
𝟑𝟕
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ᴀʀᴄᴏ ᴛʀᴇs ——— ❛Ten cuidado o me perderás.❜
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Omnisciente.
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Kai miraba detenidamente la ventana. Desde la noche en que se reencontró a su hermano, algo en ella se desmoronó. La esperanza de verlo como alguna vez lo vio, sin duda fue una vaga ilusión que se iba con los añicos de los recuerdos familiares que compartieron. Volver a la alianza había sido de lujo para los demás—, el trío que la acompañó no tardó en contar por lo que habían pasado y cada cosa que aprendieron—, pero Kai omitió dar detalles de su encuentro con Naoto. Había buscado noticias suyas y hace mucho que no había aparecido en público desde el descenso de su madre. Claramente fue algo de trabajo que por coincidencia los llevó a reencontrarse de la forma más amarga posible, no podía creer que en la mirada caída de su hermano no hubiese ni siquiera una chispa de bondad. Estaba confundida. No era capaz de aceptar la realidad de las cosas y a lo que se tenía que enfrentar. Su hermano siempre sería un conflicto en su vida que la atormentaría, o al menos eso creía ella. Se sentía sin escapatoria y paranoica.
—¿En qué piensas, Nakamura?—el profesor Aizawa se dirigió a ella; siempre que la veía, sentía el reflejo de lo que un día fue Hikari, como adulto y profesor, disimulaba la melancolía con la seriedad.
—¿Cree que la sociedad de héroes me respete por quien soy o por quien fue mi familia?—le preguntó Kai de forma curiosa, Aizawa dejó un cuaderno aun lado para atenderla.
—Siendo preciso, siempre estarás en el ojo público y te recordarán por las cosas que pasaron en tu familia. Es como una mala reputación que no podrás eliminar fácilmente.—respondió sincero.—Eso no depende de ti, pero puedes demostrar que no estás aquí por eso, si no por lo que eres capaz de hacer para salvar a otras personas.—añadió.
—¿Puedo preguntarle algo profesor?—Aizawa atendía a Kai, por lo que asintió, dándole la autorización de que pudiera preguntar lo que quisiera.—¿Qué usted admiraba de mi madre?—pregunto.
Un silencio adornó todo el aula. Kai estaba ahí para tomar anotaciones y hacer tareas extra—, quería lucir nuevamente unas horas impecables con disciplina y dedicación—, por lo que Aizawa como otros profesores le daban la oportunidad con tareas extra luego del horario de clase. Había quedado en el olvido el vínculo entre Shouta con Hikari. En algún punto de su adolescencia ambos se conocieron y compartieron los mismos sentimientos el uno por el otro. Aunque en la etapa adulta llevaron a coincidir sus vidas en la academia, no hubo mucho que hayan podido alargar. Luego de su muerte, el aula de Hikari fue adornado con un moño negro en representación al luto y los estudiantes fueron unidos para dar solidaridad a su partida; también para pedir mejoría y buenos deseos a Kai cuando yacía en coma. Hikari como profesora no había quedado en el olvido, pues en la oficina del director e incluso en el aula de la profesora Midnight habían retratos con la misma, algo que confortaba a Kai cuando lo veía.
—Nunca sabías si mentía o decía la verdad, ella era un misterio, pero si admiraba algo es que nunca se quedaba con ganas de nada, siempre iba por todo o por nada. Eso hizo que la respetaran.—contaba, por lo que Kai lo oía de forma atenta.—Le gustaba retarse, era muy buena en las clases.—añadió.
—Ustedes se enamoraron en la academia, ¿no es así?—Aizawa miraba a Kai, cruzaban límites de conversaciones entre un profesor y su alumna, pero Kai era diferente, era especial; era la hija de una persona importante para él.
—Algo así.—respondió, manteniéndose serio y algo distante, sin querer presentar mucho detalle.—Estaba enfocada en terminar y unirse a una agencia. Creía en sus convicciones, aunque nadie lo hiciera.—decía, levantándose para detenerse aun lado del escritorio y ver a Kai bajar la cabeza.
—Mi papá era igual.—musitó ella.—No recuerdo que no se esforzara siempre por demostrar algo. Era un buen héroe, lo admiraba porque siempre estuvo ahí.—contaba, recordándolo.—Cuando se fue, no sabía qué tipo de héroe debía ser, porque sabía que mi mamá fingía estar bien cuando no era así. Y sentí que no tenía camino aquí.—añadió.
