𝟏𝟑
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ᴀʀᴄᴏ ᴅᴏs ——— ❛Retoma la licencia.❜
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Omnisciente.
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Kai no había esperado este día con ansias como sus compañeros, a diferencia de Shoto o Katsuki, la albina no sentía esa gran emoción de obtener su licencia provisional. Había una gran duda en ella que ellos no podían descifrar—, sin embargo veían su esfuerzo por intentar sobresalir de nuevo y estar adelante—. Eso no quitaba que Kai olvidara todo lo que pasó y lo que aún procesa de su duelo. Iban en un auto de la academia, la albina estaba sentada en el medio de ambos chicos con una coleta alta que recogía sus flequillos. Tenía unos auriculares puestos y omitía los sonidos de afuera, como también los bufidos que Katsuki soltaba por su actitud antipática con Shoto. Le resultaba incómodo y también irónico que los tres estuvieran juntos, eran las últimas personas con las que quería estar, aunque no tanto con Kai. Sentado aún lado de ella podía sentir la frialdad que transmitía su cuerpo y que aún así, sus labios fueran rosados como también carnosos.
La veía de reojo, sin que ella notase que él la viera—, así había sido siempre, ella nunca lo notó—. Cuando se giró, Katsuki no tardó en mirar la ventana del auto y rodear los ojos, se cruzó de brazos haciéndose el desinteresado y procedió en ignorar como la albina lo miraba sumamente confundida. Para ella no era incómodo, pero sí tenso que su rodilla chocará con la de Shoto, aunque fuera un contacto físico bobo, Kai se sentía nerviosa por estar con él y no poder evitar mirarle. Shoto estaba sereno, su típica actitud que lo caracterizaba como alguien pasivo y a su vez, no. Ella tenía su lado derecho, aquel donde mostraba el don que heredó de su madre y que le era compatible con Kai, a diferencia de su lado izquierdo que era capaz de apagar el agua helada que recorría sus venas. Kai siguió mirándolo de reojo, y bajo la mirada en cuanto Shoto se giró a verla. Deseaba que un imán los atara como antes y nunca los separara, pero en esta situación se alejaba esa ilusión.
—¿Y qué pasará con tu hermana Naoto? Tomura dijo que ella ya no será parte de la Liga, ¡es una completa pena!—exclamo una voz femenina.
—Que molesta, cállate.—pidió aquel que yacía sentado en un sofá roto, levantando ciertas llamas azuladas por el aire.
—¿Acaso sientes envidia Dabi?—pregunto la rubia con una sonrisa quisquillosa en su rostro, mostrando sus dientes y mejillas sonrojadas.
—No va por encima de mi don, aunque podría utilizarla para mi beneficio propio, se pueden dañar a otras con solo dañarla a ella. Era esa la razón por la cual querían traerla de todos modos.—asumió Dabi, denotando la incómodad de Naoto.
—Ella seguirá avanzando.—pronunciaba una voz, aislado de los demás, Naoto miraba la ventana con detenimiento mientras era escuchado.
—¡Me hubiera gustado que fuéramos amigas!—articuló la voz de una chica rubia, Naoto inexpresivo se giró a verla, desinteresado.
—Te hubiese dado la oportunidad, pero en el fondo, Kai sabe quien puede entrar a su vida y a quien dejar afuera.—musitó, afirmándolo.
—¿Ah si? ¿Y cómo sabes eso?—Himiko se dirigió a él, tan imprudente y tierna a la vez, Naoto mantuvo su distancia y reacio miró al suelo.
—Incluso aquellos que tienen el alma más honorable, tienen una parte egoísta y ambicioso en ellos. Seguirá avanzando incluso aunque esté corrompida, porque dentro de eso, algo le beneficiará.—asumió, levantando la mirada para ver la ventana quebrada de aquel viejo almacén.
Y era cierto. Kai estaba en los vestidores, se cambiaba y ponía encima de ella aquel uniforme de héroe que había enviado hacer con la inspiración de una patinadora profesional de hielo. Por alguna razón, hubiese podido haber tomado alguna clase de eso. Ella veía con recelo su imagen y lo que había cambiado en su aspecto físico. Aún le era difícil poder tomar la responsabilidad de su vida y el ajetreo que llevaba en clases luego de haber despertado del coma, esta era una parte oscura de la realidad que algunos prospectos a héroes no pasan—, y los pocos, terminaban convirtiéndose en villanos—. No tenía miedo en probar sus habilidades, tampoco de presumir de lo que podía ser capaz. En el fondo ella sabía y entendía que necesitaba esto para continuar fortaleciéndose, incluso aunque no estuviera lista, prefería ser egoísta con su corazón y tener la mente dura. Lo que significaba que una parte de AFO, estaba en ella.
