Narrador

Cuál es el peor error que puedes cometer, al tener enfrente a la pareja de uno de los seres más poderosos de la religión, aquel que todos le temen y con solo escuchar uno de sus tantos nombre la mayoría reza y le pide a su dios que los proteja de todo mal que el pueda hacerle a ellos, ese error ya lo habían cometido, haciendo así despertar lo más oscuro de su ser, su bestia interna despertó al ser espectador del brutal golpe que me fue proporcionado a su amado pecado, viendo así que este perdía las fuerzas y la conciencia.

— !!MALDITO HIJO DE PERRA!! Espero estes contento y hayas vivido lo suficiente, que ahora estás en mis manos y te juro por mis amados hijos que, tu miserable no tendrás un descanso como cualquier alma que haya pasado por mis bellos infiernos- su voz, su voz salió completamente ronca, distorsionada y con una vibración impactante, con su mano izquierda lo tomo del cuello e hizo presión en el, escuchando un crujido al instante, con la derecha enterró sus uñas en la parte de su estómago y lo desgarro por completo haciendo que parte de sus intestinos salieran y sangre manchara la alfombra, abriendo así un portal donde dejó al padre de su pecado bajo tortura eterna con muchos de sus hijos.

Con delicadeza levanto el cuerpo de su pequeño y lo llevo con sigo a su departamento, respirando un conjuro y a los segundos ya estaban en su habitación, lo recostó y curo sus heridas, media hora paso y YoonGi despertó con severos golpes y molestias.

— tranquilo pequeño, recuestate- Jin llegó se inmediato y colocó su mano en la mejilla contraria, ganado así que el chico intentará esconderse- ey pecado, soy yo mírame, soy tu rey.

YoonGi levanto su vista y sus ojos se aguaron cuando conecto mirada con aquel ser que tanto deseo ver en el momento más feo de su triste vida.

— si eras tú- hipidos salían de su boca y lágrimas recorrían sus suaves mejillas.

— siempre seré yo pequeño, me perteneces pecado, y desde que me diste tu persona entera mi deber es velar por ti, estás marcado por mi y es mi deber cuidarte con mi alma- sus palabras eran susurradas, mientras sus ojos obtenían un color rojizo- siempre que esté es en peligro solo di mi nombre pequeño, solo dilo una vez y estaré contigo sin importar que- con aquellas palabras el llanto ceso y algo que impacto al demonio salió de los bellos labios de YoonGi.

— sigues manteniendo tu promesa... Mi rey- sin más YoonGi se desmayó.

Los días pasaron y aquello dicho por el chico seguía rondando la cabeza del demonio, YoonGi estaba un poco mejor, aún se notaban sus golpes pero no tanto como antes, en esos días el estuvo en pesadillas y sueños locos, dónde Jin era uno de los incluidos, uno de los protagonistas, pero el, el se veía diferente, y esa mañana escucho una voz diciéndole *haré que me recuerde y tú lo harás feliz* pensó que estaba alucinado pero era la misma frase que escuchaba antes de despertar.

— mi rey- hablo quedito pues sabía que Jin lo escucharía.

— dime pequeño- el demonio estaba en el balcón viendo la cuidad alumbrada por las múltiples luces de la ciudad y pensando en que estarían haciendo sus pequeños con su huésped.

— podrías venir, quiero dormir y tengo miedo- dato de YoonGi, le da miedo dormir solo ya que aún teme que su padre lo encontré y lo quería matar a golpes por ser gay, y a Jin no le molestaba que durmieran juntos, más bien para el era una maravilla.

— vamos pequeño pecado, es hora de dormir- sin más se metió a la sábanas y atrajo el cuerpo del chico al suyo.

— dónde estará el- el demonio no necesitaba saber quién era "el" por qué ya sabía, así que solo dijo una breves palabras- debe de haber huido, pero olvidemos de eso, hay que dormir.

Es lo que más le gustaba, la hora que YoonGi dormía o tomaba sientas, el siempre pedía que lo abrazara.

Bueno como estos días eh estado de mal en peor, será corto este capítulo, una disculpa para lo que esperaban más pero esque estoy agotada mi frutitas, no me eh encontrado de la mejor manera, espero y me entiendan.

Las quiero mucho mis frutitas bellas y consentidas, hasta luego mis amores, bays.