«The Vampire That Comes For Me.»

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❝We are small prey 
hunted by a tiger.❞

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Una Semana Después.

La reserva quileute sin duda alguna tenía una de las mejores playas, la Push; sus olas eran matices perfectos de color turquesa y azul oscuro, donde la manada de Sam saltaba desde un risco y después salían por la playa como si fueran súper modelos, su piel rojiza brillaba y parecían chicos malos sacados de cliché de una serie. Paul se acercaba a mí con una sonrisa dibujada en sus labios, yo le sonreí de vuelta.

-Brook, es bueno verte por aquí-dijo mientras se sentaba a mi lado.

-Digamos que la playa me ayuda a distraerme.

-Más bien, no será que tantos secretos te abruman...-murmuro entrecerrando sus ojos.

-Me abruma la elección para no morir-explique.

No era secreto que la manada se había enterado de lo que en dos meses me iba a ocurrir, muchos optaron por pelear contra la guardia, pero yo dije que no iba a sacrificar mi inmortalidad por vidas inocentes, no es porque fuera estúpida, simplemente que no le encontraba razón a algo tan simple.

-Al menos podremos jugar carreritas-dijo sonriendo-Sabes Brook, eres muy hermosa-murmuro mientras acercaba su cara a mi cuello y olfateaba-y hueles extremadamente bien-dejo un beso.

Me aparte de instante mientras me ponía de pie, y metía mis manos a las bolsas traseras de mi pantalón, me incomode, yo no podía ver a Paul como algo más que un amigo.

-Creo que mejor me voy-hable.

-¿Por qué?-pregunto frunciendo el ceño mientras se acercaba a mí-¿Tanto te incomodo mi reacción?

-No puedo verte como algo más que mi amigo, entiéndeme-explique mientras daba la vuelta.

Pero el moreno no se quedó conforme, y me tomo del brazo haciendo que diera vuelta y chocara con él, acción que hizo que me doliera el pecho; tomo mi cuello y me acerco a él, robándome un beso, abrí los ojos de la impresión, y con todo lo que podía le metí un rodillazo en sus partes íntimas, haciendo que cayera tomándose el lugar afectado.

-¿Qué mierda, Brooklyn?-pregunto molesto.

-No sé porque mierda me besaste.

-No dejas que yo te bese, pero si ese asqueroso chupasangre-murmuro mientras se ponía de pie.

-No es tu asunto-hable molesta.

El comenzó a traspirar, su respiración comenzó a ser rápida, mientras que parecía que comenzaba a echar humo, su piel se volvió más roja, y sus dientes comenzaban a crecer, retrocedí asustada, lo más rápido que podía, hasta que presencie como su cuerpo desaparecía, dejando la ropa rasgada, y en su lugar un enorme lobo gris se formó. Este me gruño duramente, retrocedí demasiado rápido chocando con una enorme piedra, la playa estaba sola, no habia nadie y yo estaba dispuesta ante un lobo que me quería comer.

-Paul...-balbuce haciendo que este me gruñera-tranquilízate.

El lobo se puso en plan de ataque, y salto sobre mí, fui más rápida por segundo y lo esquive, comenzando a correr fuera de la playa, corrí lo más rápido que podía, hasta que voltee hacia atrás viendo que Paul me estaba alcanzando, coque y caí. Voltee, y pude ver que este brinco, pero antes que me tocara, otro lobo enorme de color negro, grande, se abalanzo contra él.

A los pocos segundos, Jacob llego a mi rescate, y me ayudo a ponerme de pie, sentía mi pulso acelerado y tenía miedo en mi sistema, un miedo que jamás había llegado a sentir.

-Te llevare con los Cullen-hablo mientras me cargaba y corría en dirección al bosque.

Cerré mis ojos aguantando las lágrimas por el miedo y la desesperación que sentí en el momento, respire hondo, hasta que sentí como Jacob paro, voltee encontrándome la casa, donde rápidamente llego Bella.

-Brook, ¿estás bien?-pregunto mi melliza alarmada.

-Si-murmure sin más.

-Matare al maldito perro-murmuro Jasper mientras me envolvía en un abrazo.

-Te beso-confirmo Edward mirándote.

