𝟐𝟑
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❛Los exámenes.❜
OMNISCIENTE
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Las semanas siguieron pasando. Para Kai, se sentían como espinas crecientes en todo su cuerpo. Había estado estudiando para el examen escrito, dudaba que saliera mal, pues se había esforzado a pesar de tantos sentimientos que rodeaban todo su juicio. Había estado evadiendo cómo se sentía, incluso sus compañeros y profesores lograron notar una diferencia en ella. Dejo de peinarse, manteniendo su cabello suelto. Y pasaba toda la noche despierta, mirando las noticias. Su amigo, Izuku se percataba que en las mañanas, Kai se levantaba más temprano para ir a su casa aún lado, creyendo que en algún momento su madre volvería al condominio. Pero no ha vuelto, desde lo ocurrido en Hosū. Aún hablaban sobre eso en los reportajes, los títulos de los periódicos enmarcaban la desaparición de la profesional. En la academia, su clase había sido anulada, por lo que los chicos empezaron a salir un poco más temprano.
Fueron tres días de los exámenes escritos. El día del examen práctico llego, la mayoría estaban ansiosos por saber cómo sería este, pues daría una entrada al campamento de verano por el que todos añoraban ir. Sin embargo, la joven chica de cabello blancuzco y mechones negros parecía no estar impresionada. Colocó encima de ella aquel traje que el segundo mejor héroe realizó para su beneficio. Decidió por fin levantar su cabello despeinado para peinarlo en una coleta bastante alta, dejando las ondas al final de sus puntas. Kai era una chica bastante bonita, con sus facciones faciales demasiado afinadas, tanto la nariz como el mentón. Aunque sus ojos eran decaídos y parecían siempre estar triste, sus largas pestañas resaltaban tanto como el rosado de sus labios. Sus piernas eran largas, pero ella no era tan alta. Lo que no sabía, es que el joven que portaba dls poderes incontables, estaba enamorando de ella por su manera tan serena de ser. Él se colocó a su lado en la fila de compañeros que esperaban el comienzo de los esperados exámenes.
—De acuerdo, ahora empezaremos el examen práctico.—anunció el profesor Aizawa, conjunto a los demás profesores.—Obviamente, es posible reprobar este examen. Si quieren ir al campamento, no comentan errores estúpidos.—añadió con esa "sutilidad".
—Hay muchos profesores aquí.—musitó Jiro, siendo observada por Yaoyoruzo, si, habían demasiados profesores.
—Espero que busquen información con anticipación. E imagino que saben lo que vamos hacer.—indagó el profesor Aizawa, mirando a sus estudiantes precipitarse.
—¡Para nada, no pelearán con robots! ¡Por varias razones el examen final será distinto esta vez!—anunció el director Nezu, encima del hombro del profesor Aizawa.—Desde ahora nos concentraremos en trabajo y combate de héroes para enseñarles cómo es una pelea real, y puedan estar preparados. ¡Eso significa que formarán equipos de dos o tres y pelearán juntos contra uno de sus profesores en una batalla real! ¿No es eso grandioso?—se preguntó el director, creando furor en los alumnos.
—Además, las parejas y contra quien pelearán ya fue decidido. Los elegí yo mismo basado en varios factores, incluyendo estilo de peleas, botas y relaciones personales.—indagó Aizawa, mirando a sus alumnos.—Primero, Todoroki y y Yaoyoruzo harán equipo contra mi.—la ceja blancuzca de Kai se levantó ante el nombramiento, mirando de reojo como ella y Yaoyorozu se miraron de manera tensa, quedando el joven bicolor entre medio de ambas.—Midoriya, Nakamura y Bakugo serán el único equipo de tres. Y su oponente será...
—Su oponente, ¡seré yo!—la brea se removió y la tierra se levantó cuando el símbolo de la paz llegó de la nada, apareciendo frente a sus estudiantes y dirigiéndose hacia los tres mencionados.
—¿Pelearemos contra All Might?—se cuestionaron los tres, mirando abrumados a su símbolo, aquel que los guiaba en la oscuridad desde que eran unos niños.
—Tendrán que trabajar muy bien juntos si quieren vencerme.—comentó All Might, cerrando sus nudillos para mostrar su dentadura orgulloso, su fuerza sobrepasaría la de sus alumnos, eso no estaba en duda.
—¡Ahora, anunciaremos todos los equipos y los profesores a los que se enfrentarán!—irrumpió el director Nezu, interponiéndose delante de todos los profesores.—¡El tiempo límite de su examen es de diez minutos, su objetivo es ponerle estas esposas a su profesor o que uno de ustedes se escape del área!—detallo, mirando a los alumnos mirarse entre sí.
