, para así ver a los tres chicos ilesos frente a ella y como sus ropas se veían rasgadas.

—Que arrogante. Te tocó el más fácil, gallina albina.—masculló Bakugo, dándole la espalda cuando Todoroki se acercó a ella.

—Bueno. Vayamos por los demás.—indicó Todoroki, incitando a que su chica caminara adelante de él para protegerle la espalda, mirando de reojo a Bakugo; aún la tensión seguía.

—Esperen.—Kai estrechó ambas de sus manos, deteniéndose frente a los chicos ante la presencia de varios robots enfrente.

—Y así quiere protegerla. Dejándola enfrente para que nos proteja, patético.—esbozo Bakugo, Kai frunció su ceño y respiro gruesamente.

Kai se desprendió de ambos chicos, sobresaliendo entre medio de ellos para crear una barrera de hielo que acabaría congelando a la primera línea de robots. Estaba molesta. No solo por la intervención de esos villanos que habían dañado su noche, si no por el comportamiento infantil que los dos jovenes detrás de ella demostraron. Esta situación no era un juego, menos una competencia, necesitaban salir de este lugar. Ya habían pasado experiencias con villanos, debían de tener una manera más estratégica y lógica para ganar. Su palma y la de Shoto se cruzaron, una bruma de hielo se hizo más extensa y grande, fue tan potente que quebró el piso de arriba, como también la entrada por donde venían los robots. Jamás habían hecho algo así, había sido improvisado, pero salió bastante bien, hasta que sintió sus energías por el piso. Si bien, no había utilizado su don izquierdo desde que su madre había desaparecido. Estaba atado a las emociones, pero no era algo de lo que ella quería depender. Necesitaba sus dos dones, porque nacieron con ella. Kai abrió y entrecerró los ojos, hasta caer rendida y desmayada en los brazos de Shoto, quien la trasladó hasta el hombro.

—Se desmayó. Estará bien, avancemos. ¡Ahora!—insistió Shoto, acomodando a Kai para colocarla boca abajo sobre su hombro, cubriéndola.

—Deja de darme órdenes, mitad y mitad.—pidió Bakugo, siguiendo a Todoroki quien tomaba la delantera mientras sus manos yacían en la espalda baja de Kai, corriendo.

—¿Por qué se desmaya? ¡Estaba siendo más útil que ustedes dos infantiles!—acuso Kirishima, corriendo detrás de sus compañeros para llegar al lugar acordado con los demás.

—¡Si la hubiera enviado con los demás no habría terminado así!—exclamó Bakugo, adelantándose con su don, pero Todoroki no respondió, solo se acercaba más a donde estaban sus amigos.

—¡Ahí están!—señaló Kirishima, por lo que conjunto a Todoroki avanzó, visualizando cómo Bakugo detonaba los robots.

—¡Kai!—llamó Uraraka, sosteniendo a Kai cuando Todoroki se presentó ante ella, entregándosela.

—Se desmayo. Utilizó demasiada energía para ayudarnos, pero buen trabajo, ¡nosotros detendremos estas cosas!—artículo Todoroki, implantando su hielo de una manera más potente en el suelo.

Con la falta de sintonía entre él y Bakugo, ambos se vieron obligados a trabajar para que así, Midoriya y Melissa, quienes sostenían el don de Uraraka pudieran llegar hasta la torre de seguridad. El fuego sobrepasó por todo su brazo izquierdo, haciendo cenizas la tela de su camiseta y dejando al descubierto su costado. Se veía imponente, tanto que lucía más atractivo. Era por su manera de ser. Porque Shoto no era para nada extrovertido, siempre, desde que Kailani lo conoce ha sido distante y reservado con sus emociones, las cuales le había sido incapaz de reconocer hasta que la conoció. Ella lo miró con detenimiento, en medio de su inconsciencia. Ese mismo chico que la abrazaba, besaba y acariciaba en los momentos donde lo necesitaba peleaba de una manera feroz. No solo era un recomendado por ser hijo del héroe número dos, era un recomendado porque sabía combatir y tomar decisiones en los momentos más turbios. Estar aún lado de un chico así para ella era gloria en su paladar, porque aprendería mucho más y el orgullo de verlo ahí, defendiendo a los compañeros que trataba como estorbo, era confortador.

