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ᴀʀᴄᴏ ᴅᴏs ——— ❛¿La clase B contra la clase A?❜
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Omnisciente.
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Continuando los días en la alianza y en sus clases, Kai se veía más enfocada. Se preparaba para algún entrenamiento especial que sus profesores le tenían—, tanto a ella como a sus compañeros de la clase 1A—. Sin duda se veía optimista con su progreso, Kai amaba ver cómo controlaba su don con más agilidad. Aunque debía recalcar que alguien la había estado ayudando u era algo que Katsuki veía con melancolía. Solía ver el exterior por la ventana de su habitación, allí siempre estaba merodeando Kai con Shoto. Ambos sentados uno al lado del otro en el césped, los días donde se veían juntos era más frecuente, como si la viva llama de su amor hubiera revivido aún más fuerte. Kai lo miraba como todo un anhelo, parecía que Shoto era un universo entero. Era claro que el pensar de Shoto no estaba tan lejos que el suyo, él veía a Kai como una galaxia que estaría dispuesto a ver por toda una larga eternidad. Cada vez que ella sonreía, su corazón palpitaba de emoción.

No era que Shoto fuera chistoso, tampoco muy extrovertido—, de hecho él era serio y frío—. Se notaba en sus facciones que era inexpresivo, le costaba siempre mostrar una emoción, pero no era que no lo hiciera, habían excepciones. Pese a eso, aunque Kai fuera algo estoica, ella mostraba más sus emociones y debilidades. Era una hermosa virtud que Shoto admiraba de ella, por eso la veía como la única flor en el valle de sus sueños. Con sus atuendos de héroe, ambos se dirigían a sus entrenamientos antes de que reunieran a la albina— ella había estado practicando unos movimientos especiales—. Estuvo antes atrasada y ya por fin logró avanzar con el grupo. Los profesores señalaban que Kai tenía un alto nivel académico, sin duda se graduaría con honores y luciría estupenda con la agencia que quisiera resguardarla. Hasta al momento no detallaban o hablaban que era pasante de Hawks. No era que Kai hable mucho, su clase sabía, pero las personas afuera no, era información reservada.

—¿Cómo has estado joven Nakamura?—sentada y con sus manos en las rodillas, Kai observó a su profesor; All Might la miraba esperando respuesta.

—He estado mejor.—admitió Kai, mirando la ventana y como el día estaba soleado.—Eso creo.—artículo de forma dudosa.

—Me preocupa bastante la forma en que manejas lo que sucedió. El joven Midoriya te ha descrito algo... disociada.—expresó él, Kai no tardó en suspirar y sonreír de lado.

—Bueno, Deku se preocupa por todos. ¿No es así All Might?—se cuestionó Kai.—Él quiere que todos estemos bien, incluso aunque su mundo pueda derrumbarse... buscará la forma de salvar a otros.—añadió.—¿No fue por eso que decidió darle el One For All?—All Might la miró con ilusión, pues recordó el momento exacto en que conoció al joven.

—Busque en él lo que mi maestra vio en mi.—afirmó, All Might miró a la ventana y recordó a la dichosa mujer que vivió y murió siendo una heroína.—Tu abuela vio en mí muchas cosas que no logré ver hasta después de perderla.—con sentimiento expreso lo último, creando en Kai curiosidad.

—¿Cómo era ella?—se preguntó, con ilusión Kai mostraba expresar mediante la pregunta el factor de querer saber sobre la mujer que nunca conoció; la mujer que hizo a su madre sufrir.

All Might suspiró. Quería ser cuidadoso al responder—, pues sabía que tocaría fibras sensibles para su alumna—. Ella esperaba paciente la respuesta, no había mucho tiempo que perder. De seguro la clase 1A pronto se encontraría con la clase 1B, All Might quería que ella fuera partícipe de los entrenamientos que realizaban para hacer sus dones detonar. Claramente buscaba que Kai tuviera más control de su don, e intentaba olvidar como estuvo al borde de la muerte por la explosión de esta misma. ¿Que podía decirle sobre Nana Shimura? Temía tocar esta rama familiar que mantenía a la joven atada al pasado que la perseguía; ese que no fue capaz de salvar y que la hundió más. Recordó cómo era esa mujer, de un cuerpo bastante musculoso, cabello negro y un hermoso lunar. Nana fue una mujer gentil que sacrificó parte de su vida para proteger a la humanidad, e incluso la de sus hijos para mantenernos a salvo. Quizás entendía el rencor de Hikari y cómo fue manipulada fácilmente por AFO. Aquel hombre usó sus cartas como nadie.