Los exámenes serían parecido a una batalla real, por lo que los alumnos se vieron algo inseguros ante presentar un combate contra los profesores. Aunque estos tendrían algo de ventaja, pues los profesores tenían pesas de su poder que se las haría disminuir para que su combate fuera más eficaz, ante ellos tener más experiencia en sus brutales dones. Pues, cargarían con la mitad de su propio peso. También, era para que consideraran enfrentarlos, al menos eso pensaba Katsuki Bakugo, conjunto a una callada Kailani, quien oía con atención lo que sus profesores detallaban. Tenían que pensar en los profesores como si fueran villanos. Sería pelear, o huir, era una toma de decisiones bastante importantes para los alumnos. Pero, saber que haría equipo con dos personas que eran polos opuestos, la hacía sentir estresada. De solo mirarlos, uno al lado del otro, afirmaba la desigualdad de ambos. Trabajar con ellos sería una asignatura muy ardua, más para Kai. Los equipos serían presentados en órdenes, con el escenario preparado para ellos.
—Los que esperan su turno pueden ver el combate o pensar en estrategias como equipos. Ustedes deciden.—detalló el profesor Aizawa, dándole la espalda a sus alumnos como los demás, quienes partían.
—Todoroki, ¿crees que podamos hablar?—Kai se giró, observando cómo Yaoyoruzo se acercó a Todoroki, quien la miró detenidamente.
—Si.—afirmó él, con algo de frialdad por su acostumbrado tono de voz, antes de partir hubo una tensión compartida entre él y Bakugo, quienes se miraron entre sí.
—¿Qué miras mitad y mitad?—se cuestionó impulsivamente Bakugo cuando Todoroki pasó por el lado de él, sin bajarle la mirada.
—Buena suerte.—musitó Todoroki, mirando a Kai, quien dio un asentimiento de cabeza para ver amargamente cómo él se iba, mientras estaban en la escuela, trataban de no distraerse con lo que sentían.
—Esto no va funcionar.—opinó Kai, mirando como Bakugo le dio la espalda a ella y a Midoriya.—Tendremos que contar con nuestras experiencias. Un plan de dos no funcionará.—artículo ella, mirando a Midoriya.
—¿Vemos los combates?—se preguntó él, luego de un intento fallido de detener a su compañero, aquel bravucón que venía con un patrón de acoso contra él desde el preescolar.
Y dio inicio. Los exámenes de todos iniciaron, en el orden expuestos. Algunos de ellos se dedicaron a entablar planes para cuando fuera su turno, necesitaban comunicación entre ellos, sería una de las mejores maneras en que pudieran pasar. Además, estarían enfrentándose no solo con sus profesores, si no con héroes profesionales que tenían grandes experiencias. Aunque los demás se esparcieron, la chica de ojos azulados quedó en el cuarto de televisores, donde las cámaras apuntaban directamente a los que habían iniciado sus exámenes. Ella estaba nerviosa, pero mantenía la calma conjunto a su compañero de cabello verdoso y crespo, mirando los exámenes pasar delante de ellos. En el paso de los minutos, Kailani sintió una sensación extraña, la misma que se avecinó en ella cuando tales jóvenes fueron nombrados para hacer un equipo. Ella detuvo su mirada en Shoto, observando el comienzo de su examen y como su compañera, Momo yacía detrás de él. Ella intentaba de no enrojecer, pero era la única chica que le causaba un tipo de celaje cuando se trataba de él, cuando ella estaba cerca de Shoto, Kailani realmente no soportaba lo que sentía.
—¿A donde vas?—le preguntó Midoriya, notando en el rostro de su mejor amiga una expresión de incomodidad.
—Déjala Deku.—pidió Uraraka, quien yacía aún lado de él, presenciando los combates, Uraraka pudo notar el celaje de su amiga y por eso optó en darle espacio.
—¿Qué mierda?—se cuestionó Kai al salir de la habitación, llevando sus manos hasta la cíen de una manera incómoda.
—Yaoyoruzo.—el joven Todoroki se giró en aquel escenario de una urbanización, mirando a su compañera perdida.—¿Estás nerviosa?—le preguntó, notándola inquieta.
—No.—denegó ella, bajando sus manos para mirar con detenimiento a Todoroki, quien planteaba una actitud fría e intimidante.
