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𝟑𝟏

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ᴀʀᴄᴏ ᴛʀᴇs ——— ❛No eres lo que viste.❜
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Omnisciente.
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Kai entre abría los ojos para cerrarlos. Se encontraba cansada, estudiaba y estudiaba hasta retener toda información de sus cursos. Los profesores les habían enviado asignaturas, ni siquiera se percató que se había quedado dormida encima de la mesa del comedor con el uniforme escolar. Aún lado de ella Shoto descansaba la espalda en la silla, con una postura cómoda donde se veía escribiendo algunas anotaciones del cuaderno de Kai—, o eso pensó ella, hasta que se percató que Shoto le dejaba anotaciones en su cuaderno y no se copiaba de los suyos—. La estaba ayudando de una forma gentil y genuina. Compartía su pensar sobre el curso y respuestas que podían beneficiarla en los exámenes. Se veía fuera de su camiseta blanca escolar aquel collar. Desde aquel entonces donde volvieron a colocárselo en sus cuellos, no se lo habían quitado. El fuego y el hielo los representaba de maravilla como un símbolo de su unión, o tal vez de su destrucción.

Lo que pasaba era el factor de que, ¿podían estar juntos? Kai oía a los demás, habían algunos que estaban sentados en los sofá, perdían el tiempo jugando videojuegos. Otros estaban en el patio practicando con sus dones, mientras que ella y Shoto estudiaban juntos. Kai se quedó recostada de la mesa, sin que Shoto se diera cuenta que ella lo veía con detenimiento. Desde que empezó a pasar tiempo con él y sus compañeros, ha sentido más alivio e intenta de olvidar el duelo por el que estaba pasando. Claramente el dolor seguía ahí y la ausencia de su familia la atormentaba, pero quería esforzarse por superar cualquier tipo de adversidad que la alejaba de su camino como heroína. Shoto dejo el lápiz y el cuaderno, encendió su celular y veía notificaciones que se actualizaban en su pantalla de inicio. Kai pudo ver su facción ponerse seria—, el bicolor leía una noticia de su padre, el héroe número uno—. Shoto estaba orgulloso, pero sentía algo aún.

—¿Has hablado con él?—le preguntó Kai en un tono bajo, Shoto se giró para verla, se sorprendió de notar que se había despertado.

—Lamento no haberte despertado. Te veías cansada.—respondió Shoto antes de la pregunta anterior, él acercó la silla de Kai con sutilidad a la suya para mantenerla cerca suyo.

—Que manera de evadir.—musitó Kai, Shoto sonrió de lado y denegó, era clara la confianza que tenía con Kai, era su novia y podía contarle todo.

—Pienso muchas cosas.—admitió Shoto, mirando la foto de presentación que había de su padre en aquella noticia que recorría el internet.—Un hombre que es admirado por decenas de personas es indeseado para su propia familia.—esclareció.

—No puedes pasar el resto de tu vida desacreditando a tu padre por los errores que cometió.—opinó Kai.—Has avanzado mucho. Elegiste tu propio camino, ¿no quisieras perdonarlo?—Kai sabía que no era fácil, ella solo quería entenderlo.

—No es tan fácil.—dijo en un tono bajo, dejó de observar el celular para así mirar algún punto que no fuera Kai.—¿Podrías perdonar a tu mamá si la tuvieras de frente?—le preguntó de forma sutil.

—Te miento si digo que si, pero la verdad es que no.—respondió Kai, sin sentirse ofendida por la comparación, ella sabía que Shoto no lo hacía de mala forma; quería aprender de otros sentimientos y tomar ejemplo de lo que pudiera hacer.

—¿Qué le dirías?—le preguntó, Kai sintió una conmoción por esa pregunta, sin embargo disimuló su expresión y observó a Shoto fijamente.

—Que sus errores son irreparables, pero sí puede ser mejor persona para su familia y demostrarlo, puedo ser capaz de dejar todo atrás.—respondió ella, para así bajar la cabeza y suspirar.—Pero... no está aquí. Así que creo que podrías tomarlo de ejemplo para tu padre.—indicó Kai.

—Natsuo se niega a perdonarlo. Dice que es una farsa cada vez que Fuyumi hace la cena para que nos sentemos como familia.—comentó Shoto.—Farsa porque mamá no está ahí con nosotros por culpa de las decisiones de papá, claramente mi hermano tampoco. Aunque no hablamos sobre eso. Es como un tabú para la familia hablar sobre Touya.—añadió.

