Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟑𝟓

────────────────────────
ᴀʀᴄᴏ ᴛʀᴇs ——— ❛La forma en la que vivo.❜
────────────────────────
Omnisciente.
────────────────────────

Kai tenía conocimiento de cómo podía ser trabajar con Endeavor—, pues las pasadas pasantías tuvo una gran experiencia y confrontación familiar en Hosū mientras él les tutelaba—. Ella no tenía favoritismo con el anterior héroe número dos, pues desde muy niña le tenía un tipo de respeto al fuego. El don de Kai se debilitaba, pues sentía que su cuerpo se derretía o perdía cierta energía que hacía que su forma de ejecutar su agua helada no fuera útil a la hora de combatir. Era por eso que su traje de héroe ahora estaba actualizado con ciertos detalles que no tenía antes. Su traje resistiría el calor y no tardaría en enviar ondas frías a la piel de Kai, regenerando la energía suficiente para continuar en un campo de batalla. Sin embargo, lo que Kai aún estaba trabajando por tratar era el agobio y el cansancio que sentía cuando expulsaba ciertas cantidades de energía. Sentía su cuerpo debilitar, incluso sus ojos le pesaban al punto de irse inconsciente. Necesitaba priorizar eso, canalizar fuerzas que luego la ayudarían. ¿Pues de qué sería útil si esta inconsciente?

La distancia entre ella y el héroe número uno se vio a simple vista por sus compañeros—, aunque no cuestionaron la actitud de Kai, notaron como se esforzó en querer seguirle el ritmo al héroe—. No era de esperarse. Pues Enji Todoroki no solo era el intimidante Endeavor, sí no que también era el padre de Shoto. Kai conocía y sabía sus ambiciones desde mucho antes de encontrárselo en esta nueva actualidad. La frialdad del hombre era notable. Shoto jamás le había conocido un destello de felicidad a su padre, no creía verle uno después de la muerte de su hermano mayor, Touya. No se hablaba de él, aunque Kai había logrado ver el altar en su casa, quería imponer que no era razón suficiente de Enji ser así. Ella inducía que él se sentía culpable. No solo de la muerte de su hijo, si no de haber destruido a su familia y permitir que estas pasantías sucedieran, era para tener más cercanía con Shoto y aceptar como este mismo ha querido diseñar su propio camino lejos del suyo.

—¿Kai?—la albina no tardó en girarse cuando oyó la voz de Shoto, sin embargo no se movió al sentir un escalofrío recorrer su cuerpo; miró a los arbustos más cercanos cuando oyó un ruido.

—Siento que alguien me observa.—afirmó, deteniendo su andar al dejar de seguir a Shoto, quien se giró para verla y observar alrededor.

—Ven, mi amor.—extendió su mano con delicadeza y espero la respuesta de su novia, quien lo miró anonadada para así dejar ver su sonrojo.

—¿Perdón?—le preguntó ella algo tímida, sonrió de lado cuando Shoto la miró de forma detenida para así soltar su mano suavemente.

—Ya déjame.—pidió sutil, pero a la vez avergonzado, esperando que ella pudiera acompañarlo hasta la puerta donde dejó sus zapatos antes de entrar para colocarlos en una esquina.

—Esperaré a Deku, ¿puedes adelantarte?—le preguntó Kai, mirando como Shoto pareció dudoso ante lo que le proponía Kai.

—Espero que no sea porque estará mi familia, ya eres parte de ella no tienes porque sentirte nerviosa.—indicó Shoto, extendiendo los brazos para mostrar el pasillo de entrada.

—No... yo me siento cómoda, pero Deku es muy tímido. Quiero acompañarlo.—excuso Kai, conociendo y determinando los sentimientos de Izuku quien se aproximaba con Katsuki.

—Eres una gran amiga Kai.—afirmó Shoto, tomando un mechón de su cabello y acariciándolo con sutileza, para así distanciarse y dejarla sola.

—Y tú eres tan lindo... —musitó Kai, mirando como Shoto era recibido por su hermana mayor, quien se oía emocionada por la llegada de los jóvenes.