—Está bien. Considerando nuestro oponente, pero tengo una idea.—afirmó él, ante el anuncio de su examen práctico iniciar.—Yaoyoruzo escucha, crea objetos pequeños en todo momento. Cuando no puedas hacerlos, sabremos que el profesor estará cerca.—decía él, corriendo por un callejón adelante de su compañera.—El examen dependerá de quién encuentra al otro, cuando lo veamos lo atraeré a mi. Entonces podrás huir hacia la puerta. Quédate cerca mientras tanto.—anunciaba él, asonándose por aquel callejón.—¿Qué sucede? Apúrate y crea algo pronto.—pidió, bruscamente.
Él no medía sus palabras, cargaba con toda la seguridad de que podía con su ideología derrotar por si solo a su profesor. El silencio y la inquietud de su compañera era el hecho de que no la hiciera sentir parte del plan, de que no confiara en sí misma. Tenía cierto aflijo por el joven, su compañero siempre se ha mostrado seguro y muy poderoso con sus dones, desde que lo vio, siempre deseo poder moverse con tanta seguridad como él lo hacía, espero al menos tener un poco de soporte en este plan, pero fue nulo. Lejos del escenario, la brisa removía la coleta de Kai. Ella estaba sentada afuera de las instalaciones, con sus brazos encima de las rodillas y espalda en la pared, dejando todo su peso ahí. Su mente era un laberinto, tenía tantas cosas encima para tener quince años, que se sentía atorada y atemorizada en incluso un examen práctico contra compañeros en los que podía confiar. Ella levantó la cabeza, mirando las ramas de los árboles moverse. Hubiera sido genial poder combatir contra su madre en un examen práctico como este.
—No esperaba nada menos de ti, Todoroki.—expresaba Yaoyorozu, corriendo detrás de Todoroki por aquellos callejones.
—¿De qué hablas?—le preguntó este, deteniéndose en seco para examinar el perímetro del área.
—Pudiste idear un plan para usar contra el profesor Aizawa de inmediato, y aún así tomaste la mejor decisión.—detalló ella, quedándose atrás de él para verlo girarse.
—No es nada especial.
—¿Nada especial?—le interrumpió, sentida e insegura.—Ambos venimos aquí por recomendación, en las mismas circunstancias y yo no he hecho nada especial en cuanto las habilidades prácticas que necesitamos. En la batalla de caballería solo seguí tus órdenes, en mi batalla uno a uno no logré hacer nada contra Tokoyami.—expresó, cabizbaja.—Quizás, el profesor Aizawa se equívoco. Debió colocarte con Nakamura, después de todo, ustedes se complementan tan bien.—añadió ella, con la mano en su pecho.
—¿Por qué mencionas eso?—le cuestiono Todoroki, sabiendo que se ha mantenido reacio en detallar lo que mantenía con su compañera Nakamura, protegiéndose ambos de las opiniones de sus compañeros y la privacidad que ambos requerían.
—Desde que ambos llegaron, han sido como el centro de atención. Son hijos de héroes muy importantes, no era de esperarse que se entendieran entre sí. Además, la primera vez que me topé con Nakamura, la subestimé y resulte ser peor en toma de decisiones que ella.—narraba Yaoyorozu, apenada.—Solo digo, que quizás hubieran hecho mejor equipo. Porque ambos son estratégicos y fuertes.—añadió, pero Todoroki perdió la atención cuando noto algo.
—Yaoyorozu, tus matriarcas. ¡Ahí viene!—anunció Todoroki ante la presencia de su profesor, oyendo el lamento de su compañera ante la distracción.
—Debieron actuar de inmediato.—articulo
el profesor Aizawa, bajándose de sus vendas para enfrentar a un alerta Todoroki.—En este caso, deberían tratar de evadirme, ya que me les adelante.—añadió, intimidante.
—¡Yaoyorozu, corre!—pidió Todoroki, buscando atacar a su profesor, quien miró desconcertado como su alumna huía.
—¿Ese era su plan?—le preguntó Aizawa, amarrando a Todoroki e inmovilizando sus dones contra un poste de luz.—Entonces es perfecto. De todos modos te atrape primero por ser el atacante.—decía, amarrando sus cintas para impedir que se moviera.
—¿Cree que me atrapó? Puedo quemar o congelar estas vendas en un segundo.—comentó Todoroki, de manera arrogante.
—Como quieras, pero mira a donde pisas.—aviso Aizawa, dejando púas afiladas en el suelo.
—¿Púas? ¿Acaso es un ninja? Qué método tan desagradable.—masculló Todoroki, notando que estaba contra la espada y la pared.