—Nana fue una mujer extraordinaria, Kai.—artículo, mirando a la nada.—Me enseñó todo lo que se, desde que no podía correr, hasta que volé.—expresó con melancolía, sonriendo.—Era una mujer muy dedicada a su trabajo y cuando perdió a su esposo... tu abuelo biológico, sufrió mucho. Eso la llevó a tener que separar a sus hijos, tanto Hikari como su hermano se vieron obligados a ser sacrificados por un bien mayor que quizás tú madre no entendió.—explicaba con cuidado, mirando a Kai asentir.

—¿Su hermano es el padre de Shigaraki?—All Might soltó un extenso suspiro, Kai parecía entender la situación, pero él no comprendía cómo, ¿alguna vez le contó sobre eso?

—Si, joven.—respondió, aún confundido la veía, pues no recordaba un momento en que tuvieron esta charla; había algo más, algo que ella ocultaba.

—Es muy difícil poder entenderla, mi madre a pesar de todo, nunca nos abandonó. No hasta que desapareció hace meses y resultó ser lo que mi padre dijo, una espía de AFO.—expresó ella.—¿Puedo culpar a mi madre?—se preguntó.

—No.—denegó All Might.—Nadie la culpa, Nakamura.—indicó, pero ella se veía molesta... como si empezara a ofenderse por el tema.

—¿Pero por qué entonces la sociedad de héroes decidió limpiar el nombre de mi padre cuando ella murió?—agitada lo miró, se levantó incluso de su asiento.—¿No es hipócrita? ¡A ella la alabaron cuando la asesine!—All Might la miró, denotó la afirmación tan fría de su alumna.

—Nakamura, usted no asesino a su madre. Estaba bajo un hipnosis de AFO. Se lo robó a tu hermano Naoto, para así manipularte a través de él. Es así como terminaste siendo raptada.—explicó, pero Kai negó de forma insistente.

—Yo lo hice.—volvió afirmar.—Por eso tienen miedo de mi, o a que lastime a alguno de mis compañeros. Creen que soy ingenua, pero no lo soy. ¡Me tienen miedo!—articulo, ofendida.—Pero... nadie le tuvo miedo a mi madre por lo que había hecho, querían salvarla. ¡Sin embargo, mi padre huyó años de la sociedad porque nadie quiso ayudarlo!—sus ojos estaban abiertos como plato, en ella se veía el coraje que guardaba en su corazón.

—Kenny quería salvar a tu hermano, por eso fue incapaz de volver a la sociedad de héroes.—justificó All Might, pero ella tan solo soltó un chillido infantil y se negó.

—¡Mi padre quería salvar a mi hermano porque lo juzgaron sin antes saber realmente lo que pasó!—grito.—¡Y ahora mi familia está destruida porque un héroe como tú no fue capaz de escuchar, solo sonreír y fingir!—All Might quedó en silencio, jamás antes alguien le había señalado así; mucho menos una alumna que estimaba.

—Nakamura.—la puerta se abrió, su profesora Midnight la veía algo detenida, curiosa buscaba entender porque la oía en los pasillos.—¿Todo está en orden?—cuestiono, pero Kai solo pasó por su lado como un rayo y no dijo nada.

—Déjala ir.—pidió All Might cabizbajo.—No ha dicho una mentira. La realidad es que no veía las cosas así, pero la sociedad de héroe puede ser muy hipócrita.—añadió él, mirando al suelo.—Sin embargo, su abuela Nana era una héroe muy fiel a sus ideales. Tanto que quería seguirlos, ¿así que puedo culpar a una adolescente de quince años por creer que le fallamos?—se preguntó.

—Hay algo que debes saber sobre la noche que aquel hombre secuestro a Nakamura, Toshinori.—indicó la heroína para adultos, cerrando la puerta a sus espaldas y respirando hondo.