—No lo recuerdo bien.—infirió Kai, por lo que Shoto se quedó pensativo, porque claramente no tenía recuerdos con su hermano mayor; quien había muerto en un incendio hace años.

—Fuyumi dijo que tu hermano y Touya eran muy buenos amigos. Quizás Naoto tenga más recuerdos con él que nosotros mismos.—bromeó Shoto, Kai sonrió y asintió algo sorprendida.

—Que curioso.—sonrió hasta sonrojarse.—¿Sabes que recuerdo?—le preguntó, para él negar.—Que mi hermano y tu hermana se gustaban. Ahora irónicamente nosotros.—expresó, Shoto bajo la mirada pasmado y asintió.

—Creo que nuestras familias están malditas.—artículo, Kai denegó y mantuvo cercanía con él.—Al menos no en el amor.—distinguió, golpeando su rodilla con la de Kai en una muestra de cariño físico que la hizo sonreír.

Sonreían entre ellos. Cualquiera de sus compañeros que los viera, se emocionara por la unión de ambos. Eran la primera pareja que se presentaba en la clase, una unión que la academia veía como un destello. Kai era una jovencita muy atractiva, al igual que Shoto. Se componían a la par, a sus espaldas muchos de otras clases los admiraban—, pues tenían ciertos amores platónicos individuales con ellos—. Estaban las chicas que gustaban de Shoto, como los chicos que gustaban de Kai. Verlos juntos era un sueño que muchos quisieran tener con las personas que tenían en sus corazones. Pues demostraban un amor sereno e inocente. Se tomaban de la mano con sus mejillas sonrojadas, o Shoto tan solo llevaba su brazo por encima del hombro de Kai en los pasillos para mantenerla cerca mientras iban a su próxima clase. Eran muchos los que anhelaban algo así, mientras que otros recordaban lo que habían tenido en su infancia, como lo era Eraserhead. Cada vez que los veía, pensaba en su tiempo escolar con Hikari y la forma en que la conoció.

—Si que fuiste un dolor de cabeza, Hikari.—pensó Eraserhead con melancolía, mientras veía en una publicación de red social la imagen de la heroína con un lazo negro que representaba su fallecimiento.

—Lo sigue siendo.—artículo All Might, quien veía a su compañero estar afligido, pero no fue una demostración duradera; Eraserhead era un hombre reacio e inexpresivo.

—¿Qué sucede?—cuestiono Eraserhead, miró como All Might se sentó frente a él con cansancio; se veía pensativo y dudoso.

—Las calificaciones de Nakamura han empezado a bajar.—indicó, estiró un papel para que su compañero pudiera ver.—El joven Todoroki ha estado haciendo alguna de sus tareas.—añadió.

—Ya veo.—expresó Eraserhead, restregó su rostro y dejó el papel aún lado.—Supongo que es porque se acerca su cumpleaños. Midoriya lo comentó a algunos profesores, quieren hacer una recolecta para darle una sorpresa.—contó.

—Debe sentirse sola.—comentó All Might, para mirar el calendario y como la fecha se acercaba.—Su padre y madre murieron en cuestión de semanas. Siento que he fallado.—afirmó, con desesperanza.

—No está sola.—fue lo único que recalcó Eraserhead, girando su silla para mirar a la alianza donde convivía la clase 1A, donde pertenecía Kailani.

Estaba sentada en el patio de aquel lugar. La brisa removía su cabello y levantaba de a poco su falda. Una de las cosas que más armonía le brindaba, era sentir que flotaba con el viento que se sentía en pleno atardecer. Aún lado de los escalones yacía su mochila y algunos cuadernos—, pero Kai solo estaba enfocada en Shoto, quien jugaba con una pelota—. Claramente tenía compañía. Izuku le pasaba la pelota, parecían querer liberarse un poco del estrés mientras esperaban la cena. De pronto Kai empezó a tener vagos recuerdos, visualizó a un infante frente a ella. Claro que recordaba a Shoto cuando era una niña de cinco años, pero no recordaba verlo jugar con otros niños, tampoco con sus propios hermanos. Era muy triste para ella pensar en eso e identificar que Shoto no tuvo una infancia adecuada. Pues pese a lo que ella haya pasado, Kai podía admitir que su infancia no fue tan solitaria y que sus padres le brindaron una atención que claramente él careció—, no tanto de la atención, si no de un amor—. Ella suspiró, llamando la atención de Shoto quien la miró.