—Es diferente a tu pelea con el asesino de héroes. Conozco los dones y se cuantos son. Y estoy preparado para neutralizarlos.—musitaba Aizawa, echándose gotas en los ojos.—Por lo que veo tú plan depende mucho de ti mismo. Es bueno que seas considerado con la chica, pero quizás debieron discutirlo mejor antes de proceder. Es como una relación, siempre deben decidir ambos una decisión.—indicó el profesor, aislándose de su alumno para ir en marcha contra Yaoyoruzo.
Su compañera de cabello negro huía desesperada. La inseguridad la agobiaba, cuestionándose sus acciones y movimientos. Momo había perdido mucha confianza desde el festival deportivo. Pero aún así, dio media vuelta para esquivar el ataque de su profesor. Ella se comparaba con su Todoroki, también con Nakamura y decidió que ellos eran mejor. Emocionalmente tenían quince años, por eso en la lejanía de ese escenario, el profesor tenía su mente en aquella chica de cabello blancuzco. La pelea aún seguía. Los dos compañeros de ese combate consideraban sus fallas, aquellos errores para buscar una manera justa y firme de ganar. Mientras eso sucedía, Kai seguía mirando a la nada. Sus pensamientos se giraron en torno al combate del chico que le gustaba. Se sentía infantil por el celaje que sintió contra su compañera, por el hecho de que participara en conjunto con Shoto en ese examen práctico. Pero era igual para él, intentando de ganar ventaja contra su profesor y de no distraerse, el hecho de que Kai haría equipo con Bakugo, le hacía perder la cordura por un momento.
Era normal. Eran jóvenes adolescentes experimentados nuevos sentimientos, pero lo manejaban muy bien. Pero había algo más que los ataba, algo que ellos no sabían y que aún no entenderían, hasta mucho después. Ella se levantó del suelo, respirando hondo para mirar al cielo azulado. Habían muchas emociones. Porque en la batalla del examen práctico, Todoroki le devolvía la confianza a su compañera, dándole la llama para que lo guiara a la victoria y así fue. Fueron de los pocos en lograr derrotar a sus profesores, colocándole las esposas. Se miraron entre sí, conformes con su examen práctico y cómo decidieron enfrentarlo juntos. La mirada de ella hacia él era una de admiración y respeto, como la misma que él le daba, brindándole su apoyo. Se podían entender, pero primero debían trabajar en ellos. Yaoyoruzo en su confianza y Todoroki en la consideración, porque no siempre trabajaría para él. Y ese no era el tipo de héroe que quería ser. Al salir, siendo elogiados por todos, Shoto espero ver a Kai, pero ella no estaba. Por un momento se desconcertó.
—Es nuestro turno.—Kai se giró, mirando los verdosos ojos de Midoriya, quien después de buscarla, la encontró.—Kai, ¿estás bien?—le preguntó al notarla algo diferente, sus ojos lucían más decaídos de lo usual.
—Pelearemos contra el símbolo de la paz, supongo que es válido estar algo nerviosa.—respondió ella, evadiendo su sentir nuevamente para caminar aún lado de él.
—¿Y qué haremos con él?—se preguntó Midoriya cuando empezó a caminar con Kai, viendo como su compañero Bakugo se les adelantaba el paso, seguro y firme.
—No planearon un plan por la ausencia de Bakugo.—comentó Uraraka, mirando en aquel televisor, todos los compañeros se reunían y entre ellos, Todoroki esperaba ver a Kai en su examen práctico con el héroe número uno.—Midoriya estuvo aquí analizando los otros combates. Bakugo se fue solo y Nakamura también.—añadió, preocupada.
—Chicos, siento que esto no terminará nada bien. Bakugo no mantiene buena relación con Midoriya, fue imprudente de su parte no querer realizar un plan.—opinaba Iida, quitándose su casco para mirar la televisión.
—Entonces, ¿lograrán pasar el examen práctico?—se cuestionó Yaoyoruzo, subiendo sus manos preocupadas para ver a Todoroki quedarse en silencio y observar.
—Nakamura es muy buena estratégicamente.—indicó el profesor Aizawa, adentrándose a la sala de televisores.—Esperemos que aún así, mi decisión de que trabajaran juntos, sea para bien. Lo hice con la intención de que ella los guiara. O que intentará unirlos como equipo.—añadió, esperanzado ante la presencia de ambos jóvenes en el interior del escenario.
—¿Tú que piensas Todoroki?—le cuestiono Yaoyorozu, algo curiosa en saber la opinión de su compañero aún lado.
—Que Nakamura luce genial en ese traje.—fue lo único que dijo, sin pensarlo, haciendo que sus compañeros lo miraran.
