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𝟏𝟐

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❛El chico que nació con todo.❜
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Que pagaremos todo lo que hemos hecho.—respondió Hikari, para hacer a Endeavor ver cómo Shoto aún en la distancia tenía su mirada detenida en la hermosa Kai.

Esas palabras no podían salir de su mente. Endeavor estaba sintiendo una ira en su interior. Su campo visual estaba dirigido a los alumnos organizados enfrente de la tarima, donde la superhéroe para adultos les indicaría las próximas instrucciones para pasar al segundo obstáculo. En esa línea de alumnos, donde se destacarían los mejores, Endeavor miraba a Kai. Los poderes de la joven que su hijo no podía dejar de mirar eran poderosos, tanto como los de su hijo, la única desventaja de la joven era el hecho de que estos tenían una poca durabilidad. Kai se mantenía con la mirada enfrente, una fina línea cruzaba en sus labios, intimidando a quien decidiera mirarla por sus expresiones amargas y decaídas. Si algo era llamativo en su rostro, no solo era el color de sus ojos, si no que parecían siempre estar tristes y exhaustos. Aún lado suyo se mantenía aquel hijo prodigio que Endeavor inculcaba para cumplir sus ambiciosas metas. Volvió a pensar en esas palabras que la adulta a su lado le dijo. Si era cierto, si estaban destinados a estar juntos, el mundo ardería cuando ese amor estallara por completo. Eran fuego y hielo.

—Termina el primer juego de los estudiantes de primer año! ¡Ahora vean los resultados!—anunciaba Midnight, mostrando una tabla.—Los mejores cuarenta y dos pasan a la siguiente rondas. Es triste pero no se preocupen si no logran pasar, prepararemos más oportunidades para ustedes. La verdadera competencia empieza ahora, la prensa se emocionará mucho con esto. ¡Esfuércense!—pedia, en medio del bullicio. —¡Aquí está el segundo evento, ¿tus fantasías se harán realidad?!—se preguntaba, con una mirada de lujuria y pícara.

—¿Una de caballería? Soy muy malo en eso.—pensó Kaminari, desconcertado.

—Los participantes pueden hacer equipo de dos a cuatro personas, como mínimo cinco. Es como una batalla de caballería normal, la única diferencia es que cada uno tiene un número de puntos basados en el primer evento.—explicaba Midnight, pese a ser interrumpida por Uraraka y Ashido.—Ahora, los puntos asignados aumentan de cinco en cinco desde el fondo. El cuarenta y dos cinco puntos, el estudiante del primer puesto vale... ¡diez millones!—todos miraron a Midoriya, el joven se tenso por completo cuando esas miradas lo azotaron.

—Mierda.—musitó Kai, mirando a su amigo cruzada de brazos y viendo su cuerpo temblar por ese anunciado.

—¡Así es, la supervivencia del más fuerte con una ventaja para los de abajo!—exclamo Midnight, apoyando aquel látigo.—¡Para ellos, tendrán quince minutos! ¡Cada equipo vale el total de los puntos de sus miembros y los jinetes llevarán una cinta con ese número en la frente, deben intentar robar esa cinta y acumular tantos puntos como puedan! ¡Las cintas robadas deben llevarse en el cuello, cuantas más robes, más difícil serán llevarla! Lo más importante es que aunque les roben sus cintas, o sus equipos caigan, no van a quedar descalificados!—detallaba.—Será una batalla sin piedad donde podrán usar sus dones, pero sigue siendo una batalla de caballería. Si derivan a otro a propósito serán amonestados y descalificados.—contó, resonando el látigo nuevamente.—¡Tendrán quince minutos para formar sus equipos, empiecen!—anuncio.

—Midoriya.—le llamó Kai, pero ella puso sus ojos en blanco cuando lo vio pensando en su realidad alterada.—Idiota.—masculló, viendo a todos empezar a rodearse.

—Oye, Nakamura.—Kai se giró, mirando como atrás suyo Shoto la llamaba, en medio de todos que empezaban a idear equipos.

—¿Vamos hablar ahora?—le preguntó ella, cruzada de brazos, pero Shoto negó.

—Haz equipo conmigo.—le pidió Shoto, de una manera sutil, consideraba sus poderes e incluso tenerla más cerca.

—Me encantaría, pero no.—respondió, dejándolo desconcertado.—Me di cuenta de algo.—musitó, acercándose a él, sintiendo como Shoto se tenso.—Me gusta llevarte la contraria.—afirmó, dándose media vuelta.