—Tengo que ayudarlos.—esbozó Kai, casi rendida se levantó del suelo donde Uraraka la dejó para protegerla con los demás y así, esbozó una gran cantidad de agua que se esparció entre los robots, quitándole la energía y electrocutándolos.

—¡Bien!—exclamó Kirishima, girándose para así ver a Kai levantar su mirada cuando su compañero bicolor se dirigió a ella para levantarla.

—¿Qué pasó?—se preguntó Uraraka, mirando a los demás robots apagarse, lo lograron, Melissa pudo recomponer el sistema de seguridad.

—Usaste tu don.—indicó Kai, acariciando el brazo desnudó de Shoto, para así él aferrarla a él con gran fuerza y desespero.

—¡Chicos, andando!—exclamó Kirishima, alentando a los demás para caminar detrás de él, pero Todoroki y Kai se quedaron inmóviles en su lugar.

—Lo lamento.—se excusó, acariciando las palmas de la mano de Kai.—No quería hacerte daño.—indicó, sin soportar la idea de que lo hizo.

—No me hiciste daño. Deja de preocuparte tanto por eso.—pidió Kai, para ver cómo él aún así no desistía de su pensamiento.

—No puedo.—denegó para apretar sus labios.—Te veías tan hermosa que no pude evitar sentir celos cuando te vi con él.—añadió.

—¿Por eso estabas tan molesto?—le preguntó Kai, mirándolo con detenimiento.—Dímelo, por favor.—insistió, con una leve risa.

—Tenía miedo.—afirmó él, mirándola con él mismo detenimiento.—No quiero perderte Kai.—indicó, haciéndola suspirar.

—Eres la única persona que quiero a mi lado.—expresó ella cuando colocó sus manos en las mejillas de él.—Tú. Solamente tú.—afirmó, buscando aliviar aquella tensión.

—¿Siempre?—le preguntó, se detuvo en el azul de su mirada para ver cómo ella asentía y darle ese alivio, por lo que la abrazó.

—Siempre serás tú.—reafirmo con sus mejillas sonrojadas para también abrazarlo.—Pero, hay que irnos.—indicó ella, por lo que él la tomó de la mano para avanzar hacia los demás.

No tardaron en correr por aquellos pasillos. Había sangre en el suelo y eso los desespero más. Por primera vez estaban trabajando juntos, no era como en la USJ, estaban trabajando de verdad con un apego. La sintonía de ambos fue suficiente para adentrarse al campo de batalla con los demás, queriendo defender al símbolo de la paz y también a su compañero, Izuku. Una feroz e imponente presencia del villano que acechaba al héroe número uno, fue irrumpido por los alumnos de la UA y su manera tan determinada de poder combatir. Fuego. Hielo. Electricidad, todo aquellos que se podía utilizar, lo utilizaron. Con sus manos derechas pegadas, crearon una gran capa de hielo, incapaz de ser destruida. Ambos se asintieron, querían ayudar, tenían que detener este gran bullicio. Porque ellos iban a detener a ese villano, no podían dejar que All Might cayera, menos esta gran isla. Por más cansados que estuvieran, seguirían.

—¡Por mis alumnos tan motivados, no puedo dejar que esto me detenga, necesito superar mis límites e ir más allá!—exclama All Might, intentando de llegar hacia el villano.—¡Ha llegado el momento de PLUS ULTRA!—con una llama de valentía y fuerza, continuó contraatacando.

—¡No se detengan!—pidió Kai, cubriéndose de la ráfaga de viento por la fuerte potencia del héroe número uno, aquel que era retenido por el mal.

—¡Kai, tu cuerpo!—señalaba Todoroki, notando como sus brazos empezaban a congelarse y gotas de agua sobresalían por montón.