—¡Claro, que fácil es decirlo Todoroki!—masculló Mineta, frunciendo su ceño para no llorar ante las palabras del joven que hicieron brillar los ojos de las féminas.
—¡Equipo Midoriya, Bakugo y Nakamura, examen práctico, listo!—anunciaron en las altas voces, Kai caminaba atrás de Midoriya, observando todo el perímetro.
—Puede venir de una manera imprevista. Nadie nunca lo espera, nos tomará por sorpresa.—comentaba ella, pero Midoriya empezó a seguir a Bakugo, queriendo su atención.
—Kacchan escucha, en este examen práctico el profesor es el villano y nosotros somos los héroes así que debemos considerar su poder y sus dones, y elegir si combatiremos o huiremos de él.—Kai se mantenía atrás, oyendo a Midoriya dirigirse a Bakugo, pero este solo lo ignoraba.
—¡No me sigan idiotas!—le pidió Bakugo entre dientes, siguiendo de manera arrogante y prepotente hacia adelante, pero eso no impidió que Midoriya lo siguiera, hasta que este fue golpeado por Bakugo en la boca.
—Lo suponía.—musitó Kai, respirando gruesamente ante la impotencia de ver a su amigo en el suelo, Bakugo se giró con brusquedad pero su mano se congeló.—No pienso perder este examen práctico por tu estúpido orgullo.—añadió, él abrió sus ojos grandemente y cayó al suelo, su sangre se enrojeció cuando Kai lo golpeó ahí.
—Lo golpeó.—indicó Kirishima, viendo la televisión asombrado cuando Bakugo se levantó del suelo, chocando su frente con la de Kai, mientras que se miraron fijamente.
—El hecho de que les vaya mejor, no significa que deban decirme que hacer.—expresó Bakugo, mirando con detenimiento a Kai.
La cercanía de ambos fue algo que incómodo a Shoto. Se acercó a la televisión y todos lo notaron, vieron cómo tenía su mirada puesta en los ojos rojizos de Bakugo que atravesaban como un alfiler los de Nakamura. Para ella, era infantil el hecho de que Bakugo se comportara con tanta hostilidad hacia Midoriya por su indiferencia. Él lo veía como una piedra en su camino, así como a ella desde que la conoció aquel día en el lago. Pero, si hubiera sido el Bakugo de siempre, ya habría arremetido contra ella y se abstuvo. Fue lo que noto Midoriya desde el suelo, el hecho de que Bakugo no contraatacara a Nakamura, fue lo que le hizo entender sus sentimientos tan profundos. Querían aprobar el examen, pero antes de que Midoriya pudiera hablar, Bakugo abrazó a Nakamura ante la brusca brisa que se acercó y los levantó en el aire, rompiendo todo a su alrededor, levantando autos. La fuerza de All Might era indestructible. Nakamura se levantó del suelo, empujando la mano de Bakugo, si él no se hubiera comportado así, el símbolo de la paz no los hubiese tomado desprevenidos.
—¿A quién rayos le importa dañar la ciudad?—se preguntó el héroe número uno, creando furor en Midoriya, mientras que Bakugo sentía adrenalina, Nakamura estaba perdida en sus pensamientos.
—¿Como es que se ve tan intimidante?—se preguntaron los tres, cubriéndose cuando recibieron otra brusca brisa.
—Si ven esto como un simple examen se van arrepentir mucho. Ahora yo soy un villano y ustedes los héroes, vengan y ataquen con todas las fuerzas que tengan.—pidió All Might, viéndose tan prepotente y eficaz.
—¡No podemos enfrentarlos solos, huyan!—pidió Midoriya, levantándose del suelo para ver cómo Bakugo denegaba, Nakamura pensaba cómo contraatacar a esa bestia.
—¡Granada de luz!—exclamo Bakugo, cegando la mirada de All Might, Nakamura mordía sus labios, él estaba peleando solo.—¿Qué te ataque con todas mis fuerzas? ¡Justo ese era mi plan!—exclamo, lanzándose hacia All Might, pero fue retenido con una sola mano.
—¡Bakugo!—exclamó Nakamura, levantando su mano izquierda y con temblor notó que no salía agua de su lado, sus sentimientos la detuvieron.—¿Qué?—se cuestionó, bajando su mano izquierda para así ignorar ese sentir y levantar la derecha, pequeñas bolas de endurecimiento del hielo sobresalieron hasta congelar el lado derecho del rostro de All Might, quien soltó a Bakugo.