—Maldita sea.—musitó él cuando la brisa removió su largo cabello blancuzco, Kai lo iba a volver completamente loco.

—¿Lo rechazó?—se cuestionó Endeavor, cruzado de brazos viendo a Kai alejarse de su hijo.—Mala elección.—opinó.

—No, claro que no.—denegó Hikari, aún lado de él.—Kai hará equipo con las personas correctas. En las que más siente confianza, para coordinar movimientos sincronizados que los ayude a ganar.—indago, mirando al joven Midoriya observando a su alrededor.

—¿Por qué no invitas a Nakamura? Ella también puede endurecer sus nudillos con el hielo y crear fuertes ondas de presión, quien se acerque estallará por la fuente de agua.—aconsejaba Kirishima, señalando a Kai, quien estaba apartada y cruzada de brazos.

—Me gusta más tenerla de oponente. Se hace más divertido.—respondió Bakugo, sonriendo de esa manera orgullosa.

—Deku, ¡unámonos!—pidió Uraraka, acercándose a un lloroso Midoriya quien la miró asombrado.

—¡Uraraka! ¿No te importa? Todos me perseguirán por los diez millones de puntos.—decía Midoriya, viendo a Kai acercarse para así abrazarla de lado.—¡No me dejes solo por favor!—pidió, pero Kai puso sus ojos en blanco cuando no pudo deshacerse del abrazo.

—¡Es mejor hacer equipo con quienes te llevas bien!—exclamó ella, justificando los comentarios de Deku.

—Soy un mal tercio aquí.—opinó Kai, haciendo que Midoriya la soltara rápidamente, apenado.

—Te lo dije.—musitó Hikari, mirando a Endeavor.—Aunque Midoriya no ha demostrado su don y los demás no confíen en su capacidad, los compañeros más fieles siempre serán esenciales para una batalla así.—comentó, viendo al joven Midoriya encaminarse hacia su otro compañero, Tenya Iida.

—¿Fieles compañeros?—le preguntó Endeavor, riendo.—No puedes decir eso cuando tú...

—Si hablas sobre eso aquí, tu reputación decaerá sobre la mía.—comentó Hikari, sin mirar a Endeavor, quien mantuvo el silencio.

—Nosotros cuatro seriamos caballo y Iida iría enfrente. Uraraka, si nos aligeras a mi y a Iida con tu don nos moveríamos fácilmente, sacando ventaja para que Kai nos cubra como escudo.—detallaba Midoriya, rodeando a Iida.—Es mejor tener a alguien fuerte como jinete, pero no he decidido a quien, se que no es ideal, fue lo único que se me ocurrió para evitar a todos.—añadió, mirando a Iida.

—No esperaba menos Midoriya, pero temo que me negaré.—respondió, dejando desconcertado a Uraraka y Midoriya.—He perdido ante ti desde el examen de admisión, quiero que sepas que eres un gran amigo, pero nunca voy a crecer si sigo detrás de ti. Bakugo y Todoroki no son los únicos que te ven como un rival.—expresó, girándose hacia su equipo, donde Kai mantuvo su mirada con el bicolor, Iida se unió a Todoroki.—Esta vez voy a desafiarte.—añadió.

—¿Y aún me preguntas porque lo trato como un pedazo de basura?—Iida levantó la cabeza, mirando a Kai sonreír.—He estado esperando mucho por esto Iida, sin duda alguna voy a disfrutar hacerte caer.—expresó Kai, juntándose con Midoriya para darle fuerza y esperanza en cuanto Kai lo acepto.—Yo soy fiel a quien me es fiel. Sin importar que quede atrás, estaré orgullosa de los amigos que puedan avanzar sin mi, porque significa que mi parte hizo su trabajo.—afirmó, para que Iida se tensara.

—Kai.—le llamó Midoriya, porque cuando creyó que no podía jugar a hacer amigos, Kai le dio ese aliento de seguir creyendo.

—No puedo ser un héroe si no puedo salvar a un amigo.—comentó Kai, mirando a Midoriya quien abrió los ojos grandemente, pero fue un balde de agua fría para Iida.