No quería depender solo de su don derecho, no quería. Así que sintió algo diferente con tanto que se guardaba, si ella podía convertir las mitades de sus cuerpo en un escudo con el don que yacía ahí, podía hacer una cosa más. No quería que su cuerpo estuviera divido en dos, no iba con ella, no era lo que quería. Su cabello levito con la bruma fría, su brazo empezó a congelarse al igual que de su boca conjuntó la respiración blancuzca. Se concentró tanto, que pareció el tiempo detenerse en ella, como cada uno de sus compañeros cuando la presenciaron. Sus pies descalzos pisaron el frío suelo, levantó su mano derecha y miró directamente hasta donde estaba todo el combate. Ya había lanzado ondas de hielo, así como lo había hecho Shoto, pero Kai probaba los límites de su propio poder y ella se sorprendió cuando sus dos manos por primera vez, emergieron una gran presión de agua helada que aterrizó contra el villano para cegarlo y atarlo por un momento. El bullicio de sus compañeros inició, Shoto se quedó atónico. Mostró la sorpresa en sus ojos cuando la vio utilizar un solo don en ambas manos, Kai había tomado el control total de su don, dejando atrás las emociones por un momento. Porque ella quería ayudar.

—Este es mi don.—musitó ella, reconociendo la utilidad del poder que yacía en su ser.—Agua helada.—articulo, exhalando aire para así casi desvanecer, cayendo en los brazos de Shoto quien la miró con detenimiento.

—Y es el más increíble.—comentó, sosteniéndola para así ella sonreírle y mirar hacia arriba, donde la pelea concluía en una victoria para los héroes, para los amigos y la familia.

Fue simplemente increíble. Quedarse ahí detenida para ver cómo el símbolo de la paz tomaba una gran ventaja por su leve ayuda, más aún cuando Izuku se unió, todos miraron la sintonía de ambos y la manera tab determinada en cómo avanzaban contra el mal. La albina sonrió, sonrió hasta mostrar su dentadura por la emoción de ver a su amigo, aquel que le había dado la mano desde el principio unir su puño con el del hombre que él más admiraba, hasta destruir en una gran potencia de energía al villano que había causado tanto revuelo. La iluminación los cegó por un momento. Pero aún así, los alumnos de la UA alentaron a que continuaran su pelea, animándolos. Tenían que salvar a una familia. Tenían que devolverle a Melissa la compañía de su padre y la seguridad de este. Los azulados ojos de Kai brillaban con la gran adrenalina y esperanza en su corazón. Aferrada a Shoto, juro no haber vivido un momento tan abrumador y emotivo como ese día. Hasta que llegó el peor día de su vida, cuando lograron salvar a la isla artificial y volvieron para el campamento. Todo lo que algún día sintió como esperanza, se volvió lo opuesto a todo lo que vivió.

—Aquí estás.—lejos de esa Isla, en aquel sótano resplandeciendo con la luz amarillenta, esos pasos hicieron girar al joven de cabello negro y ojos azulados, algo de caídos.—Así que hablaste con Shoto Todoroki hace unos días cuando encontraste a tu hermana. ¿No es así?—le preguntó Dabi, aquel hombre con la manipulación de llamas azules ardientes le miró con sus ojos turquesa.

—Si.—afirmó Naoto, dejando el trago aún lado para ver la sonrisa burlona de su amigo, quien se mantuvo cruzado de brazos, mostrando su piel artificial por las quemaduras que sufrió.—Están juntos.—artículo de manera fría, oyendo una risa burlona y baja de aquel alto joven, un año mayor que él.

—Cuando se enteren de la verdad, ¿querrán estarlo?—se cuestionó, acercándose a la encimera del bar.

—¿Por qué no?—le preguntó Naoto, girándose para ver aquellos ojos turquesas fundirse en la maldad de su pasado abrumador.

—Porque el fuego y el hielo no nacieron para estar juntos.—respondió Dabi, aislándose fríamente.—Y quítate ese brazalete. Ya han pasado años.—masculló, para así Naoto bajar la cabeza y mirar el hilo rojo envuelto en su muñeca.

—Nadie decide nada. Por eso el destino los volvió unir, a pesar que nos costó tanto separarlos.—musitó Naoto en un tono bajo.—Hikari y Enji.—pronunció.

➥Fake screenshot de Kai en el capítulo de hoy. Usando su don, agua helada.

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Próximo capítulo: ¿Cual es nuestro origen Shoto Todoroki?

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