—Son unos malditos tórtolos de porquería.—Kai sintió como la golpearon del hombro, rodeó los ojos y acarició su cien; intentaba no perder la paciencia ante Katsuki en una casa ajena.

—Supéralo, Kacchan.—le pidió ella, extendiendo sus brazos y agotada del comportamiento infantil del rubio, quien se giró de forma brusca.

—¿Qué lo supere?—cuestiono, con sus ojos casi en blanco, sin caer en cuenta que podía hacer una escena en casa del héroe número uno y eso sería más que vergonzoso.

—Dios.—aclamó Kai.—¿Por qué es tan difícil para ti aceptar que las cosas no son a tu manera?—pregunto curiosa, viéndolo decaer en su mirada.

—Mira maldita gallina albina. Yo no me pedí sentir lo que sentí, ahórrate tus comentarios... porque ya sé lo que es perder.—exclamó entre dientes, sin ninguna timidez se adentró a la casa de los Todoroki y dejó a Kai con la palabra en la boca.

—Odio llegar en los momentos inoportunos.—Kai sonrió cuando vio a Izuku llegar con timidez y vergüenza, sin saber cómo entrar.

—¿Si? Bueno yo agradezco que estés conmigo siempre.—indicó Kai, palmeando la espalda de su amigo quien asintió sonriente.

—Somos amigos, ¿no es así?—se preguntó Izuku, mirando como Kai volvía a dirigir su mirada a los arbustos; ella juraba sentir algo allí, algo extraño detrás de los arbustos la acechaba.

—Los mejores amigos del mundo.—afirmó Kai, para así impulsar a Izuku al interior de la casa de los Todoroki que lo hizo sentir abrumado.

Fue entonces cuando Kai dejó de mirar a los arbustos. ¿Alguna vez has sentido una comprensión en el pecho? Fue lo que sintió cuando dio la espalda—, tenia la sensación de que alguien la observaba e incluso de que algo malo pasaría—. Intento canalizar lo que sentía para quitar sus zapatos y colocarlos junto a los demás. La familia Todoroki respetaba ciertas tradiciones, por lo que Kai las ejecutaba dándole la importancia a su estilo de vida. Estar aquí la llenaba de vagos y viejos recuerdos, también de unos muy bonitos. El olor que venía de la cocina era exquisito. No quedaba duda que Fuyumi—, quien había insistido en hacer la cena para poder conocer a los amigos de Shoto—, había logrado un trabajo excelente para desgastar a sus invitados. Era la primera vez que Kai tendría una cena con Enji Todoroki en la casa del patriarca mencionado, otras veces solo han sido ella junto a Shoto y sus hermanos. Por lo que entendía la tensión que había en la familia por mostrar al imponente hombre en los alrededores de su propia casa, donde habían dejado marcas y grietas de memorias en la infancia de sus hijos.

—Kailani, deja la mochila junto a la de los demás.—la imponente voz de Enji se dirigió a Kai, quien había olvidado dejar su mochila por lo que asintió.

—Si, lo siento.—expresó, dejando su mochila aún lado de la de sus amigos para no llevarla hasta la cocina y arruinar el escenario de cena.

—Tienes que ser atenta con todo.—aconsejó Enji, mirando a Kai quien asentía de una forma serena y sumisa.—Aprenderás más rápido si es así.—añadió, sin notar que Shoto se asomaba.

—Soy muy observadora. Sólo que trabajar en la agencia más movida de Japón ha sido bastante abrumador.—comentó Kai.

—¡Perdón por las lesiones que pude haberle causado a tu hermano!—se oía a Izuku en el fondo, parecía estar conversando con Fuyumi.

—Está bien Midoriya, fue un combate.—expresó Shoto, Kai logró distinguirlo entre los pasillos, pero se mantuvo aun lado de Enji.

—Patrullar te vino bien. Pudiste manejar bastante la acumulación de energía, pero te sigues cansando.—comentaba, Kai lo oía con atención.

—El traje me ha dado más movilidad. ¿Qué crees que debería hacer para mejorar?—Shoto oía con sigilo, notando como la tensa relación de Kai y su padre olvidaba la tensión.