La tensión se sintió entre ellos. Fue tanta, que el cruce de miradas que había se hizo aún más potente cuando la chica de cabello rosado que provenía de otra clase se acercó en cuestión de segundos para la unión de su grupo. All Might los veía desde la cabina, halagaba la acción tan fiel de la joven Nakamura. No podía esperar menos de una joven adolescente como ella, porque aunque haya pasado por atrocidades, Kai estaba dispuesta a demostrar que ella no era como el pasado que la acechaba y por eso, sin importar que no alcanzara la meta, al menos sus allegados conocerían que debajo de esa frialdad había un corazón latiente. Kai se acercó hacia aquel joven que tenía como sombra y rostro un pájaro con pico demasiado puntiagudo. Tokoyami oyó su plan, mientras que Midoriya concordaba con Meo Hatsume y su manera tan especial, como también dedicada de crear armamento para darle habilidades a los dones. El grupo se unía, todos lo veían con recelo, así que Kai y Tokoyami estrecharon sus manos para ella amarrar su cabello en una coleta. Levantó su mirada, viendo a las gradas como su madre la veía, pero Kai rompió la conexión visual y continuó a su puesto para dar comienzo al juego de caballería más esperado.

—¡Ha llegado la hora de comenzar el juego!—anunció Midnight, mientras que Present Mic la respaldaba en el anunciado.

—Uraraka.—llamó Deku, viéndola asentir a su lado izquierdo.—Hatsume.—la joven de cabello rosado igual asintió, sonriente en su lado derecho.—Tokoyami.—este, con seriedad igual devolvió el gesto atrás de él.—Nakamura.—su amiga adelante asintió, sintiendo la adrenalina del juego que empezaría.—¡Hagámoslo!—afirmo Midoriya, preparado.

—¡¿Ya hicieron sus equipos?! ¡No les preguntaré si están listos, ahora empecemos, cuenta regresiva para la batalla campal!—exclamó Present Mic, dando inicio al juego.

—Nakamura.—llamó Tokoyami, aún lado de ella se colocó el Dark Shadow donde le acompañó con una bruma helada que irrumpió el paso de los demás.

—Increíble.—comentó Endeavor, mirando como todos los equipos se dirigían donde yacían los diez puntos, viéndolos decaer en una tierra arenosa donde se hundían.

—¿Mi hija? Ya lo sé. Es idéntica a su madre.—opinó Hikari, mirando como la bruma de hielo continuaba impidiendo el paso, mientras que los equipos de Hatsume les hacía levitar en el aire velozmente, escapando.

—Pues que horror.—respondió Endeavor, viendo a Hikari enrojecer de la furia.

Sin duda, la adrenalina era demasiado intensa para cada uno de los equipos. Los diez millones estaban en juego, pero no podían enfrentarlos cuando Tokoyami y Nakamura yacían cubriendo como defensa. Era una combinación sensacional. Aterrizaron en la arena, levantándola para continuar huyendo. Todos habían girado, para seguir el andar del equipo que dirigía Midoriya. Kai se detuvo en seco un momento, fusionando su hielo y el agua para crear filosas cristalizaciones cuando una de las pegajosas bolas de Mineta atraparon el pie de Uraraka. La cristalización se levantó, impidiendo que también la lengua alargada de Tsu alcanzara la cinta. Levitaron nuevamente con los equipos de Hatsume, hasta que se abrumaron por la presencia de Bakugo, levitando igualmente con sus detonaciones, así que Kai levantó su pierna izquierda para fusionar una fuerte presión de agua que se mezcló con el Dark Shadow, defendiendo la espalda de Midoriya. Hikari aplaudía, emocionada veía como su hija estaba en la defensiva. El golpe de Bakugo no les rozó ni siquiera un pelo, el equipo volvió a caer en la arena, huyendo de todos.

—¡Bakugo! ¿Qué?—Present Mic anunció la tabla de puntuación, donde Kai miró como la cinta de aquel chico impulsivo fue robada.

—¡Va explotar todo el lugar!—expresó Kai sonriendo, cuando desde ahí vio el rostro eufórico de Kirishima por la rabia que habitaba en los rojizos ojos de Bakugo.

—¡Chicos, será más fácil huir!—comentó Midoriya cuando noto que la clase B estaba enfocada en robar los demás puntos, hasta que los demás se detuvieron con brusquedad cuando fueron acorralados por ese grupo.

—No lo creo.—masculló Kai, asomando su cabeza para ver al grupo de Todoroki irrumpir en su camino a la victoria.

—¡Es la segunda mitad de la batalla de caballería! ¿¡Quién se va llevar los diez millones de puntos después de este inesperado ascenso por parte de la clase B!?—se preguntó Present Mic.

—Yo me llevaré eso.—afirmó Shoto Todoroki, mirando fulminante a Midoriya, en un acto de desafío.

—Ya me estaba aburriendo.—comentó Kai, mirando de la misma manera a Iida, quien no parpadeo ante su mirada.

