«An unusual wedding.»

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❝Everything was in want,
to come to power.❞

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No era suficiente el agotamiento mental que mantenía, la casa se encontraba perfectamente decorada con rosas, cortinas de seda perfectamente arregladas de color rosa palo; las mesas estaban adornadas perfectamente, y el jardín que daba justo en el bosque, tenía un perfecto camino de flores de todo tipos tiradas. Era perfecto y hermoso, tal y como lo imaginaba.

Eran las nueve de la mañana, y estaba con una tasa de café en mi mano derecha, mientras la izquierda se encontraba metida en mi bata, pronto tenía que subir a bañarme, y llevar a cabo todo tipo de arreglos en mi cuerpo. Mordí mi labio inferior con nerviosismo, mi eternidad seria al lado de Jasper, y aquello me emocionaba, como también me aterraba. ¿Qué tal si no era la esposa que él esperaba?, ¿o si en algún momento deja de quererme? No lo sabía, creo que era cuestión de dejar al tiempo ser, y yo por el momento solo pensaba en el perfecto y enorme vestido que me iba a poner.

-Deberías estarte bañando-la voz de Alice era de reprenda.

-Estoy nerviosa-me sincere volteando a verla.

-Nada malo sucederá, ve, pronto Rose y yo iremos a arreglarte.

Solo asentí con la cabeza, ella me quito la taza de café, y yo me dispuse a subir por las escaleras, encaminándome a mi habitación, entre justo al baño, equilibre el agua y me despoje de la bata y mi ropa interior, tome el rastrillo, junto al láser de depilar, mi última sesión concluía hoy, después ya no tendría ni un solo vello en mi cuerpo. Lo pase por las partes de mi cuerpo, con cuidado y delicadeza, hasta que termine, para luego entrar en la bañera; mi piel habia quedado suave, pase los jabones de leche que Rosalie me habia dado, luego un tipo de jabón perfumador de miel, y proseguí con el champú y acondicionador de frutos rojos. Salí, envolviendo en una toalla, mientras retiraba el agua sucia y exprimía mi cabello, comencé a secarlo junto con el cepillo, y al finalizar opte por ponerme las cremas y desodorantes que Alice me habia dado, evacue el baño, tomando la lencería que usaría en la noche. Era de dos piezas, un cachetero de encaje, y un sostén de medio pechos, trasparente y de cordones, eran un perfecto conjunto. Volví a ponerme la bata encima, a los minutos llego Rosalie y Alice.

-Hueles perfecto-Rosalie me sonrió a través del espejo.

-Espero que quede igual.-dije con una sonrisa.

-Empecemos con el maquillaje-Alice me sonrió, mientras me pasaba un bálsamo para los labios.

Lo aplique, mientras que ambas ponían el preparador de rostros, y proseguían con las bases, poco a poco dejaron marcado mis pómulos y nariz, prosiguieron a usar en las sombras tonos coral, rosa y dorado, dejando un perfecto degradado en estas. Mis labios fueron de un color piel oscuro, y el delineado delgado pero grueso en la cola. Me habia encantado como quede. Prosiguieron con el peinado, un moño con una trenza francesa cruzando de lado a lado en la cabeza, con algunas pequeñas florecitas en esta.

-Acabamos-dijo Rosalie sonriendo-Son las cinco de la tarde, hemos pasado todo el día arreglándote.

-Lo sé, y me encanta como me veo-la sonrisa no podía desaparecer de mi rostro.

-He llegado-la voz de Bella me hizo voltear a verla, ella cubrió su boca y nariz con sus manos en señal de asombro-Te ves preciosa.

-Gracias-dije sonriendo.

-Es momento de ponerte el vestido, la ceremonia inicia a las seis-dijo Alice mientras iba hacia la habitación donde se encontraba-Rose, ayúdame.

A los segundos volvieron con este en manos, era muy largo y ampón, el corte parecía más de reina que de princesa, dispusieron a ponérmelo con sumo cuidado, y al terminar me vi en el espejo. El vestido era de mangas largas y trasparentes, con detalles bordados en oro, tenía los hombros descubiertos, pero pegados al cuerpo, como mangas caídas ajustadas. La espalda era descubierta, pero terminaba justo en las costillas, donde estaba ajustado, para luego ser suelto cayendo largo y precioso. Tuve que dejar el sostén de lado, lo usaría al finalizar con el vestido para irme de luna de miel.

La falda del vestido era enorme, muy larga de la cola con detalles de encaje con muy pocas y disimuladas piedras, tonos dorados se ceñían al blanco e impecable del vestido; Rosalie y Bella se acercaron con el velo, este era igual de largo y perfecto, Bella habia tomado un tipo de corona, que no era tanto tiara, y la unió al velo y me la puso.

-Pareces una reina-Rosalie me sonreía, sabía que le habia encantado el vestido.

-Me fascina bastante como me veo-dije sonriendo.

-Deslumbraras demasiado-Alice me abrazo-Faltan los tacones.

Bella se acercó con la caja, abriéndola y dejando a revelación aquellos hermosos tacones que habia estado amoldando desde hace vario tiempo; eran dorados, como casi todo el vestido, de tacón grueso, pero abiertos. Y perfectos, ni tan altos, ni tan bajos. Me los puse, para que Rosalie se acercara con el perfume y me rociara con el.