—¿Y qué te hizo decidir venir al examen de admisión?—preguntó Aizawa, cruzándose de brazos.—Debió haber sido algo que hiciera cambiar tu opinión.—indicó, por lo que Kai asintió.
—Pensaba que si me quedaba en casa de brazos cruzados, jamás podría volver a ver el mundo como alguna vez lo vi.—respondió.—Quería limpiar el nombre de mi familia y reunirla, dejar de ser espectadora, pero terminé cargando con todo y arruinándolo.—terminó diciendo.
—Ibas bien, hasta lo último.—infirió Aizawa, incitando a Kai para que se levantara.—Bien. Hasta aquí hemos llegado, repasaré tu tarea y te notificaré mañana qué tal. ¿De acuerdo?—Kai asintió, sosteniendo su mochila.
—Profesor, en lo sucedió en la autopista, no sé si fue un tipo de ilusión que mi hermano haya creado, verdaderamente no puedo confirmarlo porque su don era muy raro de entender, pero juré ver a mi mamá.—notificó Kai, tomando la atención nuevamente del profesor Aizawa.
—Naoto puede crear ilusiones a sus oponentes de sus peores pesadillas y usarlas en su contra, es un don bastante tedioso y difícil de zafar. No sabría decirte cómo logra manipular tu mente, pero es capaz de inferir en ella por un tiempo a distancia cercana, si está lejos o no, tampoco puedo saberlo, son muy pocas veces que he coincidido en un conflicto con él.—explicaba Aizawa.
—Es que no estoy segura si a larga distancia él puede lograr manipular la mente de alguien, además debe haber un tipo de contacto visual, al menos por unos leves segundos para que pueda dominarte sin que lo mires nuevamente. Sus ilusiones no duran más de cinco minutos.—justificaba.
—¿A dónde quieres llegar con eso Kai?—se cuestionaba Aizawa, mirando detenidamente a Kai, quien abrió un poco su boca para darle una respuesta, pero la puerta se abrió.
—Aizawa.—All Might yacía ahí, con su traje moderno y bien planchado.—Oh, joven Nakamura, no sabía que estaban reunidos. ¿Todo está en orden?—Kai asintió, para así acercarse a la puerta.
—Deje mi proyecto del curso de héroes listo profesor, anoté los movimientos especiales e hice una silueta con arcilla donde represento la utilidad de ellos. Me atrasé por las pasantías, pero lo dejé en su aula.—notificó Kai, mirando a All Might quien asintió y le permitió paso.
—Es muy disciplinada.—comentó All Might, mirándola irse por los pasillos para así mirar a Aizawa.—¿Ocurre algo?—le preguntó.
—Nada de All For One.—respondió Aizawa.—Pero sí otra cosa, entra, te explicaré.—indicó, para así All Might asegurarse que Kai se había ido por los pasillos y entrar al aula.
Kai caminaba por el sendero de la academia, miraba el cielo naranjal y pensaba en lo que le había dicho a su profesor. Tenía la dicha de tenerles confianza a cada uno—, pues los veía como adultos que la tutelaban, lo que hacía que ella les brindara un respeto constante—. En los aulas Kai era callada. Atendía la clase y tomaba apuntes de cada cosa que pudiera, era muy raro verla charlar con los demás, a menos que no fuera en la cafetería o en el recreo. Pasaba tiempo con las chicas, estudiaban o se prestaban apuntes. Se sentía más en confianza, pero eso no la hacía olvidar en lo absoluto lo que había pasado y en como eso la afectaba. Deseaba que las cosas fueran diferente y con necesidad se obligaba a olvidar los acontecimientos que la atormentaban, pero no podía. Era un proceso individual para ella y caminando a la alianza lo pensaba. Tenía cosas buenas por sacar de cada uno—, de su padre, madre y hermano—. Habían memorias gratas que no olvidaría, como las risas con su padre mientras comían helado, o los días donde la ayudaba a manejar su don aunque no lo entendiera. Kenny fue un padre increíble y Kai desearía que estuviera vivo.
Respiro hondo y continuó caminando. Olvido por un momentos esos pensamientos que la hacían retroceder, no habría forma de superar lo sucedido, pero Kai lidiaba con eso cada día. En la alianza, Shoto estaba sentado junto a Izuku y Katsuki—, luego de las pasantías por alguna razón disfrutaba ahora más que antes la cercanía de ambos—. Habían entrado a su vida y oído su historia, no se sintió juzgado, si no acompañado en esta travesía de perdonar a su padre y reconciliarse con su pasado. Juntos eran un gran trío e hicieron un gran trabajo en equipo, se sentían invencibles y estaban determinados para ayudar el uno al otro con los entrenamientos. Sin embargo, Shoto tenía a Kai en su mente, pensando de forma detenida y esclarecida sus actitudes en los pasados días luego del acontecimiento en la autopista. Ningún resultó herido. Su hermano Natsuo estaban bien y se habían mantenido en comunicación. Incluso Enji había intercambiado mensajes con Shoto que por fin había respondido, solo con el fin de saber que estaban bien para los entrenamientos.
—Estás muy callado.—opinó Katsuki, sintiendo molestia por el silencio incómodo de Shoto, quien se veía pensativo.
—Si Todoroki, ¿ocurre algo?—cuestionaba Izuku, mientras que Tenya encendía el televisor para ver los noticiarios de la tarde.
—Estoy preocupado por Kai.—admitió Shoto, Tenya lo miro, al igual que Katsuki y Izuku, quien desvió su mirada a Ochaco quien les traía refrigerios.
—¿Pasa algo?—preguntó Momo, acomodándose en el sofá aun lado de Tenya, para mirar cómo Shoto observó a sus compañeros.
—¡Habla idiota!—pidió Katsuki, desesperado por el silencio de Shoto, quien se veía en duda en compartir su preocupación.
—Adelante Todoroki, puedes confiar en nosotros. Somos tus amigos.—afirmó Izuku, mirando a Shoto quien asintió luego de estar en duda.
—Dice que vio a su mamá.—musitó como si fuera un pecado y tabú lo que decía, los demás le miraron y guardaron silencio mientras analizaban.
—Eso es imposible.—afirmó Izuku, colocando su espalda en la pared y descansando en ella, dándole duda a lo que decía Shoto.
—El imbécil de su hermano crea ilusiones de pesadilla, tal vez él lo provocó.—argumentó Katsuki, sintiendo molestia por eso.
—No, si está fuera del alcance de la presa es incapaz de hacerle crear ilusiones. ¿No es así Midoriya?—preguntaba Shoto.
—Yo también vi algo.—afirmó Izuku, algo dudoso.—Podría ser un tipo de muto, ya saben cómo el que peleo con Endeavor.—asumía Izuku
—¿Creen que esté viva como un muto?—se preguntó Tenya, sumamente confundido mientras veía a Izuku e intentaba de entender.
—¡Es una locura! ¿Te estás burlando de ella?—se cuestionó Katsuki, ofendiéndose nuevamente mientras que Izuku rápidamente denegó.
—¡No! Kai es mi mejor amiga, era mi vecina. Respetaba a su madre.—justificó Izuku, temeroso ante la actitud de Katsuki.—Pero vi el desplazamiento de la silueta en el ataque del secuestro de Natsuo.—explicaba, pensativo.
—¿Por qué hablan sobre esto a mis espaldas?—un gran silencio se esmeró cuando oyeron la voz de Kai, nadie sabía qué decir o cómo romper el hielo.
—¿Por qué diablos nos espías?—se cuestionó Katsuki, mirando a Kai de una forma retadora y notando como ella dejó de cargar su mochila.
—Están hablando sobre mi, en la sala, donde está la entrada de la puerta principal.—indicó Kai, defendiendo su postura.—Piensan que estoy loca.—musitó, mirándolos a todos.
—No hemos dicho eso.—infirió Shoto, cruzado de brazos y mirando a Kai detenidamente, haciendo una tensión entre ellos.
—Pero no lo estás negando.—afirmó Kai, señalándolo para mirarlo, había nuevamente algo frío entre ellos, como una escalera al conflicto.
—Pienso que necesitas ayuda.—Kai abrió los ojos grandemente, sintiéndose ofendida ante lo que Shoto había dicho delante de todos.
—Todoroki.—llamo Momo, algo inquieta por la tensión que había entre él y Kai, se veían incomodos, en desacuerdo con el uno y el otro.
—Estoy de acuerdo. Y eso es muy imprudente de mi parte, pero no estás bien.—el silencio tenso se quebró cuando Katsuki opinó, jamás había estado de acuerdo con Shoto, fue lo que sorprendió a Kai.