—No creí que los enfrentaríamos si no hasta más adelante.—comentó Tokoyami, mirando a sus oponentes.

—Hay más de un grupo tras de ellos.—comentó Endeavor, viendo a varios grupos incluso el de su hijo dirigirse hacia el del joven Midoriya.—Pero tú hija les da batalla.—halago, viendo a Kai emerger cristalizaciones de hielo que impidió a los demás alrededor acercarse.

—¡Espero que todos estén preparados, pero primero tengo que inmovilizar a Kai, descarga indiscriminada!—Shoto abrió los ojos grandemente cuando Kaminari añadió aquel detalle que no estaba en la lista.

—¡Kaminari, espera!—denegó Shoto cuando la electricidad se dirigía a Nakamura, quien abrió sus ojos grandemente.

Endeavor observó como su hijo se inclinó, intentando detener el ataque de su compañero para contraatacar a la hija del villano con el que alguna vez se llevó cuando eran jóvenes. La onda de electricidad se aferró a Kai como un presagio de su peor pesadilla que la hizo atormentarse. Crujió sus dientes cuando aquella imagen retumbó frente a ella. Hikari soltó una bocanada de aire, como si pudiera ver detalladamente las adoloridas expresiones de su hija. Todo se redujo en ese recuerdo, donde su padre estaba frente a la puerta mirándola con tristeza cuando sus cintas eléctricas la abrazaron hasta dejarla inmóvil por horas. Fue una tortura, una incapaz de irse. El Dark Shadow fue quien la salvó de eso, cuando la sostuvo de no caerse y romper la formación. Kai respiro hondo, aferrándose a la espalda de Midoriya quien notó la pesadilla que sostuvo a Kai por un momento, creándole culpabilidad a Shoto porque él fue quien presenció y oyó como su hermano recalcó el peor trauma de ella. Él la miró, notando que Kai perdió energía y fuerza, como si la hubieran inmovilizado por completo con un solo ataque.

—Te lo dije.—expresó Hikari, notando el furor en los ojos de Endeavor.—El fuego y el hielo.—afirmó con una sonrisa cuando notó el gesto de Shoto en cubrir a Kai.—Eso nada, ni nadie puede separarlo.—añadió.

—Lo siento Kai.—musitó Shoto, endureciendo una lanza de hielo.—Quedan menos de seis minutos, no podemos desistir ahora. Tendrán que quedarse ahí.—indicó cuando congeló a los demás.

—¿Qué le pasó a tu hija?—se preguntó Endeavor, mirando a su hijo robar algunas cintas.—Parece que no aguantó la descarga eléctrica. Ilógico, su padre la manejaba.—indicó, bufón.

—No le agrada la electricidad, como a mi no me agradan los hombres abusivos.—respondió, mirando a Endeavor dejar de reírse.

—Es muy buena con su don, hay que cuidarnos.—comentó Midoriya, cuando Yaoyorozu impidió el ataque del Dark Shadow.

—No, el de Kaminari es peor. Con tanta defensa, de haber sido luz solar, Dark Shadow estaría acabado. Además, Kai parece casi inconsciente.—comentó Tokoyami, mientras que ella negaba.

—No, no es eso.—denegó Midoriya, girándose para acariciar el cabello de Kai.—Todo está bien. Estoy aquí.—afirmó, viendo como ella asintió, aún siendo la electricidad en su cuerpo.

—Ahora si estoy molesta.—musitó Kai cuando se detuvo en seco conjunto a los demás, dándose cuenta que Todoroki los bloqueo con todo el hielo a su alrededor, estaban acorralados y más si Dark Shadow no soportaba la luz energética del don de Kaminari.—Ejecuten el maldito plan y dejen de hablar.—le pidió a Midoriya y Tokoyami, quienes quitaban las desventajas para contraatacar.

—Él sabe lo que planeas. No seas tonto.—comentaba Endeavor, mirando a su hijo pensar antes de actuar, quedaba un minuto.

—No es tonto. Deja de subestimar a tu hijo.—le pidió Hikari, mirando las movilidades de Shoto.—Quiere ser cuidadoso.—explicó.

—¿Para no dañar a tu hija? Por favor que molesta Hikari, tienen quince años.—masculló Endeavor, negado a la idea de aquellos sentimientos que florecían delante suyo.

—Midoriya.—lo llamo Kai cuando observó a Iida inclinarse, absorbiendo energía de su motor.—¡Midoriya!—volvió a llamar cuando este avanzó contra ellos con una velocidad que hizo a Midoriya perder la cinta cuando Todoroki se la reventó, pero tanto su mano como la de Kai, estaban levantadas.