—¡No pedí tu... —Bakugo iba dirigirse contra Nakamura, pero All Might aún con su rostro congelado lo interpuso contra el suelo bruscamente, girándose para saltar y evadir el contraataque de su alumna.
—¡Si tan solo hubieran ideado un plan o escuchado a su compañera, pudieron haber detenido en un solo momento!—exclamo All Might, sujetando el brazo de Nakamura para lanzarla con brusquedad contra una pared, quebrando el cimiento.
Bakugo la miró. Por un momento imagino que esto era real, que ella había sido atacada por un villano. Nakamura era fuerte mentalmente, desde pequeña su madre se encargó de entrenarla con bases estratégicas, por esa razón Nakamura era tan inteligente. Ella podía derrotar a un villano, pero si no tenía el apoyo y la fuerza física, sería nulo. Por eso siempre optaba por analizar a su oponente, como también el perímetro donde estaban. Ella se levantó temblorosa, la fuerza de All Might era indescriptible y ella no podía combatir sola contra él, pero la inestabilidad de comunicación que había en sus dos compañeros le quitaban las ganas de aprobar ese examen físico. Su padre le enseñó combate cuerpo a cuerpo, de por si ella era muy flexible, pero no tenía mucha resistencia y por eso el golpe la lastimó en masa. Se levantó con ayuda de Bakugo, quien con dolor en su abdomen por un fuerte golpe que recibió de All Might se arrastró junto a Midoriya a un callejón. Huyendo del símbolo de la paz, para buscar una manera de que los tres lograran ganarle.
—¡Suéltame!—de manera brusca, Nakamura se aisló de Bakugo, buscando aire para él verla sentido, sabía que su orgullo le prohibía saber tratarla y eso lo quebraba.
—No se me ocurre ningún plan para vencer a All Might, ni una manera efectiva de escapar sin que nos atrape.—mencionó Midoriya, acercándose a Nakamura para buscar su mirada.—¡Antes de rendirte, al menos intenta usarnos, no digas que no te importa perder! Eres la persona que eres porque siempre luchas por ganar.—decía, mientras que Nakamura oía, era ajena a lo que Midoriya recordaba.—"El héroe más asombroso siempre gana." Lo dices desde que eras niño, ¿como puedes rendirte?—Nakamura abrió los ojos ante el gruñido de Bakugo, interponiéndose delante de Midoriya para prevenir el ataque pero el calentón la empujó contra Midoriya quien abrió sus ojos grandemente.
—¡Kai!—Midoriya la abrazó por la espalda, ella respiraba gruesamente y los ojos rojizos de Bakugo la miraron anonadado.
—Intente utilizar mi izquierda desde hace rato, pero no puedo.—mencionó ella con sus labios temblorosos, ambos chicos notaron su desesperación y la humedad de sus ojos.—No puedo utilizar el don de mi madre desde que se fue.—mencionó cabizbaja.
—Pues escúchenme bien perdedores, no lo dire de nuevo. Aunque salgamos corriendo no podremos evitar enfrentarlo.—decía Bakugo, impidiendo que Midoriya hablara.—¡Cállate de una vez o te mataré!—amenazo alejándose para darle espacio a Nakamura.—Tras el primer ataque noté que no sentirá nada si no lo atacamos con todo, así que no habrá opción que hacerlo.—indago.
—Tengo un plan.—mencionó Nakamura, restregando sus ojos para así mirar a ambos chicos.—Pero tendrán que trabajar juntos.—añadió, causando furor en ellos.
Ambos jóvenes oyeron el plan de su compañera. Podría que no salieran ilesos de eso, pero mientras trabajaran en equipo, estaría bien. All Might fue emboscado por la espalda, Bakugo sobresalió del callejón para lanzar bombardeos directos y potentes que podrían detener al héroe número uno por un momento. Mediante eso, sus compañeros veían por la televisión como Nakamura se presentaba en una leve levitación. Cayó bruscamente contra el suelo, All Might se había girado para enfrentar a Bakugo, dándole la espalda a ella, así que sus piernas fueron congeladas tan pronto Nakamura plasmará su mano derecha en el suelo. El llamado de Midoriya hizo que todos lanzaran un bullicio de apoyo, apareciendo por el lado de su compañera para sostener aquel guante de bomba que estalló contra All Might. El fuego sobresalió, expulsando a Midoriya, por lo que los tres le dieron la espalda al héroe número uno para empezar a correr. Desde la sala de televisores, Todoroki veía como Nakamura se deslizaba con su hielo, él sonrió sabiendo que ella lo debió haber aprendido de él en las pasantías.
All Might se levantaba del suelo, tosiendo y sonriendo. La joven Nakamura logró que trabajaran juntos, esa era su tarea. Un comienzo oportuno. Los alumnos disminuyeron el ataque para no dañar más el escenario, en una situación real debía ser de ese modo, pero él no les dejaría irse tan fácil hacia la salida. Estaban cerca, aunque uno solo cruzara, podrían ganar el examen práctico. Corrían al mismo ritmo, abriendo sus ojos en alerta cuando All Might irrumpió en ellos para esquivar el golpe de Bakugo. Una emboscada inesperada para el trío. Nakamura intentó atacar, pero All Might la atacó rápidamente al igual que Midoriya. Era demasiado rápido, ese hombre era una bestia. Aisló a Bakugo y Midoriya de manera brusca, queriendo atacar a Nakamura, hasta que la adrenalina de Bakugo le hizo desvanecer el golpe a su alumna quien buscaba congelar sus piernas para que no se movieran. All Might no era poderoso, él era poder y Bakugo desde el suelo inmóvil veía a Nakamura levantarse temblorosa para buscar contraatacar.
—¡Maldita ojos de cristal, levántate!—le pidió Bakugo, pero la ceja de Nakamura sangraba con una abertura luego de que All Might golpeara su frente contra la suya.
—Planearon atacarme con su máximo poder y luego cruzar a la puerta de escape. Supongo que ese era su gran plan, pero ahora que destruí los guantes del joven Bakugo perdieron ese poder. Que lastima. Están acabados.—anunció All Might, creando negación en Bakugo quien detonó de una manera explosiva.
—¡Te voy hacer volar!—anuncio Bakugo, levantando a Midoriya del suelo.—¡No me agrada para nada esto, pero en esta situación tan complicada es la única manera que tenemos de ganar!—detallaba.
—¡Yo lo detendré!—Bakugo se giró, mirando como Nakamura se interponía frente a All Might, congelando todo el suelo y levantando una pared de hielo que se repetía.
—¡Si, claro! ¡Que confiado, joven héroe!—exclamo All Might, ella abrió sus ojos grandemente el hielo se quebró delante de ella rasgando todo su rostro y haciéndola sobrevolar del lugar bruscamente.
—¡Muere!—grito Bakugo cuando lanzó a Midoriya lejos, dirigiéndolo hacia la salida pero All Might chocó su espalda contra la de él, creando una lesión dolorosa.
—¡Sería imposible que te venciera sin correr grandes riesgos, pero ella lo planeo desde el principio, perdiste!—pensó Midoriya en el aire para ver a Bakugo expulsar su don, Nakamura se levantó del suelo para plantear otra pared de hielo con una potencia de su energía que la consumió hasta el cansancio.
—¡Deku corre, rápido!—le pidió Bakugo cuando All Might cayó en la pared de hielo, quebrandola por completo y cayendo encima de Nakamura quien jadeó de dolor.—¡Se útil al menos una vez, escoria!—expreso Bakugo, para así Nakamura levantarse del suelo cuando All Might quito todo su peso encima.
—Llegó la hora de dormir, querido joven Bakugo.—musitó All Might cuando tumbó a Bakugo contra el suelo, pero el joven no se rendía y Nakamura tampoco.
—Me romperé cada hueso, aunque quede en pedazos, tendré la victoria que quiero. No me rendiré después de haber visto a ese maldito mirad y mitad quedarse con la chica que quería, ya no hay manera de que vuelva a rendirme.—All Might abrió sus ojos ante la confesión de su alumno, girándose cuando sintió la energía de Midoriya y Nakamura llegar.
—¡Ustedes... —All Might vio el destello verdoso de Midoriya, quien sonrió para golpearlo tan fuerte que lo aisló de Bakugo, su cuerpo se congeló por completo y asombrado miró a la joven alumna.—Ella sigue. No se ha rendido. Aunque sus compañeros la superen, ha seguido levantándose.—comentó él para sí mismo cuando Midoriya y Nakamura sostuvieron a un Bakugo inconsciente, corriendo hacia la salida.
—¡Lo hicieron!—gritaron sus compañeros en la sala de televisores, mirando como salían del escenario, habían probado el examen.
Nakamura suspiro. Estaba agotada, pero más que eso, deprimida. Llevo sus manos hasta las rodillas, sosteniendo el peso de su cuerpo ahí para poder buscar aire. Últimamente eso pasaba de una manera bastante frecuente. Esos agobios que se volvían una tortura, ataques de pánico. La veían por el televisor, las cámaras apuntaban a ella, así que todos estaban detenidos en sus expresiones. Parecía fruncir el ceño, su cabello se soltó y cubrió todo su rostro, así que el bicolor apretó sus dientes cuando no pudo verla más. La respiración de Nakamura se volvió entrecortada. Sus ojos no tardaron en humedecer cuando realizó que ella no pudo utilizar su peculiaridad de agua. Si las emociones estaban atada en sus dones, entonces sería un fracaso para ella esforzarse tanto. Fue a restregar sus ojos, pero con un solo movimiento su boca se abrió. Si hablaba, si tan solo respiraba por ahí, un sollozo se le escaparía por la garganta. Su madre. Los ojos azulados de su madre y cabello blancuzco con destellos azules se avecinaron.
—No debí ser tan fuerte. No debí ser tan cruel.—el arrepentimiento la perseguía, estaba torturándola desde que las noticias de Hikari fueron escasas.
—All Might, ¿qué sucede ahí?—por un micrófono, el director se dirigió al héroe profesional, quien envuelto en el vapor de su cuerpo veía en la lejanía de donde estaba a la joven estudiante que hiperventilaba.
—Todoroki.—el profesor Aizawa se interpuso con un semblante frío, que caracterizaba buscar el respeto de sus estudiantes mediante este, Shoto volvió apretar sus dientes y volvió a su lugar cuando el profesor impidió el paso.
—Es mi culpa. Todo ha sido mi culpa.—repitió ella, cayendo de rodillas al suelo para todo su cuerpo temblar mientras rasgaba su rostro y sostenía su cabello fuertemente.—¡Todos me abandonaron por mi culpa!—sollozo, obteniendo la mirada de Midoriya.
—A veces creemos que es mejor callar lo que sentimos.—mediante el vapor de su cuerpo, All Might sostuvo su energía para abrazar a su alumna cuando la levantó del suelo y observó su llanto.—Pero no es así. Porque algún día todo detonará, joven Nakamura.—afirmó, acercándola hacia él para ella abrazarlo.
—Aizawa.—Midnight se acercó a su compañero, quien veía detenidamente la imagen en el televisor de su alumna sollozando en los brazos de All Might.—¿Debemos intervenir?—se preguntó la profesora, preocupada por la estabilidad emocional de su alumna.
—Ella estará bien.—afirmó él, mirando de reojo a sus otros alumnos.—Ella no está sola.—indicó, para así Midnight mirar los nudillos apretados del joven Shoto Todoroki.
—¿Por que todos me abandonan?—se preguntó ella en un llanto ahogado, para así Midoriya sentir sus ojos humedecerse y bajar la cabeza ante oír esas palabras.
—Creemos que las acciones de los adultos no tienen efecto en quienes nos rodean, más cuando son niños.—pensaba All Might, acariciando el cabello de Nakamura y viendo a Midoriya quedar sentado frente al cuerpo inconsciente de Bakugo.—Pero estamos equivocados. Nuestras acciones e incluso decisiones influyen en ellos, estás son las consecuencias.—añadió.—Kenny, si de verdad eres inocente. Espero que vuelvas pronto, por el bien de tu hija.—artículo, mirando el cielo azulado.
Sus compañeros observaron la televisión. Las bocinas estaban en alta voz y todos oyeron lo que ella había dicho. El símbolo de la paz abrazó fuertemente a su alumna, sintiendo su agobio. Aquel agobio familiar que le quitaba la luz. Mediante la tarde que se avecinaba, en aquel apartamento abandonado, un hombre se sentaba en un viejo sofá, ahuyentando las ratas que habían ahí. Respiro hondo, sacando de su bolsillo una vieja imagen. Sus ojos ámbar no tardaron en humedecerse, dirigiendo la imagen de un niño de cabello negro como el suyo sosteniendo en sus brazos a una bebé de tres o dos años, con un cabello blancuzco y destellos azulados. Él hombre veía la imagen de sus hijos, aquellos que caminaban por caminos diferente al suyo. Sostuvo otra postal, para así enmarcarla y adentrar la foto en un pequeño sobre. Camino hasta un buzón, durante el día de cubría y parecía un vagabundo, pero Kenny levantaba la mirada para ver el cielo y recordar que sus hijos seguían allá afuera. Y él esperaba algún día, tan solo un día volver a ver a la niña que yacía en el retrato. A su hija, Kailani Nakamura. Sin importar las consecuencias.
—Solo un poco más All Might.—musitó Kenny, dejando de mirar el cielo y perdiéndose entre el bullicio de personas alrededor.
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