¿Cómo saberlo? Era evidente, en cómo Kai dudaba de ella misma y solo plasmaba recuerdos negativos en su mente, olvidando los pequeños factores que la llevaron a tomar la decisión de querer ser una heroína. No era por el capricho de saber los oscuros secretos de su familia, si no, para prevalecer de ellos y hacerse notar que los errores de los demás no debían ser suyos, pero ahora, con la semilla de aquel hombre creciendo dentro de su mente, Kai no veía que el ser héroe era correcto. ¿Por qué los villanos eran malos? ¿Habían nacido así? ¿O alguien los hizo ser así? Quizás el rechazo, o el acoso de no ser un igual como el que recibió Izuku. Ella no podía dejar de mirarse en el espejo y cuestionar sus ideales, se había fragmentado en dos. Tenía el mal y el bien en su mente, lo cual era una pesadilla para alguien como ella que solo quería huir de su realidad.
—¿Cuánto tiempo te quedarás ahí viéndote, gallina albina?—la inesperada pregunta de Katsuki alertó a Kai, quien se giró para verlo vestido.
—Yo no te he cuestionado todo el rato que llevas escondido detrás de la puerta mirándome.—respondió ella al cruzarse de hombros, viéndolo de forma reacia y desinteresada.
—¡Yo no te estaba espiando!—afirmó Katsuki, viéndose enojado y también incómodo, no obstante, decidió alejar su mirada de ella.
—¿Yo dije que me espiabas?—le preguntó Kai, levantando una ceja mientras esperaba una respuesta suya en medio de su berrinche.
—¿Por qué hacen tanto alboroto?—la presencia del bicolor hizo que ambos jóvenes se giraran a verlo, no era una mentira que Shoto sintiese un tipo de celaje ante estos dos.
—Finge que tampoco estabas esperándola.—masculló Katsuki, evadiendo la mirada de Shoto, quien no desistió de verle.
—Al menos no la espiaba.—justificó, lo que hizo a Katsuki denotar más su incomodidad, no quería que Kai pensara que él era un acosador.
—¡Dije que no la estaba espiando!—volvió a exclamar Katsuki con enojo, esta vez presentó sus venas marcadas conjunto su rabia.
—¿Alguna vez madurarán?—cuestiono Kai en un tono bajo, llevando la mano hasta su cien al ver como Katsuki y Shoto se imponían de frente.
—Creí que estábamos empezando a ser amigos.—afirmó Shoto con ingenuidad, pues definitivamente Katsuki no tenía ese interés.
—¡No somos amigos, mitad y mitad!—le respondió de forma fría, decidiendo chocar su hombro con el de él para así pasarle de lado.
—Espero que algún día esta rivalidad entre nosotros acabe.—expreso Shoto, mirando como Katsuki les daba la espalda y se iba.
—Si dejaran de sentir lo que sienten por mi, posiblemente.—respondió de forma arrogante, pero sutil, haciendo que Shoto la mirara.
—A veces siento que debiste haberlo escogido a él, antes que a mí.—Kai sintió una parte suya decaer, como si tales palabras le dolieran.
—Creo que hubiera terminado congelado.—asumió Kai, sonriendo de lado y creando en Shoto una energía positiva en él ante verla así.
—O tú con el cabello quemado.—añadió, ella asintió y lo miró, ambos se quedaron ahí como si el tiempo se detuviera.
—¿Dices eso porque te arrepientes de haber estado conmigo?—le preguntó de forma repentina, escondiendo aquella tierna sonrisa.
—Me arrepiento de no haber sabido qué decir aquel día.—respondió de forma sutil, viendo como Kai tardaba en analizar y recordar.
—¿Crees que este es el lugar para hablar sobre eso?—le preguntó Kai, mirándolo de manera detenida, estaban solos en medio del pasillo.
—Creo que si se trata de ti no me importaría en lo absoluto donde estemos.—expreso, causando en Kai algo de euforia, negándose a ese sentir.