—Kai.—la llamo Uraraka cuando la vio respirar agitadamente, tanto que su rostro enrojeció cuando anunciaban que los diez millones los retenían Todoroki.

—Kaminari nos da ventaja. ¿No podemos buscar esos puntos?—se preguntó Tokoyami, pero Midoriya en pánico denegó.

—¡De acuerdo, se que lo recuperaremos Deku!—apoyo Uraraka. dándoles aliento para avanzar cuando empezaron a correr.

—¡Vamos Deku!—incitaba Kai para así ver como toda la energía se concentraba en el brazo derecho de Midoriya.

Y en ese momento en que se acercó a Todoroki, Endeavor se impresionó cuando la bruma de llamas empezó a sobresalir de su mano izquierda. El chico que nació con todo, aquel que se negaba a utilizar su lado izquierdo para rebelarse contra su padre impidió el ataque de Midoriya cuando se abalanzó sobre él, quedando aturdido en el instante que las llamas se reflejaron en su lado izquierdo. Kai levantó su mano nuevamente, conjunto al Dark Shadow cuando Midoriya le arrebató una cinta a Todoroki quien se detuvo en seco para ver su lado izquierdo. Fue tanta la adrenalina, fue tanta la presión que sintió en aquel bullicio que consideró el hecho de utilizar su lado izquierdo. Las gotas de sudor bajaron. Solo quedaban segundos para que esta batalla de caballería acabara por completo, pero todos se abrumaron aún más cuando la cita que rescataron se reflejó a sólo setenta puntos que no los repondrían en la tabla de puntuaciones. Kai estaba aún más enrojecida, estaba resentida por aquel movimiento de Iida e incluso por el ataque de Kaminari contra ella.

—Cambiamos la posición de la cinta por seguridad. Que ingenuo Midoriya.—comentó Yaoyorozu, sosteniendo aún a Todoroki mientras veía a Midoriya.

—¡Maldita hija de... —Uraraka le cubrió la boca a Kai cuando de su boca se expulsaba el humo en contra de Yaoyorozu, quien abrió sus ojos grandemente.

—¡No, él equipo Midoriya no recuperó los diez millones! ¡Se acaba el tiempo, empieza la cuenta regresiva!—anunció Present Mic para presenciar como todos iban contra todos, se atacarían e incluso Bakugo se había asomado con varios puntos.

—¡Infeliz, mitad y mitad!—exclamo Bakugo, acercándose a Todoroki al igual que Midoriya para robar los diez millones de puntos, mientras que Kai creaba una presión de agua que alejaría a todos los demás.

—¡Terminó el tiempo! ¡Es el final de la batalla de caballería!—anuncio Present Mic, creando impotencia en Midoriya cuando no alcanzó los diez millones, mientras que Bakugo cayó al suelo, Kai soltó una bocanada de aire.

—Nakamura.—le llamó el Dark Shadow, acercándose a ella para darle sombra y hacer que mirase a Tokoyami.

—Lo lamento mucho.—se excusó Midoriya ante las chicas, sin ver como Kai sonreía liberando toda esa tensión.

—Es obvio que Todoroki quedó alterado después de tu primer ataque. Esperaba robar los diez millones cuando él mismo impidió el ataque completo de Kaminari, pero los planes pueden cambiar. Aún así, conseguí una. Tome la de su frente porque estaba menos desprotegida. Midoriya, fue gracias a la oportunidad que creaste, que aseguramos la victoria.—decía Tokoyami, haciendo que Midoriya cayera al suelo lloroso.

—¡Cuarto, el equipo Midoriya!—anunció Present Mic, haciendo que el público exclamara en bullicio.

—Todoroki, ¿por qué impediste el ataque de Kaminari?—se cuestionó Iida, mirando a Shoto acariciar su brazo izquierdo para girarse y ver a Kai golpear a Midoriya en la cabeza para que dejase de llorar.

—No lo entenderían.—respondió, bajando su cabeza nuevamente hasta su brazo izquierdo con el ceño fruncido.—No usare este para atacar. Fue lo que decidí, pero estaba desesperado. No puedo, si sigo así, acabaré haciendo lo que quiere mi padre.—musitó Shoto, apretando sus nudillos fuertemente.

—¡Ahora tendremos una hora para almorzar antes de los eventos de la tarde!—indicó Present Mic, viendo al público levantarse de las gradas para ir almorzar.

