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―𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄―


TERCER CAPÍTULO
;;Sueños, plan de escape



               CUANDO UNO SUEÑA no es consciente de la realidad y el sueño. La mente es tan realista a la hora de recrear un recuerdo que se le olvida que es solamente lo que es, un recuerdo ya vivido hace bastante tiempo. La mente es tan inteligente que es capaz de recrear los aromas, las sensaciones y el tacto.

Cómo si realmente estuvieras ahí.

El sueño de Touya era tan vivo que no parecía que se hubiera perdido en el bosque. Estaba en el valle, a su alrededor podía sentir los diferentes aromas de su hogar; madera y fuego. Dos aromas tan intensos que opacaban los naturales de los lobos del lugar, pero el que nunca opacaban era ese dulce aroma a durazno que lo llamaba para ir tras él. El olor era tan real que casi llora de alegría al ver a lo lejos los afros de sus hermanos, ver sus perfiles trajo una enorme paz a su pecho, tan así que aceleró el paso para ir hacia ellos con una enorme alegría rebosando de su pecho.

— ¡Souya! ¡Nahoya! — llamó energético, con lágrimas felices saliendo de sus ojos.

Pero nunca llegaba a ellos.
Cómo si de una película de terror se tratara corría demasiado lento. Su corazón estaba acelerado y su respiración se había atascado por un momento. No podía llegar a sus hermanos que cada vez parecían más lejos de él. Quería correr más rápido, pero no podía. Tenía la sensación de estar siendo perseguido por una enorme bestia y él no quería voltear hacia atrás por el miedo que le producía.
Un arrollador frío cruzó por su espina dorsal. Tenía demasiado frío, su corazón palpitaba demasiado lento y sentía un intenso nudo en su garganta.

¿Por qué no podía llamar a sus hermanos? La voz no le salía, era un débil susurro que quería salir como un grito y le era imposible. La desesperación llegó a él de forma continua a las anteriores sensaciones y ahora lloraba de angustia.

Entonces cuando se dio cuenta que era todo producto de su imaginación fue que despertó de golpe.
Se sentó sobre unas suaves pieles con el corazón en la boca de lo rápido que latía. Su respiración andaba acelerada como si hubiera corrido colina abajo sin parar. Y el frío sudor envolvía su cuerpo en una finísima capa que lo hacía brillar un poco.

Nuevamente esos olores frutales.
Su nariz lo primero que percibió fueron esos aromas impregnados por todo el lugar, era tan intenso que parecían estar en la casa aun así que en guardia comenzó a inspeccionar el lugar. Eso hasta que sintió un agudo y letal dolor venir de sus piernas que provocó un inevitablemente aullido de dolor.

— ¡¿Mis piernas?! — chilló horrorizado al verlas.

Las lágrimas de dolor no tardaron en salir de sus enormes ojos turquesa. Sus piernas estaban completamente destruidas, aún con esas vendas encima podía darse cuenta que estaba en la mismísima mierda. El dolor era tan intenso que lo obligó a aullar nuevamente de dolor y eso llamó la atención de los dueños de la casa que entraron de golpe al cuarto para atender a su querido Alfa.

Mi Alfa. — llama Ran preocupado, liberando su hermoso aroma a pomelo para intentar calmar al Alfa. — Tranquilo, ya estamos aquí.

Eso lejos de calmar a Touya lo alteró más. Su lobo y él no conocían de nada a esos cínicos Omegas que tuvieron la osadía de secuestrarlo. Un gruñido de advertencia salió de sus fauses cuando el de trenzas se acercó con intenciones de tocarlo. Rindou al ver tal escena pensó que lo correcto era también liberar sus feromonas a naranjas para calmar al de menor estatura.

Alfa, cálmese. — tranquiliza el menor de los Haitani, acercándose por el otro lado para acorralar al tenso alfa.

— ¡A-Aléjense de mí! — suplica nervioso.

Las feromonas eran tan intensas que poco a poco lo iban consumiendo hasta caer nuevamente en los brazos de Morfeo. Cómo si fuera un sedante. Los Haitani aprovecharon para acomodarlo en una mejor posición ahora que estaba tranquilo y se apegaron al cuerpo del menor para marcarlo de nuevo con sus aromas.