Jasper volteo a verme, y se miraba totalmente molesto, Jacob tosió falsamente haciendo que los presentes lo voltearan a ver.

-Paul tiene el temperamento horrible, Sam hablara con el-murmuro intentando dejar en calma lo sucedido.

-Casi la mata-espeto indignado Jasper.

-Cosa de lobos-con eso Jacob desapareció.

-Ven Brook-Esme salió de la casa, y salí corriendo a sus brazos, era lo más cerco al comportamiento de una madre y aunque sonora estúpido lo que iba a decir, estar cerca de Esme me hacía sentir protegida-Te hare un poco de té, te va a relajar.

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Después de tranquilizarme en la casa Cullen, y recibir un regaño de parte de Alice, diciendo que los lobos no eran buena compañía, cosa que la secundaba en totalidad, Jasper me trajo a casa, y en el camino me decía lo molesto que estaba por lo de Paul, pero la alegría que le daba verme bien y a salvo, mi corazón se derritió por sus palabras bonitas, a pesar que a veces se comportara como un imbécil posesivo, entendía a Jasper. Me encontraba en pijama, una sudadera desgastada, con un pans entubado y cómodo, justo unas calcetas tipo pantuflas, encima de mí hacia una manta cálida, estaba tumbada en el sofá viendo Friends, la tetera se encontraba delante de mí, llena de chocolate caliente, mientras que en mi mano estaba una taza llena de aquel líquido.

Charlie se encontraba en Seattle, por lo que hoy llegaría tarde, el frío se sentía cada vez más duro, aquello me encantaba porque pronto la nieve sería más pesada. Era el mes de noviembre, y Forks se volvía mas helado al entrar en invierno. Mis pensamientos fueron interrumpidos con unos pasos a mi espalda, de un salto me puse de pie, dejando a mi lado la taza de chocolate, detrás de mi sofá y enfrente de mí, se encontraba Félix con una sonrisa en su rostro, trague en seco mirándolo.

-¿Qué haces aquí?-pregunte-Tenemos un trato, en dos meses seré convertida.

-Oh, claro que lo serás-murmuro feliz mientras me miraba-Pero tu sangre la quiero probar antes de que te vuelvas uno de nosotros-murmuro sonriendo.

Saque el aire acumulado en indignación, tome la tetera que se encontraba detrás de mí, y se la arroje justamente en la cara salí corriendo hacia la puerta, la abrí, pero antes de salir, el me jalo duramente hacia adentro, haciendo que saliera volando y me pegara contra las escaleras. Este se puso delante de mí, y en rastras comenzó a acercarse hasta posicionarse justo delante. Me tomo de una pierna jalándome hacia él, y su rostro fue directamente a mi cuello. El golpe me había dejado indefensa, me sentía mareada y totalmente débil.

-Solo será un mordisco-murmuro, y sentí como sus colmillos jugaban en mi arteria del cuello, hasta que comenzaron a perforar el lugar, y chillido salió de mí, el dolor era tan intenso que no podía hacer otra cosa, más que intentar quitarlo de encima mío.

Se apartó con una sonrisa de su rostro, de sus labios escurría mi sangre, hasta que comencé sentir un ardor, tan fuerte en mi cuello, que al poco rato se extendía por mis brazos, abdomen y piernas, comencé a convulsionar del ardor que se acompañaba del dolor en mi ser, pude ver a Félix desaparecer, y por la puerta entraba la familia Cullen, Bella se apresuró a llegar a mi lado.

-No hay tiempo-hablo Carslie mirando a Jasper-Se convertirá. ¿Lo permitirás?

-Lo he visto-hablo Alice mirándome.

-Falta igual un mes-hablo Rosalie mirándome-No es justo para ella sentirlo dos veces.

-Ya no aguanto-hable entrecortadamente, mientras sentía mis dientes rasgarse unos con otros.

-Hay que llevárnosla de aquí-Jasper hablo mientras me cargaba.

Pude ver como mi puerta era cerrada, y un fuego vivido se abría paso en mis ojos, los cerré dejando que la oscuridad me envolviera duramente.

Y el día primero de noviembre, yo Brooklyn Swan, había muerto.