Un silencio invadió los pasillos. Entre sus compañeros, Shoto esperaba pacientemente la presentación de la clase. Estaba sentado en un banco, había pasado rato desde que Kai se fue para reunirse con All Might. Podía decir que estaba curioso por saber que habían hablado con la albina, quizás la aplaudían por su alto rendimiento académico y le halagaban por su genuino avanza en las pasadas clases. Él también estaba orgulloso de ella, sentía que una parte su pecho se inflaba cada vez que la veía completar alguna tarea física con su don. Shoto la había estado ayudando, era una ventaja que ambos compartieran un don de hielo. No tardó en sonreír cabizbajo, mediante la brisa se movía y hacía que su cabello también, su compañero lo miró curioso por el sonrojo de sus mejillas. Era extraño para Izuku ver a Shoto sonreír, menos estando solo, pues era muy reservado con sus sentimientos. Incluso entendía que solo Kai podía entenderlo.

—Todoroki, pareces muy feliz por algo.—indicó Izuku al acercarse, sentándose en el banco aún lado de su compañero y claramente, amigo.

—Lo estoy.—admitió de forma corta y precisa, entrelazando sus propias manos y mirando al suelo, donde veía sus botas blancas.—Kai ha avanzado mucho.—añadió.

—¡Sí! ¡Es cierto!—afirmó Izuku con emoción, rascando su nuca cuando se percató que hasta se sobresaltó por su comentario.—Ella lo ha hecho muy bien... —indicó.

—Si tenemos hijos, ¿crees que salgan con el don de hielo?—Izuku se sonrojo ante la pregunta tan inocente y genuina de Shoto, así que era por eso que el bicolor estaba sonriendo.

—Podría ser, ¿quién sabe Todoroki?—planteó Izuku en una pregunta, mirando alrededor a sus demás compañeros.—¿Dónde está ella?—se preguntó de forma curiosa.

—All Might la citó para una reunión.—respondió Shoto.—¿Sabes por qué pudo haber sido?—Izuku lo miró, de forma pensativa denegó.

—Estoy seguro que All Might como los demás profesores tutelan su proceso académico.—aclaró Izuku, mirando a la nada.—O quizás... hay algo que quieren entender sobre la noche que fue capturada en el campamento de verano.—añadió.

—Bien alumnos. La clase B se les unirá para un entrenamiento.—indicó el profesor Aizawa.—No hagan preguntas, se les explicará todo.—aviso prontamente.

—¿La clase 1A contra la clase 1B?—se cuestionó Mina con emoción, viendo a los demás sentirse curiosos por eso, les emocionó.

—¿Dónde está su compañera Nakamura?—se preguntó el profesor, mirando como ella faltaba entre sus demás alumnos.

Kai se salpicó agua en el rostro. En el tocador de chicas se miró al espejo—, estaba sudando frío—. Había sido muy brusca, como cruel con su profesor e incluso figura heroica favorita. Ella tenía las lágrimas al borde de ser derramadas, sus manos temblaban y solo se enfocaba en la cruel imagen de su madre haciéndose añicos. Salpicó agua nuevamente en su rostro, quería dejar de ver esa pesadilla una y otra vez. Era un bucle oscuro que la ataba a esa noche sin cesar. No podía ser capaz de escapar y dejarlo atrás, no podía avanzar y menos con la voz de ese hombre en su cabeza. Intento de respirar hondo, curiosamente miró su celular y no tardó en dirigirse al chat de Shoto. Quería escribirle, pero eliminaba el mensaje tan pronto lo escribía en el teclado. Así que soltó un sollozo y cubrió sus oídos para no oír la risa de aquel hombre en cuanto imágenes se repetían en su mente. Ella podía recordar ver a una de las integrantes de las heroínas que vigilaban el campamento de verano.