La tensión se desvanecía en esos amigos que se reunían, halagándose y aplaudiéndose en sus victorias, pero Kai tan solo le dio la espalda a los demás para caminar hacia la salida, hasta que noto que su amigo no la seguía para ir almorzar. Se giró de reojo, viendo como Midoriya seguía con temor a Todoroki, sobresaliendo por otra salida. Ella se quedó detenida por un momento. Pensó dos veces lo que haría, pero no pudo evitarlo. Su madre la observó desde las gradas, para así levantarse y también irse. Había sido una batalla campal demasiado tensa, pero parecía que aún algo no acaba, así que Kai con sigilo siguió a los dos jóvenes adolescentes que se fueron por un pasillo que dirigía a la puerta exterior. Kai camino a pasos lentos, los flequillos de su cabello sobresalían y cuando fue asomarse, un brazo la retuvo. De una manera brusca pegaron su cuerpo a la pared, cubriéndole la boca para que no respirara. Su pecho subía y bajaba lentamente, mirando los rojizos ojos de Bakugo quien también les había seguido. Kai y él se quedaron mirando detenidamente, había mucha cercanía y poco espacio, así que Bakugo dejó de mirarla en cuanto oyó a Midoriya.

—Bakugo.—le llamó sutilmente cuando él le destapó la boca, pero hizo una señal de silencio para que ambos pudieran oír.

—Cállate. Yo también quiero saber que tanto quieren hablar.—musitó en un tono bajo, asomándose para verlos.

—¿De qué querías hablar?—le preguntó Midoriya, algo intimidante por la mirada tan fría de Todoroki.—Si no nos vamos la cafetería se llenará.—musitó este, esperando una respuesta de su compañero.

—Me superaste, tanto que me hiciste romper mi propio juramento.—comentó Todoroki, con las manos en sus bolsillos.—Iida, Kaminari, Yaoyorozu, Tokoyami, Uraraka y Nakamura, ninguno de ellos lo sintió, en ese último momento me superaste por completo, solo a mi. Que he presenciado el poder de All Might de cerca.—indicó, mirando su mano izquierda con detenimiento.

—¿Qué quieres decir con eso?—le preguntó Midoriya, aún inseguro e intimidado.

—Digo que sentí algo parecido cuando me atacaste. Midoriya, ¿eres el hijo secreto de All Might o algo así?—Bakugo y Kai se miraron con los ojos abiertos grandemente ante la pregunta inesperada de Todoroki que también asombró a Midoriya.—¿Lo eres?—pregunto.

—¡No, no es eso! ¡Aunque si lo fuera, diría que no lo soy, pero tú no me creerías! En fin... no es lo que estás pensado.—musitó Midoriya, mirando a Todoroki.—Déjame preguntarte algo, ¿por qué piensas eso?—le preguntó.

—Ahora que me dijiste que no es eso, debes tener un vínculo del que no puedes hablar. ¿Cierto?—le preguntó Todoroki, bajando la cabeza sin respuesta de Midoriya.—Mi padre es Endeavor, necesitas saber que siempre ha sido el segundo mejor héroe, así que si tienes alguna relación con el héroe número uno, entonces es otra razón para vencerte.—indicó, fríamente.—Mi padre desea ser reconocido más que otra cosa. Se hizo famoso por su gran fuerza devastadora, es por esa razón que All Might la leyenda viviente le molesta tanto. Ya que él no pudo superar a All Might, pasó a su siguiente plan.—decía.

—¿De qué hablas Todoroki?—le preguntó Midoriya, desconcertado.

—Hay matrimonios por dones. Se convirtieron en un problema para la descendencia desde que aparecieron los superpoderes.—Kai abrió sus ojos, oyendo detenidamente a Todoroki.—Las personas arreglaban matrimonios forzados solo para heredar dones más fuertes a sus hijos. Una forma de pensar anticuada que surgió por la falta de ética, mi padre es un hombre exitoso y adinerado, se ganó a la familia de mi madre y se apoderó de su don.—contaba.—Trata de cumplir su propia meta al criarme como un héroe que sea capaz de superar a All Might. Que molesto, no seré la herramienta de esa clase de escoria. En cada recuerdo de mi niñez, mi madre siempre llora.—decía, haciendo que los ojos de Kai se humedecieran.—"Tú lado izquierdo es espantoso". Eso dijo cuando me arrojó agua hirviendo.—añadió.

No puede ser.—pensó Kai, mientras que Bakugo veía como sus ojos cristalinos se humedecían por esa aterrizadora confesión.