—Mi esposa era muy buena con su don. Debí haberle prestado más atención, quizás pudiera haberte aconsejado más.—asumió Enji, por lo que Shoto abrió los ojos grandemente cuando oyó a su padre admitir dicha cosa.—Pareces abrumada a la hora de combatir, le tienes miedo a la pelea. Eso evita que canalices tus energías, tienes que retener la adrenalina y tener esas llamas siempre encendidas.—añadía.

—Creo que entendí.—aceptó Kai algo tímida, por lo que Enji no tardó en asentir para así impulsarla a ir al comedor; Shoto desapareció y disimuló bastante que no había oído dicha conversación.

Estaba tenso. Tener a sus amigos en la mesa de su casa y a su novia, lo ponía tenso—, su familia era un caos—. No podía dejar de recordar lo que había pasado. Las peleas de sus padres que llevaban a su madre al punto de quiebre, los dias en donde él no podía dejar de sollozar hasta caer rendido en su propio vómito por los arduos entrenamientos de su padre. Shoto veía en ese hombre uno ambicioso e infeliz, un hombre que no pudo cumplir con sus convicciones y dejó en el olvido a su familia por lo sucedido. Pasar la semana en la agencia de su padre, la cual incluía alojamiento los hizo bien. Todos se apoyaban y se alentaban. Aunque reconocieron sus fallas en los entrenamientos, decidieron tomarse este día para poder descansar, seguían motivados y con ganas de superarse. Eso era entrenamientos lo que Shoto se quería enfocar, recibió cada consejo de su padre, en un punto no quería ser como él, pero ahora era el héroe número uno y necesitaba su ayuda para superarse. Su hermana había preparado los platos y la presencia de su hermano continuaba siendo tensa.

Sin embargo, cuando vio a Kai entrar por la puerta sintió un tipo de alivio. Ella era hermosa y sutil. Shoto admiraba sus esfuerzos y aunque quedaba atrás sin poder superar al cien los entrenamientos, Shoto veía que ella aún así avanzaba sin temor. Las presentaciones habían acabado, era claro que Izuku estaba observando cada detalle mientras que Katsuki tenía el ceño fruncido observando como Kai se sentaba decentemente aun lado de Shoto. La vibra del ambiente cambió, la tensión se volvió acogedora cuando se notó el sinónimo de calidez que ambos jóvenes emergían el uno para el otro. Se sintió nervioso, era como si fuese la primera vez que Kai cenaría con ellos. No lo era, pero claramente se estaba volviendo más formal y serio—, Kai era su novia, la chica de sus sueños, estaba totalmente enamorado de ella—. No podía dejar de pensar en cómo serian cuando adultos, ¿acaso tendrían hijos? Sonrió por lo bajo algo pasmado para así oír la conversación a su alrededor.

—La carne también está muy bien deliciosa.—comentó Izuku, sentado saboreaba en su paladar los sabores de la exquisita comida.

—Por supuesto, desde que nuestra ama de llaves se retiró, Fuyumi ha preparado toda la comida y se destaca mucho.—indicó Natsuo, mirando a Izuku quien lo atendía.

—Natsuo, tú también has cocinado. Nos turnamos.—admitió Fuyumi, dándole crédito a su hermano respecto a las comidas.

—Oh, ¿también he probado tu comida?—se preguntó Shoto con asombro, Kai lo miró y notó cierta emoción del bicolor hacia su hermano mayor.

—No estoy seguro, suelo usar muchos condimentos. Quizás Endeavor evito que la probaras, seguro dijo... "no comas su comida".—la tensión no tardó en recorrer el lugar con incomodidad cuando Natsuo se dirigió a Enji, quien se vio despreocupado.

—Ni siquiera me di cuenta.—fue lo que comentó el patriarca, rompiendo con la incomodidad que dio a entender la mala relación que tenía con su hijo y la gran distancia entre ellos.

—Eh Kailani, ¿cómo han estado tus calificaciones? Shoto nos contó que tenían sesión de estudio.—Fuyumi decidió obviar el tema, dirigiéndose hacia Kai quien la miró detenidamente.

—Sesiones para besarse.—masculló Katsuki con molestia, Kai sintió sus mejillas sonrojarse y sonrió para exprimir la vergüenza.