—No parece ser cierto cuando horneas galletas con Momo.—Shoto se sorprendió ante la respuesta, no veía esperanza en esas palabras, pero notaba que Kai lo celaba de su compañera.
—¿Eso son celos?—ella no tardó en rodear los ojos, mirando a otro lado y ocultando el color carmesí de sus mejillas; era obvio.
—¿Si estaría celosa te lo diría?—le cuestionó Kai, recostándose de la pared para verlo.—No soy tan tonta.—articuló, fría.
—Pero al menos es un paso.—indicó él al identificar como Kai mantenía una conversación sólida con él, no había sido así desde su ruptura.
Ella no lo había identificado, el hecho de que su corazón la impulsaba a ir tras de él, como si temiera perderlo o incluso olvidarlo. Era inigualable. Ese porte y esas expresiones varoniles de él eran unas tan sutiles, que ella admiraba ver, unas que jamás Kai pudiera encontrar entre los demás. Se quedó cruzada de brazos, viendo a Shoto mirarla y esperar una respuesta de su parte. Había tanto que hablar y pensar, pero no daban su brazo a torcer—, ninguno de los dos admitía que aún habían sentimientos, que aunque parecieran estar perdiéndose en el abismo, no habían otros ojos que no quisieran mirar que los suyos—. Ella quería y deseaba con ese anhelo volver a sentir sus labios plasmarse con los suyos, porque era una lluvia de fuegos artificiales que Shoto también disfrutaba sentir cuando la besaba. Desde antes era hermosa, pero viéndola con su traje de héroe y rostro estoico, le hacía verse aún más hermosa.
—Todoroki, ¡aquí estás!—la anunciada voz de un chico hizo a la albina girar, para así observarlo venir por el pasillo.
—Increíble.—musitó Shoto ante reconocer que aquel chico había interrumpido aquella sólida conversación que él necesitaba con Kai.
—No esperaba que durara mucho nuestra conversación, de todos modos, no quiero ser una distracción.—la frialdad en sus palabras hizo que Shoto la mirara de reojo, sintiendo un clavo en su espalda.
—No eres una distracción.—afirmó Shoto, viéndola alejarse de la pared y él acercándose a ella, creando una tensión en ambos.
—Con tu padre allá afuera, espero no serlo.—indicó, dejando saber el factor de que Endeavor, el actual héroe número uno sería un espectador.
—No me importó nunca lo que pensó de ti, ahora menos podría.—articuló al arreglarlo, viendo a Kai querer decir algo, pero los pasos de aquel alto chico se acercaban aún más.
Conocía sobre otros chicos que participarían de este nuevo seminario—, incluso había oído cosas sobre ellos debido a las pasadas experiencias de sus compañeros—, pero Kai sin duda pareció reconocer al algo y robusto chico de cabello negro que se acercaba a Shoto. Ambos permanecieron uno al lado del otro, Shoto no decidió verse hostil ante Inasa, así que aflojó sus expresiones y esperó que este se acercara a ellos. Sin embargo, Inasa sintió en ese tibio ambiente un tipo de química entre ambos jóvenes, quería preguntar y hacer cuestionamientos, pareció hasta sentirse celoso de aquel chico que estaba aún lado de esa hermosa adolescente. La reconocería de inmediato, pues sin duda Kai había dado un salto a la fama por sus padres desde muy pequeña como le había pasado a Shoto, pero Inasa jamás la había topado de frente y por eso se sorprendía ante la belleza indescriptible de la albina que parecía atar a Shoto.
—Es increíble, ¡tú debes ser Kailani Nakamura!—por un momento Shoto sintió su sangre hervir, pues Inasa se veía muy alegre por la presencia de Kai.—¡Soy Inasa Yoarishi, provengo de la academia Shiketsu y estoy hoy aquí con otros compañeros porque fracasamos en el primer intento!—expresó Inasa, extendiendo su mano.
—Creo que sería avaricia presentarme.—musitó Kai, extendiendo su mano para sentir un fuerte apretón de Inasa, quien sonreía ampliamente.
—Inasa, Kailani se unirá a nosotros hoy. Retomará la licencia porque no pudo asistir la primera vez, debido a una condición de salud.—de forma atenta Kai miró a Shoto, era bonito ver como él hablaba por ella y explicaba su situación.
—Ahora que recuerdo, ¿qué no la confundieron como novia de Katsuki en el primer seminario de la licencia provisional y él corrigió que era tu novia? ¡Es increíble que personas como ustedes sean pareja!—de forma emocionante Inasa les miró, creando sonrojo en ambos.
—No es mi novio...
—Es complicado...
—¡Mira nada más estos tórtolos!—colocándose entre medio de ambos, Inasa los abrazo de lado y les unió contra su cuerpo fuertemente.—¡Andando, o se nos hará tarde!—añadió Inasa, emocionado.
—Kai.—llamó Shoto cuando al caminar notó como ella se quedaba repentinamente atrás.—¿Vienes?—le cuestionó, mirándola.
—Iré en seguida.—respondió, cruzándose de brazos.—Solo necesito un momento.—esclareció, mirando como Shoto e Inasa asentían, dejándola atrás y dándole ese espacio.
—¿Dije algo que le ofendiera? ¿Reaccioné muy emocionado?—empezó a preguntar Inasa cuando se fueron por el pasillo, solos.
—No, no es eso.—respondió Shoto sin mirar atrás e intentando de entender la actitud repentina de Kai y ese aislamiento en ella.—Debe ser difícil estar aquí.—indicó él.
—¡No importa que tan difícil sea, si tú eres su novio, deberías esforzarte para que el camino aunque sea difícil, parezca fácil porque tú estás ahí! Para mí, ¡eso es amor!—detallaba Inasa.
—Amor.—repitió Shoto, sintiendo un calentón entre sus mejillas.—Es difícil admitirlo.—dijo en un tono bajo, con mucha pena.
—No para aquellos que lo sienten de verdad.—indagó Inasa, palmándole la espalda a Shoto quien se removió un poco.—¿Y cuál es tu comida favorita Todoroki?—cuestiono, curioso.
—Me gusta la soba fría.—decidió responder, mientras se quedaba pensativo y analizando las repentinas palabras de aquel chico.
Amor. El amor es un sentimiento que sentimos de manera genuina por otra persona—, pero Kai se fracturaba en pedazos al saber que sentía amor, porque muy pocas veces fue capaz de darlo o incluso recibirlo—. Volvió al tocador, donde se miró al espejo y debatió si era correcto salir. Retomar la licencia la ataría a ser una pro héroe, a que en un futuro podría tomarlo como profesión y luchar contra el mal. ¿Pero por qué cabeza se fraccionaba en pedazos? No se sentía digna y el sentimiento de culpa volvía a invadirla. Mató a su madre, ¿pero su madre lo merecía? Cuando pensaba en la respuesta de torturaba y el respirar se le dificultaba. Era una oscuridad que la atormentaba de manera abrupta, quería huir de ahí. Desearía no pensar así, deseo sin duda alguna haber podido seguir a Shoto y quizás demostrar que una parte de ella se sentía aún locamente enamorada de él. Que deseaba seguir el punto de partido que finalizaba con ambos cumpliendo sus sueños y dejando todo atrás, pero no parecía ser así de fácil.
—¿Por qué hice eso?—se preguntaba, llevando sus manos hasta su cien, buscando la forma de respirar y tranquilizarse.—¿Por qué él me hizo hacerlo?—añadía, desesperada.
La risa de aquel hombre y como ataba a Kai en una camilla volvía a sus imágenes—, se fracturaba ante recordar el rostro de su madre y se consumía en el dolor que ya no le permitía llorar—. Él no estaba ahí, era una alucinación, su mente jugaba en contra de ella y alejaba sus aspiraciones. Se miraba al espejo y todo oscurecía, solo oía risas y risas que la atormentaban. Las imágenes daban vueltas en su cabeza y no paraban, quería salir y respirar, pero afuera estaban otros que deseaban seguir avanzando. Era eso lo que la alejaba de Shoto y le impedía ir tras de él, porque él buscaba sanar su infancia y su pasado, buscaba reconciliarse con esa parte suya que culpaba por haber nacido así. Sin embargo, Kai no buscaba perdonarse, buscaba culparse y castigarse, buscaba justificar su deseo de ser héroe y cambiarlo por una espina que la alejaba del mundo que vio en televisión. Había una parte de ella que quería seguir la maldad, porque no se creía merecedora de salvar a otros.
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Próximo capítulo: Cúlpate.
¡He vuelto! Disculpen la demora, este miércoles no habrá capítulo, incluso aunque lleguen a la meta. Nos veremos la próxima semana, disculpen la demora, espero no atrasarme más.
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