—Básicamente te enfrente para mostrarle a mi padre lo que soy capaz de hacer, sin usar su maldito don. Lo rechazaré por completo al obtener el primer puesto sin usar su don.—afirmó, mirando a Midoriya fríamente después de bajar su mano izquierda para irse y darle la espalda.—No importa si puedes decirme la conexión que tienes con All Might y tampoco me importa lo que seas para él. Te superare solo usando mi lado derecho. Gracias por venir.—recito, caminando.

—Espera.—le pidió a Todoroki, Midoriya se acercó para verlo girarse de reojo.—¿Por qué impediste que Kaminari atacara a Kai?—pregunto, Kai se asomó, queriendo oír la respuesta de Todoroki.

—Porque se que ella también tiene cicatrices. A diferencia de mi, las suyas no se ven, pero igual duelen.—respondió, dejando a Kai anonadada por esa respuesta.

—Otra cosa.—anunció Midoriya, entristecido por la amarga confesión de Todoroki.—Yo siempre tuve el apoyo de otros, lo de antes fue igual. Estoy aquí, gracias a todos los que me han apoyado.—decía, mirando su mano derecha para recordar a sus amigos y esos que lo han alentado.—Salvar a las personas con una sonrisa, el héroe más grande, All Might... quiero ser como él. Por eso, debo tener la fuerza para tener el número uno. Mis razones parecen triviales comparadas con las tuyas, pero yo tampoco puedo perder, tengo que cumplir las expectativas de todos. Tú declaración de guerra, la acepto. ¡También te voy a ganar!—afirmo, mirándolo con detenimiento.

La brisa golpeó el cabello de ambos, hasta que se dieron la espalda para marchar lejos del otro. El cuerpo de Kai dejó de ser sostenido por el joven de ojos color rojizos que delicadamente se alejó de ella, en silencio y con las manos en sus bolsillos se había ido. Esa era otra mente que Kai no podía entender, otro misterio difícil de resolver. Luego de esa confesión tan fría. Kai no pudo ingerir ni siquiera un grano de comida en su boca. Se sentó sola. Quería estar apartada de todos, porque por un momento olvidó que las personas a su alrededor también sufrían su propio infierno, pero jamás pensó que el de él fuera tan aterrador y pesado. La brisa fresca removía su cabello blancuzco, ella lo soltó para evitar la jaqueca por la presión del amarre y se quedó sentada en el suelo verdoso con la espalda contra la pared. Tenía su mano cubriéndole el rostro. Volvía a estar tensa, como también asustada. Había resguardado sus energías, pero en algún momento su cuerpo detonaría. Aunque intento desvanecer aquellas palabras de Shoto, le fue imposible poder hacerlo. Recordó a su madre e imaginó el sufrimiento que debió albergar durante años.

Se casó de una manera obligada, así que Kai por un momento la compadeció. Quizás había sido demasiado dura con ella, tan solo quizás. Volvió a respirar hondo, manteniéndose serena para no corromper su calma. El almuerzo acabaría pronto, como también Kai esperaba que el festival. Todos habían estado combatiendo muy bien, le asombraba el hecho de que fuera así y no creyó que la mayoría lograra vencer sin duda. Se sentía mal subestimar cuando Kai era subestimada. Aún las palabras también del joven de cabello violeta la atormentaban. ¿Era eso lo que también veían estás personas? No soportaba ser nombrada de esa manera, menos ser reconocida como "la hija de un villano". Porque aunque fuera una cruda realidad, aquel hombre era su padre y alguna vez se convirtió como un héroe. Kai tenía la sensación de que él la veía. También su hermano. Por eso ella no quería rendirse, necesitaba demostrarse a sí misma que podía ser mejor que ellos, sin ni siquiera necesitarlos. Pero no podía mentirse, han pasado cuatro años y haber visto a su hermano fue como una estaca en su corazón.

—Aquí estás.—Kai dejo de restregar su rostro para levantar la mirada cuando vio esas boyas de combate blancuzcas.—Te he estado buscando.—indicó Shoto.

—¿Vienes a hablar?—le preguntó ella, levantándose del suelo verdoso para quedar frente a él y mirarle.

—Aún falta un juego más.—respondió Shoto, observando la fina línea de los labios de Kai, ella yacía yacía como él.

—Entonces déjame pasar. Nos veremos en la recta final.—afirmó ella suavemente, intentando de pasar por su lado.

—Espera.—pidió, sosteniéndole su brazo para retenerla aún lado de él.—Quédate conmigo.—dijo de una manera sutil, dejándole ver a Kai la tristeza en su mirada.