—Me ha ayudado bastante, gracias por preguntar Fuyumi.—agradeció Kai, sintiendo esa calidez que le brindaban los hermanos de Shoto; la hacían sentir que era bienvenida.

—Nuestra madre quisiera verte Kailani, quiere compartir contigo y con Shoto. Dice que está muy feliz.—Kai con ilusión en sus ojos miro a Natsuo, era más cálido aun que Rei quisiera verla y compartir con ella, se sentía bonito.

—Me gustaría probar la de Natsuo.—la conversación fue interrumpida por Enji, quien dejaba los platos vacíos aun lado.

—Gracias por la cena, pero tuve suficiente, adiós.—la tensión había quebrado en añicos la cena cuando Natsuo se levantó.—Lo siento hermana, no puedo hacer esto.—afirmó dando la espalda, por lo que Kai dejó el plato aún lado cuando el joven se fue, dejando un silencio frío y vacío.

—¿Kai?—le llamó Izuku al notar la caída en su expresión, sintió amargura y tristeza por ese momento, sabía que a Shoto le afectaba.

—Disculpen, necesito usar el baño.—Kai se disculpó, en sus pensamientos iban sentimientos afligidos a la situación.—Lo que daría por cenar con mi papá una vez más.—fue lo que pensó cuando se levantó para dirigirse al baño.

Enjuagó su rostro en el baño, mientras que en la cocina todos lavaban los platos y ordenaban todo de nuevo—, dejándolo impecable—. Izuku y Katsuki habían entendido la tensión y el quiebre familiar que había en la familia Todoroki, sentían pena y a la vez vergüenza ajena, no sabían cómo intervenir o ayudar a su compañero. Mientras que paseaban por los pasillos en busca de Shoto, Kai salía del baño con la imagen de sus padres en una mesa donde ella no era partícipe. Recordaba las noches de cena y como todos honraban aquel momento. De un punto a otro, la cena no era tan especial y comer con su madre parecía aburrido. Aunque la veía esforzarse haciendo la comida, Kai sentía que la mesa vacía le recordaba un frío invierno que la atormentaba en cada víspera del aniversario en que su padre y hermano se habían ido para no volver. Encontrarse en esta posición la hacía pensar, veía como un padre presente con errores se esforzaba por estar bien con sus hijos, mientras que ella no pudo tener la oportunidad de ver a sus padres redimirse por lo ocurrido. En la distancia vio a Natsuo con su mochila y rostro fruncido como si fuese a llorar, mientras que Enji se encerraba en una habitación.

—Shoto, ¿quisiera saber qué sientes sobre papá?—se oía por los pasillos la voz de Fuyumi dirigirse a su hermano menor, con quien limpiaba la mesa del comedor.

—Yo siento que esta cicatriz me la hizo él.—comentó Shoto, Kai lo oía mientras veía a Izuku y Katsuki pasar por ese pasillo y detenerse.—Mamá lo soporto, resistió hasta que no pudo más. Él arruinó la vida de mamá, no puedo perdonarlo aun, pero mamá también está intentando superar todo lo que pasó.—añadía, mientras recordaba su infancia.—Sinceramente todavía no se, no sé que quiero hacer o cómo sentirme respecto a él. Lo único que sé, es que no quiero ser como fue con mamá y por eso me esfuerzo tanto por Kai, quiero dejar el pasado atrás.—admitió, por lo que Kai sintió su pecho comprimir.

—¡Ustedes dos, si van a invitar a alguien no hablen de temas delicados aun quedan muchos platos por lavar!—rodeó los ojos y palmó su rostro cuando oyó a Katsuki, no tardó en acercarse para ver el escándalo que el rubio hacía.

—Imbécil.—exclamó la albina, mirándolo dirigirse a los platos que iba recoger para limpiar mientras que Fuyumi se disculpaba.

—Lamentó que los oyéramos. No volverá a pasar.—se disculpó Izuku, mientras que Shoto se quedó mirando a Kai, quien estaba recostada en el borde de la puerta.—Todoroki, creo que te falta poco... te estas preparando para perdonarlo finalmente.—musitó Izuku, mirando a Shoto tener un destello de luz en sus ojos al oír eso.