—Ven, juega con nosotros.—pidió él, Kai levantó la mirada para verlo de forma detenida mientras que Izuku fingía cansancio.

—Puedes tomar mi lugar Kai, buscaré refrigerio para todos.—comentó Izuku, dejando de pasar la pelota para así dársela a Kai.

—Si, gracias.—agradeció ella, levantándose para bajar su falda e irse a una distancia de Shoto que no fuera exagerada para continuar el juego.

—Si la dejas caer, me darás un beso.—Kai sonrió, bajando la cabeza para negar rápidamente, pues sabía que habían más oyéndolos.

—Que reservado Todoroki.—opinó Mina, quien estaba sentada debajo de la sombra de un árbol junto Eijiro; ambos estudiaban juntos.

—Ya quisieras tú.—indicó Eijiro, Mina le lanzó una mirada fulminante que no tardó en ponerlo nervioso, Kai denegó sonriendo ante lo que noto.

—Ignóralos.—pidió Kai, viéndose satisfecha con el comportamiento romántico de Shoto, quien por un momento dudo si estaba correcto.

—¿Está mal eso?—le preguntó Shoto apenado, Kai denegó para lanzar la pelota.—¿No te molesta?—volvió a preguntar y ella sonrió.

—Es muy lindo.—respondió Kai, recibiendo la pelota mientras no despegaba la mirada de Shoto.—Gracias por ayudarme a hacer la tarea.—agradeció, él sostuvo la pelota y se detuvo.

—No tienes que agradecer. Los novios se ayudan, Tenya me dijo que son un equipo.—expresó, era tierno e inocente, tanto que derretía a Kai; pese a esa seriedad, Shoto tenía un corazón gigante.

—¿Sigues buscando consejos de los demás?—le preguntó Kai, Shoto lo admitió con algo de pena pero ella sostuvo la pelota y se acercó.

—¡Chicos, Uraraka me ayudó a buscar los refrigerios! ¡Vengan todos!—anuncio Izuku, para así abrirle la puerta a Uraraka quien llegó con una bandeja.

—Yo lo busco.—indicó Shoto, acercándose a Izuku para buscar un jugo de limonada, Kai se acercó y lo recibió, mirando a Uraraka.

—Espero que les guste.—su amiga castaña le sonrió, Kai no tardó en saborear el jugo y quedar satisfecha por el sabor, aprobándolo.

—Uraraka, ¿quieres jugar conmigo?—le preguntó Izuku, ella asintió, por lo que Shoto les pasó la pelota y quedó sentado con Kai en los escalones.

—¡Pero sin trampas Deku!—pidió Uraraka, emocionada por jugar junto a él, era evidente que esa tensión era por un sentimiento de amor.

—Buscó consejos en los demás porque no quiero cometer los mismos errores que mi padre.—Kai había guardado silencio, pues no pensó que Shoto fuera a continuar con el tema.

Examino y retuvo la respuesta en su cabeza—, no hubiera visto que él se esforzaba lo suficiente por ella—. Fue algo que hizo su corazón palpitar rápido, pasó como una estrella fugaz esa emoción, pero ahí estuvo. Kai se estiró un poco, besando a Shoto en los labios de una forma sutil que lo hizo sonrojarse cuando se percató que sus compañeros le miraron. Tenían quince años—, podía ser intolerable para algunos, pero para otros era real—. Shoto procesó el beso, pero no había entendido el gesto de su novia en besarlo de esa forma tan inesperada por lo que había admitido. Era claro que Shoto había visto un patrón de ausencia amorosa en el matrimonio de sus padres y aunque fuera un adolescente, esperaba trazar un camino con Kai. Shoto la acercó a él, besándola de una forma más sutil. Aunque claramente repitió el beso varias veces, oyeron silbidos y varios comentarios que los hicieron sonrojar, pero era claro que no eran los únicos que tenían un sentimiento de amor. En el aire y en la clase, otros se presentaban como ellos, sin sacarlo a la luz como Kai y Shoto lo habían hecho.

—Nunca serás lo que viste.—comentó Kai, viendo como el viento levantó el cabello de Shoto, dejándole ver más su rostro y expresiones.