—Míralo dormir... — señala risueño Ran.

—No quiero verlo dormir, quiero verlo despierto. — exige en un berrinche el menor. — ¿Vamos a estar así toda la vida?

—Es la única forma para tenerlo a raya. — le recuerda su hermano mayor. — Recuerda que los Alfas no piensan cuando están alterados y él está herido aún.

—Lo sé, pero... ¿Por cuánto tiempo lo tenemos que dormir? — murmura triste mientras se frota contra el Alfa. — Odio que duerma, quiero mimos... Quiero que me bese ¡¿Cuándo tengo que esperar?!

—Paciencia Rin. Todo a su tiempo. — tranquiliza a su hermano con su dulce aroma de Omega, lográndolo exitosamente. — Nuestro Alfa acaba de abandonar a su manada y nosotros lo introducimos a la fuerza en la nuestra. Si vuelve a aullar así nos meterá en problemas y, peor, puede acabar muerto.

—A Izana no le gustará nada esto... — murmura decaído. Eso rompió el corazón de Ran en mil pedazos, ver a su hermanito con las orejas caídas y sus ojos apagados. — ¿Qué tal si no lo acepta?

—Entonces nos iremos y formaremos nuestra propia manada con nuestro Alfa.

— ¿De verdad? — eso animó más al rubio que sacudió alegre su lobuna cola. — ¡Nosotros nos haremos cargo de todo mientras Alfa cuida el territorio! ¡Él no tendrá que hacer nada porque lo haremos todo nosotros!

—Y cuando despierte... — su larga y huesuda mano acarició delicadamente el rostro del Alfa con una tétrica sonrisa. — Nos presentaremos correctamente y cuando nos marque con su aroma a Izana no le quedará otra que aceptarlo si no quiere perder a sus más fuertes Omegas.

Ambos hermanos se miraron antes de reír cómplices por aquel plan suyo. Lo tenían todo listo, solo faltaba que el Alfa despertara para llevar a cabo uno de dos, lo cual no costó mucho porque apenas los Haitani abandonaron la habitación para ir por comida para su Alfa fue que Touya abrió sus ojos con miedo inyectado en estos.

Escuchó todo y temía demasiado por su vida en esos momentos. Entendió que esos Omegas querían aparearse con él, pero no de forma sana, era una obsesión enfermiza la cual él no quería pertenecer y menos en la manada de la brutalidad. El nombre Izana (espera que sea otro lobo) Kurokawa resuena de forma intensa como el de Mikey, solo que este es más terrorífico. Su plan de conquistar todo el valle resuena en cada manada y es por eso que la gran mayoría decidió cerrarse y esconderse para evitar a la manada de la brutalidad.
Por lo que escuchó, a Izana no le gustan los forasteros, entonces espera de todo corazón que lo deje ir.

Respiró hondo para calmar su agitada respiración y enfriar su cabeza. Empezó a pensar en qué haría su Senpai en una situación similar; obviamente molerlos a todos a golpes. Pero Touya no tenía ni el cuerpo ni la capacidad para hacer eso, su superior sí, pero él no. Huir ya no era una opción, esos Omegas arruinaron sus piernas y, aunque sane, no cree llegar muy lejos sin una ruta marcada.

No quiere morir, no puede abandonar a sus hermanos así. Se insultó en todos los insultos existentes por haberse separado de la manada, por haber seguido a esos zorros que cayeron de la carga. Por haber ignorado la regla más importante de todas a la hora de cazar. Se separó de su manada y, conociéndolos, lo deben de estar buscando.

Touya no es un inútil, es inteligente y esa inteligencia es reconocida en la manada Manji.
Pensó y pensó, su única opción en esos momentos era seguirles la corriente a esos Omegas hasta sanar, si ellos creen que él huyó así actuará, solo debe pensar en una buena excusa más tarde. Cuando pueda salir de esa cabaña deberá tantear el terreno, ya vio el enorme bosque que lo rodea, pero debe haber alguna salida y una ruta.
Su misión es encontrar esa ruta.