—¿Y ustedes deciden lo que necesito?—les cuestionó Kai, soltando su mochila de forma brusca y mirando como sus compañeros la veían.
—No Kai. Solo queremos que estés bien, sé que es difícil lo que te pasó...
—No lo saben.—interrumpió Kai a Ochaco, con un tono de voz alto que la hizo sobresaltar.—Creen entenderme, pero no lo hacen. Todos ustedes se sientan ahí y pretenden entenderme, fingen que no pasó nada.—asumió Kai.
—Chicos, cálmense, podemos dialogarlo.—indicó Tenya, notando como la conversación se tornaba agresiva e incómoda para todos.
—Estuvimos ahí, vimos lo que pasó.—indicó Shoto, tomando un tono de voz igual que el de Kai, intentando de controlar la situación.
—¡Pero no lo sintieron!—volvió a decir Kai, mostrando que estaba agitada, por lo que Izuku notó como de sus manos sobresalían el humo del hielo.
—¡Necesitas superarlo!—estalló Shoto, por lo que todos guardaron silencio y miraron aun lado, estaban de acuerdo a la vez, pero Kai no entendía en qué forma estaban de acuerdo, su expresión decayó y sintió una estaca atravesar su corazón.
—Mientras puedas ver a tu padre y enviarle cartas a tu madre, yo no superaré nada.—masculló Kai, pasando por el lado de Shoto.
Fue una sensación fría y ruda que sintió cuando ella pasó por su lado imponente—, quería entenderla y ayudarla como todos, pero no podía salvar a alguien que no quería ser salvado—. Era la lucha constante de Shoto con su novia. Estaba enamorado de Kai, era en lo que pensaba día y noche, amaba sostener su mano y entrelazarlas, o oler su olor floral de algún perfume, pero debía admitir que Kai tenía un problema muy grande. Era orgullosa. No le gustaba recibir la ayuda de nadie y lidiaba con cada cosa sola. Se mantuvo cruzado de brazos en aquel silencio incómodo, mientras que la albina se subía al ascensor sin siquiera mirar a Izuku, quien se sintió mal por el tema y el conflicto incómodo que eso había generado. Se les había salido de las manos. No es que no entendían a Kai, es que ya no la reconocían y no sabían cuál era el punto de su resilencia, a donde quería ir o quién quería ser. Han estado corriendo para atraparla, ¿pero por qué se les sigue escapando de las manos? Algo más grave le pasó. Camino ella por el pasillo cruzándose con Aoyoma y ambos sostuvieron una mirada intensa. Kai y él parecían transportarse varias cosas con solo una mirada, lo extraño es que nunca conversaban.
—¿Me excedí?—preguntó Shoto, mirando a sus compañeros quienes levantaron sus miradas para verlo de forma detenida.
—No.—respondió Katsuki, levantándose del suelo y recogiendo los refrigerios, era la segunda vez que estaba de acuerdo con Shoto.
—Kai está en un bucle, necesita que la saquemos de ahí.—admitió Momo, pensando.—Los profesores deberían de estar al tanto.—añadió.
—Démosle espacio, es lo que necesita ahora.—indicó Izuku, levantándose del suelo para así aislarse de los demás, Ochaco lo miró y se sintió curiosa por ese aislamiento, pero lo dejó ser.
Izuku se dirigió a la puerta principal, donde estaba tirada la mochila de Kai—, vio el llavero que una vez le regaló y que Kai lo guardaba con un gran valor—. Estaba impotente por la situación de su mejor amiga. Quería entenderla y ayudarla, pero no perdonaría a la Liga de villanos si había hecho un muto sobre Hikari. Sin duda era de las héroes que más respeto, sin importar los acontecimientos que ocultó y los misterios que salieron a la luz luego de su descenso, esta seguía siendo la madre de Kai, de su mejor amiga. Shoto por otro lado salió a tomar aire libre, mientras que Kai cerraba su ventana y la cubría con la cortina, se sentaba en el borde de su cama para cubrir su rostro en las palmas de su mano. De fondo se oía su celular y como recibía mensajes. Estaba confundida y a punto de cruzar una línea, pero algo más pasaba por su cabeza y la risa de aquel hombre volvió a su mente. Se estaba acercando el ciclo y una tormenta empezaría, una guerra se aproximaba y Kai debía elegir quien quería ser, sin importar a quien abandonaría.
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Próximo capítulo: No te reconozco.
🚨SOLO 3 CAPÍTULOS PARA EL FINAL.🚨
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