—Esa vez que me dijiste que mi lado izquierdo... —Shoto se detuvo, noto que Kai se sintió apenada cuando miró a otro lado.—No estaba molesto. Solo decepcionado de no cambiar esa perspectiva. Por eso quería esforzarme en demostrarte que jamás te haría daño.—añadió, conmocionándola.

—Estaba equivocada.—admitió Kai, llevando su mano hasta el lado izquierdo de Shoto, tocó su rostro con sutilidad y lo miró.—Es tu lado más asombroso, porque es tu don.—añadió.

—¡Uraraka, no uses la gravedad, eso es trampa!—reía Izuku de fondo, mientras que Shoto miró a Kai de forma conmocionada por lo que había dicho.

—¿Qué?—le preguntó Kai sonrojada cuando miró como Shoto sonreía hasta bajar la cabeza, él no podía sentir más amor en su corazón, no le cabía.

—No sé cómo decirlo... —susurró, sus mejillas estaban rojizas y el atardecer no ayudaba con esos tonos naranjales.

—¿Qué cosa?—se cuestionó ella, removiéndolo nerviosa pero Shoto denegó y tan solo se acercó para abrazarla de forma fuerte.

—Quiero que te esfuerces más.—no era eso lo que iba decir, pero Kai aceptó el abrazo y sonrió, dándole un beso en su mejilla.—Se que no te sientes bien, pero puedes hacerlo.—le motivó.

—Será mi primer cumpleaños sola.—indicó Kai, sin soltarse del abrazo, dejando su pesadez en él, porque Shoto la apoyaba y sostenía.

—Yo estaré aquí. Todos nosotros lo estaremos.—infirió Shoto, se separó de ella y la miró para hacerla sonreír.—¿Qué te gustaría?—pregunto.

—¡Debes sorprenderme Shoto!—exclamó Kai, levantándose del escalón para estirar sus manos y levantar a Shoto.

—Chicos, ¡jueguen con nosotros!—pidió Izuku, esperando que ambos se acercaran para hacer equipo de dos y jugar en contra.

—¿Qué ibas a decirme?—le preguntó Kai antes de que pudieran separarse y estar frente a frente, ella aún lado de Uraraka y él con Izuku.

—Yo... —expresó tartamudo, como si no tuviera el valor de decir eso que su corazón sentía hacia Kai.—Aún no estoy listo para decirlo.—admitió, por lo que Kai asintió.

—Si es lo que pienso, yo también a ti.—Shoto sonrío y sintió que el atardecer estaba en la espalda de Kai, todo lo que alumbró el cielo, la alumbró a ella.

¿Por qué era tan maravillosa? No quería que ese sentimiento lleno de amor se acabara. Quería que fuera para siempre—, todo lo lejano que veía en el futuro, Kai lo acompañaba—. Jugaron con la pelota hasta que anocheció, jamás habían pasado una tarde tan genuina y única. Sin embargo, el brillo que Shoto veía en Kai, era uno que se desvanecía tan pronto ella cerraba una puerta detrás de su espalda. En la soledad de su habitación, las lágrimas salían con un desespero que nadie imaginaría. Kai caía rendida en el suelo, llena de pensamientos y cansancio que la acompañaban en la agonía de sus noches cuando oía risas sin parar. Estiraba su rostro y cabello, sentía que enloquecía al pensar en lo que había hecho aquella fatídica noche que cambió su vida para siempre. Cubría su boca y sollozaba, sollozaba en silencio sin que nadie imaginara la depresión tan grande que la mantenía en un bucle repetitivo. La oscuridad empezaba a crecer de raíz desde su alma y comería su corazón. Estaba a nada de perder la razón y convertirse en lo que tanto decidió arreglar de su familia.

—Es una buena opción.—articuló una voz misteriosa, la comisión de héroes veían imágenes de Kai pasar en un proyector.

—Tiene quince años. Su cuerpo fue utilizado por All For One.—defendió Hawks, cruzado de brazos y exhausto.—Necesita ayuda. Esto la agobiará aún más, no es la forma en que deberían hacer las cosas.—añadió, con molestia.

—No puedes salvar a todos Hawks.—decían en el consejo, mirando al héroe número dos mirarlos con el ceño fruncido.—De esto depende mucho. Esta niña es una pieza clave, por eso hay que dejarla caer primero.—señalaba, para así Hawks levantar la mirada y ver un retrato de ella con su familia; una familia destruida y separada.

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Próximo capítulo: Mira el horizonte.

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