—Tú, sin duda me empiezas a confundir.—admitió Kai, mirando el suelo.—Pareces quererme cerca cuando te conviene, hasta que luego no. Dímelo, ¿qué quieres de mi?—le preguntó, levantando su mirada para así ver a Shoto mirar el suelo.

—Si estás molesta por lo de Kaminari, lo lamento. No quería que resultaras herida en ninguno de los contraataques.—expresó Shoto, evadiendo por completo la pregunta.

—Venimos a ganar. No a hacer amigos, tú mismo lo dijiste.—musitó ella, haciendo que los dientes de Shoto crujieran.

—Me contraataque. Por eso perdí los puntos. Cuando Midoriya iba atacarme, estabas ahí y si expulsaba mi don izquierdo, iba a lastimarte.—detalló en su breve explicación.—Y es por esa razón, esta sensación no es enfatizada para una amistad, porque aunque no soy un tipo de amigos, se que no se siente así.—decía, tan frío y a la vez sereno.—Tenías razón. Me da miedo.—ella abrió sus ojos, cuando recordó aquella vaga conversación de ambos.

—No eres el único.—expreso, intentando de volver a pasar por su lado para salir de esa situación donde su corazón quería salir por la boca y traicionarla, pero Shoto la sostuvo, llevándola contra la pared.—¿Cuál es tu problema?—le preguntó ella, tensa ante la cercanía de él.

—Tú.—admitió, con su cabeza baja sin darle oportunidad a Kai de irse.—Tú has sido mi problema desde que entre a la UA. Cambiaste todos mis planes.—decía de la manera más concreta que podía, pero su manera tan tediosa impedía que Kai entendiera.

—Shoto.—lo llamo Kai, notando esa misma mirada que Deku en Shoto, esa tristeza e impotencia que nadie entendía del joven que vino de un hogar sin amor.

—Tú, ¿alguna vez te has enamorado de alguien?—Kai se tenso, sintiendo sus mejillas calentarse por esa pregunta que creció una gran tensión en ambos cuando Shoto estaba tan cerca.

—¿Por qué me preguntas eso?—preguntó Kai, con una voz firme, pero casi entrecortada por los nervios que se avecinaban en su estómago, eran esas mariposas.

—Yo creí que era obvio.—indicó, aún sosteniendo a Kai.—Pero ya veo que lo he hecho mal, porque no es así.—artículo, pero ambos dejaron de mirarse cuando el anuncio sobre el festival volvió a entablarse.—Tenemos que irnos.—indicó él, alejándose de ella como si no le hubiera dicho nada.

—Espera.—pidió Kai de manera impulsiva, llevando su mano hasta la de Shoto para detenerlo.

—¿Recuerdas que me debías algo?—le preguntó Shoto, aún dándole la espalda, la miró de reojo y viéndola asentir.—Cuando todo esto acabe, quizás podamos hablar.—pidió, con una expresión serena y no tan fría, Kai asintió.—Y así me respondas.—añadió.

—Si pierdes, no importa contra quien, entonces me deberás algo.—musitó Kai, soltando la mano de Shoto a quien ella no vio sonreír de lado, era como un desafío que no quería perder.

—Lo que quieras, Nakamura.—indicó él, apartándose para caminar con su bruma cálida y fría que hizo al corazón de Kai abrirse en un sentimiento nuevo, como también desconocido.

Aunque él se apartó, aún así camino de manera lenta para esperar que ella la siguiera. Kai no tardó en corresponder la acción, colocándose aún lado de él y cuando se adentraron al estadio, juntos al lado de cada uno, Endeavor los miró desde las gradas, eufórico. Las llamas sobresalían aún más, las afirmaciones de la mujer que emergía agua estaba teniendo razón. Veía algo en su hijo que no había visto nunca. Ni siquiera algo que salió de él cuando era joven. Esa mirada que desesperaba por conectarse con la otra, era todo lo que él veía desde ese punto. Hikaria yacía recostada de los barandales, mirando de reojo la furia de su compañero. Ella sin embargo sonrió, era satisfactorio ver a ese hombre tan arrogante y ambicioso molesto por el cambio repentino de planes que podía cambiar el destino de su hijo para siempre. Ella comía de las palomitas, que le ofreció a Endeavor, pero este las quemo, haciendo que Hikari expulsara humo por sus orejas del enfado por esa acción. Los alumnos de cada clase se reunían nuevamente, ya no eran cuarenta y dos, ahora eran menos de los que habían y esperaban ansiados el anunciado de la próxima prueba que culminaría todo.

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