-Estas lista.

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Mi brazo se encontraba alrededor del de mi padre, la música se escuchaba suavemente, mientras miraba a los invitados sentados, mirándome caminar hacia Jasper, quien se encontraba en una perfecta posición militar, su cabello estaba peinado perfectamente en una coleta pequeña, su traje era negro y su moño dorado, haciendo juego a mi vestido. Y se miraba condenadamente perfecto e inalcanzable.

-Te estoy dando uno de mis tesoros más preciados-mi padre le dijo duro y advirtiéndole-No me importa que sea un vampiro, puedo esconder un cadáver-aquello lo dijo más bajo.

-No se preocupe señor, la cuidare toda la eternidad-Jasper le sonrió, mientras mi mano pasaba a la suya.

El padre suspiro, mientras tomaba la biblia entre sus manos-Pueden sentarse. Daremos comienzo a esta ceremonia sagrada.

Todos tomaron asiento, y Jasper y yo nos hincamos delante del padre.

-Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla...-el padre comenzó a hablar, danto inicio a la ceremonia, yo solo podía ver a Jasper de una manera inigualable, el también me miraba y me sentía plena a su lado-¿Toma usted a esta mujer como su legítima esposa, para vivir juntos en el santo estado del matrimonio, según lo ordenado por Dios? ¿Promete amarla, honrarla y cuidarla en enfermedad y en salud, y rechazando a todas las demás mujeres, serle fiel mientras vivan los dos?-el padre hizo aquella pregunta, y Jasper me volteo a ver más profundamente.

-Yo, te tomo a ti, Brooklyn Monique Swan, como mi legítima esposa, para que los dos seamos uno solo desde este día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o en pobreza, en prosperidad o en adversidad, para cuidarte y amarte hasta que la muerte nos separe.-aquellas palabras taladraron mi corazón.

El padre me volteo a ver-¿Toma usted a este hombre como su legítimo esposo, para vivir juntos en el santo estado del matrimonio, según lo ordenado por Dios? ¿Promete amarlo, honrarlo, obedecerle y cuidarlo en enfermedad y en salud, y rechazando a todos los demás hombres, serle fiel mientras vivan los dos?-mi corazón se aceleró tanto que sentía se me iba a salir por la boca.

-Yo, te tomo a ti, Jasper Whitlock Hale, como mi legítimo esposo, para que los dos seamos uno solo desde este día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o pobreza, en prosperidad o en adversidad, para cuidarte y amarte hasta que la muerte nos separe.

-Los anillos-hablo el padre, mientras Bella y Emmett se ponían de pie y nos lo entregaban.

-Con este anillo me caso contigo, y con mis bienes terrenales te doto, y por este acto declaro delante de Dios y de estos testigos que te tomo como mi esposa y que te seré fiel esposo.-Jasper me miraba como nunca nadie me habia visto en mi vida, y sentía que nunca jamás podría amar tanto a nadie, como lo amaba a él.

-Recibo este anillo de ti, y por lo tanto declaro delante de Dios y de estos testigos que te seré fiel en la alegría como también en la tristeza. Con este anillo doblemente sellamos nuestros votos, y tú compartes conmigo el símbolo de nuestros esponsales.-hable fuerte y claro, diciendo aquellas palabras con sentimiento, y no decirlas por decirlo.

-Por cuanto se han declarado sinceramente su deseo de ser unidos en matrimonio, primero delante de las autoridades civiles y ahora en delante de Dios, y han confirmado lo mismo al dar y recibir las arras, ahora yo los declaro esposo y esposa en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. A los que Dios ha unido, que ningún hombre los separe.-el padre concluyo aquello-Puedes besar a la novia-y sin más Jasper me tomo de la cintura y duramente y rápido, mientras me robaba aquel beso que sellaría para siempre la unión de nuestras almas.

Todos comenzaron a aplaudir, Emmett chiflaba haciendo que me riera, y ningún otro día podía ser tan feliz como este, que me sentía felizmente casa y enamorada del Mayor Jasper.

-Te amo-me dijo.

-Y yo te amare para siempre.

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La fiesta era hermosa, todos estábamos bailando, Jasper no me habia dejado sentarme, y la verdad era que él es un excelente bailarín, Alice se miraba enternecida con Dorian, mientras Bella bailaba con Edward lentamente, y Rosalie y Emmett tal vez se habían ido a un lugar del bosque, Nessie estaba con Jacob encima de sus piernas, y todos estábamos disfrutando aquello. Esme se acercó con una sonrisa.

-Son las once-hablo mirándonos-Es hora de que se vayan, su vuelo sale a la una y media de la madrugada.

-Sí, solo iré a cambiarme-hable yendo hacia la casa.

Al terminar de subir las escaleras, Rosalie, Alice y Bella subieron detrás de mí, y me ayudaron a quitarme el vestido, por lo que proseguí a ponerme el sostén, y el vestido de color coral que era pegado al cuerpo, tome mis maletas y baje las escaleras, topándome con un Jasper de un traje diferente, le di un beso y ambos metimos las maletas la auto, y subimos a este, despidiéndonos de todos.

-¿Lista?-pregunto con una sonrisa pícara.

-Más que lista.