—¡Muévanse idiotas! ¡Yo no lavaré estos malditos platos solo!—exclamó Katsuki mientras caminaba por el pasillo, Kai sonrió y deseó hacerle un desliz de hielo para que se cayera, pero eso sería inapropiado en una casa ajena.

—Mi familia es un poco caótica. ¿No crees?—se preguntó Shoto cuando Kai se acercó, Fuyumi sonreía y le hacía señales a Izuku para retirarse del lugar, los dejarían solos.

—Mira el punto positivo, aún están con vida.—musitó Kai, sentándose en la mesa de comedor para así Shoto quedar sentado aun lado de ella.

—Si... lo lamento, tienes razón.—se disculpo, mientras que Kai miró la ventana que daba al patio exterior, tenia vagos recuerdos.

—Yo solía jugar ahí.—señaló, por lo que Shoto miró con curiosidad a donde señalaba, él recordaba verlos jugar pero también era un recuerdo muy lejano que se veía borroso por lo que el esbozo un suspiro lleno de pesadez.—¿Qué tienes?—le preguntó Kai, mirándolo restregar su rostro.

—Lo intentó Kai.—musitó Shoto.—Intentó no pensar en ello, pero mira la situación. Mi mamá está en un hospital psiquiátrico porque me hizo daño, estaba atemorizada por la sombra de mi padre que me creyó ser igual. Perdí a un hermano mayor con el que nunca creé un vínculo, mi hermana se esfuerza por unir los añicos de nuestra familia mientras que nuestro hermano los pisotea y no lo culpo.—confesaba, lleno de tristeza.—Es difícil perdonar a papá por habernos arruinado.—añadió, por lo que Kai solo puso su mano en la mano de Shoto.

—Tu no estás arruinado, has ascendido Shoto. Este es tu ascenso para continuar tu propio camino sin ningún prototipo que tu padre haya querido crear en un pasado, es por eso que tienes esa cicatriz, nunca serás lo que viste.—expresó ella, captando su atención y hacerlo caer en cuenta.

—¿Cómo puedes comprobarlo, Kai?—le preguntó frustrado, Kai se giró y acarició su cabello, pocas veces se mostraban ese afecto cariñoso, así que cuando pasaba a Shoto se le revolcaba el estómago con miles de mariposas.

—Porque me recuperaste.—afirmó Kai.—¿No es así? Te enamoraste de mí y trajiste algo a tu vida que jamás experimentaste, amor.—explicaba, por lo que Shoto cambió la mirada con frustración.

—La última vez que estábamos bien algo horrible pasó, nos separamos... por un tiempo que se sintió eterno.—admitió, bajando la cabeza y entrelazando sus manos, viéndose frío y distante.

—Nada nos va separar.—artículo Kai.—Y si nos separamos, encontraremos el camino devuelta.—indicó ella.

Shoto levantó la mirada para colocar su mano en la mejilla de Kai, soltó el trapo sucio con la otra e hizo lo mismo—, le dio un beso suave y delicado, bastante genuino para la situación—. Shoto necesitaba sentirse seguro donde estaba y Kai siempre le daba afirmaciones que él estaría bien. Quería sostenerla para jamás nunca dejarla ir. Si por Shoto fuera, la colocaba en una caja de cristal para que nunca nadie le haga daño. Sonrieron en medio del beso que se hizo eterno para ambos, adoraban sentirse queridos y deleitarse en su propio cariño. Eran momentos mágicos para ambos, estaban en plena flor de la juventud y se sentían merecedores del uno al otro. La puerta se abrió y se separaron cuando Katsuki les tiró un trapo sucio, Izuku reía avergonzado mientras que Fuyumi tomaba fotos. En las afueras de la casa, el frío amenazaba por entrar y los arbustos se removían con la brisa escalofriante. De ahí, unos ojos azulados observaban la casa y el villano con llamas del mismo tono miraba con una sonrisa. Los arruinaría a todos, más aun... arruinaría a la familia Todoroki.

100 votos + 100 comentarios =
Próximo capítulo: Lo que deja la noche.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro