«Make Love.»

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❝And you were in 
the storm of my emotions.❞

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Una Semana Después.

La nieve en cada momento se ponía más dura, nos encontrábamos a finales de noviembre, y por lo mucho que he pasado en estos meses desde mí llega a Forks, puedo decir que me encuentro hecha un manojo de nervios. Cada momento sentía el sentimiento hacia Jasper crece incontrolablemente, me sentía completa y feliz a su lado, como si todo girara en su entorno, como si no necesitara nada más o nadie más que a él, con solo verlo o estar cerca me ponía a temblar, me gustaban y encantaban todas sus facetas, desde la peor a la mejor. Y fue cuando me di cuenta que estaba enamorada del rubio celoso.

Suspire mirando el techo de la habitación de Jasper, donde había puesto una cama por mí, la cual me encantaba, pues ambos nos quedábamos acostados en veces hablando y besándonos; sentí de nuevo se presencia y voltee mirándolo con una sonrisa.

-La familia salió a cazar, necesitan alimentar, los testigos fueron a dar una vuelta por el pueblo, otros a entrenar con los lobos, a cazar...-murmuro acercándose a mí y besando mis labios.-Estamos solos cariño-dijo mientras depositaba besos en mi cuello.

Sus manos recorrieron mi cuerpo, parte por parte, mientras quitaba las prendas de ropa y me dejaba semidesnuda, repartió besos desde mi cuello, pasando lentamente por mi pecho y valle de los senos, trazaba recorridos con su lengua, haciendo que arqueara mi espalda, sus manos se encontraban recorriendo y tocando mis piernas. Yo no me quede atrás, y comencé a quitarle la ropa, rodando y quedando encima de él, bese su cuello dando leves mordidas, e igual hice un recorrido por todo su pecho, hasta llegar sus pantalones donde le quite el cinto y lo arroje lejos. Sentía una excitación crecer en mi vientre, mientras sentía como mi entrepierna se mojaba.

Dio otra vuelta, donde me quitaba mi ropa interior, y quede desnuda, sus dedos bajaron a mi clítoris, donde lo estuvo tocando y estimulando, haciendo que sacara gemidos, sus dedos invadieron mi vagina, sacándolos y metiéndolos dentro de mí, sentía un éxtasis indescriptible, hasta que sentí como su lengua llego ahí. Mis gemidos no paraban mientras jalaba su cabello con mi mano, estaba a punto de llegar a mi primer orgasmo, pero el paro, mientras subía su mirada a la mía.

-Mi turno-hable sonriendo y haciendo que diera la vuelta.

Le quite lo que le quedaba de ropa, haciendo que su erección saliera a la luz, comencé a estimularlo, mientras el hacia su cabeza hacia atrás, y sin pensarlo o dudarlo un momento más, lo metí a mi boca, succione algunas partes, mientras sentía como él tomaba duramente mi cabello guiando los movimientos. He hice lo mismo que el hizo, antes de llegar me aleje de el con una sonrisa, el levanto la ceja en señal de no creer lo que había hecho, y entonces dio una vuelta en la cama, quedando nuevamente debajo de él.

-Te hare mía-confirmo mirándome fijamente a los ojos.

-Solo hazlo-hable respirando entre cortadamente.

Y entonces alineo su erección a mi entrada, y entro duramente, robándome un gemido del placer que sentía, no había dolor o sangrado en absoluto, solo sentía placer, elevándose cada momento más, sus movimientos eran duros y profundos, comenzando a ser rápidos, sentía como mis paredes comenzaron a contraerse, y le di la vuelta quedando encima y haciendo el ritmo yo, él se dispuso a estar tocando mis pechos y estimulándolos, y entonces sentí como mi orgasmo se aproximaba duramente, y sucedió, me corrí y el también llego a su orgasmo.

Me removí de encima de él, mientras me cubría con la sabana, respiraba entre cortadamente por lo que sentía, mientras el solo se dio la vuelta, recargando su cabeza en su mano, su brazo estaba flexionado y tenía una sonrisa en su cara, no se miraba cansado, se miraba feliz y radiante.

-Eres mía-dijo con su voz ronca acercándome a su cuerpo-Y así lo serás siempre-dijo mientras me besaba la cabeza.

-Y tú eres mío-hable sintiendo mis parpados pesados, mientras me quedaba completamente dormida.

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Me desperté con los rayos del sol que impactaban duramente en mi cara, fruncí el ceño en molestia, y me reincorpore, note que estaba en la recamara de Jasper, y me encontraba desnuda tapada por una manta, una sonrisa salió de mis labios al recordar lo que había pasado anoche. Voltee hacia la mesa de noche, donde había una pastilla del día siguiente y un vaso, como también se encontraba una nota con la perfecta caligrafía de Jasper.

Buenos días cariño.

Anoche fue genial, más sin embargo te dejo la pastilla, tómatela por favor, no queremos un bebe, o no por el momento.

-Con amor, Jasper.

Sonreí mientras sacaba una leve risa por la ocurrencia del vampiro rubio, me lleve la pastilla a la boca, junto con el vaso de agua, y me la pase. Me puse de pie entrando a la ducha, donde me bañe rápidamente, salí con una bata puesta, encontrándome a Alice con una sonrisa y ropa limpia en sus manos.

-Yisus, me asustaste Alice-hable poniéndome una mano en el pecho.

-Te traje ropa-dijo con una sonrisa-¿Cómo estuvo anoche?-pregunto levantando y bajando las cejas.

-Me encanto-hable sonriendo mientras me sentaba en la cama.

-Me lo imagino, Jasper nunca había estado tan feliz-dijo sonriendo-Anoche no conociste a Dorian-hablo mirándome.

-¿Dorian?-pregunto extrañada.

-Mi compañero, Brook-dijo riendo.

-Entonces deja me visto y bajo a conocerlo-dije poniéndome de pie con una sonrisa.

-Perfecto-se paró con gracia y se fue cerrado la puerta.

Me cambie rápidamente y evacue la habitación, recordando que no había llamado a Charlie, tome mi teléfono notando que tenía varias llamadas perdidas de él, marque hasta que el me contesto.

-Dios Brook, hasta que llamas-dijo preocupado.

-Lo siento papa, me quede dormida en la casa Cullen, y olvide marcarte-hable con sentimiento.

-No lo vuelva a hacer, por favor-pidió suspirando.

-Prometo comer hoy contigo, te veo a las tres en el restaurante-dije.

-De acuerdo-acepto-Hasta entonces.

-Hasta entonces-corte la llamada.

Continúe mi camino por el pasillo, hasta comenzar a bajar las escaleras, donde me encontré a Emmett sentado en el sofá con Rosalie a su lado, su sonrisa se ensancho al verme, como un niño cuando ve algo divertido para jugar.

-¿Rompieron muchas cosas?-pregunto burlesco.

-No más que tu-respondí con una sonrisa de suficiencia.

-Estoy listo para ser tío de nuevo.

-Tarde, acabo de matar lo que sea que se estaba formando-dije orgullosa.

Emmett me miro sonriendo, mientras Rosalie simplemente se reía un poco por las ocurrencias de su marido.

-¿Cuándo será la boda?-pregunto Rosalie mirándome.

-Cuando me pida matrimonio el rubio oxigenado.

-No soy oxigenado-hablo a mis espaldas-Y a parte, pronto lo hare-se defendió.

Antes de poder decir algo más, Alice entro a la sala, con un hombre a su lado, era alto y de cabello negro, su piel era levemente bronceada con sus ojos verdes, y tenía buen cuerpo. Pude deducir que era Dorian, su compañero.

-Él es Dorian-confirmo el duendecillo con una sonrisa.

-Hola-saludamos todos.

-Un placer-su voz era ronca.

Alice de repente se quedó mirando un punto fijo, acción que hacia cuando estaba mirando algo de un futuro inmediato.

-¿Qué ves?-pregunto Jasper acercándose a ella.

-Han cambiado su decisión-hablo mirándome-Ellos saben de tu don.

-¿Y eso que significa?-pregunte.

-Que te quieren en su guardia-Carslie había llegado hablando de ello.

-No quiero estar con ellos-hable negando con mi cabeza.

-Es por eso que quieren pelea, quieren tener a vampiros poderosos con ellos-dijo Edward.

-Mierda-hable sentándome.

-¿Qué haremos?-pregunte.

-Negociar-dijo Carslie.

Y fue entonces que sentía que algo malo iba a sucederme, y más pronto de lo que pensaba.

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Tyler Hoechlin, como Dorian Montgomery.