La mujer estaba en una camilla—, desnuda y con una toalla—. Parecía estar aturdida luego de que aquel hombre se le acercara y le consumiera su alma, o eso pareció haber hecho. Kai recuerda temblar y estar asustada, ella solo quería levantarse de la camilla, pero aquel hombre se burlaba y la asustaba, quería atormentarla. Kai sollozaba, buscando ayuda o que alguien la liberara de ahí, quería volver al campamento y asegurarse que sus amigos estuvieran bien. Su voz se oía lejos, así que no recordaba la conversación que habían tenido. Él solo estaba parado frente a ella, con Kai sentada en una silla y mirando temblorosa al hombre. Incluso su hermano estaba ahí, aunque inconsciente lo veía, temía cada vez que AFO se le acercaba y algo pasó, fue cuando Kai sintió que su alma se había ido, como si la manipularan y viera todo en tercera persona sin hacer nada. Lo que no recordaba era la conversación, lo que él le había advertido, solo lo vio señalarle y todo acabó.

—¿Kai?—la albina se sobresaltó y su celular cayó al suelo, notando la presencia de Ochaco, Kai no pudo ocultar sus lágrimas.—¿Qué pasa?—se cuestionó, pero ella negó e intentó huir.

—¿A dónde vas?—unas manos sujetaron sus brazos, Kai chocó bruscamente con aquel cuerpo; sin embargo reconoció su voz y se llenó de calma cuando el olor varonil de Shoto pasó por sus fosas nasales.

—¡Kai! ¿Por qué estás... —Ochaco guardó silencio cuando vio a Shoto sostener a Kai, habían ido a buscarla junto a Izuku quien la veía preocupado, pero ella solo tenía la cabeza baja.

—Él me dijo cosas horribles esa noche.—admitió Kai, su labio temblaba y mantenía la cabeza baja.—Pero no puedo recordar bien.—añadió sollozando, Shoto la sostenía y miraba el dolor en ella.

—Oh... Kai.—llamó Ochaco, quedándose atrás de ella cuando Kai seguía siendo sujetada por Shoto, quien buscaba las palabras adecuadas para consolarla.—Si no es saludable, intenta de no recordarlo.—expresó, pero Kai denegó en un fuerte sollozo.

—¡No puedo!—grito, sin aún levantar la cabeza para mirar al chico que la sostenía.—¡Mi mente intenta de bloquearlo, pero vuelve cada día!—añadió agotada.—Me recuerda todos los días lo que hice, ¡lo que soy capaz de hacer!—sollozo.

—Kai.—llamó Shoto con su voz serena y sutil, quiso sentir como si nadie veía, quizás Izuku y Ochaco oían, pero Shoto prefiero idealizar que no.—A mí no me importa lo que creíste haber hecho, o lo que eres capaz de hacer. Lo único que me importa es que entiendas que no eres eso que tu mente o ese hombre quiso idealizar en ti.—musitaba, como si alrededor un arcoíris opacara la tormenta de Kai.—Yo te protegeré de él. Incluso de cualquier cosa, porque te quiero.—admitió con sutilidad, haciendo que Kai levantara su mirada de forma lenta.

—¿Tú me quieres?—se preguntó Kai, mirando a Shoto detenidamente a los ojos, sin titubeo alguno asintió para así acercarla contra su cuerpo.

—Siempre lo hice.—musitó cuando la sostuvo contra su cuerpo con gran ilusión.—Solo que no sabía cómo hacerlo saber, pero tú me quitaste el miedo cuando me protegiste en el festival deportivo... cuando creíste en mi.—añadió.

Kai sollozo fuertemente, sintiendo como Shoto demostraba ese lado gentil y cariñoso cuando beso su frente, buscando también sostener sus labios por un momento. Eran niños, vivían una ilusión del primer amor que merecían jamás olvidar. Sin duda, no habrían imaginado este momento. No se vieron siendo así de cariñosos, o demostrando algún tipo de afecto por alguien. Menos Shoto, no había forma de verse sosteniendo a una chica y siendo su refugio; como él lo era para Kai. Por como creció y lo que vio viendo en su niñez, no pensó aprender a querer a alguien. Busco las palabras y se tardó meses en poder admitirlo de frente. Él solo quería cuidarla y hasta en un futuro ser con ella lo que nunca tuvieron. En su cálido abrazo, Izuku y Ochacho miraron la escena, también como el sol les alumbraba. Eran almas gemelas que no querían huir de la una a la otra, sonrieron viendo a sus compañeros. Rozaron sus manos y no tardaron en sonrojarse, alejándose para disfrutar lo que veían. Era un gozo para ellos el saber que tanto Kai como Shoto, eran capaces de dejarse se

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