Tenía un plan, ahora solo debía ser paciente. Si su manada lo está buscando debe hacerles una señal con algo. También estaba un plus del cual nadie espera y es su querido amigo, su superior, que cuando se entere de la situación será más rápido para encontrarlo y llevarlo a casa.

Se siente más renovado y motivado. Sus piernas aún le duelen como el infierno, pero gracias a que están elevadas puede aguantar ese dolor. Decidió inspeccionar a su alrededor. La habitación era algo pequeña, lo justa para que entre la enorme cama de pieles donde estaba recostado, un ropero de madera blanca, una mesita de luz del mismo material y dos puertas de roble oscuro. Era... acogedor de cierta forma, no se sentía incómodo o sofocado ya que de cierta forma su habitación era más pequeña en comparación a esta. Respiró hondo cuando sintió esos aromas más cerca y se preparó mentalmente para comenzar la actuación. Debía ser el más inteligente en ese momento.

—Oh, mira Rin. — avisa el mayor al ver despierto al lisiado. — Despertó.

— ¡Alfa! — llama el rubio muy alegre, hasta que avergonzado tosió para recomponerse y volverse el chico serio de siempre. — Alfa, que bueno que despertó.

Su cola sacudiéndose lo delataba por completo. La de Ran igualmente se sacudía alegre, ambos lo estaban porque lograron calmar a su Alfa.

Touya se obligó a tragar, sintiendo automáticamente la resequedad de su boca al hacerlo. Sentía el sudor frío recorrer su nuca de forma lenta, eso de mentir no era lo suyo, y menos con omegas tan altos y bien formados que fácilmente podrían pasar por alfas. Lo más intimidante de ellos eran esos ojos morados que parecían brillar cual gemas preciosas, algo que movía dentro suyo a su Alfa de forma frenética.

¿Cómo te das cuenta que es tu destinado?

Es la pregunta que un tierno y pequeño Touya le hizo a su mejor amigo. El chico estaba en su forma humana sentado en una enorme piedra, vistiendo unos pantalones holgados y exponiendo su muy marcado cuerpo de Alfa. Tenía una bella sonrisa en lo que veía el paisaje, tal vez veía a alguien y en ese momento Touya no lo sabía.

Quien sabe, le respondió. Tal vez sea como el amor, pero más intenso. Tu pulso se acelerará como si te estuviera por dar un ataque al corazón, pero no es el tuyo el que late así, es el de tu lobo que encontró a su mate luego de tantos años. Tu lobo querrá materializarse, tomar el control, para confirmar la unión.

Su lobo quería salirse en esos momentos, quería abalanzarse sobre esos Omegas y estos podían sentir eso porque también querían permitir que sus lobos expongan su cuello ante el gran Alfa.

Wahh, senpai es tan inteligente. Dijo muy feliz el pequeño rubio. ¿Cómo sabes tanto?

En otro lado, un enorme lobo de pelaje rubio iba hacia un punto en específico en busca de alguien en especial. Lo vio a lo lejos comer los restos de un conejo muerto, grande y feroz su lobo no tardó en detectar al rubio para mirarlo con esos intensos ojos plateados.

Porque yo encontré a mi mate, pero... Creo que no es mutuo~






[N/A]: ¿Qué les parece la idea de una pareja secundaria?

Se que muchos no lo saben o los que sí, pero no se dieron cuenta. Pero el otro lobo ya apareció en otra de mis historias como protagonista. Quiero aclarar que no es necesario leer todas mis obras para poder entender esta, solo hace una aparición especial como un cameo para llenar los huecos vacíos de la trama.

Tendrá su debida presentación en el siguiente capítulo, pequeño adelanto del título.

;;Mi mejor amigo, sálvame de mi destino. 

Donde al fin la manada Manji conoce el secreto de Touya Kawata y al lobo que este ocultaba a las afueras del Valle mientras que en otro lado Touya deberá sobrevivir a sus impulsos, empezando una pelea de su lobo contra el humano al rechazar su destino. 

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